martes, septiembre 26, 2017

No somos iguales


   Los chilenos el 18 de septiembre pasado no celebraron su independencia, sino su lealtad al rey Fernando VII de España. En cambio no celebran su Segunda Independencia Nacional, cuando el 11 de septiembre de 1973, cayó el gobierno marxista de Salvador Allende, quienes nos querían llevar a una dictadura comunista. Después de todo, los partidarios de Allende –producto del lavado de cerebro- le han hecho creer que ellos jamás quisieron instalar el comunismo. Además, las reformas que la Izquierda llama despectivamente ‘neoliberales’ empezaron con el Gobierno Cívico Militar, antes que con Reagan en los Estados Unidos y la Dama de Hierro en Gran Bretaña. La primera derrota del comunismo internacional aconteció en Chile. Hasta ese momento era imparable gracias al apaciguamiento de los líderes de Occidente.
   Previo a esa fecha Bachelet estuvo en la presentación de un libro sobre los medios partidarios de la UP, que luego fueron clausurados por razones obvia, en la que dijo : "Esto nos ayuda a rememorar la manera en que todos sabíamos que el Golpe se acercaba, aunque muchos años después entenderíamos que acabar con la democracia chilena era, quizás, una decisión tomada desde el momento mismo en que el Congreso ratificó”. La Izquierda quería instalar una dictadura comunista tal como dice las declaraciones de Partido Socialista y el Mir en la segunda mitad de la década del sesenta. Agregó: "necesitamos conocer y reconocernos en esas historias para que el 'nunca más' sea una fuerza viva y operante en nuestra convivencia cotidiana”. El ‘nunca más’ no se refiere a condenar el terrorismo, pues los terroristas no violan los derechos humanos. La democracia que menciona Bachelet es que la describió el general Pinochet: “¡Que democracia se estaba rompiendo! Ése es un cuento que me traen aquí, al “apriete”. ¡Miren la tradición democrática que había! -dice con sorna-. El señor Allende hacía lo que quería: el Senado no era respetado. La Cámara de Diputados, tampoco. La Contraloría rechazaba los decretos y le mandaban decretos con insistencia. La Justicia…¡Los trataba de viejos tales por cuales! ¿A eso lo llama democracia? ¿Ésa es la democracia que les gusta? ¡A mi esa forma de democracia no me gusta! Palabra de Honor”. Además, la llamaban despectivamente ‘burguesa’. Por eso, apoyan a Maduro. 
   Los chilenos todavía no valoran en la real magnitud el esfuerzo titánico que hicieron los cuatro de la Junta que nos liberó de una dictadura comunista. Y del esfuerzo posterior a la caída de Allende de levantar el país desde las cenizas literalmente. Fuimos afortunados al tener al almirante Tobirio Merino Castro y al general Augusto Pinochet, cosa que los venezolanos no tienen. El almirante tenía un plan económico antes que la UP arruinara la nación conocido como “El Ladrillo”. La oposición al gobierno marxista agrupada por el Partido Nacional y la Democracia Cristiana no tenía ningún plan. La oposición a Maduro carece un plan para enmendar el país. 
     Asimismo, se celebraron el 19 de septiembre la Parada Militar por las Glorias del Ejército de Chile. Debo confesar que no veo el desfile. Sin embargo, escuché que el encargado de hablar decía algo así que el Ejército estaba comprometido por el país. Entonces, me acordé que los militares presos en el campo de exterminio Punta Peuco se habían comprometido defender el país. Y lo hicieron con creces. Por eso, el país está en deuda con ellos. 
