sábado, noviembre 27, 2010

Reagan, Pinochet y la CIA



En el mundo de la política es más fácil mentir que decir la verdad. O mejor dicho, es más rentable la mentira a la verdad.

Para la izquierda es inconcebible que sus adversarios se rebelen contra ellos. Los izquierdistas se rebelan contra los que mantienen las cosas. Así lo vemos, que la explicación más recurrente que han sacado para justificar el fracaso del gobierno marxista leninista de Salvador Allende, es que la CIA intervino. Mónica González, periodista del sitio CIPER miente de nuevo: “La historia de cómo el gobierno estadounidense, desplegando la fuerza de la CIA sobre Chile, ayudó a orquestar el derrocamiento del gobierno del democráticamente electo Salvador Allende y el ascenso al poder del régimen militar de Pinochet es bien conocida en el mundo”. Tanto a la señora González como al resto de la izquierda, les cuesta asumir las palabras del dirigente de la Conferación Única de Profesionales de Chile (CUPROCH), Julio Bazán Álvarez que dice en su libro “Lo derrotó el pueblo”: “La izquierda todo lo ha distorsionado, no es conveniente para su imagen reconocer la verdad: el Gobierno de Allende fue derrocado por la base social de Chile”. Fue, además, el civil que hizo contacto entre la DC y la Marina. Después de todo, los planes para tomar el poder vinieron de ahí, no del Ejército. Omite CIPER que el país estaba totalmente paralizado ad portas de la intervención militar. Ni siquiera las protestas contra el Gobierno Militar o la ‘dictadura’ llegaron a ese nivel de paralización. Naturalmente, la izquierda siempre intentara mostrar que las protestas en contra de Allende eran pequeñas y las en contra el Gobierno Militar eran grandes. Si fuese cierto lo que dice la izquierda, entonces, no se explicaría el respaldo que tuvo el general Pinochet en el plebiscito de 1988, que llegó al 44,01% de la población.


Al periodismo de izquierda les gusta ver la paja en el ojo ajeno y no en el propio. La periodista Mónica González nunca nos explicará para qué eran las armas encontradas en la casa de Allende ni los vínculos que tenía con Óscar Squella Avendaño , el mayor traficante de drogas de América Latina de los setenta, ni los informes que recibía del Mir sobre armamento y munición - y así dice el mito político, que el Mir le hacía la vida difícil al Gobierno de la Unidad Popular-, ni porqué Allende era una agente de la KGB pagado. Si hiciese todo ello, correría con la suerte del ostracismo que la izquierda realizó al ex allendista, Víctor Farías. Tampoco lo anterior, tendrá su lugar en el Museo de la Memoria, mas si los archivos desclasificados de la CIA con respecto a Chile.

Así, el golpe noticioso de la semana fueron las revelaciones de CIPER de que gobierno de Ronald Reagan le quitó el apoyo a Pinochet. De hecho Reagan aprecia a Pinochet: “Salvó a su país… Si hubiera alguna forma en que pudiéramos aparecer como no oponiéndonos a él, indicar que respetamos lo que ha hecho, pero al mismo tiempo decir que queremos ayudar a Chile por el bien de Chile”.Si la periodista y ex comunista Mónica González hiciese periodismo de investigación, en su reportaje tendría que haber puesto que la presión del Gobierno estadounidense contra Pinochet, era ridícula, pues lo propios militares se fijaron metas y plazos para cumplir su objetivo. De hecho, el ex ministro del Trabajo de Pinochet, José Piñera en su blog recuerda la Declaración de Principios del Gobierno Militar en 1974:La Junta de Gobierno entregará oportunamente el poder político a quienes el pueblo elija a través de un sufragio universal, libre, secreto e informado”.

Leyendo el reportaje de CIPER, uno se da cuenta que en este caso particular, el ex gobernante norteamericano estuvo mal asesorado, por el secretario de Estado George Shultz y por el asistente del secretario de Estado para América Latina, Langhorne Motley, quien dijo una “intervención activa, aunque gradual, para tratar de propiciar una transición pacífica hacia la democracia en Chile”. El Gobierno Militar se fijo un itinerario que estaba en sus artículos transitorios de la Constitución de 1980. Finalmente, lo cumplió.

Además, revela que los servicios de inteligencia norteamericanos no eran tan buenos. Si hubiesen leído la Constitución, a los contribuyentes norteamericanos le hubieran ahorrado bastante plata en financiar a la oposición al Gobierno Militar a través de la National Endowment for Democracy (NED).

