lunes, septiembre 25, 2006

Hablemos como la izquierda II


"Al parecer la única forma de relacionarse con la izquierda, consiste en mostrar de vez en cuando los colmillos como los perros o lobos, o bien las garras como los gatos o tigres. No significa ver al otro como un enemigo, simplemente se trata de mantenerlo a distancia".Eso fue lo que escribí la semana pasada. Fueron palabras duras, cortantes como el filo de una navaja. Bueno así como se expresa la izquierda. Y luego preguntan para sacarse toda resposabilidad: ¿Cómo ocurrió esto o aquello?

Ahora bien, en qué momento o circunstancia hay mostrar las garras como los tigres o los colmillos como los lobos o perros, es precisamente cuando moraliza y miente. No significa que a un amigo de izquierda lo voy a trata mal. Al contrario, si viene a casa, seré un buen anfitrión. Como dice el refrán: "Lo cortés con no quita lo valiente".

Cuando la derecha habla como la izquierda, ésta se horroriza. Por ejemplo, durante el gobierno militar algunos de derecha decían: "Un comunista bueno es un comunista muerto". Sin embargo, durante la Unidad Popular los terroristas del Mir, decían: "Momios al colchón, momios al paredón". En esa oportunidad la intelligensia de la UP, como Moulián, la terrorista Zerán y ex directora de la revista ‘Rocinante’, los Garretón (me refiero al sociólogo), los Bruner y los Maira no lo encontraban repugnante.

¿Para qué los líderes de la Derecha caen en la trampa de pedir perdón, hacer ‘mea culpa’ y decir ‘nunca más’, si la Izquierda cada vez que recuerda a Allende (la versión de Chávez a la chilena) justifica todos los abusos de poder, como si hubiesen contado con un gobierno de mayoría, como si los chilenos hubiesemos sido felices? ¿Cree Ricardo Lagos que con decir "el gobierno de la UP fue malo" un grupo de chilenos estará contento? Ricardo Lagos fue el que obligó a pedir perdón. Desde entonces, vemos un espectáculo parecido a los procesos de Moscú, de la década del 30. El que pidan perdón o digan ‘Nunca Más’ a los políticos de la Concertación le importará un pepino. Si Lavín se presenta u otro candidato a la presidencia, la Concertación empleará toda su maquinaria comunicacional para desprestigiarlo. Después de todo, ellos saben que mienten. Tanto mienten que se creen sus mentiras. De los democristianos chilenos puedo decir solamente que ellos se mueven a donde calienta el sol. Por eso avalan las mentiras de la izquierda.

Dicen que Allende era demócratico. Con un cercano de Allende dice: "Tras ver Cuba, Allende pensó que podía acortar el camino. Pero la verdad es que se apartó de la tradición chilena... No cabe ninguna duda que el gobierno de la Unidad Popular fue un desastre que nos llevó a la guerra civil" (Claudio Véliz, historiador, "El Mercurio", 28 de noviembre, 1999)." Claudio Véliz era amigo de Allende. Luego el responsable son los militares que están condenados en el Penal Cordillera y no la izquierda, a quiene se lo demoniza y se los hace responsables de la violencia política iniciada por la izquierda entre 1967 y 1973.

Hace como un año y medio para las elecciones de consejales y alcandes, dos personas del Partido Por la Democracia (PPD) y en la época de la Unidad Popular eran del Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU), que se declaró marxista-leninista, me dijeron cosas que yo se lo había escuchado al dictador. El primero es el señor Adolfo Tannenbaun, ingeniero comercial y contador auditor, y primer seremi de Transporte de la V Región, durante el primer gobierno de la Concertación. Tannenbaun me dijo: "La caída de Allende se adelantó a la de la Unión Soviética". Estaba asombrado. No lo podía creer. Digno de Rypley. El otro señor, que es un funcionario de la municipalidad de Viña del Mar, Alejandro Rojas, me dijo: "Queríamos instalar una dictadura cubana. Perdimos. Ahora seríamos pobres". Cabe señalar que ambas confidencias fueron realizadas en dos reuniones, en la que no estaba ni el uno ni el otro a la vez.