   Los venezolanos están tan perdidos que vienen a buscar apoyo, en quienes se sienten orgullos de la Unidad Popular. Recordemos que tanto la Fundación Allende como una RadioChile, Hugo Chávez fue el continuador de las políticas fracasadas de la UP. En efecto, antes del 11 de septiembre supimos que la comunista y no médico Michelle Bachelet junto con el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz recibió a la madre del Leopoldo López, Antonieta Mendoza. La madre expresó estas palabras sobre la Presidenta, la cual revela la ignorancia : "La presidenta Bachelet es un símbolo mundial de la defensa de los derechos humanos. Desde el primer momento que entré a su oficina sentí una gran empatía con el caso de los presos venezolanos a quienes yo represento como madre de Leopoldo López". Primero, revela que no saben que el padre de Bachelet estuvo a cargo de JAP (Juntas de Abastecimiento y Control de Precios), o sea, de someter a la población civil por el estómago. Lo mismo que ha hecho los gobiernos de la Revolución Bolivariana. Dicho sea de paso, cuando el escritor chilenos Roberto Ampuero comparo injustamente la dictadura cubana con el Gobierno Cívico Militar chileno, se le olvido que las JAP de la Unidad Popular fueron copias del sistema comunista de la isla-cárcel. Segundo, que ella perteneció al grupo terrorista FPMR y obviamente sentía simpatía por el Mir. Tercero, que ella se exilió en la Alemania Comunista o ex RDA. Cuarto, ¿Cómo es que aún no se enteran del saludo al sistema comunista cubano, luego que falleciera el dictador Fidel Castro: "Fue un líder por la dignidad y la justicia social"? ¿Dónde está empatía por los miles de muertos de la dictadura cubana? Bachelet jamás a ha perdido perdón por los crímenes del terrorismo chileno. Quinto, el actual ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz en juventud fue el supervisor nacional de los Almacenes del Pueblo de la UP, aun cuando recibió dos años antes una beca de las Naciones Unidad para estudiar en USA. No aprendió nada de los norteamericanos.
   Palabras de Heraldo Muñoz me desconcierta, pues hasta hace poco el gobierno chileno consideraba que había una democracia, por cierto, no liberal: "el restablecimiento del orden democrático en Venezuela por una vía negociada, pacífica, pero al mismo tiempo creíble y efectiva". El chileno y ex secretario de la OEA, el socialista José Miguel Insulza no apoyo a Chávez y su democracia avanzada.     Tanto Bachelet como Muñoz no le contaron a la afligida madre que lo que está ocurriendo en Venezuela, Chile lo tuvo por tres años. La política económica es idéntica a la de la Unidad Popular. Lo que Lenin llamaba la ‘economía de guerra’. 
   Hace poco había visto un artículo sobre el argentino Ernesto ‘Che’ Guevara titulado El Fraude de Guevara. A la Izquierda le encanta inventarse mitos. El día de mañana tendrá que desenmascarar a Salvador Allende y Michelle Bachelet, pues ambos son un fraude. 
   En estos 26 años, la Izquierda ha dicho cada disparate para justificar el fracaso de la Unidad Popular como por ejemplo, que el causante del golpe fue el escudo nacional, pues nuestro emblema patrio tiene la frase: “Por la Razón o la Fuerza”. Recuerdo haber visto un libro a modo de diálogo entre varios intelectuales reconocidos como el fallecido filósofo Humberto Giannini y el filósofo Martín Hopenhayn, quienes culpaban al escudo y, por cierto, repetían cosas de Izquierda, había que juzgar a los militares en el primer Gobierno de la Concertación por los Derechos Humanos, como si nunca hubiese existido el terrorismo. Otra explicación que recuerdo haber leído o escuchado, es que los militares chilenos estaba sedientos de entrar en acción desde la Guerra del Pacífico. Todos los intelectuales de Izquierda obvian el hecho de que fue Salvador Allende que metió a los militares en la política. Ahí está general Prats como ministro de Interior, no como militar retirado, ahí está el gabinete militar que puso, los cuales después renunciaron. El padre de Bachelet cargo de las JAP. Tanto Prats como Bachelet partidarios de la reformas de la UP. 
   Antes de que llegara el 11 de septiembre, la candidata a la presidencia por la Democracia Cristiano, Carolina Goic nos mostró de qué lado está su partido, no por la justicia y la verdad, sino por ‘No perdón ni olvido En efecto, ella acuso a las Fuerzas Armadas : “Hay que romper los pactos de silencio”. Tiene en la cárcel a los militares asignados a la DINA y la CNI, y siguen con el cuento. Murió el general. En realidad, el pacto de silencio lo tiene la Izquierda, ya sea el hecho de no contar la verdad histórica, de los cuales los únicos responsables son ellos, ya sea ocultando la verdad de los detenidos desaparecidos, los cuales están muertos y otros vivos. Por cierto antes de que llegara el 11 de septiembre círculo en las redes sociales de personas ligadas a la ‘Familia Militar’, que tres detenidos desaparecidos están vivos. Uno vive en el Perú. Hay ser un tarado para tomarse en serio sesgado el Informe Rettig. 
