La ley mordaza de Carmen Hertz
En
distintas canales que han comentado la Ley Mordaza, se las ha olvidado sacarle
en cara a la izquierda la letra de la ‘Vamos a decir que NO’:
“Chile la alegría ya viene
Chile la alegría ya viene
Chile la alegría ya viene
Chile la alegría ya viene
Chile la alegría ya viene
Porque diga lo que diga, yo soy libre de pensar
Porque siento que es la hora de ganar la libertad
Hasta cuando ya de abusos, es el tiempo de cambiar
Porque basta de miseria, voy a decir que no
Porque siento que es la hora de ganar la libertad
Hasta cuando ya de abusos, es el tiempo de cambiar
Porque basta de miseria, voy a decir que no
Porque nace el arco iris después de la tempestad
Porque quiero que florezcan mis maneras de pensar
Porque sin la dictadura la alegría va a llegar
Porque pienso en el futuro, voy a decir que NO
Porque quiero que florezcan mis maneras de pensar
Porque sin la dictadura la alegría va a llegar
Porque pienso en el futuro, voy a decir que NO
Vamos a decir que no (oho) con la fuerza de mi voz
Vamos a decir que no (oho) yo lo canto sin temor
Vamos a decir que no (oho) todos juntos a triunfar
Vamos a decir que no, por la vida y por la paz”
Vamos a decir que no (oho) yo lo canto sin temor
Vamos a decir que no (oho) todos juntos a triunfar
Vamos a decir que no, por la vida y por la paz”
La Cámara de Diputados aprobó Ley Mordaza,
que condena tres tipos de delitos:
Primero, Incitación a la violencia contra
personas a base “su raza, nacionalidad, situación socioeconómica, idioma,
ideología, opinión o militancia política o deportiva, religión o creencia,
visión filosófica, sindación o participación en organizaciones gremiales, por
su trabajo, o sexo, orientación sexual, edad, filiación, apariencia personal,
enfermedad o discapacidad”.
Segundo, de Incitación al odio, si promueve
menosprecio, denostación y odio contra un grupo. Basándose en las descripciones
del primer punto. Esta indicación es de la diputada Pamela Jiles.
Y por último, el negacionismo, que significa que niegue,
justifique o apruebe las violaciones a los derechos humanos cometidas “en Chile
entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990, acreditadas por la
Comisión de Verdad Y Reconciliación (Informe Rettig), por la Corporación Nacinol
de Reparación y Reconciliación y la Comisión Nacional de Prisión Política y
Tortura (Valech)”. Esta última es una
indicación de la diputada y ex terrorista del Mir, Carmen Herz. La izquierda no
argumentos para defender lo que dice.
Tenemos
otra razón para cerrar el congreso. La primera fue cuando la cámara de
diputados rindió homenaje al delincuente Catrillanca.
Ambos Informes son inconstitucionales.
El que
una persona critique a una minoría tal como lo establece la ley no se sigue que
la odien. Es una falacia. Un embuste. No hay ninguna relación lógica y causal.
Ya que la izquierda se está quedando sin electores, pues los proletariados, o
mejor dicho, los pobres han pasado a convertirse en clases medias baja. Pero,
medias al fin y al cabo. Ya no son pobres.
En el contexto
que se aprobó esa ley es de lo más absurdo, pues quienes han promovido la
violencia, la incitación al odio contra carabineros y la población civil han,
pues, el Partido Comunista a través de tres frentes: el lumpen, los anarquistas
y los llamados ‘actores sociales’. Basta ver los diversos rayados contra las
fuerzas de orden y varios llamados a la guerra civil. El contexto fue un ataque
al país y una subversión para dar un golpe de Estado.
¿Dónde están los artistas que participaron en
la campaña del ‘NO’ protestando contra esta ley? La letra con la cual se engañó
a las personas en el plebiscito de 1988 dice claramente: “Por qué digan lo que
digan, yo soy libre de pensar”. Por tanto, si la izquierda sostiene que hubo
sistemáticas violaciones a los derechos, yo tengo todo el derecho de afirmar lo
contrario. Tengo todo el derecho de poner entredicho lo que dice el progresismo
en materia de derechos humanos, ya que todo es arbitrario.