Niegan la existencia de terroristas o guerrilleros durante la Unidad Popular. Sin embargo, los propios uruguayos se encargan de desmentirlo: "El modelo insurrecional bolchevique de 1917, con obreros armados hasta los dientes, saliendo de las fábricas pero también con unidades enteras de la marina y el ejército compuesta por campesinos y soldados que se ponían del lado popular, dominaba el pensamiento "estratégico" de los principales dirigentes"."..., el Tancazo sirvió para medir la resistencia previsible".Como se ve solamente la izquierda puede hacer insurrecciones.El mismo libro que he citado, dice: "Se crea la Junta Coordinación Revolucionaria entre el Mir chileno, el ELN boliviano, el PRT argentino y el MNL uruguayo. Se fundan y comienzan a funcionar en Chile una aplastante "escuala de cuadros" internacional." ("Chile Roto, Uruguayos el día del Golpe en Chile", Ediciones Lom). Los propios terroristas uruguayos confirman las OLAS que presidía Salvador Allende, para imponer dictaduras comunistas en América Latina. Ahora tenemos la cumbre de terroristas para fines de octubre.

Nos hablan de la Unidad Popular como si hubiese sido el gobierno de todos los chilenos. Observése lo que escribe Rodrigo Atria: "¿Cómo nos hubiésemos comportado de haber sido las cosas al revés, es decir, nosotros subiendo las escaleras del Palacio de Invierno en un golpe revolucionario para desalojar al antiguo régimen y no ellos bombardeando el Palacio de la Moneda para arrancar a Allende, y a nosotros, del Gobierno de Chile". (La negrilla es mía).
No hay que olvidar que Allende dijo que su gobierno no era de todos los chilenos.

En fin, la propia izquierda se encarga de desmentir sus mentiras stalinista y orwelianas.
Ahora bien, si a ellos le gusta demonizar a un grupo de chilenos, yo tendré que hacer lo mismo con los de la UP. Gracias a las personas que demonizan como Contreras yo vivo en un país libre, no gracias a Ricardo Lagos o la Democracia Cristiana. Contreras no es el monstruo, sino que los demonios que practicaron la violencia revolucionaria entre 1967 y 1973 y que fueron vencidos con las mismas estrategias de la izquierda.

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lunes, septiembre 18, 2006

Hablemos como la izquierda

Aun cuando estemos en Fiesta Patrias, lo que significa que los chilenos debemos estar unidos. Con todo, siguen las discusiones de hace 33 años. Solamente un sector de la política le exige al otro disculpa, mientras el otro tiene que ceder. Así vemos a la Izquierda exigiendo un ‘nunca más’, un ‘mea culpa’, etc., a la Derecha. La izquierda no se arrepiente de nada, mas parece que su vida carece de sentido, después del retorno a la democracia. De hecho, al Partido Socialista no le gustó la administración de Ricardo Lagos, ni menos al bloque PPD-PS-PRSD le va gustar Bachelet, cuando termine con un bajo crecimiento y la misma cesantía que hay ahora. Desde luego, los culpables van ser los poderes económicos y la derecha, y no las malas leyes de la Concertación.

La izquierda (Democristianos y socialistas) e incluso algunos liberales (Lucas Sierra y el CEP) de derecha también le exigen a sus colegas un ‘mea culpa’ de actos de los cuales no fueron responsables. Después de la batalla, todos son generales. También el CEP omite el Acuerdo de la Cámara. En efecto, cometieron el peor delito, a saber, haber levantado el país de las ruinas en que le dejó la Unidad Popular. Lo más interesante es que los intelectuales ‘progresistas’ como Carlos Peña, el filósofo Max Colodoro, el sociólogo Manuel Antonio Carretón, una y otra vez se empeñan en comparar el régimen autoritario, que lo era, con un régimen totalitario como el nazi. ¿Por qué no lo comparan el paraíso socialista de la Unión Soviética o Cuba? Los intelectuales de izquierda hacen tabula rasa, esto es, borrón y cuenta nueva, como si nunca hubiese existido el socialismo en el siglo XX. Entonces viene la comparación odiosa de equiparar Villa Grimaldi u otro lugar de detención con un Campo de Concentración Nazi. ¿Por qué se saltan los Gulag? Por tanto, quienes levantaron el país debe sentir vergüenza, porque ellos a igual que a los alemanes no sabía lo que pasaba.

