A la toma de los cuatro poderes
"El tiempo presente y el tiempo pasado
están quizá presentes los dos en el tiempo futuro
y el tiempo futuro contenido en el tiempo pasado.
Si todo tiempo es eternamente presente
todo tiempo es irredimible.
Lo que podía haber sido es una abstracción
que queda como perpetua posibilidad
sólo en un mundo de especulación.
Lo que podía haber sido y lo que ha sido
apuntan a un solo fin, que está siempre presente”
( T.S. Eliot, Cuatro cuartetos)
Para entender el presente hay volver al pasado y éste proyecta su sombra al futuro. El hecho de que la actual coalición oficialista que salió con los votos de la Derecha, tenga tan poca aceptación, son responsables los propios dirigentes de su sector, que traicionaron a sus electores tomando las banderas de la Izquierda, como dijo alegremente el ex ministro de Interior, Rodrigo Hinzpeter. Una cita del asesinado senador Jaime Guzmán referente al fracaso de la vieja de Derecha que estuvo hasta septiembre de 1973, decía algo que para impedir que la Izquierda fuese más revolucionaria, ellos prefirieron asumir el programa de su oponente: "La Derecha estuvo ciega porque carecía de inteligencia política. Se juntó a la cacofonía de la demagogia, compitiendo con los partidos de Izquierda, porque creía que esa la mejor forma de afianzarse en el poder. A fin de cuentas, terminaron repudiando hasta el mismo Alessandri”. Hoy como ayer sabemos que esa estrategia no funciono. Los únicos que siguen con ese ‘relato’ son un grupo elitista que está tanto en el gobierno liderado por el actual mandatario, Sebastián Piñera como por académicos y periodistas que tienen acceso a los medios. Y que termino con el debacle de la Unidad Popular y el Pronunciamiento Militar. Ahora podemos ver el futuro inmediato mirando lo que ocurre en Venezuela, lo que nos retrotrae a la Unidad Popular. Así, lo que decía el poeta Thomas Stern Eliot, en su poema ‘Cuatro Cuartetos’, se hace realidad:
“El tiempo presente y el tiempo pasado
están quizás presentes los dos en el tiempo futuro
y el tiempo futuro contenido en el tiempo pasado”.
Los únicos que tienen “conciencia histórica”, para usar la expresión del filósofo español, José Ortega y Gasset, son las personas comunes de la derecha en general y los que escriben en los blogs y los foristas que comentan en ella. Me asombra la claridad sobre todo de algunos foristas. Éstos se preguntan si estamos en 1970 o en el 2013. Olvídense de los Ph. Doctor, de los Master of Arts in Legal and Political Theory, de los Master of Arts in The Philosophy, Politics and Economics of Public Choice, y, por último de los Master en Gestión y Políticas Públicas. Gracias al “made in Harvard” estamos ad portas a una Revolución, sin que las condiciones lo ameriten. Sólo porque unos pocos agitadores que son fachadas del Partido Comunista dicen hablar en nombre de la mayoría. Los del Gobierno, los políticos en el parlamento y los académicos, con la excepción de unos pocos, están alejados de la realidad. ¿Qué sacan con anunciar en el cuerpo Reportajes, en primera plana con grandes letras de ‘El Mercurio de Santiago’ Joaquín Lavín o la candidata Evelyn Matthei , de que si gana Bachelet Chile será otra Venezuela, si el propio Gobierno con sus actos ha azuzado a la Izquierda, ya sea violentando las reglas del juego, ya sea no respetando el Estado de Derecho, ya sea permitiendo mil querellas contra los militares, ya sea “haciendo lo que la Concertación no hizo en 20 años” y ya sea mermando de la libertad económica?
La excelente bloguera, Violante Cabral, del blog Protocolos Gatunos escribe al comentar el último libro del profesor Víctor Farías, ‘Ricardo Lagos y el Chile Nuevo’: “Es de esta la “ideología lagunera” que nos habla el libro, porque en ella se encierra la esencia de la tragicomedia marxista de antaño que hoy pareciera repetirse. Así lo entiende el autor al expresar que el segundo propósito de este libro es “despertar la atención ante la reaparición actual amenazadora de esos mismos síntomas en la sociedad chilena contemporánea” (Farías, p. 14) Con esa cita nos recuerda lo que tantas veces este blog ha profetizado: nuestro pasado es espejo de nuestro presente, y si no evitamos a tiempo, también será espejo de nuestro futuro”. Los más lúcidos se encuentran fuera de la política.
