"La Paz" a base del miedo y la extorsión
Escribí el 17 de julio del 2011 a raíz de la falsa huelga de hambre de los mapuches terroristas que habían emboscado al fiscal Elgueta y de las palabras del senador de la UDI, Hernán Larraín a propósito de la misma : “No sé si fue mi impresión, mas las palabras del político oficialista dejan entrever otra cosa. El primer Gobierno de la Concertación, presidido por el demócrata cristiano, Patricio Aylwin libero a los terroristas porque temía que les causaran problemas. Según Larraín, "Existen precedentes para hacerlo”. ¿Qué precedente? Los terroristas condenados por la Justicia Militar ajustados a Derecho. Transcurridos veintiún años, sabemos que el Gobierno que presidió Aylwin no les temía a los militares, sino a los terroristas. La Concertación siempre sacara a relucir el ejercicio de enlace, que realizó el Ejército. El auténtico problema eran los terroristas. Por ello, se encargaron de hacerle concesiones a la extrema izquierda. E incluso varios participaron en los Gobiernos de la centro izquierda. No obstante, la gravedad de sus delitos”.
Lo anterior hasta ese momento era una conjetura o una suposición, que el peligro para la nueva democracia no eran los militares, sino los grupos terroristas chilenos. La entrevista realizada por la ‘La Segunda’ a el diputado del Partido Socialista y ex director de la ‘Oficina’ durante el gobierno de Patricio Aylwin, Marcelo Schilling por al asesinato del matrimonio Luchsinger-MacKay despejó las dudas. El diputado se considera “experto” en terrorismo. Después de todo, dirigió la famosa ‘Oficina’, pues según él, se desmanteló el Frente Patriótico Manuel Rodríguez y el Mapu-Lautaro.
En democracia como les gusta decir a los progres secuestraron al empresario brasileño y al hijo del dueño de ‘El Mercurio’. Y después del asesinato del senador Jaime Guzmán asesinaron a otras dos personas. De más está decir, que la Concertación no desmanteló a los grupos terroristas chilenos: el FPMR, el Mir y el Mapu Lautaro. Ya estaban destruidos. La mayoría estaban muertos o presos. Apostaría que ni en el libro “La historia oculta de la transición” del periodista Ascanio Cavallo no aparece una mención a la presión de los grupos terroristas chilenos al primer gobierno de la Concertación. Solamente se centro en los militares.
En la entrevista deja entrever claramente, que el gobierno de Aylwin prefirió satisfacer las demandas de los terroristas a principios de los noventa a tener una verdadera paz: “Alguna experiencia tengo en esto de enfrentar la violencia política de los grupos armados, y quiero decir que si en su oportunidad no se hubiesen tomado medidas como llevar adelante el Informe Rettig, hacer las leyes de reparación y levantar las limitaciones que imponía la ley de Amnistía, todo eso se habría convertido en bandera de lucha de los grupos violentista”. Así se logró la llamada ‘transición pacífica a la democracia’ como le gusta llamar a los progresistas demócrata cristiano socialista. Esta es la Pax chilena. Esta es la “reconciliación”.
Si no se satisfacían las demandas, entonces iban a incendiar el país. Por eso, el gobierno de Aylwin se encargo de indultar a los terroristas.
Según Philippe Chesnay, autor de “Pinochet, la otra verdad”, la comisión Rettig escuchó más a las organizaciones de Izquierda que a los militares. De estas organizaciones, estaban: Los partidos socialistas y comunistas, el Mir, la Iglesia Católica a través de la Vicaría de la Solidaridad, la Comisión Chilena de Derechos Humanos, El Comité de Defensa del Pueblo (Codepu), El Movimiento Contra la Tortura Miguel Acevedo, La Corporación de la Defensa por la Paz (Corpaz), El Frente Nacional de Organizaciones Autónomas (Frenao), la Agrupación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos, la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, la CUT y la agrupación de Juntas de Vecinos.
La poca seriedad que tienen las organizaciones de derechos humanos, uno lo puede ver en el asesinato de los carabineros rurales asesinados el año pasado por el Mir y ek FPMR en la zona de Junin, en Argentina. Apenas en Chile se supo del asesinato, en seguida apareció presionando al Gobierno la abogada de Codepu, quien por cierto, estaba interesada en que no apresaran a los terroristas. De hacer justicia por el carabinero muerto, allá él.
