sábado, agosto 24, 2019

Cara de palo


   El lenguaje que emplea el chileno está lleno de modismo. Uno de ellos es, pues, la expresión “care palo”. El diccionario nos ofrece dos acepciones. La primera acepción se refiere a una persona sinvergüenza o descarada, que no respeta la autoridad. La segunda acepción se refiere “de quien no se sonroja siquiera al cometer un acto descarado o vergonzoso, de quien es capaz de soportar incluso el escarnio con tal de extraer algún provecho personal, aún a costa de actitudes deshonrosas”. O bien que dice o hace, sin inmutarse, cosas por las que debiera avergonzarse.
   Ahora bien, quienes caen en esta descripción están más bien en la izquierda que en la derecha. Los sinvergüenzas nunca faltan. 
   Hace poco la ex presidenta Bachelet y hoy Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU celebró el primer aniversario de Fundación Horizonte Ciudadano . La misma entidad señala que está focalizada en “los desafíos emergentes y que consideramos relevantes en el porvenir de Chile: resiliencia y adaptación climática, garantías para la infancia, descentralización, equidad urbana, economía local, migraciones”.
     Llega a ser un insulto el tema de las garantías para la infancia, cuando en el segundo gobierno de Michelle Bachelet murieron más de 500 niños en el Servicio Nacional de Menores (Sename). La señora Marcela Aranda del canal El Nacional Libertario contó que sabiendo el problema que había en ese servicio, en el Congreso no se dio a conocer un informe con tal de no dañar la imagen de la mandataria y así acceder a su actual puesto. O sea, no le importó los menores.
   Escuchando a la señora Aranda en ese programa, uno se da cuenta que el Estado no puede reemplazar a la familia. El Estado es una maquinaria. No tiene sentimientos, ni emociones. El Estado no puede reemplazar a una madre. Por tanto, mucho menos se le puede confiar cualquier un menor de edad al ogro filantrópico como llamaba el poeta mexicano Octavio Paz a esa entidad. 
    Igualmente llega ser para la risa su preocupación por la economía, cuando en su gobierno provocó estancamiento económico y por consiguiente, cesantía. Además de la incertidumbre jurídica. Chile aún se saca encima el lastre del gobierno de Bachelet. No es legado, sino más bien una carga. 
    El medio señala los objetivos de la Fundación: “con el objetivo de poner al servicio del progresismo su experiencia y visión para colaborar generando diálogo e iniciativas ciudadanas en torno a los desafíos que enfrenta Chile, desde una mirada global y vanguardista”. 
   Ya conocimos la fabulosa experiencia de las políticas progresistas en el mencionado gobierno. El peor gobierno que ha tenido Chile, después del gobierno del marxista Salvador Allende. La palabra “diálogo” significa en el mundo de izquierda aceptar si y solo si su punto de vista. Iniciativas ciudadanas son los diversos grupos o temas que emplea la izquierda, desde el animalismo, feminismo, ecologismo, educación, entre otros. Las propuestas conservadoras o liberales clásicos están excluidas. 
    Forma parte de las fabulosas políticas progresista que en los hospitales públicos se mueran 27.000 personas esperando en las listas de esperas. E igualmente, que en la salud pública los migrantes tienen prioridad sobre los nacionales. 
  Fue una política progresista reunir los menores de edad que no han cometido delito con los que sí lo han hecho. El genocidio del Sename no fue una política conservadora. 
  Otras políticas progresistas es aumentar la burocracia y endeudar el país. Después de todo, paga Moya. 
    A la Fundación que creó Bachelet le sale el leninismo, pues Lenin para referirse a su partido hablaba de la ‘vanguardia del proletario’. Aquí supongo que es lo mismo. Los que se oponen a ellos, la propia ex presidenta los descalificaba de inmovilista en su segundo gobierno. En realidad, las reformas que realiza la izquierda, finalmente, conducen a un estancamiento social y económico. Basta comparar Berlín Occidental con el Berlín Oriental, donde se exilió Bachelet en tiempos de la Guerra Fría. Que hubiese un muro y que a las personas que escapaban de allí le dispararan porque querer la libertad, a ella no le importaba. Siempre la no médico ha vivido en un paralelo. 
   En vez de llamarse ‘progresista’ le cae mejor la palabra burocratista. Les encanta el papeleo, trámite y las colas. 
   Por lo que desprende de lo anterior que a los progresistas en el segundo gobierno de Bachelet no pasó nada. Su actitud es idéntica a los académicos de la ex derecha que trabajan en los think tank, quienes luego de que hubo terminado el primer gobierno de Piñera, nos venden la pomada que están dando la batalla de las ideas, cuando abrazaron las banderas del adversario e hicieron lo que no hizo la Concertación en 20 años. Son unos verdaderos care palo. 
    Otra que ha sido cara de palo es, pues, la diputada comunista, Camila Vallejo . En efecto, la política dijo hace poco que el actual gobierno de centro izquierda o el VI gobierno de la Concertación que los tiempos mejores -que es la expresión que uso Piñera en su campaña presidencial- era para las grandes empresas. Y no para los trabajadores. 
   La diputada afirmó: "me parece francamente un insulto a las y los trabajadores haciéndolos esperar ocho años para una supuesta rebaja de jornada laboral, mientras que a las grandes empresas no les hacen esperar nada, ni un solo año, para devolverles 833 millones de dólares por año; casi 17 Teletón con la reforma que están empujando". 
    Después agregó: "todas las reformas que empujan van en beneficio de las grandes empresas en desmedro de las y los trabajadores, a ellos siempre se les hace esperar. ¿Dónde están los tiempos mejores para los trabajadores?, ¿de aquí a 8 años, 10 años?".
  ¿Con que cara la política comunista hace semejantes declaraciones? Cara de palo. 
  Ningún periodista le sacó en cara a la diputada comunista, que la empresa de contenedores Maersk que estaba en el puerto de San Antonio, cerró su planta y se fue del país, gracias a los dirigentes sindicales que pedían demasiado. Además, hay que sacarle en cara a la ex dirigente estudiantil las nefastas reformas laborales y tributaria del gobierno de Bachalet, que provocaron no sólo desempleo, sino también informalidad. 
   Teresa Marinovic en su canal demuestra que la propuesta de Camila Vallejos de reducir la labor a 40 horas va a generar más desempleo. La diputada vive en el mundo de Bilz y Pap . No se puede esperar mucho de comunista, pues no le ha trabajado nadie, ni tiene idea del mundo de las empresas, ya sean chicas, ya sea medianas o grandes. Los ex dirigentes estudiantiles de Revolución Democrática y del Partido Comunista saltaron de la universidad al parlamento. Por tanto, ni idea cómo funciona el mundo.
   Los políticos y tecnócratas de izquierda son unos verdaderos cara de palo, sobre todo, cuando no reconocen que el problema del desempleó y el estancamiento económico es productos de las reformas que hizo la Nueva Mayoría. Antes les imputaban a causas externas y, ahora, culpan al actual gobierno.

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