El ‘progresismo’ es el obstáculo
Cada vez que escuchó que los ‘progresistas’ han traído progreso a este país, me revuelve el estómago. Quizás, uno de los problemas que tiene Chile ahora es creer que porque se tiene un superávit en las arcas fiscales, los problemas se van a solucionar rápidamente. Basta con regalar la plata. También otro problema es que a cada rato hablan de derechos más no de las obligaciones hacia los otros que traen aparejada esos derechos, como dice el filósofo inglés Michael Oakeshott en su libro ‘La política de la fe y la política del escepticismo’. Eso lo vemos, en protesta de Agrosuper, donde los trabajadores no respetaron el acuerdo que les había ofrecido la empresa. Ellos querían conservar el bono de alimentación, aumentarlo y el nuevo casino.
Los derechos sin obligaciones aparecen cuando un grupo de izquierda protesta y provoca destrozos que nadie paga. Así, al gobierno le importo poco que en manifestación convocada por la CUT el miércoles 29 de agosto, hubiesen daños por 100 millones de dólares. Como si nada, después de todo el Estado es rico, pero sus ciudadanos son pobres. Además de los daños materiales están las heridas de las personas que representan a ley. Eso tampoco importa. En otro país más civilizado, las personas que les pegaron a los carabineros podrían tener una cadena perpetua. Por su parte, al indolente gobierno le parece normal que una ciudad cierre su comercio temprano por temor a los vándalos, casi como si fuese estado de sitio. Naturalmente, el gobierno ‘progresista’ aplica ciertas leyes que considera represivas para ciertos sectores, como lo hizo Lagos con los gremios de los buses de Santiago. Me refiero a que Lagos aplicó la ley de Seguridad del Interior del Estado. La Presidenta lo dijo cuando asumió: "Cuando la izquierda se toma la calle, la derecha tiembla". El que va a temblar será el gobierno de izquierda, a igual que, cuando fue la ‘revolución de los pingüinos’ y un grupo anarquista se tomó la Universidad Arcis, con lo cual casi la quiebran. Los terroristas del setenta y hoy empresarios de la educación crían cuervos en su propia universidad.
Una vez más se vulnera el Estado de Derecho, como si éste fuese para proteger los intereses de algunos. Repitiré lo que dije en otro blog: el que violó la ley el miércoles pasado fue el senador socialista, Navarro y no el carabinero que le pegó.
Según la escritora Isabel Allende, Chile es un país ‘progresista’. Ella afirma: "Chile es un país progresista en lo político, la prueba es que en 1970 eligió democráticamente al primer Presidente marxista, Salvador Allende, y ha sido gobernado por una coalición de partidos de centro y de izquierda desde 1989 hasta el presente".Más bien lo eligió el Congreso, no el pueblo. Y aún así, le es indiferente el desastre que provocó. Naturalmente, el responsable es Nixon y los empresarios, y no las políticas socialistas. La Concertación como no les gusta decir, administran 'el modelo' de Pinochet con variaciones.
Ahora bien, el colmo de la desfachatez es la siguiente frase el ungido Carlos Peña, rector de la Universidad Diego Portales: "Pero para las mayorías -que son las que importan-, tener en su horizonte de expectativas la educación superior para sus hijos (hoy día tenemos una cobertura cercana al 40%); endeudarse para una vivienda propia (según el último censo, es el caso del 75% de los hogares); acceder al automóvil (un bien cada día más masivo); ir al mall los fines de semana (y experimentar el consumo); fisgonear a la farándula y desconfiar de las élites (y descubrir que las miserias sí que están bien distribuidas), la vida hoy es muchísimo mejor que la de anteayer".
Para concluir, según Carlos Peña, que todo lo anterior es un logro del Partido Socialista. El ‘progresismo’ es el obstáculo.
Etiquetas: Carlos Peña, Intelectuales progresistas, Isabel Allende, Salvador Allende
6 Comments:
Hola Javier, creo que es primera vez que comento en tu blog, aunque he leído algunas cosas anteriores tuyas y me parece bastante interesante y destacable el intento por expresar tu ideas de manera fundamentada (aunque no concuerdo casi en nada con ellas).