Propongo
que saquemos una ley castigue a toda persona que reivindique a la UP, a
Salvador Allende, al Mir y al FPMR. Así Carmen Hertz estaría en la cárcel.
Sin embargo, nadie ha reparado que mientras
quieren prohibir el cuestionamiento sobre las llamadas ‘violaciones a los
derechos humanos’ durante el Gobierno Militar, la izquierda no tiene tapujos en
considerar lugares de patrimonio donde estuvo la guerrilla en la selva de
Neltume. El gobierno de Bachelet quiso erigir un Monumento, que concreto este
gobierno. Allí era el lugar donde estuvo el comandante Pepe de Mir, José Gregorio Liendo Vera, quien como sabemos quería una revolución
comunista con un millón de muertos. Si el segundo gobierno de Bachelet
considero exaltar a la guerrilla, eso significa que compartían los
planteamientos del dirigente del Mir.
Lo que
me lleva a otro asunto. Mientras un conocido escucha por su móvil un programa
de entrevista a José Antonio Kast, en seguida supe por las preguntas que le
formulaban que se trataba de la radio Bio Bio. En esa oportunidad, la hija del
terrorista del FPMR, la actriz Javiera Parada le saco en cara al ex candidato
presidencial, unas muertes de unos campesinos. Y uso la expresión ‘terrorismo
de Estado’. Eso no existe. En ese caso, fueron parece unos carabineros que
actuaron por su cuenta. Uno saca nada con decirle a esta gente que gobierno
militar no ordenó nada de lo que se le imputan. La actriz que fue premiada por
Bachelet con el cargo de Agregada Cultural en Washington D. C., no le oído condenar las palabras del comandante Pepe. Para mi ella no es
ninguna autoridad. Entonces, ¿por qué no escuchamos las palabras de la hija
Simón Yévenez, quien fue asesinado por el FPMR?
En estos
treinta años, lo único que ha hecho la izquierda es ocultar la tremenda viga
que tienen en sus ojos. Así alguien podría sacarle en cara a Javier Parada las
muertes del descarrilamiento del tren Queronque, que lo hizo Carlos Ominami y
costo 58 muertos. El asesinato del mencionado dirigente de la UDI en manos del
FPMR o el asesinato del Intendente de Santiago, Carol Úrzua o el asesinato del
teniente Roberto Zegers Reed. Estas no son víctimas ni les violaron los
derechos humanos.
Primero,
la aprobación de esa ley nos muestra que nos estamos reconciliados. Segundo,
que en la izquierda chileno no hay hombres, pues saben que están mintiendo, ya que
fueron victimarios. Tercero, este es legado de Salvador Allende y de quienes
apoyaron ese nefasto gobierno, lo que he denominado la Generación Maldita. Una revolución es como
una lucha de dos hombres, de los cuales uno pierde y el otro gana. Si no
entiende esa verdad evidente, no hagan revoluciones al estilo de la izquierda. Cuarto,
como corolario de lo anterior, podemos decir con certeza que en la izquierda no
hay hombres. ¿Qué político, intelectual o artista que apoyo a la UP ha dicho la
verdad en estos treinta años? Ningún personaje público de ese sector. Así, por
ejemplo, el señor José Rodríguez Elizondo, a quien más de una vez he comentado,
escribió una columna titulada Eufemismo chilenos seleccionados para referirse
al lenguaje que emplea los grupos que usan la violencia desde el 18 de octubre
del año pasado. En vez usar la palabra ‘subversión’, ese grupo emplea las
palabras “protesta social”, “resistencia”, en clara alusión a la neolengua que
describe el escritor socialista ingles Orwell. Allí menciona la UP: “Aunque la crisis macro de 1970-73 fue muy diferente en lo político,
sería tonto ignorar que devino en ingobernabilidad, liquidó el Estado de
Derecho Democrático y la crisis actual podría apuntar a lo mismo. Es una
semejanza que se trata de ocultar con tres eufemismos funcionales: entonces
estaba la Guerra Fría, los partidos políticos representaban corrientes de
opinión y la economía socializada era una opción real”. Como el señor Elizondo
no cree en las consecuencias de la libertad, la izquierda se escuda en que hubo
Guerra Fría, cuando libremente podrían haber optado otro camino. Omite que el
Mir y el PS quisieron instalar una dictadura comunista y optaron por la vía
armada. Sigue usando eufemismo.
