jueves, enero 23, 2020

La ley mordaza de Carmen Hertz




En distintas canales que han comentado la Ley Mordaza, se las ha olvidado sacarle en cara a la izquierda la letra de la ‘Vamos a decir que NO’:

Chile la alegría ya viene
Chile la alegría ya viene
Chile la alegría ya viene
Porque diga lo que diga, yo soy libre de pensar
Porque siento que es la hora de ganar la libertad
Hasta cuando ya de abusos, es el tiempo de cambiar
Porque basta de miseria, voy a decir que no
Porque nace el arco iris después de la tempestad
Porque quiero que florezcan mis maneras de pensar
Porque sin la dictadura la alegría va a llegar
Porque pienso en el futuro, voy a decir que NO
Vamos a decir que no (oho) con la fuerza de mi voz
Vamos a decir que no (oho) yo lo canto sin temor
Vamos a decir que no (oho) todos juntos a triunfar
Vamos a decir que no, por la vida y por la paz

La Cámara de Diputados aprobó Ley Mordaza, que condena tres tipos de delitos:
 Primero, Incitación a la violencia contra personas a base “su raza, nacionalidad, situación socioeconómica, idioma, ideología, opinión o militancia política o deportiva, religión o creencia, visión filosófica, sindación o participación en organizaciones gremiales, por su trabajo, o sexo, orientación sexual, edad, filiación, apariencia personal, enfermedad o discapacidad”.
 Segundo, de Incitación al odio, si promueve menosprecio, denostación y odio contra un grupo. Basándose en las descripciones del primer punto. Esta indicación es de la diputada Pamela Jiles.
Y por último, el negacionismo, que significa que niegue, justifique o apruebe las violaciones a los derechos humanos cometidas “en Chile entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990, acreditadas por la Comisión de Verdad Y Reconciliación (Informe Rettig), por la Corporación Nacinol de Reparación y Reconciliación y la Comisión Nacional de Prisión Política y Tortura (Valech)”.  Esta última es una indicación de la diputada y ex terrorista del Mir, Carmen Herz. La izquierda no argumentos para defender lo que dice.

Tenemos otra razón para cerrar el congreso. La primera fue cuando la cámara de diputados rindió homenaje al delincuente Catrillanca.

Ambos Informes son inconstitucionales.

El que una persona critique a una minoría tal como lo establece la ley no se sigue que la odien. Es una falacia. Un embuste. No hay ninguna relación lógica y causal. Ya que la izquierda se está quedando sin electores, pues los proletariados, o mejor dicho, los pobres han pasado a convertirse en clases medias baja. Pero, medias al fin y al cabo. Ya no son pobres.

   En el contexto que se aprobó esa ley es de lo más absurdo, pues quienes han promovido la violencia, la incitación al odio contra carabineros y la población civil han, pues, el Partido Comunista a través de tres frentes: el lumpen, los anarquistas y los llamados ‘actores sociales’. Basta ver los diversos rayados contra las fuerzas de orden y varios llamados a la guerra civil. El contexto fue un ataque al país y una subversión para dar un golpe de Estado.

  ¿Dónde están los artistas que participaron en la campaña del ‘NO’ protestando contra esta ley? La letra con la cual se engañó a las personas en el plebiscito de 1988 dice claramente: “Por qué digan lo que digan, yo soy libre de pensar”. Por tanto, si la izquierda sostiene que hubo sistemáticas violaciones a los derechos, yo tengo todo el derecho de afirmar lo contrario. Tengo todo el derecho de poner entredicho lo que dice el progresismo en materia de derechos humanos, ya que todo es arbitrario.

Propongo que saquemos una ley castigue a toda persona que reivindique a la UP, a Salvador Allende, al Mir y al FPMR. Así Carmen Hertz estaría en la cárcel.

 Sin embargo, nadie ha reparado que mientras quieren prohibir el cuestionamiento sobre las llamadas ‘violaciones a los derechos humanos’ durante el Gobierno Militar, la izquierda no tiene tapujos en considerar lugares de patrimonio donde estuvo la guerrilla en la selva de Neltume. El gobierno de Bachelet quiso erigir un Monumento, que concreto este gobierno. Allí era el lugar donde estuvo el comandante Pepe de Mir, José Gregorio Liendo Vera, quien como sabemos quería una revolución comunista con un millón de muertos. Si el segundo gobierno de Bachelet considero exaltar a la guerrilla, eso significa que compartían los planteamientos del dirigente del Mir.

Lo que me lleva a otro asunto. Mientras un conocido escucha por su móvil un programa de entrevista a José Antonio Kast, en seguida supe por las preguntas que le formulaban que se trataba de la radio Bio Bio. En esa oportunidad, la hija del terrorista del FPMR, la actriz Javiera Parada le saco en cara al ex candidato presidencial, unas muertes de unos campesinos. Y uso la expresión ‘terrorismo de Estado’. Eso no existe. En ese caso, fueron parece unos carabineros que actuaron por su cuenta. Uno saca nada con decirle a esta gente que gobierno militar no ordenó nada de lo que se le imputan. La actriz que fue premiada por Bachelet con el cargo de Agregada Cultural en Washington D. C., no le oído condenar las palabras del comandante Pepe. Para mi ella no es ninguna autoridad. Entonces, ¿por qué no escuchamos las palabras de la hija Simón Yévenez, quien fue asesinado por el FPMR?

