sábado, enero 28, 2023

Bill Gates fracasó como experto en salud.

 


Todo el mundo sabe que el señor Bill Gates no es médico ni que tampoco es científico. Que el señor Bill Gates esté hablando de vacunas, pandemias es como estar escuchando a la niña sueca Greta sobre el clima.

 Después de que acusaran a su empresa Microsoft  en los noventa del siglo pasado de monopolio, él se dedicó a la filantropía para limpiar su imagen de mafioso en el mundo de los negocios. La única forma en que el multi millonario puede enriquecerse es, pues, eliminado la competencia. Y esto quedo más demostrado en esta falsa pandemia en la el señor Gates estuvo involucrado, ya que él le pagó a científicos y medios para hablaran mal de la hidroxicloquina y la invermectina privilegiando las mal llamadas vacunas covid.

 Ya había fracasado en África y en la India con sus vacunas dañando a seres humanos. A él no le importo.



 Un estudio demostró que lo servía para el bicho era la vitamina C y D. Sin embargo, él nunca lo recomendaría.

 Cuando la cadena norteamericana CBS entrevistó a Bill Gates en el 2020, éste dijo que los efectos adversos eran leves, pues según los ensayos clínicos del laboratorio Moderna arrojaban que sólo producían fatiga, dolor de cabeza y mialgia o dolor de cabeza.

 Sin embargo, desconocía los efectos adversos de la Pfizer que la FDA había reconocido: encefalomielitis aguda, desmielinizantes agudas, aborto espontáneo, síndrome de Guillain-Barré, infarto agudo de miocardio, enfermedad autoinmune, coagulación intravascular diseminada, artritis y artralgia, meningoencefalitis/meningitis, encefalitis/mielitis, síndrome inflamatorio multisistémico en niños, tromboembolismo venoso, anafilaxia, convulsiones/ataques, infarto agudo de miocardio, narcolepsia y cataplejía, enfermedad de Kawasaki,  encefalopatía, accidente cerebrovascular, reacciones alérgicas no anafilácticas y muerte.

 En el 2017, Gates había advertido al mundo sobre un arma biológica creada a partir de un virus existente. El 17 de octubre del 2019, su fundación invirtió en LumiraDX  (LMDX), que es un inventor de pruebas rápidas de antígenos covid-19. Antes de que la OMS declarase la pandemia de acuerdo a la definición que cambiaron, el señor Gates  con su Fundación Bill y Melinda Gates junto el Foro Económico Mundial y el centro Hopkins desarrollaron la simulación de una pandemia conocida como el ‘Evento 201’ el 18 de octubre del 2019. Además, invirtió cincuenta  y cinco millones de dólares en el laboratorio BioNTech, la cual realizó el tratamiento de Pfizer en otoño de ese año. En el 2022, el multi millonario aumento su patrimonio en un 31%. Lo que es lo mismo 137 millones de dólares.



 En el 2020, el señor Gates sabía que el covid-19 afectaba a los gordos y a quienes tenían enfermedades preexistentes como la diabetes. Sin embargo, quiso mantener el miedo a través de los medios de comunicación en los cuales invirtió para llevar la narrativa a su lado.  Presionó a la FDA y a los CDC norteamericano. Además, de comprar los medios más importantes occidentales para mantener su relato.

 Él sabía cuándo terminaba la “pandemia” y cuántas dosis había que poner. Según sus palabras, las vacunas “fueron la mejor inversión de mi vida”. Además, dijo que se volvería a la normalidad si no estaban todos vacunados.

 Bill Gates siempre actúa como si no supiera nada de lo ocurre a su alrededor.  Está probado que el gobierno norteamericano estuvo involucrado en la creación del bicho en la laboratorio de Wuhan para obtener la ganancia función. Y ahí estuvo metido su amigo, el doctor Anthony Fauci, quien es director de la NIH. Con todo, cuando le preguntaron al magnate que el virus salió de un laboratorio sin mencionarlo, él repite como mantra la tesis que provino del murciélago. La tesis del contagio zoonica, es decir, que las enfermedades infecciosas pasan del animal al hombre.

 Tampoco sabe del  escándalo  en el parlamento europeo, donde le preguntaron a una funcionaria de Pfizer, Janine Small si los pinchazos detenían el contagio. Ella dijo: “A la pregunta de si sabíamos que nuestra vacuna era capaz de detener la transmisión del Covid antes de llevarla al mercado, la respuesta es ¡No! Tuvimos que movernos rápidamente para entender lo que ocurría en el mercado y hacer todo con riesgo”.

 Según él: “Todos los que toman la vacuna están reduciendo su transmisión”. Se equivocó.



Según la Base de Datos Médicos Epidemiológicos (DMED) del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, los efectos defectados de las vacunas ARNm son los siguientes en el 2022: 279% de abortos espontáneos, 487% de aumento de cáncer de mamá, 1048% en aumento en afecciones del sistema nervioso, 551% aumento del Síndrome de Guillian-Barre, 680% de aumento en esclerosis múltiple, 664% aumento en neoplasmas malignos, 2181% aumento en hipertensión, 369% en aumento de cáncer testicular, 350% aumento de infertilidad masculina, 55% aumento en defectos al nacer, 471% aumento de infertilidad femenina, 452% en aumento de migrañas, 302% de taquicardias y 468% aumento en embolias pulmonares.

 Según cuenta la feminista norteamericana en un video del año pasado, Noami Wolf sobre los ensayos clínicos de Pfizer en las mujeres embarazadas: “De las 270 mujeres que quedaron embarazadas en los ensayos, más de 230 de los registros de las participantes desaparecieron, pero de las 36 mujeres que quedaron, 28  de sus bebés murieron en los ensayos de Pfizer”. Masacre.

