No es la ignorancia, es la propaganda

La bloguera Marta Salazar se quejaba en el blog peruano Guille de Mause , que unos blogueros argentinos repetían lo que decía el escritor chileno Roberto Ampuero en su Carta Abierta a la Presidenta Michelle Bachelet, a saber, que fue una perseguida política y que su padre, el general Bachelet también sufrió. Marta lo atribuía a la ignorancia. Sin embargo, se equivocó.

El mismo comentario lo encontré en un artículo de la analista uruguaya Hana Fischer , quien comenta un artículo del argentino de Arturo Larrabure, cuyo padre fue asesinado en democracia por los montoneros. En efecto, Hana comenta la visita de Bachelet a Cuba: “Pero a nuestro juicio, el papel más deplorable lo protagonizó la mandataria chilena, Michelle Bachelet. Es hija de un general de la Fuerza Aérea, quien murió a consecuencia de las torturas sufridas durante el gobierno de facto del general Augusto Pinochet (1973-1990). Ella misma fue sometida a interrogatorios y tormentos.” Nada más falso. Michelle Bachelet no fue torturada, ni tampoco su padre. Lo de la tortura fue un invento de la administración de Lagos, quien se dedicó a blanquear a la izquierda chilena de su intento totalitario y terrorista.

Marta Salazar sugería a los blogueros argentinos que investigarán más. Lo mismo habría que decirlo a alguien culta como Hana Fischer. ¿Cómo puede ser tan ingenua en creerle todo lo que dice la izquierda?

Hay que reconocerle a la izquierda que la propaganda y la mentira les han funcionado bien, puesto que personas cultas se creen sus cuentos, sin investigar.

No sabía que existía una teoría de los ‘dos demonios’ para referirse al enfrentamiento entre el terrorismo y/o guerrilla izquierda y las fuerzas armadas, durante las décadas del 60 y 70 del siglo pasado. Ella se equivoca cuando los pone en el mismo lugar a los terroristas y a los militares. Además, se olvida que fue la clase política de América Latina, después de la Segunda Guerra Mundial, los que mandaron a los militares a las Escuela de las Américas. La clase política le asignó como responsabilidad la Seguridad Nacional, entre sus tareas, además de la defensa externa y ante desastres naturales.

La Guerra Sucia la comenzó la izquierda.

Hana Fischer se asombra porque la izquierda no considera a las víctimas del terrorismo como víctimas de los derechos humanos. Recién se viene a dar cuenta. A la izquierda del cono sur de América Latina, nunca le ha importado. La izquierda terrorista y totalitaria nunca le ha pedido a la justicia que sancione sus crímenes, previos a los regimenes militares y durante éstos. La izquierda para tomar las palabras Arturo Larrabure, “Se mofan de nuestro dolor, como si nuestras víctimas no hubieran tenido derechos humanos”. Por esa razón, no hay ningún terrorista, ya sea del Mir, Montoneros u otro grupo condenado por crímenes de lesa humanidad. Las investigaciones que surgieron, después de los regímenes militares fue para blanquear la inmundicia de la izquierda, para usar la expresión de Fischer. Solamente, se escucharon las versiones de organizaciones ligadas al terrorismo. Por ello mismo, no recibieron sanciones morales por parte de la sociedad.

Asimismo, la ingenuidad de Hana Fischer queda manifiesta, cuando se asombra que diversos gobernantes de izquierda del cono sur visiten a Fidel Castro, como Tabaré Vázquez, Lula da Silva y la propia Bachelet. En el caso de Lula no debiera asombrase, pues el Presidente Brasileño devolvió a dos boxeadores cubanos a Fidel, que habían participado en los Juegos de Río y que luego querían asilarse en otros lados. Otrosí, los tres Jefes de Estado mencionados le dieron la bienvenida al dictador interino, Raúl Castro en el Grupo de Río. Y Bachelet vivió muy feliz en un régimen totalitario y fue conviviente de un terrorista.

Se le olvida a Hana que la izquierda perdedora, después de pasado el conflicto, sólo recuerda los crímenes de sus adversarios.

Ahora bien, para que no vuelvan a repetir los eventos del pasado. Primero, hay que contar la historia completa y no sesgada como le gusta a la izquierda. Segundo, aplicar el mismo trato a militares y terrorista. La igualdad ante la ley, que parece los liberales como Hana Fischer no se atreven a defender.

Como escribió un economista en el diario ‘La Segunda’ con la visita de Bachelet a Cuba, quedó demostrado que para la izquierda, existen los dictadores buenos, los de la izquierda y los dictadores malos, los de la derecha. Los segundos violan los DD.HH., los primeros, no.