martes, agosto 29, 2006

Entre Günter Grass y Garzón

La reciente visita del juez español Baltasar Garzón ha colocado de manifiesto que la tal manipulada reconcilianción es una farsa. Más bien han resurgido los odios. El juez español como socialistas le gusta comparar la dictadura de Franco con la Pinochet. Naturalmente hablan de represión.

Garzón debería empezar imponiendo justicia en su propio país. Y debería comenzar por procesar el líder comunista español, Santiago Carrillo, responsable de la muerte de 3000 soldados prisioneros en Paracuellos de Jarama. Cabe señalar que Santiago Carrillo es el nuevo referente de la izquierda de Zapatero. Santiago Carrillo a igual que los comunistas chilenos se pavonea que podían ingresar a escondidas en las respectivas dictaduras. Entraba y salían. En cambio, las dictaduras que ellos apoyaban, era imposible salir. Los comunistas habían ‘perdonado’ a los rusos blancos, que se habían exiliado en París, después de la Guerra Civil Rusa. Les prometieron el cielo y se encontraron con el infierno blanco. Muchos rusos blancos volvieron, mas luego se dieron cuenta que no podían volver a Francia, ni menos escapar, como contaba un ruso en un documental. Ni con veinte años era imposible salir de la Rusia Soviética, porque los guardias disparaban. Por el contario, los puestos de aduana en España y Chile eran bastantes mediocres en dictadura, si permitían el ingreso de personas con pasaportes falsos.

Sin embargo, nunca se preguntan cómo se llegó a esa situación. Tal vez lo sepan, prefieren pecar de mala fe. En ambos países la izquierda quiso imponer una dictadura comunista. En España por lo que he aprendido de los sitios liberales, la izquierda no reconoció el triunfo de la coalición centro derechista en 1934. Aquí la izquierda quiso jugar a las dos bandas, estos es, la vía pacífica y la vía violentista o fascista. Si no funciona una, entonces queda la otra. Esto último lo dice el filósofo chileno, Víctor Farías, un ex mapucista de la Unidad Popular. En ambos países la izquierda se alineó con el totalitarismo soviético, como decía Salvador Allende: “El Hermano Mayor”.

Ahí tenemos a Eduardo Contreras, abogado comunista querellante en el caso Pinochet, mostrandose en un programa de debate “El Termómetro”, como si fuese una autoridad moral sobre democracia y derechos humanos. Con todo, Contreras en un programa de entrevista de la V Región hace tiempo mostró su simpatía y apoyo a la dictadura totalitaria de Cuba. Ni siquiera el entrevistador se inmutó. Lógicamente no se querrella contra su amado Fidel Castro.

Los políticos e intelectuales de izquierda les gusta exigir mea culpa a sus adversarios, mas nunca se la exigen a los terroristas de izquierda. Así el típico liberal socialista chileno, como el profesor de Filosofía de Derecho, Carlos Peña en su última columna espera que los Günter Grass chilenos, esto es, que reconozcan que actuaron mal. La culpa recae en un puñados de militares viejos y condenados. A Carlos Peña que se autoproclama ‘liberal progresista’ nunca le he leído una columna exigiendo mea culpa a la izquierda y a quienes abrazaron la violencia con sus canticos fascistas: “Mir, mir, fusil” o “Momios al paredón”. Además de asesinar y secuestrar. Carlos Peña en su última columna nos revela un detalle interesante del exilio chileno:
Ariel Dorfmann relata que cuando el año 1975 fue a pedirle que firmara una declaración pública en contra de Pinochet, Günter Grass, después de mirar largo tiempo un dibujo (además de escritor es un dibujante eximio) le reprochó que los socialistas chilenos no condenaran también al gobierno checo que, por esos días, ejercitaba la represión política. Dorfmann le insinuó que una condena al gobierno checo debilitaría el apoyo comunista para luchar contra la dictadura chilena. Pero no hubo caso. En estas materias, le dijo Günter, no hay que sacar cuentas.”

En otras palabras, Ariel Dorfman es traidor al modo de vida chileno y al modo de vida norteamericano. Supongo a Dorfman no se siente cómplice y responsable de las muerte de los millones de muertos que dejó el comunismo, de las torturas que realizaban la Stasi, la KGB o la Securitate del dictador Rumano y menos el infortunio de los disidentes en Siberia. La condena de inmoral a Dorfman vale igual al reciente galardonado Premio Nacional de Literatura, José Miguel Varas, quien trabajo en Radio Moscú como el novelista que falsificó las “Memorias del general Prats”, Eduardo Labarca, por ser colaboradores de un régimen criminal y genocida.

