El sitio del teatro Caupolicán
"Chile, la alegría ya viene
Porque digan lo que digan yo soy libre de pensar
Porque pienso que es la hora de ganar la libertad
Hasta cuándo ya de abusos, es el tiempo de cambiar
Porque basta de miserias voy a decir que no
Porque nace el arcoiris después de la tempestad
Porque quiero que florezca mi manera de pensar"
(Plebiscito 1988 de la Campaña del ‘No’)
“Necesitamos vencer también su resistencia pasiva, indudablemente más peligrosa y más nociva todavía” (Lenin)
La violencia empezó antes de la película, como es el caso de una señora que bajo del metro y fue rodeada por las hordas de la izquierda. La señora Eugenia Aguilar Soto que venía de Chillán entrega su testimonio: “Llegué desde Chillán a las 8 de la mañana al Caupolicán, había un cordón de carabineros, con mi credencial de la Fundación Presidente Pinochet pude entrar sin problemas. Ahí cada rato se metían los marxistas y trataban de agredir a quien fuera en una acción de flash. Carabineros en todo momento vigilante y siendo agredidos por los defensores de la libertad y los derechos humanos”. Después refiere que a partir de la nueve no pudieron entrar: “Golpearon a mucha gente que no pudieron entrar. Los periodistas se dedicaban a entrevistarlos a todos ellos. Cuál sería mi sorpresa que al salir del teatro Caupolicán, no lo podía creer, estábamos rodeadas de fogatas y cientos de marxistas asesinos tirándonos cuanto objeto se pusiera por delante”. Agrega: “Si estos dementes no hubieran sido alejados en la medida de las posibilidades de carabineros ‘estas bestias hubieran incendiado el Caupolicán con todos nosotros dentro’ Esa es la realidad !!!.........Era tanto el odio y su actitud insultos agresividad que no se llegaban a comprender que estuviese pasando en nuestro país”. Aquí viene la parte más horrorosa del relato: “Después de casi esperar una hora, comenzamos a salir. Carabineros abrió y despejó las calles que eran más fáciles y nos dejaron como a 6 cuadras del teatro…Supuestamente más solas y más tranquilas…Caminaba protegiendo mi cabeza con mi chaqueta, mientras varios hombres y mujeres lanzaron sobre mí ladrillos de gran porte y piedras que no sé donde las sacaban...(Me era la impresión que era María Magdalena o una mujer musulmana lapidada), pero seguí, pensé que quedaba poco para caminar..Una mujer me agarró del cuello con sus dos manos y otra me reventó brutalmente los huevos en los ojos..Quedando dentro del globo ocular, quedando ciega entre esa manada de bestias salvajes que atacaban a ancianos, ancianas y mujeres especialmente como yo”.
De hecho, los organismos de derechos humanos, ya sea a nivel de ONG, ya sea institucionalizado en algunas universidades y el propio Instituto de Derechos Humanos desea, a fin de cuentas, vencer la resistencia pasiva que hay en el país. Además de lo descrito por esa mujer, carabineros atrapó a un funcionario del Hogar de Cristo, a quien le pagaron treinta y cinco mil pesos por participar en la ‘funa’. Tal señor es Ernesto Hidalgo Olivare, Profesor de Lenguaje de esa institución de beneficencia.
Para qué vivir tan separados….
Porque digan lo que digan yo soy libre de pensar
Porque pienso que es la hora de ganar la libertad
Hasta cuándo ya de abusos, es el tiempo de cambiar
Porque basta de miserias voy a decir que no
Porque nace el arcoiris después de la tempestad
Porque quiero que florezca mi manera de pensar"
(Plebiscito 1988 de la Campaña del ‘No’)
“Necesitamos vencer también su resistencia pasiva, indudablemente más peligrosa y más nociva todavía” (Lenin)
Después de avant premier del documental ‘Pinochet’ y de los sucesos absurdos que acontecieron en ese día, la prensa por falta de imaginación o por estar al servicio de la Izquierda, podría haber titulado al día siguiente en primera plana ‘el sitio del teatro Caupolicán’. Los pacíficos espectadores que compraron con antelación la entrada estuvieron literalmente sitiados, tal como ha ocurrido a lo largo de la Historia, ya sea el sitio de Stalingrado y nuestra propia Batalla de la Concepción. Un ex almirante que fue a ver la película para el día de su cumpleaños me contó que tardaron tres horas en salir de allí, pues como dije estaban sitiados. ¿Quiénes los sitiaban? Las organizaciones de derechos humanos que, por cierto, querían prohibir el documental porque ‘incitaba al odio’, mientras les violaban tales derechos. Los que promueven el odio son justamente ellos.