La
diputada Hertz carece de toda autoridad moral. Primero, perteneció al grupo
terrorista Movimiento de Izquierda Revolucionaria (Mir), el cual opto por la
vía armada y quiso instalar una dictadura comunista. Segundo, antes del 11 de
septiembre de 1973, ella llamaba a través de la radio Loa, que había que matar
a quienes se opusieran en la empresa Codelco. Y por último, ella siempre ha
apoyado al grupo terrorista el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, incluso
cuando hicieron una charla en el Instituto Nacional, que fue el comienzo del
fin de ese establecimiento educativo. Los medios, dicho sea de paso, siempre
ocultan el pasado mirista de la diputada y sólo muestran que se preocupó de los
derechos humanos, cuando los militares derrocaron a Allende, no antes. ¿Cómo
Hertz se iba querellar contra los mirista, si ella formaba parte de ese grupo?
El Mir era partidario de la justicia de Ernesto ‘Che’ Guevara: “Primero te
fusilo, luego te pregunto”. Y habían
amenazado a los jueces de la Corte Suprema. Luego se quejan que fueron juzgados
por la justicia militar o la Suprema no recogió sus recursos amparo.
No hay que olvidar que, cuando comenzó el
ataque los días 18 y 19 de octubre del año pasado, luego que los militares
volvieron a sus cuarteles, la diputada Hertz junto con otros parlamentarios de
la extrema izquierda, como, el diputado socialista, Jaime Naranjo, en vez de
acusar a los violentistas, vándalos y saqueadores prefirieron que la ONU
enviase observadores de los derechos humanos para fiscalizar al gobierno y a
carabineros. O sea, la comisión de derechos humanos del cámara baja se hace
cómplice activo y pasivo de los que agredieron al país. ¿Alguien va tomar en
serio lo que diga Hertz, Kariola, Vallejo y Naranjo entre otros? Los derechos
humanos de las personas comunes y corrientes han importado.
Lo que llama la atención y que todavía muchos
políticos e intelectuales de la ex derecha no se dan cuenta, es que la
izquierda determina quién viola los derechos humanos y cuando fueron violados.
Para ellos, los agentes del Estados son los que violan. ¿En qué período?
Obviamente, durante el gobierno militar. No fueron los guerrilleros o terroristas.
De ahí que el Instituto Nacional de los Derechos Humanos tenga en su estatuto
como misión perseguir a los militares que estuvieron entre el 11 de septiembre
de 1973 y marzo de 1990. ¿Por qué no incluyeron a los terroristas? ¿Por qué no
se incluyó la Unidad Popular o antes? Todo lo que hace y dice la izquierda en
términos de los derechos humanos es totalmente arbitrario.
La
izquierda tiene la soberbia de compararse con los judíos que fueron masacrados
por los nazis. De ahí el Museo de la Memoria. Ellos primero optaron la vía
armada en democracia para instalar una dictadura comunista, y cuando fue
derrocado Allende porque se salió de la ley y la constitución, la extrema
izquierda uso el terrorismo supuestamente para restaurar la democracia que ellos
destruyeron. Los militares no persiguieron a personas comunes y corrientes como
un comerciante, un chófer, un carnicero, un profesor de baile, un gasfíter o
maestro albañil, sino terroristas. Por tanto, la comparación es obscena por
donde se la mire. Además, no se persiguió a un grupo de personas por su etnia o
a un grupo de civiles. Pues, eso es lo que penaliza el crimen de lesa humanidad
o genocidio. Eso que les imputan a los militares lo hizo la izquierda, mientras
se enfrentaba a los militares. Si el comandante ‘Pepe’ hubiera cometido su
sueño de asesinar un millón de chilenos, no le hubiera podido juzgar por
genocidio, porque no era un agente del Estado.
La
izquierda chilena desde la Unidad Popular le quedó gustando el totalitarismo.