En estos treinta años, lo único que ha hecho la izquierda es ocultar la tremenda viga que tienen en sus ojos. Así alguien podría sacarle en cara a Javier Parada las muertes del descarrilamiento del tren Queronque, que lo hizo Carlos Ominami y costo 58 muertos. El asesinato del mencionado dirigente de la UDI en manos del FPMR o el asesinato del Intendente de Santiago, Carol Úrzua o el asesinato del teniente Roberto Zegers Reed. Estas no son víctimas ni les violaron los derechos humanos.

Primero, la aprobación de esa ley nos muestra que nos estamos reconciliados. Segundo, que en la izquierda chileno no hay hombres, pues saben que están mintiendo, ya que fueron victimarios. Tercero, este es legado de Salvador Allende y de quienes apoyaron ese nefasto gobierno, lo que he denominado  la Generación Maldita. Una revolución es como una lucha de dos hombres, de los cuales uno pierde y el otro gana. Si no entiende esa verdad evidente, no hagan revoluciones al estilo de la izquierda. Cuarto, como corolario de lo anterior, podemos decir con certeza que en la izquierda no hay hombres. ¿Qué político, intelectual o artista que apoyo a la UP ha dicho la verdad en estos treinta años? Ningún personaje público de ese sector. Así, por ejemplo, el señor José Rodríguez Elizondo, a quien más de una vez he comentado, escribió una columna titulada Eufemismo chilenos seleccionados para referirse al lenguaje que emplea los grupos que usan la violencia desde el 18 de octubre del año pasado. En vez usar la palabra ‘subversión’, ese grupo emplea las palabras “protesta social”, “resistencia”, en clara alusión a la neolengua que describe el escritor socialista ingles Orwell. Allí menciona la UP: Aunque la crisis macro de 1970-73 fue muy diferente en lo político, sería tonto ignorar que devino en ingobernabilidad, liquidó el Estado de Derecho Democrático y la crisis actual podría apuntar a lo mismo. Es una semejanza que se trata de ocultar con tres eufemismos funcionales: entonces estaba la Guerra Fría, los partidos políticos representaban corrientes de opinión y la economía socializada era una opción real”. Como el señor Elizondo no cree en las consecuencias de la libertad, la izquierda se escuda en que hubo Guerra Fría, cuando libremente podrían haber optado otro camino. Omite que el Mir y el PS quisieron instalar una dictadura comunista y optaron por la vía armada. Sigue usando eufemismo.

La diputada Hertz carece de toda autoridad moral. Primero, perteneció al grupo terrorista Movimiento de Izquierda Revolucionaria (Mir), el cual opto por la vía armada y quiso instalar una dictadura comunista. Segundo, antes del 11 de septiembre de 1973, ella llamaba a través de la radio Loa, que había que matar a quienes se opusieran en la empresa Codelco. Y por último, ella siempre ha apoyado al grupo terrorista el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, incluso cuando hicieron una charla en el Instituto Nacional, que fue el comienzo del fin de ese establecimiento educativo. Los medios, dicho sea de paso, siempre ocultan el pasado mirista de la diputada y sólo muestran que se preocupó de los derechos humanos, cuando los militares derrocaron a Allende, no antes. ¿Cómo Hertz se iba querellar contra los mirista, si ella formaba parte de ese grupo? El Mir era partidario de la justicia de Ernesto ‘Che’ Guevara: “Primero te fusilo, luego te pregunto”.  Y habían amenazado a los jueces de la Corte Suprema. Luego se quejan que fueron juzgados por la justicia militar o la Suprema no recogió sus recursos amparo.

 No hay que olvidar que, cuando comenzó el ataque los días 18 y 19 de octubre del año pasado, luego que los militares volvieron a sus cuarteles, la diputada Hertz junto con otros parlamentarios de la extrema izquierda, como, el diputado socialista, Jaime Naranjo, en vez de acusar a los violentistas, vándalos y saqueadores prefirieron que la ONU enviase observadores de los derechos humanos para fiscalizar al gobierno y a carabineros. O sea, la comisión de derechos humanos del cámara baja se hace cómplice activo y pasivo de los que agredieron al país. ¿Alguien va tomar en serio lo que diga Hertz, Kariola, Vallejo y Naranjo entre otros? Los derechos humanos de las personas comunes y corrientes han importado.

  Lo que llama la atención y que todavía muchos políticos e intelectuales de la ex derecha no se dan cuenta, es que la izquierda determina quién viola los derechos humanos y cuando fueron violados. Para ellos, los agentes del Estados son los que violan. ¿En qué período? Obviamente, durante el gobierno militar. No fueron los guerrilleros o terroristas. De ahí que el Instituto Nacional de los Derechos Humanos tenga en su estatuto como misión perseguir a los militares que estuvieron entre el 11 de septiembre de 1973 y marzo de 1990. ¿Por qué no incluyeron a los terroristas? ¿Por qué no se incluyó la Unidad Popular o antes? Todo lo que hace y dice la izquierda en términos de los derechos humanos es totalmente arbitrario.