   Asimismo, no hay que olvidar que la actual candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez dijo en una entrevista a la revista Paula que Allende fue totalitario. La periodista le pregunta: “¿Te sientes cómoda con el modelo de Salvador Allende?”. Ella le responde: “No es lo mismo porque estamos en otro contexto. Yo prefiero un estado que no sea totalitario porque no creo en un estado totalitario, pero sí en uno robusto, que pueda emprender y mover la economía si no la mueve el privado”. Esas palabras las dijo en julio que provocaron la ira del gobierno de Bachelet, y luego relucto: “Comparto sueño de Allende de justicia con democracia y libertad, lejos de totalitarismo con q hoy y ayer caricaturizan a transformadores”. Supongo que está pesando en Lenin, Trosky, Stalin, Mao, Honecker, Fidel Castro y el dictador Tito, entre otros. Luego agregó: “He dicho que Allende es inspirador para nuestros desafíos”.
   En otro sitio había leído que previo al 11 de septiembre el hijo vago de Orlando Letelier, el senador Felipe Letelier quería abrir el secreto del Informe Valech sobre tortura. Todo sea para continuar con odiosidad y mantener el negocio millonarios de los derechos humanos. Puedo probar que dos personas pensaron lo mismo, cuando la comisión hubo terminado su trabajo. El primero es de un lector que escribió: "Es decir, tuvieron un promedio superior a ¡95 casos diarios! En efecto, basta dividir 35.000 por 365 para obtener 95,89.Sin duda, tan laboriosas personas, no gozaron de domingos, festivos ni vacaciones, pues de otro modo habrían tenido que atender más de 100 casos de tortura diarios, como promedio". El historiador Gonzalo Vial Correa escribió algo parecido: “Si… hubiera examinado los 35.865 casos, la Comisión, que trabajó trece meses, habría tenido que estudiar entre 130 y 140 casos por día. (…) La mayoría de los casos descansa en el solo testimonio de la persona que se declara víctima." (“La Segunda”, 01.09.04). La comisión fue una burla a la justicia. Primero, basta la simple declaración de la persona sin ninguna prueba. Fuera del ámbito de la Justicia sería injuria, en la justicia sería perjurio. Segundo, el supuesto torturador no puede defenderse de la acusación. Es imposible que hayan atendido 100 casos al día. El Informe Valech es una gran mentira. Los abogados de Izquierda que defiende esa Informe son una charlatanes y mentirosos. El negocio de esa comisión fue garantizar privilegios en educación y salud a la parentela por tres generaciones, mientras Bachelet se llena la boca contra los privilegios. 
   Mucho antes de la celebración de nuestra Segunda Independencia, la madre Michelle Bachelet, Ángela Jeria dijo lo siguiente a raíz de que el juez o ministro de la Corte, Mario Carroza declaró sacar del Penal de Punta Peuco al coronel de la Fuerza Área, Edgar Ceballos en estado de demencia senil y sobreseyó el caso de la muerte del general Bachelet: “todo lo que me pasó a mí fueron actos de deshumanidad, pero pienso que no tengo por qué tenerlos yo, eso es lo que sí rescaté siempre. No somos iguales”. El padre del presidente de la República no murió por torturas. ¿Los mil días del gobierno marxista fueron ejemplos de humanidad? Hace tiempo la madre de Bachelet provoco una polémica al decir que ella no sabía que en la ex RDA se torturaba. Ni Ángela Jeria ni Michelle se enteraron de la existencia del Muro de Berlín. 
   Estoy de acuerdo en punto con Ángela Jeria: “No somos iguales”. Ser de Izquierda significa ser matón y no creer en la igualdad como dicen. La Izquierda chilena instaló el odio y la división en la convivencia nacional que continúan hasta nuestros días. La Izquierda quiso instalar una dictadura comunista y totalitaria, y en respuesta tuvo un gobierno autoritario. Ella llevo al país al borde de una guerra civil y al despeñadero. La Izquierda criminal y genocida no pide perdón por los asesinatos y atentados que cometió los grupos terroristas Mir, Frente Lautaro y el FPMR. La Izquierda cometió tortura y flagelación durante la UP. La Izquierda quiso esclavizar en ese gobierno a través del estómago. La Izquierda es psicópata y sociópata. Basta ver la falta de empatía que tienen ante los ancianos presos en Punta Peuco, que le niegan los derechos que tuvieron los terroristas. Véase Ley de Amnistía, indulto y derechos carcelarios. La Izquierda sociópata en la UP quería que murieran un millón de chilenos y quería exterminar a ochocientos mil bolicheros, o bien acabar con “la burguesía y su aparato militar”. La Izquierda habla de democracia, más apoya el sistema cubano, venezolano y norcoreano. La Izquierda le encanta la violencia. En respuesta, nosotros usamos la fuerza. La gente de derecha es tranquila, laboriosa y trabajadora, mientras la Izquierda sale a la calle a crear falso descontento. La Izquierda destruye la civilización y las naciones. No se puede ser de Izquierda y ser civilizado. Ser de Izquierda significa joder al otro. 