Más aún a los que organizaron el evento las organizaciones de derechos humanos querían que les aplicaran la Ley de Seguridad de Interior del Estado, cosa que cuando se trata de terroristas, violentistas y actores sociales que provocan desordenes, son los primeros en oponerse en aplicar la ley. Lo vimos en Aysén, en que esas organizaciones se oponían a la Ley de Seguridad. En cambio, para los pacíficos pinochetistas que fueron a ver el documental que no se tomaron ninguna propiedad, había que aplicarle tal ley. Así lo expreso el abogado comunista y decano de la Facultad de Derecho de la universidad Arcis, Eduardo Contreras junto con Mireya García y Alicia Lira: "Lo que hoy se está haciendo, incluso por personeros del Gobierno, es la apología del crimen. Esto sí hace absolutamente aplicable la Ley de Seguridad Interior del Estado, y así se lo demando al señor ministro del Interior".
Fue la Izquierda quien acusó a los que organizaron tanto el nuevo lanzamiento del libro de Krassnoff como en la presentación del documental, que fue un homenaje. No fue eso último. El único propósito fue, pues, desprestigiarlos. ¡Qué importa, si haya sido o no un homenaje, si los progres le han hecho homenaje a Salvador Allende y los grupos terroristas Mir y FPMR en el Congreso! Tanto el uno como los otros no creían en la democracia y quería llevarnos a una dictadura comunista, como las que hay en Cuba y en Corea del Norte.La violencia empezó antes de la película, como es el caso de una señora que bajo del metro y fue rodeada por las hordas de la izquierda. La señora Eugenia Aguilar Soto que venía de Chillán entrega su testimonio: “Llegué desde Chillán a las 8 de la mañana al Caupolicán, había un cordón de carabineros, con mi credencial de la Fundación Presidente Pinochet pude entrar sin problemas. Ahí cada rato se metían los marxistas y trataban de agredir a quien fuera en una acción de flash. Carabineros en todo momento vigilante y siendo agredidos por los defensores de la libertad y los derechos humanos”. Después refiere que a partir de la nueve no pudieron entrar: “Golpearon a mucha gente que no pudieron entrar. Los periodistas se dedicaban a entrevistarlos a todos ellos. Cuál sería mi sorpresa que al salir del teatro Caupolicán, no lo podía creer, estábamos rodeadas de fogatas y cientos de marxistas asesinos tirándonos cuanto objeto se pusiera por delante”. Agrega: “Si estos dementes no hubieran sido alejados en la medida de las posibilidades de carabineros ‘estas bestias hubieran incendiado el Caupolicán con todos nosotros dentro’ Esa es la realidad !!!.........Era tanto el odio y su actitud insultos agresividad que no se llegaban a comprender que estuviese pasando en nuestro país”. Aquí viene la parte más horrorosa del relato: “Después de casi esperar una hora, comenzamos a salir. Carabineros abrió y despejó las calles que eran más fáciles y nos dejaron como a 6 cuadras del teatro…Supuestamente más solas y más tranquilas…Caminaba protegiendo mi cabeza con mi chaqueta, mientras varios hombres y mujeres lanzaron sobre mí ladrillos de gran porte y piedras que no sé donde las sacaban...(Me era la impresión que era María Magdalena o una mujer musulmana lapidada), pero seguí, pensé que quedaba poco para caminar..Una mujer me agarró del cuello con sus dos manos y otra me reventó brutalmente los huevos en los ojos..Quedando dentro del globo ocular, quedando ciega entre esa manada de bestias salvajes que atacaban a ancianos, ancianas y mujeres especialmente como yo”.
Me surgen diversas preguntas: ¿Cómo catalogar la violencia de una mujer a otra mujer: femimacho en vez de femicidio? ¿Dónde están femisnazis de la izquierda parloteando con las políticas del género, supuestamente defendiendo a las mujeres sin distinción de ideologías? ¿La ministra de la Mujer que coquetea con la comunista Camila Vallejo se habrá enterado?