La izquierda tiene la soberbia de compararse con los judíos que fueron masacrados por los nazis. De ahí el Museo de la Memoria. Ellos primero optaron la vía armada en democracia para instalar una dictadura comunista, y cuando fue derrocado Allende porque se salió de la ley y la constitución, la extrema izquierda uso el terrorismo supuestamente para restaurar la democracia que ellos destruyeron. Los militares no persiguieron a personas comunes y corrientes como un comerciante, un chófer, un carnicero, un profesor de baile, un gasfíter o maestro albañil, sino terroristas. Por tanto, la comparación es obscena por donde se la mire. Además, no se persiguió a un grupo de personas por su etnia o a un grupo de civiles. Pues, eso es lo que penaliza el crimen de lesa humanidad o genocidio. Eso que les imputan a los militares lo hizo la izquierda, mientras se enfrentaba a los militares. Si el comandante ‘Pepe’ hubiera cometido su sueño de asesinar un millón de chilenos, no le hubiera podido juzgar por genocidio, porque no era un agente del Estado.

La izquierda chilena desde la Unidad Popular le quedó gustando el totalitarismo. No acepta que la contradigan y como no tiene argumentos no tiene que dejar que el otro lado se defienda. En todos los ámbitos. Desde la lucha subversiva hasta la academia pasando por la persecución judicial hacia los militares presos. En Chile es fácil ser matón. Ser de izquierda es sinónimo de matón. Es su naturaleza.

 En estos treinta años, la izquierda lo menos ha mostrado que no respeta la libertad de expresión. Esa ley es simplemente la consecuencia de otros eventos.

 Cuando estudié en la Universidad de Valparaíso siendo rector Agustín Squella, quien se las da moderado, pero no lo es, tuve por compañeros que no respetaba mi opinión. Así, cuando fui al departamento que arredraban uno de ellos, nos pusimos a conversar. Y uno no me dejó hablar, pues empezó hacer a sonar la boca, mientras yo exponía. Mi error que no lo pare de inmediato. Creí iba a cambiar. Y siempre lo mismo. Dicha persona era hijo empresario del pan que tenía su negocio en un cerro de Valparaíso y hasta una galería de Viña del Mar, lleva su apellido.  Milito en el Partido Socialista siendo del ala más cercana al Partido Comunista. Creo que se llamaban ‘Los Helenos’. Defendía a Allende y se creía intelectual. Si hubiese sido tan inteligente, se hubiese dado cuenta que su padre nunca hubiese sido dueño de su negocio con el gobierno marxista. Cuando supe que la izquierda quiso instalar una dictadura comunista, pues lo dijo un ex Mapu que iba su casa, ahí cambié. Casi me lavan el cerebro y supe que todo era una mentira. Incluso eso que dicen las locas mujeres de la Unidad Popular, que los militares le metían ratones en la vagina. Finalmente, me aburrí porque en su propia casa no me dejo hablar y me grito, pues le dije que la izquierda tenía pasado vergonzoso que era la Unidad Popular, que le gustaba posar de víctima, que no son progresistas, sino burocratitas. También le dije que para ser izquierda, hay que ser maricón. Y que nacieron para dejar la embarra. Use una palabra más fuerte. Él había comenzado a ser chavista. Le dije que Allende era Chávez, cosa que tampoco le gusto.

La extrema izquierda o los terroristas del Mir y del FPMR sostienen que a ellos los perseguían por pensar distinto, lo que es falso. Sin embargo, con esta ley pretende perseguir a todo aquel que cuestione lo que ellos llaman ‘violaciones a los derechos’.

 Recuerden que para el, avant premier del documental Pinochet, los abogados de derechos de la izquierda, esgrimían que presentar esa película era incitar al odio. El mediocre político socialista Camilo Escalona decían que era una ofensa a las víctimas. Por eso, había que prohibirlo.

  Luego está en las universidades que los profesores no pueden mostrar bibliografía que defienda el Gobierno Militar, ya que son los propios alumnos los niegan a ver las dos caras de la moneda. El historiador Gonzalo Rojas Sánchez se ha referido a ello, desde que empecé este blog o un poquito más tarde.

Los rayados hemos visto en las distintas ciudades, luego de la insurrección contra Carabineros es la consecuencia de la famosa frase repetido por treinta años:  Ni perdón ni olvido”.

A fines del año pasado se supo que la estudiante de derecha, Polette Vega fue agredida en la Universidad de Chile.

Como vemos la letra de la canción bastante actual. La letra habla de paz y no de paz social.

Lo que nadie ha reparado es que la Ley Mordaza tiene como precedente el Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos, que es una suerte de Inquisición española, pues cuando alguien ha cuestionado lo que la izquierda llama ‘violaciones a los derechos humanos’, en seguida sale sancionar y reprender como si hubiesen cometido una falta.

Antes que  promulguen esa ley sólo diré que Carmen Hertz es un monstruo. Jamás ha sido un ser humano.

La Izquierda no cree en la libertad de expresión.



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