    La Izquierda es como los musulmanes y la sharia. Por tanto, no somos iguales.

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sábado, septiembre 09, 2017

La Venezuela marxista y la Unidad Popular



      ¿Qué tiene ver que Pinochet con Venezuela? 
  Ya me están aburriendo las comparaciones infantiles y otros casos de ignorancia al comparar la Venezuela marxista que creó el ex militar golpista, Hugo Chávez y que regenta Nicolás Maduro con el Gobierno cívico militar chileno que gobernó entre septiembre de 1973 y marzo de 1990. Otra comparación totalmente injusta e infantil es comparar el gobierno de las Fuerzas Armadas y de Orden con la dictadura comunista cubana. Esta última comparación es del escritor chileno y ex comunista, Roberto Ampuero. 
   Cuando termino el gobierno de Sebastián Piñera, el novelista Roberto Ampuero escribió la novela Detrás del Muro. En esa oportunidad, hizo la siguiente declaración: “Para Chile no quería ni la dictadura de Pinochet ni la de estilo Fidel Castro”. Para Chile él quería una dictadura comunista. Por eso, él formo parte de la Unidad Popular. El Gobierno de las Fuerzas Armadas fue una consecuencia del intento totalitario de Allende tal como lo expresa el Acuerdo de la Cámara de Diputados. Ya se olvidó que nos querían llevar también hacia guerra civil. La comparación es injusta. El gobierno de los militares se fijaron un itinerario y lo cumplieron. No pensaban perpetuarse como régimen comunista. Además, en primer lugar, para la Izquierda de hace de más de cuarenta años era lo más normal que en un sistema comunista no hubiese pluripartidismo y ni otros medios de prensa, salvo el medio oficial del Partido Comunista. En segundo lugar, cuando gobernando los militares, la oposición tenía radios, revistas y diarios. En tercer lugar, los partidos políticos estaban en receso, porque fueron ellos los que nos llevaron al debacle. En cuarto lugar, la mayoría de la población pidió la intervención, mientras Ampuero y los termocéfalos de la UP estaban en minoría. Quinto lugar, se olvida de las diez toneladas de armas que interno Allende apoyado por Cuba. Aquí estuvo el cubano Patricio de la Guardia Font encargado de la guerrilla.Un mentiroso siempre es un mentiroso, aunque sea un convertido. Trabaja para el enemigo al falsear la historia. El ex comunista trivializó el hecho de que Allende fuese un agente pagado por la KGB con el apodo ‘LIDER’, cuando escribió una novela sobre él retratándolo como liberal, como si no hubiere que creerle a la DINA, más sí a las supuestas torturas que recibió Michelle Bachelet cuando estuvo presa. Más sí al Informe Rettig, donde se dio por detenido desaparecido un mirista que apareció viendo en Nueva York y que lo premió el ex alcalde Rudolph Giuliani, por sus servicios a la comunidad 
  ¿Qué tiene que ver el régimen marxista de Venezuela con el Gobierno cívico militar chileno? En la última columna del director de la Fundación para el Progreso (FPP), Axel Kaiser compara el rechazo internacional que tiene el gobierno de Nicolás Maduro con el gobierno de Pinochet. La dictadura cubana de Fidel Castro llevaba más de 10 años y, sin embargo, la llamada ‘comunidad internacional’ no la condenada. Y qué decir de los países detrás de la Cortina de Hierro. Se olvida Kaiser que la campaña orquestada por la ex Unión Soviética a través de los medios infiltrados contra el gobierno militar empezó el mismo 11 de septiembre como lo hace ver la periodista chilena Nena Ossa. Luego cita las palabras del ex Primer Ministro español, el socialista Felipe González, quien afirma: "el Chile de Pinochet respetaba más los derechos humanos que el paraíso de paz y prosperidad de Maduro". No sé qué visión habrá tenido el ex primer ministro español de la Unidad Popular