domingo, julio 21, 2019

Sebastián Piñera no es serio




Como ya saben no vote por Sebastián Piñera en la última elección presidencial a sabiendas de que caeríamos en la segunda Unidad Popular o en “Chilezuela”, o sea, Chile convertido en la Venezuela comunista que a su vez es el calco del gobierno marxista de Salvador Allende. Esto último hay que repetirlo, pues es la verdad.

 A mi medio mala espina, cuando se presentó en su primera campaña presidencial, luego hacer su promesa a los militares en retiro en el Círculo Español. A la semana siguiente o a los pocos días de ese encuentro los medios le preguntaron sobre los militares presos y no tuvo ningún problema en desdecirse de lo que había dicho a los militares. La guinda de la torta de su primer gobierno fue cerrar el penal Cordillera y llamar a los que trabajaron en el gobierno cívico militar de ‘cómplices pasivos a las violaciones a los derechos humanos’.

 Cuando fue senador él presentó una propuesta de ley amnistía.

Con todo, mucha creyó de buena fe que el hombre había madurado y que no volvería a cometer los mismos errores de su primer gobierno. Lo siento por los electores auténticos de derecha que votaron por Piñera, pues han tenido cada decepción. Lo único que hace el actual presidente de la República es irse más a la izquierda. Las decepciones se van agravando con el tiempo. Ejemplo de ello es que se supo a través de un parlamentario demócrata cristiano que hay un proyecto de reforma constitucional de quitarle a la patria potestad a los padres sobre sus hijos, para que el Estado tenga el control.

  Ahora voy a mostrar que Sebastián Piñera no es un político serio.

 Recordaran que en su primer gobierno los mapuches terroristas hicieron una huelga de hambre que conllevo cambiar la Ley Anti terroristas. En uno de sus puntos eran los delitos incendiarios. Desde que se eliminó ese delito considerado como terrorista, esos delitos aumentaron en la región de La Araucanía. Según la oposición izquierdista la ley debería tener estándares internacionales. Dudo que los países que promulgan ese tipo de leyes se basen en algo así como ISO u otros parecidos. Además, dudo que las personas que redactaron la ley anti terrorista (la original) se basaron en criterios arbitrarios tal como la hace la izquierda trata en el tema de los derechos humanos.

    Llega su segundo gobierno y Piñera llama a la oposición para cambiar de nuevo la Ley anti terroristas asignándole facultades que tenía ley original. Desde que la Concertación llego al poder esa ley le han ido cambiando, hasta el punto grotesco, bizarro y absurda que la modificación que le hicieron en el primer gobierno de Piñera, es prácticamente imposible imputar a una persona o grupo de terrorismo, a menos que haya un testigo presencial del momento en que se comete el delito. ¿Se basaron en la ONU o la OECD?

 En el primer gobierno de Piñera propuso cambiar el sistema electoral binominal haciéndose eco de las críticas que venían de la oposición y que supuestamente generaban ingobernabilidad. En aquel tiempo estaba Camila Vallejo y compañía provocando descontento artificial para cambiar el sistema económico liberal e institucional. La calidad de la educación fue solamente un pretexto para otra cosa. En esa ocasión, el Piñera en cadena nacional dijo: “El sistema electoral ya cumplió su ciclo y requiere perfeccionamientos que den mayor protagonismo a los ciudadanos y que fomente los acuerdos y la gobernabilidad del país”.

 El sistema binominal que dejo el gobierno militar tenía como objetivos fomentar acuerdos y dar gobernabilidad al país.

  Cada vez que los políticos han hablado de perfeccionar, las cosas han empeorado.

  En la primera rendición de cuentas de Sebastián Piñera de su segundo gobierno propuso bajar el número de parlamentarios. Sin embargo, en el segundo gobierno de Michelle Bachelet la oposición de ex derecha se sumó a cambiar el sistema binominal que según ellos estaba agotado.  En la actual oposición de izquierda dijeron que reducir el número de senadores y diputados era volver al sistema binominal. Ahora se quejan de la ex derecha que el actual sistema electoral no tiene representación, pues muchos parlamentarios apenas obtuvieron un 1% del electorado. O sea, la nada misma.