Las leyes de reparación les han costado millones de dólares a los chilenos. Un ejemplo de ello, es que ‘La Nación’ informa que el Estado, o sea, los pobres que creen que no pagan impuestos y los que tienen bienes raíces, tendrán que desembolsar $4.650.000.000 a 31 upelientos que estuvieron en la isla Dawson. Socialistas para hablar, capitalistas para cobrar. Cada uno recibirá $150.000.000. Así como lucran los antiguos revolucionarios marxistas leninistas que despreciaban el capitalismo y el dinero, y que se hacen pasar por ‘víctimas’ del Gobierno Militar. Y finalmente, aplicar la ley de Amnistía a los terroristas, mas no a los militares, ya que los únicos que violan los derechos humanos son los militares. Se trasgredió el principio del Estado de Derecho de la igualdad ante la ley.
Dice más adelante que se combatió el terrorismo con “apego a las libertades y garantías individuales y al Estado de Derecho”, mientras al mismo tiempo violentaron la ley con los militares. Al serle preguntado si los grupos mapuches son terroristas, él responde:” -No, porque el terrorismo está tipificado internacionalmente como una acción del Estado contra sus ciudadanos, no se trata de grupos de particulares contra otros”. Ahí le sale el ideólogo. El diputado socialista sabe que la historia del terrorismo en Chile, no comenzó el 11 de septiembre de 1973, sino antes. Entonces, de acuerdo con la cita, el Mir, el Frente y el Frente Lautaro no son terroristas. Schilling emplea el eufemismo ‘la violencia política’ para referirse a los actos terroristas mapuches. Esa es la expresión que emplea el Informe Rettig para omitir que tanto el PS y el Mir optaron la vía armada. Cuando hablan así, da la impresión de que ‘la violencia política’ fuese una suerte de epidemia, que no se sabe de dónde salió. Quizás haya que consultar a la OMS. De repente, a un grupo de chilenos los mordió una jauría de perros no vacunados.
Desde 1990 la clase política, ya sea por complicidad y simpatía como es el caso de los partidos de Izquierda de la Concertación, ya sea por temor y el oportunismo por la Democracia Cristiana y el actual gobierno de Piñera que se no se atreven aplicar las leyes contra los terroristas o grupos armados de la Izquierda, el país se encuentra secuestrado a merced de una minoría que no tienen ningún problema en extorsionar a las autoridades. Y que además, ha creado toda una institucionalidad para ampararlos.
La paz social de la cual se ufana la Izquierda es una farsa. Tan falsa como los falsos torturados, los falsos detenidos desaparecidos y la propia historia que se ha inventado la Izquierda. No estamos en paz. Estamos en tregua.
Etiquetas: Concertación, DD.HH., Hernán Larraín, Igualdad ante la ley, Informe Rettig, Marcelo Schilling, Organizaciones de DD.HH., Patricio Aylwin, Terrorismo
5 Comments:
Esa fue la moneda de cambio de la "transición". La izquierda permitió el capitalismo por un tiempo a cambio de lo que tu señalas. Ahora que el tiempo ha pasado y que la política de desinformación ha dado resultados, vuelven a la carga para hacerse del poder. La derecha y la izquierda democrática, solo ganaron tiempo, el que ya se esta acabando.
Maximo:
La Izquierda democrática también apoyo lo que dice el diputado socialistas. En ese punto, no veo diferencia entre la Izquierda democrática y la Izquierda totalitaria.
La Izquierda democrática aceptó y apoyo ese monedad de cambio. Además, que sentían simpatía por los grupos armados.
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Javier: A mi gusto, y un poco creyéndome "Salfate" para mis cosas (no me drogo eso si), creo que esta forma de ser de la izquierda en Chile es una estrategia muy bien planeada desde el principio, es por eso mismo que han ido ganando terreno muy importante dando a conocer como cierta la historia que ellos quieren hacer ver.... los textos de historia del colegio están hechos así. Después de la educación, fueron ganando terreno en medios de comunicación, pasando por los poderes ejecutivos y ahora la justicia, llena de jueces que no aplican la ley como debe ser (todos los casos de militares presos y su amnistía).
Y así como vamos, sobretodo con un presidente que buscó votos en la derecha y militares y entrega cargo a Castro en la CELAC y además va al funeral de Chavez, estamos más jodidos.
Saludos!
Rodrigo G:
Así es. No les resultó la vía armada y la Revolución, ahora lo intentaron hacer un modo indirecto.Eso es Gramsci.
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