Los intelectuales de izquierda le atribuyen a la derecha perder las elecciones presidenciales a su ausencia de arrepentimiento. Yo creo que la derecha pierde por otras razones.

La izquierda no se avergüenza de nada, ni de los tres años de la Unidad Popular. Para ellos la violencia política surgió de la nada, de ese modo se quitan toda responsabilidad. Por eso, es frecuente escuchar a políticos como a intelectuales un cierto asombro por la violencia de los militares. ¿Los militares perdieron el control? ¿Cómo pudo ocurrir el 11 chileno? ¿En Chile nunca debió haber pasado? Los mismos que admiraban como un acto romántico el cañoneo del acorazado “Aurora” sobre el Palacio de Invierno, se desploman por el bombardeo a La Moneda. ¿Cuándo ha habido una revuelta sin sangre en la historia humana? Más aún, para sacarse toda responsabilidad dicen: “Todos fuimos culpables”. Es lo mismo que decir: “Nadie es culpable”, como le hace ver el escritor cubano Arnoldo Águila a Tomás Moulian. Está claro como el agua quién es el responsable: la izquierda.

La izquierda es como esas personas adultas que le culpan de sus males a sus padres o abuelos, porque era bueno para el cigarrillo o la bebida, etc. Siendo adultos nunca asumen su responsabilidad. Así tenemos los siguientes subterfugios:
- La sociedad chilena no estaba preparada a tan grandes cambios. ¿Qué cambios? ¿Más estado? De hecho, ninguna sociedad los aguantó, partiendo con la rebelión de Cronstand contra el régimen comunista.
- La izquierda tuvo una conducta inmadura debido al marxismo (Aldo Valle del PPD). ¡Nunca salen de la edad del pavo!
- Allende es el Balmaceda del siglo XX. Otra típica deformación, para olvidar que Allende apoyaba las dictaduras comunistas.
- La CIA es la responsable de la caída de Allende. Sin embargo, la inflación, la fijación de precios, las tomas ilegales de fábricas y fundos, y la violencia en las calles. En fin, como dice Alvaro Bardón una sociedad que vive en paro, no produce, ni trabaja, emite billetes a destajo y está al borde de la guerra civil, obviamente, la economía se va desplomar, como ocurrió en la UP. El ministro de educación omite en los textos de historia, las consecuencias de la política económica de la Unidad Popular. En ese ámbito la CIA no jugo ningún papel. La UP se ahogó en su propio vaso o se puso la soga en el cuello y se la jalo. Y siguen la causa primera es la CIA. El Estado manejaba el 70% del PIB hacia 1970.
- La Cámara de Diputados se excedió en sus atributos (José Antonio Viera Gallo, subsecretario de Justicia de Allende). ¡Es el colmo de la sinvergüenza! También se excedió la Controlaría y la Corte Suprema.
- Todo era retórica. Esa es la que más le gusta repetir.

Yo le llamo a esas explicaciones circunstancias atenuantes, como en las novelas de Fedor Dostoievski, en que el criminal le rebajan la pena por haber hecho una buena conducta, mientras cometía una fechoría. Si alguien conoce otra circunstancia atenuante, me gustaría que la mencionara.