  Los políticos de la ex derecha en vez defender la Ley Anti terrorista y el sistema electoral, prefirieron sumarse al cambio. No saben cómo revertirlo. Los cambios ocurrieron en poco tiempo. En un gobierno hacen una cosa y cuando vuelven a ganar borran lo que hicieron en su primer gobierno. Eso no es serio. Lo mismo vale para Bachelet.




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lunes, julio 15, 2019

Verdad histórica versus memoria




  Es sabido que la izquierda chilena ha querido establecer censura con respecto a la historia reciente, ya sea con respecto a las personas que defienden el gobierno militar como fue la propuesta que tenía la diputada comunista Karol Cariola, ya sea una ley para aquellos que niegan los que ellos llaman ‘violaciones a los derechos humanos’ ocurridas en el gobierno cívico militar. Esta última la comparan a las leyes que hay en Europa sobre el negacionismo del Holocausto judío. Como se darán cuenta puse unas palabras entre comillas, porque en realidad no se violaron los derechos humanos. Para la gente de izquierda, el hecho de que los terroristas o guerrilleros hayan matado, secuestrado y puesto bombas, donde salieron muertos o heridos civiles o militares no constituye una violación a los derechos, pues los únicos que lo hacen son los agentes del Estado. Quienes sí lo hicieron, están en la izquierda. En esa misma línea de censura la cárcel a los historiadores. Habría que incluir como censura la ley de incitación al odio tal como hicieron los abogados de los derechos humanos de izquierda, cuando se presentó el documental Pinochet. Según ellos, el documental incitaba al odio, no así la ideología del Che Guevara.

Según su versión, en el gobierno militar se violaron sistemáticamente los derechos y que Salvador Allende era demócrata al estilo de los líderes de las democracias occidentales. Ambas afirmaciones son falsas. La izquierda marxista leninista quería reemplazar la democracia liberal que Chile tenía por la dictadura del proletariado o una dictadura comunista.

Cualquiera persona normal sabe que toda historia tiene dos caras de la moneda.

  Afortunadamente, el máximo tribunal del país rechazo la propuesta de la diputada comunista, quien como recordaran no tuvo problemas en viajar a Cuba y sacarse una foto con el dictador Fidel Castro junto Camila Vallejo.

  Ahora bien, sobre el caso judío. Las leyes que hay en Europa que castigan a las personas que dudan del holocausto judío son atentado a la libertad de pensamiento, y, por tanto, a la libertad de expresión. Me huele a gato encerrado. La verdad no necesita de la represión, ni de la coerción para manifestarse. La verdad no depende de los sujetos o de la subjetividad de cada uno.

  Hay que recordar que a la izquierda opositora del gobierno cívico militar era contraria al artículo 8 de la Constitución de 1980.  El ámbito de ese artículo era bastante restringido si lo comparamos con la censura que la misma izquierda quiere imponer en todos los ámbitos como lo ilustra el historiador Gonzalo Rojas en una columna.

 El mismo historiador ha denunciado desde que tengo el blog, que hasta los estudiantes de universidad ha vetado a profesores que incluyan en su bibliografía libros que hablen bien del gobierno militar.

 Lo que se les olvida a los académicos mencionados, es la letra de la canción “La alegría ya viene”, en la que se exaltaba la libertad de pensar. Si hasta los zurdos se olvidaron de ella.

  La izquierda es que la niega todo. Niegan la vía armada que ellos mismos eligieron sin miedo y sin temor escudándose hablando de la violencia política en general. Niegan que un sujeto comenzó la violencia. Así ponen en el mismo nivel aquel que usa la fuerza como legítima defensa contra la violencia.

  La izquierda es la niega que ellos quisieron instalar una dictadura comunista. De ahí el escándalo que armaron el año pasado por la muestra que hizo en el Museo de Historia, donde aparecía las palabras del general Augusto Pinochet, en que celebraba que nos hayamos liberado del comunismo.

