Negocios de familia
Durante 20 años el actual conglomerado oficialista ha hecho gárgaras sobre las desigualdades de diverso orden. Sin embargo, como buenos izquierdistas siempre han aplicado la igualdad de ‘La Granja de los Animales’, esto es, hay animales más iguales que otros, también en diversos orden. Naturalmente, cada uno es único como diría el personaje Demián de Hermann Hesse, mas somos iguales ante la ley; cosa que el oficialismo nunca ha practicado.
Lo que no entiendo por qué hubo que esperar una Ley para saber los sueldos de los ministros, asesorías, donaciones, subsecretarios y otros cargos menores, como directores de centros culturales. Demás lo podrían haber mostrado, sin la Ley de Transparencia. Al revés del Derecho Inglés, para actuar necesitamos que esté todo reglamentado. En cambio, en la Common Law todo está permitido, mientras no esté escrito. Bastaría con que Hacienda hubiese ordenado un petitorio a cada ministerio, especificando los ítems a mostrar. Quedo al descubierto, que resulta lucrativo ser político en el país. ¿Alguien me puede explicar por qué el ministro de Cultura tiene que ganar $6.000.000, el director del Centro Cultural Mapocho $2.000.000, el ministro de desempleo o del Trabajo $8.000.000?
También por efecto de la Ley de Transparencia hemos conocido el nepotismo que inauguró Ricardo Lagos. Da la casualidad de qué eligieron de todo el universo de jóvenes profesionales a sus hijos o parientes para ciertos cargos. Así vemos, por ejemplo, que en la subsecretaría de Transporte, se le pagó por una asesoría al escritor, profesor de Castellano y primo del actual candidato a la Presidencia, Marco Enríquez Ominani, Rafael Gumucio la suma de $783.932; en los asesores de la subsecretaría de Guerra está Jaime Tarud, primo del diputado PPD Jorge Tarud ($3.234.736); el actual canciller DC Mariano Fernández tiene a su hermano en Hacienda recibiendo $2.000.000 y su hijo Mariano Férnandez Morales recibe por su trabajo en la comisión Bicentenario $1.223.000; en el ministerio de Salud están la hija del presidente del PPD, Pepe Auth, Yani Auth ($907.310), la hermana de la senadora DC Soledad Alvear, María Eugenia Alvear, la hermana del senador DC, Mariano Ruiz-Esquive, Adriana Ruiz-Esquide ($733.334); en la Presidencia están el hijo de la directora del Junji, Estela Ortiz, Camilo Parada ($1.524.182) y su hija en cancillería, Javiera Parada con un $1.000.000 y la esposa del senador PS, Carlos Ominani, María Soledad Ominani ($994.529); igualmente el hijo de la Presidenta, Sebastián Dávalos Bachelet con un sueldo $1.722.275 en Direcon. La lista es grande.
En efecto, yo hace tres años denuncie que el Gobierno entregaba plata a instituciones privadas con una marcada ideología. Nadie se asombro, porque no había una ley. Escribí el 10 de octubre del 2007: “Creía, hasta hace poco, que la Fundación Frei como Fundación Arte y Solidaridad, (Museo Salvador Allende) eran instituciones privadas. Por tanto, recibían donaciones de particulares. De nuevo, el Instituto Libertad y Desarrollo, señala que la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos ( DIBAM), que le pasará 100 millones de pesos a la Fundación del ex Presidente democristiano. Me pregunto, si la Fundación Pinochet solicita dinero, ¿se lo pasaría?”. Naturalmente, algo tan elemental y de decencia parece que los oficialismo no entiende. ¿Será necesario escribir un Manuel de Carreño dedicado a los progresistas para diferencien instituciones privadas del Gobierno?
A lo anterior, hay que agregar la plata que “donó” la Presidenta de la República a organizaciones de extrema izquierda, como la Fundación de Documentos y Archivos de la Vicaría con un monto de $150.000.000, la Agrupación de DD.DD., con un monto de $79788229; la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi con $153800150; la Fundación Victor Jara con un monto de $15.000.000; la Casa Victor Jara con un monto de $4580000; la Casa de la Memoria con un monto de $ 52858000; el Centro Cultural y Social Gladys Marín con $40.000.000, que la dirige el comunista, Jorge Teiller y por último la Corporación Cultural Matucana 100, que la dirige el ex asesor de Ricardo Lagos, el sociólogo Ernesto Onetto, quien se sumó a la candidatura de Frei. En fin, $ 818875801. Nos falta, desde luego, la Fundación Frei. Arguyen que es legal. Es legal, pero es injusto.
Creo, que al contrario de la crítica que le han realizado al candidato de oposición, Sebastián Piñera, es el Gobierno el que confunde sus intereses ideológicos y privados con el buen funcionamiento del Estado. El Gobierno combina negocios y política. El negocio de la propaganda y del odio con el impuesto de los contribuyentes.
Ahora, entendemos como dice el historiador y abogado conservador, Gonzalo Rojas por qué en las librerías abundan literatura de izquierda. Ahora, sabemos de dónde financiaron los lentes gigantes de Salvador Allende.
El oficialismo se ha sentado encima de los chilenos.
Etiquetas: Bachelet, Corrupción, Impuestos, Intelectuales progresistas, Ley de Transparencia