Segunda oleada
Una de las primeras cosas que dije es que cómo
sabrían de una segunda oleada al mejor estilo de la Segunda Guerra Mundial.
Cuando el diácono argentino Jorge Sonnante habló
del nuevo virus dijo que las mascarillas actuales no servirían. Dicho sea de
paso, para quienes no saben quién es, él fue la persona que dio a conocer las
cuentas millonarias que tienen los líderes de la izquierda latinoamericana en
el Estado del Vaticano, entre las cuales se encuentra la Alta Comisionada de
los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet.
El diácono
dijo también que habría usar mascarillas que usan los militares para guerra
química. Pues bien, en la revista The Economist de julio aparece en la portada una
familia con ese tipo de protección. No sólo los humanos, sino hasta la mascota.
El hijo usa un casco militar.
Uno de los primeros videos que vi por marzo fue una
entrevista que le hizo el señor a un ex oficial británico que había asistido a
una reunión de la masonería en la City de Londres, que era hasta hace poco el
centro financiero del mundo. No hay que confundir la ciudad de Londres con la
City. Esta última es como el Estado de Vaticano o el Distrito de Columbia, en
la capital de Estados Unidos, donde se encuentra la universidad jesuita de GeorgeTown. El
militar le cuenta que escuchó un siguiente plan más o menos: provocar una
pandemia, colapsar la economía y la guinda de la torta era desatar una guerra
nuclear entre Israel e Irán. Esa entrevista ocurrió hace 10 años.
Un grupo de los masones se rebeló, pues se dieron
cuenta que iban a morir sus familiares. A esos masones se les llama Sombreros
Blancos.
Me pregunto si la masonería chilena, argentina,
peruana y el resto de los países sabía del plan.
Esa revista pertenece a Rothschild. Siempre dice
profetizo varios acontecimientos. Te muestra el plan de la élite en la cara. No
hay nada de profecía. Un plan maestro con varias jugadas de anticipación.
El propósito de esa revista a través
de sus portadas es meterle miedo a la población. Esa gente está perdiendo,
porque ya no manejan la Reserva Federal de los Estados Unidos. De hecho, esa
institución ya no existe, porque en estos momentos estamos pasando a un nuevo
sistema económico basado en el patrón oro. Un reseteo económico: Nesara/Gesara. Los billetes impresos no
contaban con un respaldo. Era una economía basaba en la deuda. Ahora habrá el
nuevo dólar continental, el cual a diferencia del dólar que conocieron no
tendrá referencia a símbolos masones.
Cuando el coronel en retiro de las Fuerzas Armadas rusas, Vladimir Kvachkov se refería a “Ellos” estaba pensando en
Rothschild, los Rockefeller, Soros, Gates y otros.
Esa gente es psicópata. No le fue suficiente el
coronavirus. Como no les funcionó, salen con otro virus.
En la pared
se ven distintos cuadros. El reloj marcando un minuto para las doce. Unos
pájaros. La cabeza de un cerdo, que muchos interpretan como una nueva fiebre
porcina. Hay un cuadro donde aparece un hongo atómico.
El actual director de la OMS, Tedros Adhanom
Ghebreyesus dijo a
fines del mes pasado: "Lo peor está por venir". Agregó: "Han pasado seis meses del brote
del nuevo coronavirus y la pandemia está lejos de haberse acabado".
Él culpo al clima: "Con este tipo de ambiente
y condiciones, tememos lo peor".
Sin embargo, a fines de mayo la
Organización Mundial de la Salud ya advertía una segunda oleada” aún antes de una anticipada segunda oleada de casos dentro
de unos meses, alimentando las preocupaciones de personas que se oponen a las
rápidas reaperturas alrededor del mundo”. En esa oportunidad dijeron que no
había levantar la economía por nuevos brotes. O sea, desean que las personas se
mueran de hambre y que dependa de los beneficios del Estado. Es el plan de la
ONU.
Pues bien, por un canal
español me enteré que Dinamarca descarta una segunda oleada.
Naturalmente, Suiza está
excluida de un segundo brote. Ahí está el video de la Alta Comisionada de los
Derechos Humanos, Bachelet en ese país sin mascarilla. Quizás estén a salvo,
porque cuenta con colisionador de Hadrones. Lo activan y el bicho muere.
Cuando una persona escuchó
al inglés que contaba la entrevista con el ex militar británico, exclamó: ¡Cómo
puede haber gente tan mala!
Usar el calificativo
malo es benevolente, pues una persona mala puede transformarse en buena y
viceversa. ¡Qué mejor de esto último es ver a el personaje Lex Luthor de la
serie Smallville de bueno al principio, hasta convertirse en malo!
Una persona que describe
muy bien la situación es, pues, el Arzobispo Titular, Carlo Maria Viganò, quien
le mando una carta al presidente Donald Trump en junio. En ella expresa:
“En los últimos meses
hemos sido testigos de la formación de dos lados opuestos que yo llamaría Bíblicos:
los hijos de la luz y los hijos de la oscuridad. Los hijos de la luz
constituyen la parte más conspicua de la humanidad, mientras que los hijos de
la oscuridad representan una minoría absoluta. Y Sin embargo, los primeros son
objeto de una especie de discriminación que los coloca en un situación de
inferioridad moral con respecto a sus adversarios, quienes a menudo sostienen
posiciones estratégicas en el gobierno, en la política, en la economía y en los
medios. De una manera aparentemente inexplicable, los buenos han sido tomados como
rehenes por los malvados y por aquellos que los ayudan, ya sea por interés
propio o por miedo”
Y agrega:
“Y parece que los hijos
de la oscuridad, a quienes podemos identificar fácilmente con el Estado
Profundo al cual usted se ha opuesto sabiamente y que está
librando una guerra feroz contra usted en estos días – han decidido mostrar sus
cartas, por así decirlo, revelando ahora sus planes. Ellos parecen estar tan
seguros de tener todo bajo control que han dejado de lado esa circunspección
que hasta ahora tenían al menos parcialmente de ocultar sus verdaderas
intenciones. Las investigaciones ya en curso revelarán la verdadera
responsabilidad de quienes manejaron la emergencia de Covid no solo en el área
de la atención médica, sino también en política, economía y medios de
comunicación. Probablemente descubriremos que en esta colosal operación de
ingeniería social hay personas que han decidido el destino de la humanidad, apropiándose
del derecho a actuar contra la voluntad de los ciudadanos y sus representantes
en los gobiernos de las naciones”.
Siguen ahondando sobre
el Estado Profundo:
“No es sorprendente que
esos mercenarios sean aliados de los hijos de la oscuridad y odien a los hijos
de la luz: así como hay un Estado Profundo, también hay
una iglesia profunda que traiciona sus deberes y
renuncia a sus compromisos apropiados ante Dios”.
Cada país tiene su
Estado Profundo. En efecto, en estos momentos hay una guerra literalmente entre
la luz y la oscuridad por el dominio de este mundo que se desarrolla detrás de
bastidores y que los medios no informan.
Etiquetas: Arzobispo Titular Carlo Maria Viganò, Coronavirus-19, Estado Profundo, reseteo económico, The Economist, Vladimir Kvachkov
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