The Company y Cheyre
Viendo una serie sobre la CIA en el canal HBO, titulada ‘The Company’, la izquierda quiere negar sus nexos con el totalitarismo, como si fuese una trivialidad. Esa serie aborda la vida de espías y contra espías entre 1950 y 1995, con todas las apariencias y traiciones. En ese serie que yo creí que era una simple película, actúan Michael Keaton y Alfred Molina entre otros. Los socialistas de la CIA que trabajan la URRS, al final quedan desengañados con el sistema.
Chile fue un campo de batalla más de la Guerra Fría, lo que no significa ingenuidad de una de la partes. De hecho, Allende fue agente de la KGB. La izquierda se alió al bloque socialista y perdió. No se trata decir, después de la guerra, que nunca se creyeron el socialismo y que fueron ‘críticos’. Estuvo en el lado equivocado y no lo reconocen.
Hace exactamente una semana y un día, el ex general de Ejército, Juan Emilio Cheyre vertió unas declaraciones en el diario ‘La Segunda’. Es un buen ejemplo de que todos somos generales, después de la batalla. Cheyre no repara que Chile fue un campo de batalla más entre el totalitarismo y la democracia liberal, y que un sector usó la violencia con plena lucidez de lo que hacía.
Lo que llama la atención de la entrevista es, por ejemplo, la frase: "La clase política no ha asumido su responsabilidad". ¿Responsabilidad de la violencia política? La responsabilidad “deben ser entendidas por esa clase política que incluso las llevó a actuar en los hechos del pasado". Según Cheyre, la Unidad Popular había que dejarla ser, esto es, que los grupos paramilitares de izquierda hicieran lo que quisieran, mientras las personas decentes y trabajadoras debían someterse a la esclavitud. Los diputados que redactaron el ‘Acuerdo de la Cámara de Diputados de agosto de 1973’ y las críticas del Poder Judicial al Ejecutivo eran puras leseras. No le bastó el ‘mea culpa’ de la Derecha, después del ilícito Informe Valech, o el perdón extemporáneo de Joaquín Lavín. Y sin embargo, quienes violentaron la sociedad republicana no se arrepienten de nada, sino que festejan la Unidad Popular cuando pueden.
La responsabilidad estriba en no encontrarle una salida política a los militares, cosa que si tuvieron los terroristas a través de diversos indultos.
Luego agrega: “falta de voluntad política para enfrentar un tema de indudable complejidad ética y jurídica; existencia de grupos de presión que hacen prevalecer por sobre "la verdad y justicia", el "ni perdón ni olvido" que en el fondo es venganza;”. ¡Tan cándido! Si la otrora ex ministra de Defensa y actual Presidente de la República, Michelle Bachelet comparte la frase ‘ni perdón ni olvido’. ¿O esperaba que el alacrán le respetara la vida?
Luego se queja de la figura del ‘secuestro permanente’, de que no se les concede beneficios carcelarios, o que a los terrorista que tienen una enfermedad se les concede beneficios, y no a los militares, como ocurrió durante el mandato de Lagos. Según él, el Ejército no puede exigir que se cumplan determinadas leyes, porque ello lo convierte en actor. Si el Ejército no defiende a sus hombres, ¿Lo hará el actual ministro de Defensa, un ex terrorista? La tarea de un ministro de Defensa es velar por los hombres en servicio activo y los pasivos, cosa que para éstos involucrados en la lucha contra el terrorismo, se les niega la sal y el aceite.
Cheyre afirma: “el terrorismo de Estado terminó”. ¿Cheyre habrá leído ‘Chile Escoge La Libertad’, donde el historiador Gonzalo Rojas Sánchez muestra que Pinochet estaba preocupado por los detenidos? Se le olvida al ex general que las Fuerzas Armadas en la década del sesenta fueron entrenadas para enfrentar a la guerrilla o insurgencia, como más de una vez ha recordado el abogado Valentín Ferrada. De hecho, el ex Presidente Eduardo Frei Montalva asistió a ejercicios. La clase política aprobó ese tipo de entrenamiento. O sea enfrentar el terrorismo del Mir, de Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y del grupo Lautaro es realizar terrorismo del Estado. Entonces, ¿cómo se lucha contra el terrorismo? ¿Nos lo puede decir el estratega Cheyre? Y antes había dicho: “Nunca se pretendió exculparlos”. Cheyre probablemente cree que hubo una política sistemática de tortura y de exterminio hacia un grupo. O sea le cree todo lo que le dice la izquierda.
Para el ex general de Ejército, los terroristas no violaron los Derechos Humanos cuando asesinaban o ponían bombas, pues solamente lo hicieron aquellos que se enfrentaron con los terroristas.
Para alguien que es profesor de una prestigiosa universidad, estas palabras dejan mucho que desear: "Yo no voy a entrar en eso de si el indulto a los lautaristas fue bien o mal entregado". Y eso que es un analista de asuntos internacionales. Le convendría trabajar en el programa de TV ‘Canal Copano’ .
También la venganza se da el negarle un capellán católico, el negarle la libertad vigilada, la prescripción, la Ley de Amnistía que benefició a muchos izquierdistas, el debido proceso, la cosa juzgada y el negarle la visita de conocidos a los militares por parte de Gendarmería, como lo hace ver el periodista Fernando Martínez Collins . Todos esos actos, al fin y al cabo, son actos de matones. Y luego el político de izquierda se queja después que recibe un puñetazo en la cara.
Al ex general Cheyre le recomendaría que leyera ‘Una Casa Dividida’ de José Piñera, los estudios de la historiadora Arancibia Clavel sobre la UP, ‘Pinochet: Una verdad Incómoda’ de Mario Spataro y, por último, le recomendaría que fuese al lanzamiento del libro “La Verdad Olvidada del Terrorismo en Chile” (1968 – 1996), libro publicó el cuerpo de generales en retiro, el próximo 28 de noviembre.
Volviendo a la serie, me quedó con las palabras del personaje de Alfred Molina, Harvey Torriti (conocido como El Hechicero ’The Sorcerer’), el cual dice que ellos estaban en la primera línea de combate, defendiendo a la civilización de los godos, o algo así. Y agrega, que unos eran los buenos y otros los malos. Y los malos perdieron. Las palabras de Torriti lo confirman las palabras del guerrillero argentino Jorge Massetti: "Hoy puedo afirmar que por suerte no obtuvimos la victoria, porque de haber sido así, teniendo en cuenta nuestra formación y el grado de dependencia con Cuba, hubiéramos ahogado el continente en una barbarie generalizada. Una de nuestras consignas era hacer de la cordillera de Los Andes la Sierra Maestra de América Latina, donde, primero hubiéramos fusilado a los militares, después a los opositores, y luego a los compañeros que se opusieran a nuestro autoritarismo".
Etiquetas: Juan Emilio Cheyre, Terrorismo, Totalitarismo