martes, junio 02, 2020

Cuestionar todo



  Por primera vez en la historia de la humanidad, las personas sanas son encerradas. La cuarentena es para los enfermos. El confinamiento o encierro para una persona sana significa arresto domiciliario.

  Todos somos culpables mientras no se demuestre lo contrario. Es el lema de la OMS.

 El youtuber  chino Yuan Lee radicado en España escribe en el muro de su canal: “Un pájaro nacido en jaula cree que volar es una enfermedad”. Una persona que cree que si respira con bozal es bueno y que los afectos como los abrazos y saludos que todos conocemos, matan.

 Una persona que tiene miedo, no puede pensar con claridad.

  Muchas personas afirman que hay mucha información tanto en  los medios de desinformación masiva como en las redes sociales. Y que por tanto le es difícil reconocer la verdad. Todos tenemos la capacidad de descubrir la verdad a partir de pequeñas verdades. Me gusta examinar cualquiera tema por mí mismo. Por ejemplo, si meto mi mano a un fuego, me voy a quemar. Esa es una verdad. Si dejo caer una piedra desde un segundo piso, la piedra no va volar hacia el cielo. Si dejo de tomar agua por bastantes horas, me voy a deshidratar. Si me clavo un alfiler, voy a sentir dolor. Y así, sucesivamente. Nadie está libre del engaño. Incluso los buenos periodistas pueden ser engañados y ser portadores noticias falsas.

  Como consecuencia de lo anterior, no necesitamos censores de los diversos medios que nos digan qué es verdadero o falso. Nosotros lo podemos discernir. En la plataforma Youtube  existe una censura feroz, pues nadie puede criticar a la OMS. Los médicos disidentes que muestran otro punto de vista  son borrados. Puesto que la Organización Mundial de la Salud depende de la ONU, ésta última está violando el artículo 19 de la Declaración de los Derechos del Hombre: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el derecho de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier miedo de expresión”.

 El padre José Eugenio Hoyos en su canal se preguntó hace un mes: “¿Regresaremos a una vida normal o peor?”  Al parecer saldremos mal, pues no quieren imponer sin ningún fundamento la llamada ‘nueva normalidad’. Significa mantener la distancia entre uno o dos metros y usar bozal. Perdón mascarilla. El bicho no se transmite por el aire. Es un abuso de poder. Lo único que han hecho es volver la vida más complicada y que las personas tengan estrés.

  No se han dado cuenta que las normas de distanciamiento social y otras son digna de un mundo distópico. Estamos viviendo nuestra pesadilla futurista. Cualquiera que no usa mascarillas se convierte en un terrorista. Mientras el mundo sufre su peor crisis, ya sea por la salud, económicas porque millones de personas han perdido sus puestos de trabajo y muchas empresas han quebrado, la ONU declaro el 2020 el Año de la Felicidad.

  Las mascarillas no sirven. Lo dice la propia OMS. Entonces, ¿Por qué nos obligan a usarla? Una persona sana no las necesita. La ONU hace recomendaciones. Según la página de ministerio de Salud, la mascarilla es una recomendación de la organización internacional. Sin embargo, los gobiernos marionetas toman las recomendaciones como obligaciones. Cualquiera persona educada sabe la diferencia entre ambas. Por educada no entiendo un individuo con educación universitaria.

  Les han metido en la cabeza que somos solamente cuerpo, olvidándose que tenemos emociones, alma, espíritu y mente. También consciencia. El cuerpo para la medicina occidental es solamente un mecano. Lisa Bourbaeu descubrió que antes de nacer y hasta los siete años se desarrollan las cinco heridas del alma. Esa es respuesta ante un agente externo. La herida se somatiza en el cuerpo. No sirve la vacuna ni una pastilla, sino que es un proceso de autosanación.

  Nos han metido dos virus. El primero, el biológico colocado en Wuhan. El segundo es un virus mental, a saber, una creencia, sin ningún fundamento médico.  La mente humana funciona a través de programas. Si me digo que no puedo subir el cerro La Campana, no podré. Si digo que no puedo correr una maratón, aunque entrene, no la podré terminar. Y por esa razón han creado esa expresión ‘vector asintómatico’. Para  justiticar eso han tenido que decir que una persona sana es potencialmente peligrosa a otra, sin serle diagnosticada nada. En principio, si dos seres humanos se encuentran, cualquiera puede infectar al otro: el vecino, el amigo, el dueño de un local comercial  y sus empleados, el cartero, el nieto puede infectar a los abuelos y éstos al nieto. Un hermano puede infectar a otro hermano. Cualquier persona de este mundo tiene como enemigo al resto. Esto es seudociencia. Estamos sanos o  estamos enfermos. Así de simple. Ahora bien, si creen que un conocido suyo los infectará, entonces eso ocurrirá. Pide y se te dará, dice el Evangelio.

 Nos han dicho que el virus está en todas partes. La biología básica nos enseña que  encontraremos virus y bacterias por doquier. Estamos rodeados de ellos. En la cama, en la mesa, en un cuchillo de cocina, lo mismo en un cepillo de dientes, en el celular, en el Tablet y Notebook hay millones de bacterias.