Fíjate que con respecto a este post, estoy de acuerdo contigo en que el discurso de izquierda a veces pone mucho hincapié en los derechos y poco en los deberes. Pero creo que haces un flaco favor a tu argumento -que es plausible y plenamente defendible de modo racional- usando frases incorrectas o párrafos fuera de contexto.
Dos muestras: "Cuando la izquierda se toma la calle, la derecha tiembla" no es lo que dijo Bachelet en el discurso de la primera vuelta.... sino que dijo "cuando la Concertación se moviliza, la derecha tiembla", que puedes estar en desacuerdo por supuesto, pero tiene un sentido y connotación bien distinto al que tú le asignas con la frase falsa que citas.
Lo otro, citas la columna dominical en El Mercurio de Carlos Peña. El párrafo aquí si es textual, pero si leiste el artículo completo te darás cuenta de que Peña lejos de apoyarlo, lo que hace es justamente criticar al PS, por no asumir y renegar de los logros del modelo, que ha sido administrado en los últimos años por los gobiernos de los cuales ellos mismos participan (o sea lejos de la interpretación tuya en cuanto a que ese párrafo supuestamente sería un apoyo para el PS...)
En fin, de todos modos interesante tu blog. Saludos, Pablo.
Hola Pablo:
Sobre la primera observación, no la falseé con alevosía.Simplemente, creí que esa frase dijo. Atribúyelo a la memoria.
Ahora bien, con respecto a la columna de Carlos Peña, que raro más de alguien que comentó la columna de él, leyó lo mismo que yo. Sin embargo, esos logros no son de la Concertación. Ese es el punto.
De todos modos, gracias por tu comentario.
SEmánticamente, me carga la palabra "progresista", pues suena como algo que conlleva progreso, y en la práctica resulta ser todo lo contrario. En términos de libertades, yo los llamaría más bien "regresistas".
Básicamente concuerdo con tus palabras, Javier. La obnubilación violenta del socialismo es la causa de la poca penetración positiva que su mensaje causa en los medios. Más que "regresistas" los llamaría "estancadores latinoamericanos"
Creo que hay que reconocerle a la izquierda que tienen buenas ideas sobre como posicionarse . Ellos se hacen llamar progesistas y nosotros somos los "neoliberales" sin tener idea que significa eso. Creo que la derecha es bastante mas progesista que la izquierda,
Pero lo que Javier Bazan dice es verdad. El estado es una bestia voraz que se alimenta del trabajo de los demas. Cobra por todo y no da nada.
Los afiliados de las AFP somos inversionistas indirectos de la mineria privada. Si a las mineras les va bien, nuestra jubilacion mejora. Pero cuando la bestia del estado se pone envidiosa le cobra impuestos adicionales a las mineras que perjudican nuestras jubiliciones. La promesa era que "todos los chilenos iban a tener dos cosas" con los recursos del royalty. Yo todavía no tengo casa y las posibles ganancias co que se financiará mi jubilación se estan gastando en clases de yoga.
El estado cobra por todo, pero no da nada y ademas nos obstruye con sus regulaciones y protege a delincuentes, ya que a estos les conviene un estado voraz y envidioso.
Hola, todos.
Pienso que el liberalismo, la democracia liberal, el estado limitado, el estado de derecho y todo eso, degenera fatalmente en socialismo, socialdemocracia y esas cosas. Casi diría que esto es un AXIOMA. Pero ahí están Chile, EU, los estados europeos, como confirmaciones empíricas del mismo. No es por la maldad, ignorancia o testarudez de los progres. Es porque hay un ente monopólico que administra los recursos comunes, y porque hay grupos de presión ansiosos de llevarse una buena tajada (a costa de otros). Y aunque haya una ley o constitución que prohiba esas transferencias de la bolsa de unos a la bolsa de los grupos de presión, esos mismos grupos se encargan de abolir o modificar dicha ley o constitución. Es, digamos, algo inherente a todo sistema democrático. Ocasionalmente puede surgir una dictadura (Pinochet) que medio ponga todo en orden, pero poco a poco la dictadura se relaja (otra vez, los grupos de presión) y reaparecen la democracia y el socialismo, esto es, la transferencia bajo presión.
Hay que tenerlo muy en cuenta: hay DOS manos invisibles: 1) la que conocemos por Adam Smith, 2) la que John T Kennedy llama "la mano invisible de la corrupción espontánea". Pueden leerlo aquí, o traducido acá (en la parte II).
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