La izquierda es responsable de haber militarizado la política, ya que les gustaba el uniforme verde oliva del “Che” y de Fidel, por una parte. Por otra parte, de haber introducido el concepto de enemigo, pues como dice el Vigésimo Segundo Congreso general del Partido Socialista de Chile, de Chillán, en 1967:


“2. La violencia revolucionaria es inevitable y legítima. Resulta necesariamente del carácter represivo y armado del estado de clase. Constituye la única vía que conduce a la toma del poder político y económico y a su ulterior defensa y fortalecimiento. Sólo destruyendo el aparato burocrático y militar del estado burgués, puede consolidarse la revolución socialista.
3. Las formas pacíficas o legales de lucha (reivindicativas, ideológicas, electorales, etc.) no conducen por sí mismas al poder. El Partido Socialista las considera como instrumentos limitados de acción, incorporados al proceso político que nos lleva a la lucha armada. Consecuencialmente, las alianzas que el partido establezca sólo se justifican en la medida en que contribuyen a la realización de los objetivos estratégicos ya precisados.

El enemigo era la burguesía (la clase media baja, alta y la clase alta), o sea, el 70% de la población del país.
La izquierda, asimismo, es responsable de haber introducido la violencia política, para imponer una dictadura comunista. Naturalmente, si alguien dice que va emplear la violencia, el otro se va a defender o empleará las mismas estrategias de su enemigo.
La izquierda, como consecuencia de lo anterior, es responsable de haber introducido el odio en la convivencia política, odio que los devoró después.
Y esa violencia condujo a que se tortura, flagela y violaran los derechos humanos durante la Unidad Popular, como dice el Acuerdo de la Cámara de Diputados de agosto de 1973. Algunos diputados igual se lavan las manos, porque según ellos interpretaron mal el Acuerdo. Otros generales después de la batalla.

A la izquierda hay que recordarle que ellos fueron colaboracionista de una de las ideologías más sangrientas de la historia, que costó la vida a 100 millones de seres humanos. ¿Los exiliados chilenos detrás de la Cortina de Hierro no sabían que la Stasi o la KGB torturaban y que había campos de concentración en Cuba y la URSS? ¿Bachelet nunca escuchó hablar de la Stasi? ¿No sabía lo que hacía la Stasi?
Por las razones antes expuestas, la izquierda debe pedir perdón, hacer una ‘mea culpa’ y decir un ‘nunca más’.

Al parecer la única forma de relacionarse con la izquierda, consiste en mostrar de vez en cuando los colmillos como los perros o lobos, o bien las garras como los gatos o tigres. No significa ver al otro como un enemigo, simplemente se trata de mantenerlo a distancia. Y si a la izquierda se le dice esas razones como yo lo hice primero en la universidad, recordándole a Víctor Farías si todos aquellos que apoyaron la URSS, eran responsables de los crímenes del comunismo y luego en el diario “La Tercera”, la izquierda no mostrará sus dientes, ni tendrán ningún argumento. Así la izquierda no se ufanará de una supuesta superioridad moral de la cual hace gala. Lo importante es mantenerse firme en la posición.

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lunes, septiembre 11, 2006

Mentirosos compulsivos

Debido a que no contamos con estadistas en nuestra clase política, que terminen la división; aunque con menos grado, pero con división, creo oportuno repetir explicaciones clichés de nuestro 11. No soporto los mentirosos compulsivos de la Concertación.Todos quieren ser generales después de la batalla.

A la Presidenta Michelle Bachelet hay que recordarle que el sector que inició la violencia política fue el Partido Socialista, de la cual es militante y el grupo terrorista Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). El Partido Socialista en los famosos Congresos de Chillán y de Linares, por el año 1967 resolvieron tomar el vía armada, para imponer una dictadura comunista. De igual manera, les acompañó el Mir. Ambos creían que por la violencia se llega al socialismo. La violencia es la partera de la historia.

El modelo de esa generación era el revolucionario, una suerte de superhombre nietszcheano que está más allá del bien y del mal, para el cual las leyes eran un “fetichismo legal”. Por tanto, también la Convención de Ginebra.