  A pesar de que el bicho es menos grave, no podemos hacer las cosas que antes hacíamos para curarnos.  Estamos encerrado. Cualquiera sabe si se tiene un resfriado, éste se sale del cuerpo a través de la transpiración.  En un contexto de normalidad, muchas personas no se darían cuenta que lo tuvieron o lo repelieron, porque su sistema inmunólogico está sano.

    No solo han querido que tengamos miedo unos de otros, sino de todo nuestro entorno natural y al que hemos creado. El suelo, la tierra, la arena, la playa, los bosques. La naturaleza en general. Que mejor prueba que en Facebook una persona subió una foto, en que un banco de una plaza estaba cercado y con el título: “Banco vector asintómatico”. O sea, el Presidente de Tanzania tenía razón. Él dijo que había probado el aparato de los test en una papaya, una cabra y no sé qué más. Y dieron positivo. Según él, habría que aislar a todas las papayas del mundo.

  La OMS ha convertido a los seres humanos de este mundo en Howard Hughes, quien padecía del transtorno obsesivo compulsivo. No es broma.

  Teniendo en cuenta lo anterior, podemos entender porque muchas personas entre ellos los médicos buenos, terapeutas y sanadores y personas que se dedican al Mindfullness o Atención Plena, han dicho que este es el virus del miedo. etc. El bicho es menos peligroso que la Influenza. Si tienen miedo o pánico, el cuerpo genera estrés. Por tanto, el cuerpo se debilita. Si tienen miedo, pierden. El sistema inmunólogico empieza a volverse loco. Repito lo he escuchado de los médicos. Por tanto, la persona termina enfermándose. Lo que menos ha hablado la OMS es de fortalecer nuestro sistema inmune. Hace años apareció  ‘El Código Curativo’ del doctor Alex Loyd que sostenía todas las enfermedades que conocemos se deben al estrés. El cáncer sería la máxima expresión de ello.
Si la OMS fue una institución seria, desde el principio de la plandemia, hubiera dicho que tenemos que fortalecer nuestro sistema inmunológico. No lo ha hecho.
La OMS ha optado por la política de los padres que temen que sus hijos, si ensucian en la tierra, en el barro y el pasto, se van enfermar. Los niños que son educados así, siempre estarán enfermos.

  Nos ha negado la luz de sol con la cual activamos la vitamina D que está en nuestro cuerpo. Además, las mascarillas debilitan nuestro inmune.

  Alrededor de 200 médicos firmaron una carta afirmando que el confinamiento no sirve, nos debilita. Proponen la inmunidad de rebaño. La OMS se opone. Todas las pestes que han asolado a la humanidad ha sido derrotadas porque todos estamos juntos. Si un medio afirma que se  ha aplicado la inmunidad de rebaño, eso es falso.

  Lo que no nos han dicho las autoridades médicas es que si tenemos miedo, nuestras  defensas bajan.

  Al lavarnos las manos a cada rato, ya sea cuando entremos al banco, luego a un supermercado y después a otro negocio y sucesivamente, estamos haciendo que nuestro sistema inmune no funcione.

  Haciendo deporte, cambiando de dieta y meditando nuestro nuestro sistema inmune se fortalece.

  Si la Organización Mundial no recomienda las cosas básicas para tener una salud buena y enfrentar esta gripe, ¿Por qué tendríamos que creerle y aceptar su autoridad?

Namasté

Javier Bazán



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1 Comments:

Blogger Jose Cornejo said...

Hola Javier!

Me di el trabajo de leer tu columna y en gran parte estoy de acuerdo contigo, pero en otras no. Es cierto que el virus está en todos lados y es, al igual que los iphones, una versión mejorada de si mismo (Este virus tiene registro de su existencia desde el año 3000AC, en Babilonia) y que ha evolucionado para resistir y sobrevivir.

Lo impresionante de esto y consultando información cientifica creíble, es que es agresivo precisamente en pacientes inmunodepresivos y su letalidad se debe precisamente a que estalló en una epoca donde las temperaturas son bajas, en lugares congestionados. Tarda aprox. 14 días en incubar y presentar los sintomas. Piensa en que el contagio en un lugar congestionado es impresionantemente rápido y en 14 días puede abarcar mucho. No estamos hablando de uno sino que de cientos, incluso miles de personas en un par de semanas y de manera exponencial.

En lo que tambien discrepo, es en el "efecto" que podría causar el uso de la mascarilla, se ha hablado incluso hasta de hipoxia cuando en la práctica no es así. No hay estudio cientifico o clínico que establezca dicha relación. Lo que si molesta es cuando se me empañan los lentes, pero no existe relación en eso, las mascarillas estan diseñadas para recibir pero no para expulsar.

En lo que si estoy de acuerdo es que el miedo instaurado por esta pandemia, enferma mucho más que el mismo virus. es la sugestión, el ridículo miedo a enfermarse y los medios que exageran todo con tal de tener puntos más de rating y cumplir lo ordenado por sus financistas.

9:38 a.m.  

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