Un twitero dice lo siguiente de los ensayos de Pfizer el 6 de mayo del 2022: “¡¡¡De los 46.000 participantes en el estudio de Pfizer, 42.000 tuvieron reacciones adversas y 1.200 murieron y no se lo dijeron a Nadie!!! Demasiado tarde. ¿no? Y los medios de comunicación no tienen vergüenza en no informar sobre ello????”

 El multi millonario no sabe nada de los excesos de fallecidos en los países que tienen alta tasa de vacunación. Así, según un registro de julio del 2022: en España hubo 36.9% de exceso muertos, en Chipre 32.9%, en Grecia 31.2%, en Portugal 28.8%, en Italia 24.9% y en la Unión Europea en general fue de un 15%.

 Más datos. En julio del 2020 fallecieron 1203 en Inglaterra, 374 en Italia y en España 117 personas. En el julio del 2022 murieron 5.575 en Inglaterra, 3.733 en Italia y 3.188 en España.

 En nuestro país estamos igual que el resto de las naciones que inyectaron a casi toda la población. Así, el médico Francisco Vidangossy Guzmán escribe el siguiente tweet el 10 de noviembre del 2022: “Chile, el país con el más alto exceso de mortalidad, fue el peor que manejó la pandemia. De 109 muertes al año, subimos a 140 mil y súper pinchados. La idea no era evitar las muertes, era vender pinchazos. Mañalich, Daza, Paris, Piñera.”

 En Inglaterra fallecieron 1.203 en  julio del 2020 y en el 2022 mismo mes  fallecieron 5.575 personas.   

 Según el medio español “vozpopuli”: “La muerte de menores entre 1 y 14 años aumentan,  pero los pediatras no saben por qué”.




 Los medios chilenos reportan infartos en los jóvenes en 2022. Todo muy normal.

 El legendario base de los Utah Jazz,  John Stockton critica la vacuna covid-19: “Han muerte cerca de 1000 deportistas”.


Según reporta un medio español de Barcelona en que cita a una enfermera: “La tercera dosis está siendo letal. El cáncer ha crecido un 5000%. En el hospital donde ejerzo de sanitaria, el 98% de los ingresos actuales, son vacunados”.

 Nos puede explicar por qué el 2021 fallecieron más personas que en el 2020.

 Tampoco puede explicar por qué en los países donde hay poca tasa de vacunación no hay exceso de fallecidos.

 Tampoco sabe que no todas las personas pueden recibir el mismo medicamento. Un  principio que los doctores y la OMS violaron. De ahí los diversos efectos adversos que han padecido los seres humanos, después de los pinchazos.

 Tanto en el 2021 como el 2022 hubo un aumento de miocarditis y pericarditis como nunca en la historia médica.

 En estos dos años desde que comenzó la vacunación masiva han fallecido como nunca deportistas.



Y qué decir de las muertes repentinas en cualquier lugar.

 Entre 1966 y el 2004 las muertes súbitas eran 2,4 por mes. Después de la vacunación mundial los problemas cardiacos aumentaron en un 1841% en atletas. Lo que significa que han fallecido  46 personas al mes entre el 2021 y 2022, según el sitio “ciencia y salud natural”.




 El medio británico “The Time” reporta que fallecen 1000 personas en la semana.





 Dato mata relato.

 El medio norteamericano “News Punch” dicen en su portada: “El  jefe de la FDA pide fin  inmediato de las vacunas COVID: “Millones se están muriendo””. Bill Gates es un genocida.

Además, de ser estúpido es un cobarde. Por esa razón, uso los verificadores de hechos para descalificar a quienes se oponían al relato oficial, hasta pensaba crear un Ministerio de la Verdad. El multimillonario tecnológico desconoce el significado de la palabra ‘debate’ o ‘autopsia’. Cualquiera persona bien informada con que ocurrido en estos casi tres años fácilmente al señor Gates lo puede derrotar con argumentos y pruebas. 

 En un video una periodista le pregunta a Gates que piensa de la decisión del tenista croata Novak Djokovic de no pincharse. Él dijo que respetaba su elección, sin embargo, no ayuda detener el contagio. El millonario no sabe distinguir entre una  persona sana de otra enferma.

 En un video el millonario reconoció para que el presidente Donald Trump no investigue la seguridad de las vacunas covid-19. Según sus palabras: “Hay un rumor de que va a hacer algo en esa área. Pero tal vez yo y otros lo convenzamos de que eso no vale la pena”.

 En otro video dice: “Entonces, en marzo del 2017 en la Casa Blanca…él (Trump  estaba considerando una Comisión de Seguridad para investigar los efectos nocivos de…y dije ‘no, es un callejón sin salida)”. Gates no quería que investigara los efectos de las inyecciones ARNm, pues sabía que mataba y mutilaba a las personas.

 La inteligencia de Bill Gates es menor que la de un niño con Síndrome de Down.

 No sabe nada de nada. No sabe de salud. No sabe de medicina. No sabe de nutrición. No sabe de agricultura y de ganadería.

 El señor Gates tiene que pagar con la pena de muerte sus crímenes de lesa  la humanidad por cuatro  razones: en primer lugar, con la salud humana no se juega. Y segundo lugar, la salud no es negocio para probar fármacos a tontas y a locas. En tercer lugar, por no  respetar el código de Bioética de la Unesco y el Código de Nüremberg. Y finalmente, los daños y muertes que han provocado las inoculaciones. Así sea.

 

Javier Bazán

 

 

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