Hay que recordarles a Bachelet como al ex Presidente Ricardo Lagos, el Acuerdo de la Cámara de Diputados de agosto de 1973, en que afirma que el Gobierno de la Unidad Popular había caído en la ilegalidad. Además, acusaba al gobierno de practicar la flagelación y la tortura. Por esa razón, la izquierda no desea que en esas comisiones de hombres buenos (Rettig y Valech) investigue el periodo que va desde 1967 a 1973. Período en la cual la izquierda practicó el terrorismo, la tortura y llevó el país a la odiosidad. Odio que todavía no termina.

Además, la izquierda traicionó el país al alinearse al totalitarismo comunista. Ellos hay que decirlo fuerte, son los traidores comenzando por el Presidente Salvador Allende, quienes traicionaron la República.

A la izquierda le gusta hablar de insurreción si y solo si son los únicos en hacerla. Por eso un conocido sociologo de la izquierda chilena, Tomás Moulian en su libro “El socialismo en el siglo XXI” habla de insurección para referirse al golpe de estado, cometido en Rusia, o bien habla de las condiciones subjetivas del “Che” Guevara u objetivas de Lenin, para justificar la insurrección terrorista de izquierda en la década del 60 y 70, del siglo pasado. En cambio, cuando es el otro lado, hablan de contra-revolución. Escriben cosas como ésta: “Los uruguayos veían con sus propios ojos una insurección de la burguesía....,llevaban adelante sabotajes, lucha armada, desfiles paramilitares, grescas callejeras, brigadas armadas de autodefensa y abastecimiento en los barrios ricos".
"Dentro de esa “insurección”, el tremendo papel del desabastecimiento” (“Chile Roto, Uruguayos el día del Golpe en Chile”, Ediciones Lom).
Otra cita: “El modelo insurrecional bolchevique de 1917, con obreros armados hasta los dientes, saliendo de las fábricas pero también con unidades enteras de la marina y el ejército compuesta por campesinos y soldados que se ponían del lado popular, dominaba el pensamiento “estratégico” de los principales dirigentes”.
“..., el Tancazo sirvió para medir la resistencia previsible”.
Como se ve solamente la izquierda puede hacer insurrecciones.
El mismo libro que he citado, dice: “Se crea la Junta Coordinación Revolucionaria entre el Mir chileno, el ELN boliviano, el PRT argentino y el MNL uruguayo. Se fundan y comienzan a funcionar en Chile una aplastante “escuala de cuadros” internacional.”

Me extraña la declaración de Bachelet: Nadie tiene derecho a atentar contra La Moneda". Sin embargo, si hace 33 años en La Moneda hubiese estado alguien de derecha, ellos se habrían tomado la casa de gobierno, como los comunistas se tomaron el Palacio de Invierno, tal como lo dejo entrever el novelista y poeta Rodrigo Atria en su novela “Es tiempo ya”.
Atria dice: “¿Cómo nos hubiésemos comportado de haber sido las cosas al revés, es decir, nosotros subiendo las escaleras del Palacio de Invierno en un golpe revolucionario para desalojar al antiguo régimen y no ellos bombardeando el Palacio de la Moneda para arrancar a Allende, y a nosotros, del Gobierno de Chile”.

La izquierda no recuperó la democracia y la libertad, sino aquellos que denigran y que son objetos de escarnio. Presidenta no siga mitiendo. Esta democracia es mejor la que anterior, porque tenemos libertad económica y la propiedad privada están resguardas por la Constitución. Dos bases fundamentales de la democracia liberal.

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lunes, septiembre 04, 2006

Comentario de Libro: Murray N. Rothbard


En Chile la izquierda monopoliza el concepto libertario. Así, durante la campaña presidencial un dirigente de la centro izquierda decía que Bachelet había sido libertaria en su juventud, esto es, cuando apoyaba proyectos totalitarios donde el estado o, mejor dicho, los dirigentes políticos a través del estado querían apropiarse de todos los medios de producción. También libertario como han observado algunos bloggeros chilenos, la izquierda lo asocia con el uso indiscriminado de la violencia. Y por último, cuando la izquierda usa el concepto libertario lo asocia a criticar el capital. En la calle donde yo trabajo hay un grafitti que dice: “Organización libertaria contra el capital”. Primero que nada, la persona que escribió ese graffiti no es libertaria, porque no respeta la propiedad privada. Y segundo, tampoco que ser libertaria se ataca el capital, ya que éste forma parte de la propiedad del individuo.