Cuando se está en el poder, cualquiera persona pierde el control. Por eso, Nietszche decía: “Qué el poder vuelve estúpidos a los hombres”. El general de la Fuerza Áerea y miembro de la Junta, Mathei ha dicho, que Pinochet no era el mismo al principio que, cuando asumió la jefatura de la Nación. Basta ver como los políticos incluso en democracia desean perpetuarse en el poder, ya sea a nivel local, internacional al inventarse cargos o siempre buscando un pretexto para ser servidores públicos, incluso en que la mayoría de los mortales está jubilado. Si alguien tiene un conocido en la política, se dará cuenta que se les sube los humos a la cabeza, esto es, se creen la muerte. A nadie se le ha ocurrido crear un centro de rehabilitación para desintoxicarse del poder, así como han creado centros para desintoxicarse de la droga o el alcohol.

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miércoles, noviembre 17, 2010

La intolerancia de las feministas



En la era de los gobiernos de la Concertación se trato de mostrar el país como diverso. Por eso, aparecía en carteles publicitarios de los buses inter comunales un joven con el peinado del cantante jaimacano, Bob Marley. Como diciendo, valorízame por lo que soy y no por mi apariencia. Otros dirán, que la primera regla para sentirse bien, es vestirse bien, según un programa inglés que dieron a principios del 2000.

Leyendo el diario electrónico ‘El Mostrador’ encontré inaudito la siguiente declaración de la feminista Soledad Rojas, representante Red Chilena contra la violencia doméstica y sexual : “Dramáticamente hay mucho Opus Dei metido en el gobierno”. No soy del Opus Dei. Deduzco, entonces, que ella como mujer no les respeta a las otras mujeres en tanto que individuos de pertenecer o identificarse con esa organización religiosa. Hasta ahí llega su tolerancia y respeto a la diversidad. Estoy seguro, por el contrario, que las mujeres Opus Dei a diferencia de la señora Soledad Rojas no les gustará la opción lesbica de algunas mujeres o la moda que hay entra las colegialas. Sin embargo, su queja llegará hasta ahí.

Luego dice otra declaración más sorprendente a propósito del Opus Dei: “La sociedad civil debiera tener un poco más de resistencia ante este hecho de querernos poner un tipo de pensamiento fundamentalista a todos”. Los grupos que ella representa o parecidos son los únicos representantes de la sociedad civil. Me suena un discurso de la izquierda, sólo en vez de ser los proletariados o el pueblo como era antes, ahora son las mujeres. Ella misma lo declara:Pertenezco a una generación de mujeres vinculada a los partidos de la izquierda que salió al exilio tras el golpe militar. Viví 12 años en Alemania y allí, a comienzos de los ’80, varias chilenas empezamos a encontrarnos, a hablar de nosotras y a hacer reflexión feminista”.En cambio, no sería un representante más de la sociedad civil, el grupo Muévete . Este grupo le estaría vetado hacer ‘resistencia’ contra otro grupo.

Las mujeres de izquierda han tratado de ocultar, que fueron las mujeres de derecha las que, finalmente, derrocaron al gobierno de Allende. Parafraseando, lo que dice el sitio de las feministas, el cacerolazo contra Allende no es un acto de resistencia y rebeldía.

Igualmente, la señora se queja de la desigualdad de los sueldos de las mujeres con respecto a los hombres. Mi madre, que es del Opus Dei, cuando escuchó la propuesta de extender el post-natal por seis meses, dijo que ningún empleador iba a contratar a mujeres. Quieren el mismo sueldo, pero trabajando la mitad del año. Además, como fue secretaria de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile en Valparaíso, se acuerda que las mujeres sacaban la vuelta al trabajo con el embarazo.

En Gran Bretaña se armó un escándalo del porte de un buque, cuando se supo que la ministra de Educación, Ruth Nelly , del ex Primer Ministro Tony Blair, era católica. Y, además, del Opus Dei. Tiene cuatro hijos. Quizás fue la bruja que hechizo a Blair para que se convirtiera al catolicismo.

Otra cosa que me llama la atención, es que varias veces los noticieros han mostrado a mujeres que han asaltado, y de paso han herido o lesionado a otra mujer. Por cierto, no me refiero a la serie Mujeres Asesinas . ¿Cómo le llamarán a ese delito? Lo último que recuerdo de la crónica negra, es que dijeron que unas mujeres asaltaron a un lugar en Santiago y casi matan a una mujer embarazada. No es femicidio. Las feministas se quedan calladas.