Está claro que la Izquierda no se ha renovado. Cambio más conserva el leninismo. ¿Qué es gramscismo? Revolución sin Cheka, ni Gulag. Pero impidiendo cualquiera manifestación a la hegemonía de la Izquierda. Hace tiempo cite a Lenin en un poema
, que creo da cuenta que la no violencia, el mero hecho de escribir un libro, un blog o hacer un documental es más peligroso para ellos, que si nosotros usáramos la violencia: “Este recurso de control y del trabajo obligatorio es más fuerte que las leyes de la Convención y su guillotina. La guillotina sólo servía para intimidar, para vencer la resistencia activa. Y a nosotros no basta eso. No nos basta, pues no sólo necesitamos ‘intimidar’ a los capitalistas, a fin de hacerles sentir la omnipotencia del Estado proletario y de que no se atrevan a pensar en desplegar una resistencia activa contra él. Necesitamos vencer también su resistencia pasiva, indudablemente más peligrosa y más nociva todavía”. Por esa razón, los disidentes de la era comunista eran más peligrosos que esos afeminados de izquierda que se convirtieron en guerrilleros o terrorista que les gusta considerarse ‘víctimas’. De hecho, los organismos de derechos humanos, ya sea a nivel de ONG, ya sea institucionalizado en algunas universidades y el propio Instituto de Derechos Humanos desea, a fin de cuentas, vencer la resistencia pasiva que hay en el país. Además de lo descrito por esa mujer, carabineros atrapó a un funcionario del Hogar de Cristo, a quien le pagaron treinta y cinco mil pesos por participar en la ‘funa’. Tal señor es Ernesto Hidalgo Olivare, Profesor de Lenguaje de esa institución de beneficencia.
El relato de esa señora coincide con lo que pudo observar un almirante en retiro. En efecto, al frente del teatro Caupolicán en la azotea de un edificio había tipo con su celular les comunicaba a los funadores hacia donde se dirigían los pacíficos espectadores que actuaron usando la no violencia de Gandhi y Martín Luther King. Si todo hubiese normal y con respeto al otro y a la diversidad, la presencia de Carabineros habría sido prescindible. Pues como no era una situación normal, la gente que fue a ver la película tuvo que ser auxiliados. En un principio, el Ministerio del Interior mandó los buses de carabineros. Sin embargo, el fulano que estaba en el techo les aviso y empezaron a lanzarles piedras al vehículo de esa institución. Luego, el ministerio mando buses del Transantiago para sacarlos de allí, con el cual, finalmente, salieron. El almirante me contó que había varios carabineros en motocicletas. Me mando las fotos. Cuando vi las fotos, me asombré que se desperdiciara tantos efectivos de esa institución por culpa de la izquierda que no respeta la vida del otro, en vez de estar vigilando las calles.
Asimismo, me relato ese señor que las personas que estaban funando en su mayoría en jóvenes que gritaba con odio rayano en la locura. Nótese que le gritaban a personas en su mayoría de lo que se llama ‘tercera edad’ o viejos. Si unos de esos viejos o viejas les hubieran forrado un puñetazo o les hubiera pegado con una vara telescópica a esos individuos las organizaciones de derechos humanos, los mismos que impedían el libre tránsito de los espectadores, estarían escandalizados. Me contó el almirante en retiro que casi uno de esos individuos casi le pega a una abuelita.
El vicealmirante en retiro Fernando Navajas critica duramente al Gobierno, porque los comunistas que estaban detrás de las ‘funas’ agredieron a personas de tercera edad: “Después de toda esa destrucción que dejaron los delincuentes ni el Presidente de la República, ni el Ministerio del Interior se ha referido al caos, han guardado silencio que los hace culpables como los hechores del vandalismo; más aún cuando ellos son los responsables de mantener el orden y la seguridad pública en todo el país”.