Ahora bien, ¿Qué se entiende por libertario? ¿En las categorías izquierda y derecha dónde queda ubicado? ¿Qué piensan los libertario sobre la educación, el estado, el medio ambiente, el asistencialismo, el servicio militar, el aborto, los polícias y tribunales, el estado de bienestar, la guerra y la ecología?

Pues bien, el pensador norteamericano Murray N. Rothbard intentan responder esas preguntas desde la óptica libertaria en su libro “Hacia una nueva libertad: El Manifiesto Libertario”, fue publicado en 1973.

Rothbard remonta la corriente libertaria a John Locke y a los Whigs del siglo XVIII. Rothbard dice: “El Estado, en suma, quedaría muy reducido, con un presupuesto bajo, casí ínfimo. Los liberales clásicos nunca desarrollaron una teoría de la tributación, pero combatía con fiereza cada aumento de impuesto...”. Ellos separaban la Iglesia del Estado, la economía del Estado, la separación de la expresión y la prensa del estado. En fin, “se trataba de separar el Estado prácticamente de todo”. Además, nos dice Rothbard que la Declaración de Independencia de los Estados Unidos se inspira en Locke, por cuanto es tarea del gobierno defender los derechos naturales de cada individuo sobre su persona y propiedad.

Rothbard nos recuerda que los trabajadores desde comienzos del siglo XIX hasta bien entrado el siglo XIX, apoyaban las políticas de laissez-faire y el mercado libre para mejorar sus salarios y condiciones labores.

También critica la cultura de los intelectuales laicos, que han sido formadores de opinión que para los ciudadanos obedezcan al Estado. Los intelecuales laicos remplazaron a los sacerdotes y aquéllos fueron sociólogos, economistas, historiadores, etc, que colocan importancia en adorar el Estado. Así, nos dice Rothbard que para asegurarse la opinión pública, los nuevos intelectuales quisieron tomar el control de las mentes. Por ello, instauraron la asistencia obligatoria y una red de escuelas públicas.

¿Cuál es la filosofía libertaria?
Axioma del credo libertario: “ningún hombre ni grupo de hombres puede cometer una agresión contra la persona o la propiedad de alguna otra persona.” Para Murray, “agresión es sinónimo de invasión”.
Ahora bien, para un libertario defiende los “crímines sin víctimas”, como es el caso la violaciones, en la cual el Estado acusa a la víctima de ser responsable. También apoya la pornografía, la desviación sexual y la prostitución, ya que el sexo es un asunto privado. Además, las “libertades civiles”, como la libertad de expresión. Considera la conscripción como una esclavitud como a la guerra. Según Rothbard, las consideraciones anteriores el libertario caería en la categoría de ‘izquierda’. Por otra parte, el libertario apoya el derecho a la propiedad privadaen forma irrestricta y el libre comercio. Se opone a los controles, regulaciones y subsidios. En fin el individuo tiene derecho a la propiedad privada, sin tener una depredación agresiva, como son los impuestos. Estas últimas consideraciones al libertario lo ubicarían en “la extrema derecha”. Para el libertario, el impuesto es un “robo forzado”.

Rorthbard afirma que el libertario es individualista y no igualitarista. Dice: “La única “igualdad” que defendería es la igualdad del derecho de cada hombre a la propiedad de su persona, a la propiedad de los recursos sin utilizar que ocupe y a la propiedad de otros que hayan adquirido a través de un intercambio voluntario de un obsequio”.

