Conejillos de indias del Partido Comunista Chino

El actual ministro de Salud,  Enrique París manifestó que estaban interesados en las vacunas chinas. Para tener una vacuna confiable se necesitan mínimo tres años. Cualquier gobierno o supranacional como la Unión Europea, organización internacional como la OMS que pretenda lo contrario y particular, está engañando a la población. En el sitio www.vacunas.org encontré las siguientes palabras: “El record en desarrollar una vacuna completamente novedosa es de al menos cuatro años, lo que es más del tiempo que en cuanto a la distancia social o la economía puede tolerar”. Tal como dijo la cantante española Carmen París frente al hogar de ancianos donde está su madre. Ella investigo.

Cualquiera que diga que ahora encontraron la vacuna, es imposible. Por ejemplo, Alex Kaiser en cuenta twitter dijo que los suizos habían encontrado la vacuna. Habrá tal cosa cuando la solución haya pasado por todos los exámenes requeridos que la comunidad científica se ha puesto como estándares. Y eso significa esperar entre tres o cuatro años.

La persona escribió en vacunas.org rechaza la inmunidad de rebaño. Y, por tanto, desconoce cómo funciona el sistema inmune, ni mucho menos le interesa fortalecer éste último. Además, como el resto de la comunidad científica alineada a la OMS es contrario a la planta artemisa, el dióxido de cloro, hidroxicloroquina y el ibuprofenos. Todas esas cosas sirven contra el coronavirus. Todas baratas y accesibles a las personas. Es único que le queda aparte del medicamento ruso.

Jaque Mate a la OMS, a las BigFarm como le llaman en Estados Unidos y las empresas de vacunas que financian la organización que vela por nuestra salud.

En términos políticos es un inepto el ministro París, pues como se le ocurre aceptar las vacunas del gobierno chino, cuando éste silencio a los médicos que dieron la alerta sobre el virus, entre otras cosas. No sólo él, sino también los científicos chilenos que trabajaran en la vacuna.

 Le da lo mismo al actual ministro como el anterior que la OMS la maneje China. ¿Cree que laboratorio en ese país se maneja solo y que el gobierno no está metido?

Por lo visto, ya lo aprobaron nos dice París: “La propuesta de los laboratorios para acceder a la posibilidad de ensayos clínicos en Chile ha sido aceptada por el Gobierno. El presidente Piñera dio esa instrucción y estamos trabajando en conjunto con el Ministerio de Ciencias”.

Quiere 3000 voluntarios o conejillos de indias: “La idea es hacer pruebas clínicas en Fase 3 para lo cual se requieren 3 mil personas y una considerable inversión de dinero”.

  Desea tener diez millones de vacunas: “La idea es hacer pruebas clínicas en Fase 3 para lo cual se requieren 3 mil personas y una considerable inversión de dinero”. Quieren vacunas a todo el país, cuando el coronavirus han infectado a un mínimo.

Según la Agenda País: “La pretensión de China en Chile: esperan que sea “el gran proveedor de vacunas” en Latinoamericana”.

¿Alguien le cree en tal pretensión? China no da una puntada sin hilo.

La mayoría de la población está sana debido al grupo sanguíneo O, que sería el predominante en Chile. Según un estudio, sería el grupo protector.

Los problemas que tiene el país se los debe a la ONU, entre ellos los narcos, pues durante el último gobierno de Bachelet y el actual han dejado las fronteras abiertas, hasta la plandemia. Gracias a los dos últimos gobiernos, los chilenos nos convertimos en conejillos de indias de las Naciones Unidas, pues Sebastián Piñera firmó el acuerdo con ese organismo para seguir la “Agenda 2030: Desarrollo Sostenible”. En cada ministerio hay una agente de la ONU. Y en Chile es la señora Silvia Rucks la que manda. Hay cogobierno.

 Según la OMS en mayo, no había que abrir las economías. Con todo, China creció su economía.

Ahora Piñera quiere se hacemos conejillos de indias de la vacuna China.