y de Allende, cuando lo que hay en Venezuela es copia feliz del gobierno marxista chileno. No hay que olvidar, cuando cayó el agente de la K.G.B., conocido por su apodo ‘Líder’, los embajadores de ese gobierno en la Europa Occidental fueron a pedir asilo al gobierno de Francisco Franco. El relato de la Izquierda es que todo lo malo comenzó con el Gobierno Militar. Felipe González todavía no ha leído el Acuerdo de la Cámara de Diputados de agosto de 1973, en que acusa al gobierno de Allende de violar la mayoría de los derechos humanos y cometer flagelación y tortura contra los opositores. Las palabras de González nos pueden servir de contrapunto al ponerlas frente a las palabras que dijo hace poco el sacerdote Percival Cowley de la Congregación de los Sagrados Corazones, quien se emplazó al cardenal Jorge Medina. Una de las preguntas que formulo fue: “¿Qué hizo y qué dijo el señor cardenal en Chile cuando se violaban sistemáticamente los DD.HH.?”. ¿Quién está diciendo la verdad sobre los derechos humanos bajo el Gobierno cívico militar: Felipe González o Percival Cowley?
   Mientras políticos como el socialistas Ricardo Lagos, el ex ministro del primer gobierno de Bachelet, Andrés Velasco en su oportunidad compararon el gobierno marxista de Venezuela con el Gobierno de las Fuerzas Armadas y Orden, la Radio Chile que es de muy izquierda los refuta en el 2015: “Hugo Chávez nos trajo a Salvador Allende al presente. Retomó en su tierra las banderas del Presidente Allende de la Unidad Popular y el pueblo chileno construyendo una nueva vía al socialismo del siglo XXI en la República Bolivariana de Venezuela”. 
      El golpista Hugo Chavéz dijo en el 2003: "lo que le hicieron a (Salvador) Allende están tratando de hacernos a nosotros". 
   Cuando murió Hugo Chávez en el 2014, la Fundación Allende el siguiente comunicado: “La Fundación Salvador Allende, Seccional Guayana, Estado Bolívar, hace llegar sus más sentidas condolencias a los padres, hermanos, hijos, nietos y demás familiares, por la pérdida irreparable de nuestro querido y apreciado presidente Hugo Chávez Frías, como también al pueblo revolucionario que sufre la terrible perdida, de quien aportó todo su esfuerzo físico y mental para transformar a Venezuela en un país de justicia, que pudiera llevar a su pueblo a la "máxima suma de felicidad" como dijera nuestro padre Libertador Simón Bolívar”. 
   Estaba pensando que los chilenos que se exiliaron en Venezuela son parte responsables de la situación que viven los venezolanos, pues le habrán contado puras mentiras sobre el gobierno marxista leninista de Salvador Allende. Eso explicaría la ignorancia de las esposas de los venezolanos presos que vinieron a Chile, y que fueron recibidas por los partidarios de la ex UP y la DC opositora.    En efecto, la Izquierda chilena aprendió de la experiencia de la Unidad Popular e igualmente la Izquierda Internacional. Las instituciones se opusieron a Allende. Por eso, la Izquierda desde 1990 se ha dedicado tomárselas, de modo tal que no prime la ley, y con Bachelet se han quitado el pudor. Eso lo vemos en la Justicia, la Contraloría, Servicio Impuestos, Servel y la Fiscalía. El marxismo internacional también aprendió la lección. Eso lo ilustra el ex dirigente y representante de todos los gremios se opusieron a Salvador Allende agrupados en la Confederación Única de Profesionales de Chile (CUPROCH) , Julio Bazán Álvarez en su libro Lo derrocó el pueblo:
  ““Huelga General de Mujeres” es una organización creada por el PC francés y que tiene ramificaciones mundiales. Esta organización, en abril de 2003, alertó a John Sweeney, presidente de los sindicatos de los EE.UU., sobre el peligro, para el gobierno de Chávez de la creación de una CUPROCH en Venezuela”.   