Como he dicho más arriba, Rothbard critica que el gobierno lo puedan manejar una casta de expertos, ya sean los planificadores, científicos, “administradores de la seguridad nacional”. Agrega: “De alguna manera, siempre se llega a la conclusión de que se debería expropiar más recursos al sector privado y asignarlos al sector “público”, o Estado, parasitario. Por lo general, el pedido del público para que produzca más recursos se expresa mediante un severo reclamo, por parte de la elite gobernante, de mayores “sacrificios” en aras de la riqueza nacional o el bienestar común. Sin embargo, de algún modo, mientras se supone que el pueblo debe sacrificarse y disminuir su “codicia materialista”, los sacrificios siempre recaen sobre él. El Estado no se sacrifica, sino que arrebata ávidamente cada vez más recursos materiales a los ciudadanos”.

Vamos a la parte práctica: “Así, en California, 1,2 millones de votantes firmaron un petitorio por la iniciativa Jarvis-Gann en la elección de 1978, una propuesta que reduciría en forma drástica y permanente los impuestos a la propiedad del 33% al 1%”. ¿Conocida la queja?.
Luego agrega, que ningún individuo tiene el privilegio de recaudar impuestos, solamente el Estado mediante coerción. El gobierno tiene el monopolio exclusivo del impuesto a la propiedad y a la ganancia.

Para los libertarios el impuesto a la renta es una forma de servidumbre voluntaria, porque se trabaja para el gobierno a cambio de nada.

Rothbard apoya el aborto. Con todo, un libertario como Álvaro Bardón se opone. Me parece débil el siguiente argumento: “¿Qué ser humano tiene el derecho de mantenerse, como parásito indeseado, dentro del cuerpo de algún otro ser humano? “ .

En materia de educación, Rothbard es partidario de la educación privada, no importa si esta sea ‘progresista’, tradicional, religiosao laica, segregada o integrada,competitiva o igualitaria, etc. A gusto del consumidor. Sostiene que sólo los que tiene habilidades y aptitudes deberían entrar a los colegios. Murray dice: “Estados Unidos fue construido por ciudadanos y líderes, muchos de los cuales recibieron poca o ninguna instrucción formal”. Lo mismo vale para la educación universitaria.
Dicho sea ded paso, critica el sistema de vouchers de Friedman, pues el subsidio trae aparejado regular y controlar. En efecto, “el gobierno no otorgará vouchers para cualquier tipo de instrucción. Como es obvio, sólo pagará de esta manera a las escuelas privadas certificadas como correctas y apropiadas para el Estado, lo cual significa un detallado control de esos establecimientos por parte del gobierno: control sobre sus planes de estudios, métodos, forma de financiamiento,etc”.

Por último, para no extenderme abordaré el tema del asistencialismo. Citaré algo que me llamó la atención sobre la Iglesia Mormona, que Rothbard pone como ejemplo de programa de bienestar privado: “Desde su organización en 1830, la Iglesia ha estimulado a sus miembros hacia el logro y el mantenimiento de su independencia económica; ha incentivado la austeridad y fomentado el establecimiento de industrias generadoras de empleo..”. Anteriormente, Rorthbard había criticado que el Estado de Bienestar creaba dependencia de los individuos hacia el Estado, y que se traspasaba a los hijos. Las personas no buscaban trabajo. El sistema privado de asistencia Mormón busca impulsar la independencia. Rothbard dice que es un sistema privado, voluntario, racional e individualista.

Para quien desee encontrar una crítica a la política exterior de los Estados Unidos, en este libro hallará razones buenos o malas y ingenuas, etc.

Murray N. Rothbard, “Hacia una nueva libertad: El Manifiesto Libertario”, Buenos Aires, Editorial Grito Sagrado, 2005.

PD: En el sitio Advocates for self-Government encontrarán celebridades libertarias norteamericanas, como Clint Eastwood, el comediante John Larroquette, los comediantes Penn & Teller, los actores Kurt Russell y Tom Selleck, músicos como Neil Peart de Rush, Frank Zappa, novelistas de misterio y ciencia ficción, hombres de negocios, economistas, filósofos y políticos como el practicante de lucha libre el Gobernador Jesse Ventura.

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