Después de todo, para los ‘progresistas’ los disidentes como Nathan Sharansky, Solzhenitsyn y Bukowski eran fachos. Este último fue canjeado por el dirigente comunista chileno, Luis Corvalán, en una operación entre la CIA, la KGB y la DINA. O sea, tan bueno fue el general Manual Contreras que mando a un comunista a su paraíso totalitario.

Desde luego, nuestros Günter Grass de izquierda no se arrepiente de nada.

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lunes, agosto 21, 2006

Nuestros recursos naturales ¿En serio?

En América Latina es usual escuchar por boca de los socialistas genuinos y de gente que sin compartir los ideales socialistas expresiones como “los extranjeros se llevan nuestros recursos”, o simplemente hablar de ‘nuestros recursos’. Naturalmente por la expresión ‘nuestros recursos’ se refiere al cobre, al gas, el petróleo u otro recurso que de pronto adquiere un valor para el mercado. He dicho ‘de pronto’, lo que significa o no han reparado que esa valorización de tal o cual recursos no es objetiva. En efecto, como leí hace poco en un sitio de la red, que el petróleo hasta el siglo XVIII, no se lo consideraba unos recursos, sino más bien una molestia.

Ahora bien, la mejor manera como los socialistas criollos de todos los partidos, de la izquierda a la derecha Latinoamérica creen que 'los recursos son nuestros' , es depositando su fe en el Estado para que cuide de esos recursos, esto es, que el estado los administre, como si él supiese sacarle provecho a ello. Sin embargo, más que hablar de ‘él’ habría que decir en propiedad los burócratas y los políticos que administran el gobierno.
En fin, para los latinoamericanos decir ‘nuestros recursos naturales’ apunta a que el estado se haga cargo de ellos. Sin embargo, ellos no se dan cuenta o no quieren ver que no tiene propiedad sobre esos recursos.

Los latinoamericanos pasan por alto la extensión del concepto de propiedad. Locke escribe en el “Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil”: “El trabajo de su cuerpo y el de sus manos, podríamos decir que son suyos. Entonces, todo aquello que él saque del estado en que lo ha provisto y dejado la naturaleza, y con lo cual ha mezclado con su trabajo, lo convierte en algo que le pertenece, y por tanto lo hace de su propiedad”.

Así, cuando una persona en una parcela plata manzanos u otro fruto, esa persona puede que se le respeta el fruto de trabajo. Él puede enriquecerse y vender a quien se le dé la gana. Nadie pone en cuestión que esos manzanos que plantó, preparó la tierra y finalmente cultivo son de su propiedad.

¿Por qué entonces no sucede lo mismo con el cobre, el petróleo, el gas u otro recurso que de repente adquiere un inusitado valor en el mercado?
¿Por qué con el pretexto de un supuesto bien común se termina perjudicando a los propios individuos?
La consecuencia de ese valor es que la clase política latinoamericana le viene la fiebre de la nacionalización, que es una forma de robo. Así tenemos la nacionalización de las petroleras estadounidenses en México a principios de la década del 30, la nacionalización del cobre en Chile y ahora último el gas. Mañana quizás sea el uranio.

El estado entrega concesiones más no derechos de propiedad. ¿Qué implican estos últimos? Que el hombre que saca un recurso de la tierra con su propio esfuerzo y recursos, es dueño de él. Por tanto, de la riqueza que ese trabajo le ha traído. Después de todo, ese individuo fue el que puso su talento, su riqueza (ahorro o préstamo) y no los burócratas que vienen únicamente a cobrar impuesto o royalty. Robar la propiedad de otra persona. A los burócratas no les ocurre arriesgarse en terrenos agrestes.

El analista norteamericano Victor Davis Hanson escribe: Solamente a un lado de la frontera se tiene derecho a la sagrada propiedad privada, la policía es responsable de sus actos y las actividades bancarias se realizan de manera transparente”.

El resto es historia. ¿Por qué América Latina no hubo una fiebre del oro negro? El estado le prohíbe ser dueño del subsuelo. En Chile es igual, salvo que en Chile la propiedad está salvaguardada por la Constitución. Base de la prosperidad actual.

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lunes, agosto 14, 2006

El Partido Comunista y Fidel Castro

Una vez más, el Partido Comunista muestra un comportamiento esquizofrénico en la política. Por una parte, se alegra por la convocatoria que hizo la Presidente Michelle Bachelet de llamar a un plebiscito para cambiar el sistema electoral que actualmente nos rige. Por otra parte, los máximos dirigentes de ese partido celebran el cumpleaños del dictador Fidel Castro, conocido por los cubanos en el exilio como el monstruo de Birán. Birán es el lugar donde nació Fidel y que hace un buen tiempo es un Gulag.

Jorge Teiller, timonel del Partido Comunista chileno no aboga por las elecciones libres en Cuba. Tampoco monta una campaña para que el juez Baltazar Garzón persiga a Fidel, aun cuando éste último ha estado varias veces en España. A Teiller le parece normal que un partido político controle todo. En una sociedad totalitaria no se distingue entre el partido gobernante y el estado. En fin, cuando son uno solo.

