Tocqueville, las caricaturas y el “Código da Vinci”
Las caricaturas del profeta Mahoma han provocado la ira del mundo musulmán, porque según ellos les ofenden. Por mi parte, decidí apoyar al gobierno danés , porque en una democracia liberal, el gobierno no es responsable de los actos de ciudadanos. Los individuos al elegir asumen las consecuencias de sus actos. La prensa no puede ser, además, guiada por el gobierno. Tanto la prensa como el gobierno son independientes. Después de todo, la prensa es el cuarto poder.
Por una parte, gran parte de los gobiernos Occidentales han pedido perdón por ofender a la sensibilidad musulmana; por otra parte, ha vuelto la discusión acerca de los límites de la libertad de expresión.
Ahora bien, siendo coherente con lo anterior, en una democracia podemos reírnos de nuestras autoridades. En una democracia liberal hay distintas opiniones de grupos e individuos. Todos se someten a las leyes. Incluso diversas religiones se pueden expresan libremente en una democracia. Ahí tienen la oportunidad de convencer o convertir al otro. El sistema de gobierno que nos rige se llama democracia liberal, ni personalista, ni popular, porque la mayoría respeta a la minoría y la minoría al individuo.
Cada cual tiene su punto de vista, porque independientemente de sus posturas, todos están de acuerdo en valorizar el pluralismo. Y éste es la riqueza de la diversidad. Por eso, en cada país Occidental existen comunidades o emigrantes que se han adaptado las costumbres del país que los han recibido. La base de ello es la tolerancia, porque sabemos que por sobre nuestras creencias individuales, hay una creencia que nos une, a saber, la libertad conciencia, que trae aparejada la libertad de expresión.
Las caricaturas como han dicho varias personas pertenecen la tradición satírica de Occidente. Es una manera de desafiar al poder, sin violencia. De exagerar algunos rasgos y de criticar a la sociedad. Ese individualismo que a los Orientales no les gusta, es la base de la democracia liberal.
La razón porque Flamming Rose , jefe de Cultura del diario danés Jyllands-Posten, quiso publicar las viñetas, es por la autocensura que atraviesa Europa, donde, por ejemplo, no se puede dibujar Mahoma en cuentos infantiles. Ahora que escribo este posteo, me pregunto por qué la serie animada francesa "Erase una vez" de los ochenta, no recibió criticas por parte de la comunidad musulmana, en la que se mostraba la expansión del Islam con medios violentos, hasta que se tomaron Constantinopla. Nadie dijo nada en la Europa Occidental. Quizás, como me decía mi hermano no estaba Internet y el planeta convertido en la aldea de Gutenberg.
¿Un occidental tiene la misma recíprocidad en un país musulmán? ¿Tendrán los mismos derechos? ¿Una mujer occidental tendrá el mismo derecho? La respuesta es negativa.
El mundo musulmán le exige respeto a Occidente. Sin embargo, ¿Cómo está el Islam? En Arabia Saudita una persona puede ser detenido por llevar una cruz o una Biblia en una maleta y a las mujeres se les quema por manifestar su derecho a votar. En Pakistán las comunidades cristianas se los discrimina en salud y en el Sudán tenemos la guerra civil entre el norte musulmán y el sur cristiano.
Aun cuando está de moda atacar el cristianismo en Occidente a través del arte, los cristianos no tienen la reacción de los musulmanes. Después de todo, la libertad de expresión y, por tanto, de conciencia comenzó con Lutero y la Reforma Protestante.
Está, por ejemplo, la película "La Última tentación de Cristo", que a los sectores de izquierda les gusto. En cambio, con la película de Mel Gibson los mismos sectores ‘progresistas’ la hallaron sangrienta y casi de mal gusto, mientras los sectores conservadores no dijeron nada. Lo mismo ocurre con el libro "El Código da Vinci", en que una organización de la Iglesia queda mal parada, además, de la libre interpretación de la historia del cristianismo en Occidente. Leí el libro pero no es un long-seller como "Moby Dick" o "El Corazón de la Tinieblas", sino un best-seller en el peor sentido de la palabra. En todos esos casos, los cristianos no salieron a la calle a quemar banderas y cosas por el estilo, como los musulmanes en el Medio Oriente.
Tampoco se rechaza a todos los musulmanes en bloque, pues eso sería negar la libertad del individuo para elegir distintas creencias y modos de vida. De hecho, la influencia de la cultura musulmana en Europa es importante. El problema estriba es que ellos se quedaron en el siglo XV o antes y Occidente evolucionó a cultura secularizada producto de la Reforma. Descartes lo dice: "Cogito, ergo sum".
Los cristianos occidentales valorizan la libertad de expresión y la democracia. Alexis de Tocqueville en "La Democracia en América" sobre la diferencia entre el cristianismo y el islam dice: "Mahoma hizo bajar del cielo el Corán y lo llenó no sólo con doctrinas religiosas, sino con máximas políticas, leyes civiles y criminales, teorías científicas. El Evangelio, por el contrario, sólo trata de las relaciones generales entre los hombres, con Dios y entre ellos mismos. Fuera de esto nada enseña ni nada obliga a creer. Sólo esta razón, entre otras mil, bastan para demostrar que, de ambas religiones, la primera no puede durar en épocas de ilustración y democracia, mientras la segunda está destinada a regir esos siglos lo mismo que los otros".
Más aún, Tocqueville nos dice que el protestantismo nos legó la independencia, esto es, el individualismo, mientras del mundo católico nos legó la igualdad.
De la libertad religiosa nos viene la libertad política, nos dice Tocqueville. ¿En el islam encontramos valores que pueden ajustarse a una sociedad democrática, donde el César y Dios estén separados? ¿Es compatible el islam con la democracia liberal?
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