Así como se habla de madre soltera, también hay padres solteros. De la misma manera, la prensa calla, naturalmente, en el porcentaje de hombres que han terminado en la posta, porque las mujeres les golpeaban. Es un tabú de la sociedad moderna.

Las feministas no respetan la libertad a las otras mujeres.

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viernes, noviembre 12, 2010

Una derecha sin corazón ni entendimiento





Si bien en el actual Gobierno trabajan varias personas que provienen del mundo privado de la Derecha, siendo relegados los militantes de los dos partidos que lo apoyan, el líder que los dirige nunca ha sido de Derecha, ya sea de la conservadora o de la liberal. Me refiero a Sebastián Piñera, quien a fines del Gobierno Militar quiso entrar por la puerta ancha a la Democracia Cristiana. Su propio itinerario político y empresarial nos revela un ser humano que no le gusta el juego limpio, con tal de ser el primero. Por tanto, es la persona menos autorizada para pretender fundar una nueva derecha junto con su ministro de Interior, Hinzpeter, tirando por la borda la historia de ese sector.

Ahora que llegaron al Gobierno, me asombra que los electores de la derecha hayan perdido el sentido de crítica y vigilancia a la autoridad. Creen porque los ministros tienen títulos en Ph. Doctor, MBA y hayan sido exitosos en el mundo privado, hay que olvidar la célebre frase de Lord Acton: “El precio de la libertad es la eterna vigilancia”. Usando las clasificaciones que usaban en la era de la Concertación, la derecha piñerista se ha vuelto autocomplacientes. En cambio, aquel grupo de la derecha que crítica al actual Gobierno por tomar las banderas de la izquierda en forma literal, seríamos los autoflagelantes.

Una cosa es adentrarse en territorios donde la izquierda ha sido fuerte y cambiarla con las ideas de la derecha, y otra cosa muy distinta, es que desde la derecha usen y sigan usando las ideas de la izquierda.

Como al presidente Sebastián Piñera le gusta quedarse ‘con todas las bolitas’, hay sospecha de que intervino en la última elección de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP). Es de lo único que hablan los canales de la televisión abierta. Me gustaría saber la verdad, aun cuando ello traiga no sé que consecuencias para el mandatario y la coalición. A raíz de la sospecha que hay sobre él, el mandatario ha dicho dos frases que se condicen sus intervenciones en estos nueve meses sobre los últimos treinta y siete años de la historia reciente y de la propia derecha: "con altura de miras y respetando la verdad" y "Acusaciones obedecen a estrategia vieja y miserable: 'miente, miente, que algo queda'". A lo anterior, está el hecho de que Piñera tiene la pretensión de fundar una nueva derecha junto a base de mentiras y tergiversaciones tal cual hizo en la entrevista al diario ‘El País’: “Estamos construyendo una nueva derecha en nuestro país, muy alejada de los totalitarismos y de los atropellos a los derechos humanos, y muy comprometida con la libertad y con el futuro”. La vieja derecha formada por el Partido Nacional, de los cuales muchos de sus militantes entraron a formar en el nuevo referente, Renovacional Nacional se opusieron al totalitarismo de la Unidad Popular. Fue la izquierda la que abrazo el totalitarismo y violó los derechos humanos tal como dice el Acuerdo de la Cámara de Diputados. Cuando habla de los ‘derechos humanos’, intenta desacreditar la lucha contra el terrorismo y lo habla desde la izquierda. Para él, los terroristas no violan los DD.HH., de ahí que le haya otorgado facultades al primer presidente de la Concertación para indultar terroristas en el momento en que fue senador. Además, el Gobierno de Piñera le sigue violando a los derechos humanos al no respetar el Estado de Derecho y la igualdad ante la ley a los militares presos. No deja de hacerles guiños a la Concertación, por ejemplo, en el momento en que le entregaron el informe de PNUB, dijo : “Veo a Alejandro Foxley y me recuerdo estas conversaciones a comienzos de la década de los 90, cuando a él le tocó la responsabilidad de ser el primer ministro de Hacienda de la nueva democracia. Y recuerdo muy bien lo que Alejandro planteaba, que había ese doble compromiso: por una parte, fortalecer el desarrollo y, por otra parte, fortalecer la igualdad y la lucha contra la pobreza”. Y agregó: “se hizo la primera reforma tributaria y la primera reforma laboral, que se hicieron con consenso, con acuerdos. Y tal vez eso explica en gran medida el éxito que tuvo el Gobierno del Presidente Aylwin y el Ministerio del ministro Foxley. Y también lo que ocurrió durante los primeros 20 años de nuestro país”. ¡Un ‘liberal’ alabando los impuestos!