No entendía la decisión del presidente, cuando escribí “¿Cómo pueden confiar en China?” La triste verdad es que Piñera hace todo eso con China, porque sus hijos están haciendo negocios con las empresas de ese país.

Hace poco China saco su Ley Seguridad, la cual tiene el artículo 38 que afirma: «La presente ley se aplicará a los delitos previstos en la misma, cometidos contra la Región Administrativa Especial de Hong Kong desde fuera de la Región por una persona que no sea residente permanente de la Región».

Muchas personas en occidente comentaron ese artículo y lo encontraron absurdo. China va por todo y lo quiere todo. Cualquiera persona que la critique afuera de sus fronteras es una amenaza.

El Youtuber chino en España Yuan Lee contaba que el embajador de China en Australia había amenazado a ese país. Contó que un político de la Republica Checa quería visitar Taiwán. A ese señor lo invitaron una comida en la Embajada China. Le advirtieron que no comiera nada. A los pocos días murió envenenado. Al parecer los israelitas se adelantaron a los movimientos de los chinos, pues el embajador en Israel del gigante asiático fue encontrado muerto en su casa.

Hace un año Tomás Mosciatti habló de ‘La dictadura China en Chile’ a propósito de la empresa Soquimich. Pues bien, lo último que dice es que habrá que pedirle permiso al embajador Chino. No es broma.

Al paso que vamos estaremos como los antiguos rusos de la Edad Media que estaban sometidos a la Horda Azul y que fueron enfrentados por el boyardo Yevpati Kolovrat.

La china canadiense Anastasia Lin dio un discurso ‘comenzaremos la Guerra Fria contra China’ hace unos años. Y ahora comenzó al establecerse una alianza contra ese país.

China está unida la ONU, pues tiene el mismo proyecto político: el Nuevo Orden Mundial. Una funcionaria del Cambio Climático dijo que el modelo era modelo chino.

Tenemos todo el derecho a exigir y saber cuál es la composición de la vacuna china o de otro país. Y si los elementos que la componen, dañan al ser humano

Me molestó también las declaraciones que hizo la actual presidente del Colegio Médico, Izkia Siches: “Sin vacunas, no hay normalidad” . Un médico nunca se expresaría así. Hay bastante material en que muestran que el confinamiento daña la salud psíquica como física de las personas. Palabras parecidas dijo el actual jefe del gobierno español, Pedro Sánchez: “La normalidad no llegará hasta la vacuna” (5/04/2020).

Estoy sano. No quiero la vacuna de China, de Estados Unidos o de donde sea. Nadie tiene que vacunarse si está sano, incluso las personas de Tercera Edad.

Pues los buenos médicos y científicos han dicho que es una simple gripe. No es necesaria la vacuna.

En virtud de El Código de Ética de Nüremberg de 1947 que surgió después de la Segunda Guerra Mundial para evitar los experimentos que hicieron los nazis, no pueden obligar a ponernos la vacuna. Eso se emplea para experimentación y que las grandes farmacias, vacunas y la propia OMS han transgredido:

1.        “Es absolutamente esencial el consentimiento voluntario del sujeto humano. Esto significa que la persona implicada debe tener capacidad legal para dar consentimiento; su situación debe ser tal que pueda ser capaz de ejercer una elección libre, sin intervención de cualquier elemento de fuerza, fraude, engaño, coacción u otra forma de constreñimiento o coerción; debe tener suficiente conocimiento y comprensión de los elementos implicados que le capaciten para hacer una decisión razonable e ilustrada. Este último elemento requiere que antes de que el sujeto de experimentación acepte una decisión afirmativa, debe conocer la naturaleza, duración y fines del experimento, el método y los medios con los que será realizado; todos los inconvenientes y riesgos que pueden ser esperados razonablemente y los efectos sobre su salud y persona que pueden posiblemente originarse de su participación en el experimento. El deber y la responsabilidad para asegurarse de la calidad del consentimiento residen en cada individuo que inicie, dirija o esté implicado en el experimento. Es un deber y responsabilidad personales que no pueden ser delegados impunemente”.

Javier Bazán