La viuda del almirante Jorge Martínez Bush, Carmen G. de Martínez relata una experiencia parecida. Ella había venido desde Viña del Mar: “Cuando terminó el acto, con gran tranquilidad iniciamos la salida del Teatro. Se nos recomendó a los “mayorcitos” que nos reuniéramos en un patio que tiene el Teatro pues desde ahí nos recogerían unos buses. Como pasaba el tiempo y esto no sucedía, salimos por la puerta principal. La calle estaba casi solitaria, aunque oíamos gritos y percibíamos disturbios detrás de unas filas de Carabineros que estaban cerrando ambos lados de la cuadra. Después estos se corrieron abarcando la cuadra siguiente. Nosotros, que éramos un buen grupo, quedamos entre estas dos filas de carabineros, absolutamente protegidos. Pudimos darnos cuenta que los violentistas estaban atacando a carabineros, vimos que detuvieron a algunos de estos “jóvenes idealistas!” pero no pudimos dimensionar la violencia que se desató. Carabineros de Chile nos protegió en todo momento y desde aquí quiero agradecer a estos maravillosos hombres y mujeres porque, sin ellos, es seguro que habríamos resultado agredidos físicamente y conculcado nuestro derecho a expresarnos y manifestarnos”.
Sin embargo, la violencia no terminó allí, pues cuenta esa señora que recién a las cuatro de la tarde Carabineros les consiguió un bus del Transantiago. Se subieron y “un gran peñasco rompió el vidrio que estaba a mi lado, a centímetros de mi cabeza, quedando otra señora y yo llenas de vidrio molido”.
Tanto la señora que vino de Chillán como la viuda del almirante confirman que la prensa y los medios televisivos estuvieron al lado de los violentista y ‘funadores’. Una columna aparecida en el diario ‘La Nación’ chilena, se ufanan de la violencia hacia los espectadores : “En tanto desde las afueras del Teatro Caupolicán son perseguidos por manifestantes algunos asistentes al ser reconocidos y corren humillados a protegerse…En un taxi busca huir el ex ministro de Pinochet, Alfonso Márquez de la Plata, pero es reconocido por los manifestantes y muy dificultosamente logra salir de la multitud”.
Un antipinochetista y que luego estuvo 17 años transitando ‘por el desierto’, escribió : “bajo la complicidad del Establishment, cuya Gran Prensa escamotea la plena verdad histórica, y cuyos próceres se arropan con los nuevos tiempos”. Lástima que quien escribió las palabras mencionadas, no diese su nombre. Ese anónimo, luego de ser antipinochetista usando su razón, su inteligencia descubrió que lo que había dicho la Concertación era una gran mentira. Y así, despertó como el protagonista de ‘Truman Show’.
Los mismos idiotas de Izquierda que carecieron de ‘amistad cívica ’ y que le pegaron a las abuelas, para usar la expresión del senador socialistas Camilo Escalona, se siente emocionados cuando escucha la canción del cantante comunista, Víctor Jara: ‘el derecho de vivir en paz’. Son los mismos que tienen la voz y ponen la cara de Cristina Fernández de Kirchner reclamando ante G 20, porque Argentina no es dueña de Las Malvinas. Y ponen la cara de Pablo Simonetti cuando van a un concierto de Los Jaivas y escuchan ‘Todos Juntos’: “Para qué vivir tan separados/Si la tierra nos quiere juntar/Si este mundo es uno y para todos/Todos juntos vivir”.
Para qué vivir tan separados….
Etiquetas: Documental Pinochet, Eduardo Contreras, Gobierno de Piñera, Hogar de Cristo, La Nación, Lenin, Libertad de expresión, Organizaciones de DD.HH., Poderes Fácticos, Violencia
4 Comments:
Javier. Es lamentable todo lo que le pasó a esta gente, la mayoría de edad, y sobre todo sin posibilidad alguna de defenderse sin que luego una jauría de abogados comunistas y tal vez el mismo ministerio del interior se querellara en su contra por atentar en contra de los “jóvenes idealistas”.
Lo único positivo de todo esto, es que después del terrorífico espectáculo de esta gentuza, con toda seguridad los televidentes comprendieron un poco más de que se trata el marxismo, y de que no existe posibilidad alguna de razonar con ellos. Prueba de esto fue la pregunta que se hizo en el programa Tolerancia Cero al que asistió don Hermógenes, donde luego de 22 años de lavado cerebral, la gente apoyó en un 57% a 43% la exhibición del documental. Es una cifra extraordinaria.
Maximo.
Hay que seguir picando, hasta la represa de las mentiras de la izquierda se derrumbe y los ahogue.
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Gracias RJ.
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