Volviendo a la entrevista al diario ‘El País’, Piñera no dice nada nuevo que aquellos que desprecian a hayan hecho: “Que el centro-derecha sea fiel a sus convicciones profundas: un compromiso con los tres pilares básicos: primero, un sistema político estable con una democracia de verdad, con Estado de derecho, alternancia en el poder, respeto a los derechos humanos, libertad de expresión. Segundo, una economía de mercado, libre, abierta, competitiva, integrada en el mundo; y tercero, un sistema social en el que el Estado asegure a todos un mínimo consistente con la dignidad humana”. Piñera habla como si los de la derecha fuesen cavernícolas hasta que llegó él. La vieja derecha que hubo hasta al 11 de septiembre era liberal en lo político y mercantilista en lo económico. Quien trajo la democracia, le respeto los derechos humanos, abrió Chile al mundo e hizo la economía más competitiva fueron los militares. Ahora hay que pasar a otra etapa en la economía.

¿Cuáles son los rasgos de la nueva derecha o ‘piñerista’? Cobardía para enfrentarse a la izquierda ante el tema de los derechos humanos y la propia historia del país, subir los impuestos, aumentar la burocracia y las regulaciones. Además de guiarse por las encuestas. Un bloguero en la última Gonzalo Rojas retrata bien la derecha piñerista: “El Piñerismo un día es UDI, otro PPD, otro comunista marxista, y al siguiente Radical o DC (la mayor de las veces) para al lunes siguiente disfrazarse de RN y así sucesivamente. Como el camaleón, cambia de color según la ocasión y según la encuesta que viene”.Otro rasgo de ese nueva derecha es que los del sector liberal o centro derecha se ufanan a debatir cualquier tema, con el pretexto de censurar a los que piensan distintos de ellos. Así se vio en la campaña por el tema homosexual, cuando censuraron al investigador de instituto Libertad y Desarrollo, Hernán Büchi por criticar las políticas socialistas del Gobierno apenas instalado. Los que piensas distintos de ellos son retrógrados y talibanes. Esa derecha que se dice ser abierta se comporta como taliban, al no aceptar las diferencias dentro de sector. La derecha monolítica está en la centro derecha. Lo que estamos viendo es el resultado de la entrevista que le hicieron al recién ministro de Interior, Hinzpeter en la revista ‘Que pasa’: “Me obsesioné con que nuestro jingle fuera con charangos, con quenas, "tráiganme una canción de Illapu o Quilapayún". Sostuve que era clave izquierdizar nuestra campaña. Creí y creo que era fundamental que tomáramos las banderas de lucha y planteamientos de la Concertación”. Por esas razones, los derechistas autoflagelantes han denominado el ‘V de la Concertación’ o ‘el cuarto de la DC’. Y la última tontería es la propuesta del senador Longuiera de llamarse ‘derecha progresista’, cosa que en cualquier sitio liberal o conservador desprecian la palabra ‘la filosofía progresista’. Por cierto, no el progreso.

Con todo, me asombra encontrar declaraciones honestas del otro lado. Así, la española del think tank de izquierda, Chile 21, María Fernández de la Vega escribió : “Alguna razón tiene la UDI cuando reclama los créditos por impulsar un verdadero "parteaguas": una derecha que decidió internarse en territorios de los otrora cordones industriales de la UP”. Piñera nunca lo va reconocer, pues es muy orgulloso para admitirlo. Otras declaraciones, por el contrario, me dejan perplejos, como la última columna del DC Jorge Navarrete : “en el espacio que me concede la oposición, observo con interés y empatía lo que ellos representan: una derecha joven, apasionada, culta y, por sobre todo, más sobria”. ¿Qué diablos quiere decir ‘joven’, como si nunca hubiesen sido jóvenes, ‘apasionada’, si los que defienden con pasión, este mismo señor los tilda ideologizado, y ‘culta’, como si nunca hubiesen leído? Una persona culta es para mí, el bloguero Ciro Cárdenas, quien tiene claridad y pasión que les falta los Allamand, Longuiera, Hinzpeter y el propio presidente. Naturalmente, el monopolio de la cultura pertenece a la izquierda.