Del mismo modo, el pasado reciente, esto es, lo que ocurrió hace más de cuarenta años, nos sirve para entender el modus operandi de la Izquierda, después de los noventa, cuando llegaron a ser gobierno junto con la Democracia Cristiana. La Izquierda vendió la pomada de que se habían renovado, esto es, que renunciaron al marxismo leninismo y que optaron, ya sea el socialismo liberal, ya sea por la socialdemocracia. La famosa ‘democracia de los acuerdos’ fue, simplemente una estrategia, no un acto de convicción. Fue el equivalente al Estatuto de Garantías que firmó Allende con la DC. Con la candidatura de Michelle Bachelet como representante de la Nueva Mayoría que desea cambiar las estructura política y económica, sabemos que la Izquierda no cambio. Además, si en realidad hubiesen optado por el socialismo liberal o la socialdemocracia, hubieran respetado el Estado de Derecho o Rule of Law, como le llaman los ingleses. Uno de los pilares de la Democracia Liberal de Occidente.
De acuerdo a la temática son moderados o no. Si los políticos moderados de la Izquierda (La Democracia Cristiana, del Partido Por la Democracia y el Partido Socialista) que se oponen a los cambios que propone la Nueva Mayoría, fuesen en realidad moderados, estarían apoyando a la candidata oficialista. En otro ámbito, guardan el rencor típico del socialismo chileno. Así no le pidamos a José Antonio Viera Gallo y Camilo Escalona respetar la ley de Amnistía. No sé que hacen Joaquín Brunner, Genaro Arriagada y otros allá. Y eso me lleva a remontarme hace más de cuarenta años. En efecto, el asesor de Allende, Régis Debray, quien es citado por Whalen, autor ‘Desde las Cenizas’ para explicar lo anómalo que era el Partido Socialdemócrata chileno: “no tiene ninguna relación con la socialdemocracia internacional, ni con los conceptos tradicionales de la socialdemocracia”. Ese partido fue, pues, formado por el diputado democratacristiano, Patricio Hurtado, en 1966. De hecho, cuenta el periodista norteamericano, fue el primer miembro expulsado de ese partido por hacer propaganda al dictador Fidel Castro, en los momentos en que éste insultaba a Frei. Por sus servicios a la causa comunista en 1967 le fue otorgada una medalla por Vietcong “y remitida por Castro”. Finalmente, la Social Democracia chilena apoyo al candidato marxista leninista, Salvador Allende.
El periodista James Whalen escribe que el proyecto de la Unidad Popular planeaba cambiar todo el país, incluyendo tener una nueva Constitución, el Congreso y el Poder Judicial. Nihil sub sole, esto es, nada nuevo bajo el sol. La Nueva Mayoría del siglo XXI pretende lo mismo, salvo que esta vez tienen la prensa a su favor y el poder judicial a su merced . Éste último era un escollo para el proyecto revolucionario. Así escribe: “Los estrategas de la UP y, muy especialmente los comunistas, entendieron desde un comienzo que el Congreso y los tribunales de justicia representaban un obstáculo insuperable para lograr su ambición de poder total. De hecho, a pesar de tanto alboroto, nunca se atrevieron a cambiar la Constitución, el Congreso o los tribunales de justicia por medios legales, sino que simplemente recurrieron a la técnica de ignorarlos, desafiarlos o socavarlos”. Cuando leí por primera vez el párrafo mencionado entendí o comprendí lo que ha hecho la Izquierda con los tribunales de justicia después de los 90. Sin disparar un tiro se apropiaron de los tribunales, y con ello, empezaron a socavar el Estado de Derecho. Que la ex jueza de la Corte de Apelaciones de Santiago, Gloria Ana Chevesich haya afirmado lo siguiente en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado para ser ascendida al máximo tribunal, significa que la Izquierda ha triunfado: "jamás, en ninguna de las causas en que se investigan graves atentados a los DD.HH. cometidos por agentes del Estado, jamás he aplicado ni la prescripción, ni la media prescripción, ni tampoco la amnistía y espero que eso haya quedado claro". Desde luego, que lo llama ‘graves atentados a los DD.HH.’ se refiere a las muertes de los terroristas del Mir. Asimismo, que se condene a militares por delitos que no son retroactivos. Los civiles han tenido suerte parecida a los militares ancianos, pues desde los noventa y con la nueva reforma procesal, el delincuente tiene más derechos que la persona honrada. Y cualquiera que sea encontrado cometiendo un delito terrorista, aún con las pruebas en la mano, los jueces los liberan en seguida. Por la cita del periodista podemos desprender que la Izquierda ha ignorado, desafiado y socavado el Estado de Derecho, gracias al consentimiento de los políticos de Derecha.