  Para cualquiera persona normal no cuestiona el derecho defenderse. Es algo elemental de la raza humana. Pertenece a la Ley Natural. Cuando los norteamericanos realizaron la operación Bahía de los Cochinos para sacar a Fidel Castro, los cubanos comunistas tenían todo el derecho a defenderse. Del mismo modo, el gobierno militar chileno tenía todo el derecho del mundo a defenderse de los grupos terroristas que fueron entrenados en los países comunista. Puesto que son freak las personas que están en la izquierda, no les gusta que las personas en cualquier ámbito no se defiendan.

 Según el historiador británico Antony Beevor: “Ningún gobierno debería imponer una verdad histórica”. Dicho sea de paso, él es contrario a ley europea que condena a la cárcel a quienes duden del Holocausto.  Si un gobierno impone un relato, es porqué algo desea ocultar.  El historiador es conocido por sus libros Ahrhem, la batalla de los puentes 1944, Berlín 1945. La Caída, Las Ardenas 1944. La última apuesta de Hitler. En 1989 publicó un libro sobre la guerra civil española, el cual recibió comentarios como el siguiente: “Se suele decir que la historia la escriben los vencedores, pero en el caso de la guerra civil española quienes más lo han hecho han sido simpatizantes de los perdedores”.

Ese comentario lo podemos aplicar también a América Latina, luego que los militares se tomaran el poder a raíz de la guerrilla o terroristas comunistas. Basta ver que de vez en cuando los medios hablan de la Operación Cóndor ocultando la agresión de la izquierda castrista que quiso imponer gobiernos comunistas, previo un río de sangre. Están las palabras del argentino guerrillero Jorge Masetti, quien al final de su libro El Furor y el delirio escribe: “Hoy puedo afirmar que por suerte no tuvimos victoria, porque de haber sido así, teniendo en cuenta nuestra formación y el grado de dependencia de Cuba, hubiéramos ahogado el continente en una barbarie generalizada. Una de nuestras consignas era hacer de la Cordillera de los Andes la Sierra Maestra de América Latina, donde, primero hubiéramos fusilado a los militares, después a los opositores, y luego a los compañeros que se opusieran a nuestro autoritarismo”.

   La izquierda no tiene argumentos para defender sus posiciones. De ahí la censura y la violencia. De ahí su afán de imponer su visión a los demás. Si, en realidad hubiese intelectuales en ese sector, tendrían que rechazar la absurda comparación del gobierno militar con la Alemania nazi, en primer lugar. En segundo lugar, rechazar la comparación de la izquierda marxista leninista de la Unidad Popular con los judíos perseguidos por los nazis. Y, en tercer lugar, rechazar la propaganda de los grupos terroristas chilenos que dicen que los perseguían por pensar distinto. Eso último es más falso que el diploma de Bachelet de médico.

  Ahora la izquierda es que la desea perseguir a quienes piensen distinta de ella.

  Puesto que perdió al hacer su revolución comunista, tanto en España como Chile han intentado reescribir la historia.

En la izquierda no hay historiadores, pues lo mínimo o máximo es que una persona con credenciales académicas es que sea fiel a la verdad. Hacen propaganda.

 La memoria es sesgada. Además, ¿por qué se ha privilegiar la memoria de las personas de izquierda por sobre la derecha o de los militares? La izquierda que saco esa ley tonta sobre la discriminación, discrimina. El criterio es lo más arbitrario.

  Cuando Ricardo Lagos gobernó y saco el inconstitucional Informe Valech, mucha gente que vivió la Unidad Popular se quejaba a través de las cartas al director, que ellos tenían otros recuerdos sobre ese período. Por cierto, que no eran buenos. Muchas personas se habrán sentido como los personajes de la novela 1984, en que le dicen más o menos: “Tú no tienes ese recuerdo”. Me pasaba lo mismo, cuando conversaba con personas de izquierda en la universidad. En fin, pura manipulación psicológica.