No acepta que la contradigan y como no tiene argumentos no tiene que dejar que
el otro lado se defienda. En todos los ámbitos. Desde la lucha subversiva hasta
la academia pasando por la persecución judicial hacia los militares presos. En
Chile es fácil ser matón. Ser de izquierda es sinónimo de matón. Es su
naturaleza.
En estos treinta años, la izquierda lo menos
ha mostrado que no respeta la libertad de expresión. Esa ley es simplemente la
consecuencia de otros eventos.
Cuando estudié en la Universidad de Valparaíso
siendo rector Agustín Squella, quien se las da moderado, pero no lo es, tuve
por compañeros que no respetaba mi opinión. Así, cuando fui al departamento que
arredraban uno de ellos, nos pusimos a conversar. Y uno no me dejó hablar, pues
empezó hacer a sonar la boca, mientras yo exponía. Mi error que no lo pare de
inmediato. Creí iba a cambiar. Y siempre lo mismo. Dicha persona era hijo
empresario del pan que tenía su negocio en un cerro de Valparaíso y hasta una
galería de Viña del Mar, lleva su apellido. Milito en el Partido Socialista siendo del ala
más cercana al Partido Comunista. Creo que se llamaban ‘Los Helenos’. Defendía
a Allende y se creía intelectual. Si hubiese sido tan inteligente, se hubiese
dado cuenta que su padre nunca hubiese sido dueño de su negocio con el gobierno
marxista. Cuando supe que la izquierda quiso instalar una dictadura comunista,
pues lo dijo un ex Mapu que iba su casa, ahí cambié. Casi me lavan el cerebro y
supe que todo era una mentira. Incluso eso que dicen las locas mujeres de la
Unidad Popular, que los militares le metían ratones en la vagina. Finalmente,
me aburrí porque en su propia casa no me dejo hablar y me grito, pues le dije
que la izquierda tenía pasado vergonzoso que era la Unidad Popular, que le gustaba
posar de víctima, que no son progresistas, sino burocratitas. También le dije
que para ser izquierda, hay que ser maricón. Y que nacieron para dejar la embarra.
Use una palabra más fuerte. Él había comenzado a ser chavista. Le dije que
Allende era Chávez, cosa que tampoco le gusto.
La
extrema izquierda o los terroristas del Mir y del FPMR sostienen que a ellos
los perseguían por pensar distinto, lo que es falso. Sin embargo, con esta ley
pretende perseguir a todo aquel que cuestione lo que ellos llaman ‘violaciones
a los derechos’.
Recuerden que para el, avant premier del
documental Pinochet, los abogados de derechos de la izquierda, esgrimían que
presentar esa película era incitar al odio. El mediocre político socialista
Camilo Escalona decían que era una ofensa a las víctimas. Por eso, había que
prohibirlo.
Luego está en las universidades que los
profesores no pueden mostrar bibliografía que defienda el Gobierno Militar, ya
que son los propios alumnos los niegan a ver las dos caras de la moneda. El
historiador Gonzalo Rojas Sánchez se ha referido a ello, desde que empecé este
blog o un poquito más tarde.
Los
rayados hemos visto en las distintas ciudades, luego de la insurrección contra
Carabineros es la consecuencia de la famosa frase repetido por treinta
años: “Ni perdón ni olvido”.
A fines del
año pasado se supo que la estudiante de derecha, Polette Vega fue agredida en
la Universidad de Chile.
Como vemos
la letra de la canción bastante actual. La letra habla de paz y no de paz
social.
Lo que
nadie ha reparado es que la Ley Mordaza tiene como precedente el Museo de la
Memoria y de los Derechos Humanos, que es una suerte de Inquisición española,
pues cuando alguien ha cuestionado lo que la izquierda llama ‘violaciones a los
derechos humanos’, en seguida sale sancionar y reprender como si hubiesen
cometido una falta.
Antes
que promulguen esa ley sólo diré que Carmen Hertz es un monstruo. Jamás ha sido un ser humano.
La
Izquierda no cree en la libertad de expresión.
Etiquetas: Carmen Hertz, Derechos Humanos, José Rodríguez Elizondo, Ley Mordaza, Libertad de expresión, Negacionismo, Partido Comunista, Segundo Gobierno de Piñera, Vamos a decir que 'No'
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