   Después Bazán afirma que la organización que él dirigió contra la Unidad Popular fue tomada en cuenta por la Izquierda, luego de la caída de Allende. Culpan a Nixon y a Kissingir, pues, según ellos: “Hizo uso de contratos y dineros gubernamentales para organizar y sostener a CUPROCH, una confederación de “Trabajadores Profesionales” liderada por Julio Bazán, un ejemplo típico de un aristócrata fascista, que llamó a formar un “gobierno autoritario” de las Fuerzas Armadas y de las elites educadas, con la “masacre masiva de comunistas y de otras fuerzas de Izquierda””. 
   Si uno lee cualquier artículo del Instituto Cato referido a Venezuela, no encontrará ninguna referencia a los mil días de la Unidad Popular. Lo peor es que no mencionan el derecho a la rebelión. Desde que el régimen chavista comenzó a inculcar las libertadas, la mayoría de los articulistas o blogueros eran partidarios de la vía institucional para sacar a los marxistas. Cuando el diálogo se acaba, viene la fuerza. Así ha sido siempre desde los albores de la humanidad, ya sea entre países, ya sea dentro de un mismo territorio. Ni menos se les ocurre un programa económico como “El Ladrillo”, pues es el único camino.
   En julio de 1973, al ex presidente de la República y presidente del senado, el demócrata cristiano, Eduardo Frei Montalva en una reunión con los dirigentes de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) dijo las siguientes palabras por la grave situación que vivía el país: “Este problema sólo se arregla con fusiles”. Estas palabras quedaron en constancia en el Acta de Rivera. 
   La Izquierda del Foro de Sau Paulo apoya el gobierno o la dictadura de Nicolás Maduro. Ellos insisten en el diálogo, cuando ya nada más que hablar. En la reciente visita del vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence quedo manifiesto el apoyo de Bachelet a Maduro con las palabras: “no apoyará golpes de estado ni intervenciones militares en Venezuela”. Antes de la visita del político norteamericano, Bachelet había condenado el gobierno de Maduro. Pues, como dijeron en otro, esas lágrimas de cocodrilo de la mandataria no son auténticas. Se olvida Bachelet de la intromisión militar de Cuba en el país de Simón Bolívar. Lo único que está permitido en este rincón del mundo, es el socialismo del siglo XXI vía la democracia liberal, para luego destruirla por dentro como ocurrió en Chile en la UP. Y ahora en Venezuela y nuestro país con la retroexcavadora de la Nueva Mayoría en curso. 
   Mientras escribía este post, me acorde de unas palabras que dijo el general Augusto Pinochet sobre la democracia en el libro Ergo Sum Pinochet de las periodista progresistas Raquel Correa y Elizabeth Subercaseux y que vi en unos libros que comenzaron a publicarse por la Editorial Maye. Según la Izquierda latinoamericana lo que hay en Venezuela es democracia. Por eso, apelan al diálogo y no la fuerza, aun cuando han muerto cientos de personas por la acción del gobierno. 
    Una periodista le pregunta: “-Mientras se incendiaba este Palacio, ¿pensó en algún momento que se estaba rompiendo dramáticamente una tradición democrática de larga data como la chilena?” Respuesta: “¡Que democracia se estaba rompiendo! Ése es un cuento que me traen aquí, al “apriete”. ¡Miren la tradición democrática que había! -dice con sorna-. El señor Allende hacía lo que quería: el Senado no era respetado. La Cámara de Diputados, tampoco. La Contraloría rechazaba los decretos y le mandaban decretos con insistencia. La Justicia…¡Los trataba de viejos tales por cuales! ¿A eso lo llama democracia? ¿Ésa es la democracia que les gusta? ¡A mi esa forma de democracia no me gusta! Palabra de Honor”. Esa es la democracia que le gusta a Bachelet y Cía, no la democracia liberal. 
   Dicho sea de paso, al hojear rápidamente el libro Ergo Sum Pinochet, se nota que ambas periodistas se hacen las lesas sobre el intento totalitario de la UP, no saber distinguir entre un gobierno totalitario y uno autoritario y, por último, dan crédito sin pruebas a los rumores que inventó a la Izquierda: caso Letelier y torturas, entre otras cosas. 
 ¿No se parece Nicolás Maduro a Allende? 
  Si hubiese a lo menos un venezolano inteligente opositor a Maduro, no serían socialdemócratas o socialistas moderados. 
 Volviendo a la pregunta con que se inicia este post. Respuesta: en nada

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