   De la Guerra Civil española lo único que ha quedado grabado es el asesinato del poeta Federico García Lorca, porque es de izquierda y el bombardero a Guernica por Franco. Sin embargo, la izquierda española omite que ellos también asesinaron a escritores y académicos. Recientemente, nos enteramos por un medio español que los republicanos españoles también bombardearon a civiles. Se trata de la localidad de Cabra. Después los lugareños crearon una canción: “El día 7 de noviembre/Cabra se bombardeó/por tres aparatos rojos/que Azaña mandó./Murieron pobres y ricos/viejos y de los demás/muchos estaban en la plaza/buscando ganarse el jornal.”

   Lo peor del cuento de la memoria, es que la izquierda impone su punto de vista. Si alguien altera su guión, por así decirlo, se enfurecen. Eso lo hemos visto cuando se presentó dos veces el libro sobre el Brigadier Miguel Krassnoff, donde la izquierda que dicen tolerantes y partidarios de la diversidad, fueron a molestar en un acto privado. Lo mismo, cuando se presentó el documental Pinochet. Sin embargo, no ocurrió nada parecido, cuando en la Universidad de Chile presentaron una biografía del terrorista, delincuente y fundador del Mir, Miguel Enríquez. Las principales autoridades de la universidad se sintieron honradas. En cambio, para la presentación del libro del preso político Krassnoff, incluso el ex alcalde Labbé se incomodó porque se incluyó la palabra ‘homenaje’.

  Luis Valentín Ferrada, uno de los abogados del mencionado militar dijo que “se ha mantenida secuestrada la memoria de los chilenos, hasta el punto de creérsela ya muerta”. Para  fortuna de los chilenos, la Venezuela de Chávez y Nicolás Maduro ha reproducido la fracasada Unidad Popular, con lo cual muchos que ni habían nacido se dan cuenta que la memoria tal como plantea la izquierda es un chiste y que la verdad histórica aparece.



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martes, julio 02, 2019

El señor de las moscas

 
  El último incidente que hubo en el Instituto Nacional, donde un estudiante encapuchado intento quemar con una bomba molotov el colegio y le salió el tiro por la culata, porque él solo se quemó a igual que la pirónama del Partido Comunista, Carmen Gloria Quintana, en la década de los ochenta durante el gobierno militar, me hizo reflexionar sobre varias cosas. Dicho sea de paso, los únicos que lanzan esas bombas en esta larga franja y angosta tierra están en la izquierda. Para ellos no constituyen una violación a los derechos humanos.
   Desde que la izquierda tomo el poder en los noventa, ha creado políticas públicas que favorecen a que las personas menores de 18 años puedan practicar con impunidad cualquier tipo de delito. Según los progresistas, ese grupo no saben distinguir entre el bien y mal. La mayoría de las bandas delictuales ocupan a menores de edad. Sin embargo, no se les pude imputar.
 Desde la Revolución Pingüina del 2006 como se conoció al movimiento de los estudiantes secundarios, las personas que carecen de experiencia de vida y que no tienen formación universitaria o similar les dicen a los mayores lo que tiene hacer. Los adultos no cuentan. Ese movimiento pretendía hacer de la educación un derecho y terminar con el modelo de educación que dejaron los militares.
  Para la izquierda los menores de 18 años y los mayores de 14 años no saben distinguir entre el bien y el mal, sin embargo, tenían derecho a participar en los cabildos provinciales para elaborar la nueva constitución socialista chavista que quiso Bachelet en su segundo mandato.
 Ese segmento población con la Ley del Género que se promulgo el año pasado Sebastián Piñera, los mayores de 14 pueden cambiarse de sexo, sin el consentimiento de los padres.
 Tanto al actual presidente de la República como a Bachelet no le importa que la Constitución afirme que los mayores de 18 años pueden votar. El reciente plebiscito que se hizo en unas comunas de Santiago para restringir las salidas de los adolescentes, quitándoles poder a los padres, es lo mismo.
  Escuché que alguien decía debía haber participado los afectados, esto es, los mayores de 14 años y menores de 18 años. ¿No se saben las leyes? La Constitución es clara.
   Desde que llego la Concertación siguiendo una agenda globalistas, han querido quitarle tanto autoridad a los padres como a los profesores. Un profesor universitario de Historia que conocí, mientras estudiaba en la universidad, dijo en una reunión que la ex ministra de Educación, la ex demócrata cristiana, Mariana Aylwin, había emitido un instructivo donde prohibía poner malas notas, porque eso era fascismo y represión.
   El año pasado los estudiantes quemaron el Liceo Amunátegui. Igualmente, el 2018, una asistente del Liceo Manuel Barros Borgoño fue rociada con bencina por los propios estudiantes del establecimiento. Los alumnos gritaban: “¡quémenla, quémenla!
   En este año, seis alumnos encapuchados del colegio Darío Salas rociaron con bencina a una psicopedagoga.
    Desde luego, que todos esos atentados contra la vida de las profesoras, primero no son delitos. A los estudiantes se les puede imputar de causi delito homicidio, delito hecho con alevosía o culpar a un alumno como el autor intelectual del fallido delito. En segundo lugar, naturalmente no constituyen una violación a los derechos humanos. Viendo la portada del diario comunista El Siglo confirma que la izquierda no quiere que los menos de edad se les impute por delitos criminales.