Teiller dijo a propósito de Fidel: “lo que todo revolucionario anhela hacer es trabajar hasta el último día por sus ideales, ese es el deseo para Fidel". Mientras los demás dictadores se ha jubilado de la milicia, Fidel tiene un cargo vitalicio.

Jorge Teiller no le propone a los cubanos un sistema proporcianal como acá. No le propone nada. Dicho sea de paso, no hay ningún sistema electoral mejor o perfecto, como nos quieren hacer creer el oficialismo. Cada uno tiene sus ventajas y desventajas.

Asimismo, Jorge Teiller no monta una internación de armas, como lo hizo en Chile, para que los cubanos puedan vivir en libertad.

El vidente o pitoniso Jorge Teiller en un programa de la televisión abierta sostuvo que en el futuro podría haber otra dictadura. Yo no sé en qué se basa para decir semejantes disparates. El programa era ‘Informe Especial’ que se convirtió ahora en ‘Propaganda Oficial’.

El oficialismo trata de seducir al Partido Comunista, sobre todo, en la elecciones presidenciales, como quedo demostrado en las campañas de 1999 y del 2005. Sin los votos del PC, la coalición gobernante no gana. Además, ¿Para qué la Concertación quiere un partido totalitario como el PC tenga asientos en el Parlamento?

Ellos mismo nos responderán, que el PC ha sido uno de los partidos más conservadores de Chile. Por tanto, merecen algunos asientos en el Parlamento.
El vidente Jorge Teiller aún cree en la violencia como el resto de sus compañeros. Con todo, no aparece por ningún lado, el diputado y hoy presidente de la Cámara de Diputados, Antonio Leal para perseguirlos.

Si Chile le siguiese la política económica de Teiller, cuyo modelo es Cuba, los chilenos no podrían tener computadores personales en sus casas, ni teléfonos móviles y otros dispositivos tecnológicos. Esa es la libertad económica que tanto desprecia la extrema izquierda.

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lunes, agosto 07, 2006

Cantinfladas de los Derechos Humanos o de Bachelet

La semana pasada para gran orgullo de los chilenos, el Congreso aprobó la creación del Instituto de los Derechos Humanos, esto es, una burocracia más. La Concertación a través de su Presidenta dijo que era un gran anhelo del bloque demócrata cristiano socialista. La idea de este Instituto fue el aporte que realizó el partido de oposición Renovación Nacional (RN) al ilegal “Informe Valech”, para así congraciarse con el oficialismo. Se desprende, por tanto, que desde Chile retornó a la democracia, para nada ha servido la educación cívica en las escuelas. ¿Para qué se necesita una burocracia, si el mejor medio para difundirlo es la educación?

En una entrevista concedida al “El Mercurio de Santiago” la Presidenta Michelle Bachelet con unas dotes de cantinflas dijo a propósito de los terroristas mapuches: “Las personas (mapuches) a las que usted se refiere fueron condenadas; es decir, no son inocentes”.

Sin embargo, hasta el día de hoy los parlamentarios pierden el tiempo en discusiones bizantinas, para liberar a los terroristas mapuche, y que como dijo la Presidenta, “la estadista”, “fueron condenadas”.

Ahora bien, si los terroristas fueron condenados a diez años y un día, ¿por qué la Presidenta insiste quitarle a los atentados incendiarios el carácter de delito terrorista, como sostiene Manuel Riesco, presidente del Consorcio Agrícola Sur? Después de todo lo que se condena, con ese delito es el atentado contra la propiedad.

Manuel Riesco arguye que la Presidenta Bachelet discrimina entre derechos humanos “fundamentales” y “no fundamentales”, de es modo la propiedad sería para ‘el progresismo’ una garantía de segunda clase. A lo anterior, según Riesco, la Presidenta vulnera el Convenio Internacional para la Represión de los Atentados Terroristas cometidos con Bombas y la Constitución de 1980. Chile ratificó en octubre de 2002 dicho Convenio.

La Declaración de los Derechos Humanos en su texto original dice:
Artículo 17: Tienes derecho a poseer tus propios bienes y nadie tiene derecho a despojarte de ellos sin una razón verdadera.
Desglosado sería:
1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.

O sea, al mismo tiempo que se crea una burocracia inútil como el Instituto de los Derechos Humanos, la Presidenta considera que atentar contra la propiedad no atenta contra los Derechos Humanos. ¿Quién entiende esas cantinfladas de Bachelet?

Como he leído por internet, el único derecho humano que siempre mira en menos ‘el progresismo’ es el que se refiere a los derechos de propiedad. Con todo, la base de la libertad política frente al absolutismo estatal es la propiedad.

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