Por última, la nueva derecha instalada en el Gobierno carece de humanidad y corazón, pues una vez más, el presidente Piñera junto con su ministro de Justicia, Felipe Bulnes le niega a el indulto a un militar. Esta vez al ex capitán de carabinero Guillermo Cofré Silva encerrado en Punta Peuco, a pesar de que tiene cáncer terminal. El ministro lo considera un peligro para la sociedad un ser humano postrado en la cama. Y así se queja, el propio ministro de Justicia del hacinamiento en las cárceles. Si lo indultan, se acaba ‘la unidad nacional’, porque el actual Gobierno le teme a las jaurías de la izquierda.

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lunes, noviembre 01, 2010

Barak Obama y el comercio con América Latina



Cuando han pasado dos años y medios de la administración del presidente norteamericano Barak Obama, cabe preguntarse qué ha hecho para fortalecer el comercio entre los Estados Unidos y América Latina. Después de todo, cuando salió electo el nuevo mandatario, la mayoría de los gobernantes de América Latina reunidos en la V Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago, en Puerto España, les faltó que se les cayera la baba ante Obama. En esa ocasión, Bachelet estuvo sentada al lado del flamante mandatario. En esa cumbre, el recién electo presidente dijo : “el nuevo enfoque que anuncia en el hemisferio occidental el amanecer de un nuevo y mejor día”. Y agregó: “Esto no es beneficencia. Déjenme ser claro: juntos podemos echar cimientos más amplios de prosperidad, que construyan nuevos mercados y alimenten un nuevo crecimiento en el hemisferio, porque nuestras economías están entrelazadas”.

Además, se vienen encima las elecciones legislativas el 2 de noviembre en el Congreso norteamericano. Naturalmente, como dicen los entendidos, el gobierno Obama tomará pulso.

Ahora, volviendo al punto. ¿Qué ha hecho Obama por América Latina? Pues, parece que nada.

No hay que olvidar que, cuando fue senador se opuso al Tratado de Libre Comercio con Colombia, bajo el pretexto de que no se respetaban los derechos humanos (de los terroristas del FARC) y de las condiciones laborales. En el 2008, mientras se presentaba como candidato presidencial afirmó sobre el país de Gabriel García Márquez : “La violencia contra los sindicatos en Colombia ridiculizaría las mismas protecciones laborales que hemos insistido se incluyan en ese tipo de acuerdos”. Ahora en el 2010, al reunirse con el nuevo mandatario colombiano, Juan Manuel Santos hablaron del TLCs. Pura habla, mas nada de acción.

Cuando fue senador se opuso a los tratados de libre comercio, ahora espera que el Congreso ratifiqué los acuerdos con Colombia y Panamá, respectivamente.

Votó contra el Cafta (TLC con Centro América) y le puso restricciones arancelarias al etanol brasileño.

Lo más divertido es que encontré el siguiente la noticia , mientras buscaba material para escribir este artículo del 19/10/2010: “Duda Obama si republicanos impulsarán comercio con América Latina”. El presidente norteamericano afirmó: “No me queda claro si el Partido Republicano de hoy va a tener la misma actitud que la que tuvieron en los 90, de modo que creo que es muy temprano anticiparse”. Por esa razón, en google aparece “es muy pronto para saber futuro de TLC con Colombia y Panamá”.

Algo que no sabía, es que la actual administración sigue prohibiendo que circulen camiones mejicanos por las autopistas estadounidenses, con lo cual viola el acuerdo de libre comercio entre los Estados Unidos y Méjico.

Asimismo, ha tomado medidas proteccionistas como la cláusula Buy American, que su propio partido exigía para estimular la economía. Ni siquiera me creo el cuento cuando veo un sitio chileno la leyenda: “Compre productos chilenos por buenos”. Eso lo sabré yo, por mucho chileno que sea, si el producto es malo, no lo compro.

Por su parte, a los latinoamericanos les preocupa más la buena imagen que tiene el presidente americano que incrementar sus lazos comerciales con ese país. Ya se olvidaron de las palabras de Obama en la Cumbre en Puerto España hace dos años y tanto: “juntos podemos echar cimientos más amplios de prosperidad, que construyan nuevos mercados”.

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