    Mientras escribo estas líneas y busco por Google, me encuentro que ya en el 2008 alumnos queman pelo a una profesora. Han transcurridos 11 años. Eso ocurrió en Argentina. También se dado en España. Parece que es epidemia.
  Lo hemos visto en estos son años, principalmente, en los colegios o liceos emblemáticos de la comuna Santiago, es que los progresistas han criado cuervos. Lisa llanamente han convertido a los estudiantes secundarios en delincuentes.
   Cuando no hay una autoridad en el mundo de los menores de 18 años, pasa lo que cuenta el novelista inglés Willian Golding en El Señor de las Moscas. Para quién no recuerda esa película o la novela, un grupo de estudiantes ingleses cae en una isla, porque el avión que los transportaba se dañó. No hay ningún adulto. Los estudiantes comienzan a organizarse en un ambiente hostil. Destacan entre los jóvenes dos líderes. Ralph, quien representa la democracia y Jack simboliza la dictadura y la irracionalidad. Entre los dos líderes se encuentra Piggy, que es la voz de la sabiduría, del sentido común y de la razón. Sin embargo, los belicosos se separan del resto. Y comienza una lucha entre los dos bandos.
    Un mundo sin adultos no es como la Tierra de Nunca Jamás, donde está Peter Pan y pandilla.
  La mayoría de los estudiantes encapuchados como mostró un reportaje de La Tercera el año pasado sobre los overoles blancos queman carabineros y colegios pertenecen a diversos grupos de izquierda: Secundarios en Rebeldía (Ser), colectivo Darío Rebelde del Liceo Darío Salas y Aplicación Praxis del Liceo de Aplicación. Ser tiene como héroes a los delincuentes y terroristas del Mir, los hermanos Vergara, quienes fueron muertos por carabineros en enfrentamiento. Luego que asesinaron a un comerciante y carabinero. El uniformado que sobrevivió y liquido al terrorista lo condenaron por violaciones a los derechos humanos
 Los estudiantes secundarios de izquierda que usan la violencia son como el personaje Jack del El Señor de las Moscas.
  Si bien Bachelet falló con su constitución socialista, quieren de todas maneras que los menores de 18 años y mayores de 14 años tengan el derecho de hacer lo que se les da las gana, por así decirlo. Así lo informó la señora Marcela Aranda por el canal El Nacional Libertario. Para ello, necesitan hacer una reforma a la constitución, con lo cual los padres pierden literalmente toda autoridad y es el Estado el que manda.
  La izquierda quiere destruir la familia. Por ésta última entiendo que haya un padre, una madre y los hijos.
 Todo apunta a crear un Estado comunista. Me acordé que había leído hace tiempo, que en tiempos de la ex Unión Soviética, hubo un menor de edad que se lo considero un héroe de su tiempo, porque denunció a sus padres en la época del dictador José Stalin. Se trata de Pável Trofimovich Morózov. Ahí el viejo refrán: “Crían cuervos y te sacarán los ojos”.

 Muy pronto veremos a padres y profesores denunciados por actividades contra revolucionarias, porque así lo quiere el Nuevo Orden Mundial.

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