En fin, si un juego de mesa que sirve para entender la Izquierda en estos veinticuatro años, se me viene a la mente el juego Go o ajedrez chino. A diferencia del ajedrez que vino de la India, paso por el mundo musulmán para llegar a Europa, en el Go consiste en envolver al adversario, no matarlo. Se dice que el vietcong empleo esta estrategia contra los norteamericanos en Vietnam. Y si aplicamos la célebre frase de un estratega alemán: “que la política es la continuación de la guerra por otros medios”, entonces caemos en el concepto de hegemonía de Gramsci.
Y ahora se apresta, si es que gana a tomarse los cuatro poderes.
Etiquetas: Derecha Socialista, Gloria Ana Chevesich, Gobierno de Piñera, Gramsci, Jaime Guzmán, James R. Whelan, Juego Go, Ley de Amnistía de 1978, Patricio Hurtado, Social Democracia chilena, Unidad Popular
6 Comments:
¿Leíste esta pésima noticia aparecida hoy en La Tercera?
La Tercera
Si asi fuera, es preferible que Matthei ni siquiera llegue a segunda vuelta.
Resulta incomprensible ver como, pese a tantos y tantos comentarios y columnas de derechistas sensatos que se publican en los diarios, aun no se dan cuenta de que la derrota de la candidata de derecha se podria basar casi exclusivamente en su abandono de las ideas genuinas de derecha y su adhesión inexplicable al gobierno de Piñera, que las traicionó. Los porfiados hechos son evidentes, pero la Nueva Derecha camina silbansdo como si nada.
Cristián:
Puse el mouse en el link que indicaste, y vi solamente el titular. Hace tiempo no veo los medios digitales, ni los impresos.
El problema está en que en el comando de Matthei está Hernán Larraín Matte, quien después del once presentó una carta transversal sobre la reconciliación y los derechos humanos, desde el punto de vista de la Izquierda.
A si como a Piñera no le sirvió Harvard, a Matthei tampoco le sirvió la London School of Economics, donde obtuvo su doctorado. Lo peor es que ella trabajo para el Gobierno Militar, y la Nueva Derecha reniega de éste.
La candidata está desorientada o perdió la brújula hace tiempo.
Esa es la idea de la izquierda, usar el camino contrario al '73, esta vez quieren primero el poder, luego el gobierno, y finalmente la revolución. Todo a su tiempo.
La izquierda tambien aplica la "guerra sicológica" en la cual trata de hacer ver por todos los medios a una derecha debilitada, venida a menos y con bajas por doquier. de que tiene controlado los medios, eso es un hecho, pero en la práctica las mentiras se les han venido abajo una y otra vez. esto está generando un estado de molestia en la gente que cada vez se va desencantando con la política actual y que ya no quiere nada con los políticos.
ahora quienes manejan el comando de Matthei, son precisamente los tontos útiles del zurderío. y ellos también recibirán su paga por parte de sus "compañeros de ruta", cuando dejen de serlo.
Maximo:
Así es. Al final todo fue un engaño la famosa 'renovación' socialista.
José Cornejo:
Lo que dices es cierto. La Izquierda emplea mucha 'guerra sicológica' para creer que son mayoría. Obviamente, al actuar las personas comunes se aburren de la política,y eso incluye a que la personas desprecien a los políticos de Izquierda. De ahí la poca participación en las elecciones.
Javier:
En combate una de las maneras de "atacar" al oponente es usando los medios de propaganda, interfiriendo las señales para crear una especie de confusión.
La izquierda al tener controlado los medios de difusión, trabajan usándolos como medios propagandísticos y neutralizando a los medios contrarios de tal manera que estos no puedan informar lo que realmente está ocurriendo.
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