martes, diciembre 29, 2009

Mentiras



El reciente nombrado Presidente de la Corte Suprema, Milton Juica declaró: “Creo que en la época de la dictadura el Poder Judicial no se comportó a la altura, especialmente la Corte Suprema”. Se le olvida que los propios ministros de la Corte Suprema en tiempos de Allende estaban atemorizados por los terroristas, pues éstos quería liquidarlos. Parafraseando, a Juica podemos decir que en estos veinte años de democracia y en democracia, el Poder Judicial no ha estado a la altura. ¿Por qué? Porque no ha aplicado la Ley de Amnistía que benefició a muchos personeros que han trabajado en el aparato público en estos veinte años, se ha saltado la prescripción y la cosa juzgada, se ha limitado ha investigar para un lado y para otro, no ha respetado la ley para personas de mayores de 70 años, permitir el perjurio, condenando a base de presunciones sin tener pruebas, inventando delito como ‘el secuestro permanente’, han trasgredido el principio de legalidad base del derecho penal Occidental, han trasgredido el principio de reserva. La Corte ha trasgredido la norma que dice que “las disposiciones de un tratado no obligarán a una parte, respecto de ningún acto o hecho que ha tenido lugar con anterioridad a la fecha de entrada en vigor del tratado para dicha parte ....”, como es cuando ha condenado a un militar por crímenes de lesa humanidad; cosa que recientemente Chile se inscribió.La Corte Suprema en los casos denominados “derechos humanos” o “privilegios humanos” ha aplicado la ley de embudo: ancho a los terroristas y angosto a los uniformados que los combatieron. Naturalmente que no son casos de derechos humanos los delitos cometidos por el terrorismo previo al 11 de septiembre de 1973, ni tampoco los ocurridos durante el Gobierno Militar, ya que esos son ‘delitos comunes’ para la izquierda; aunque el objetivo era político. En fin, no ha respetado el Estado de Derecho y el principio del liberalismo la igualdad ante la ley. En las cárceles donde están encerrados los militares tenemos varios Alfred Dreyfus como el brigadier Miguel Krassnoff , cuyo delito es haberse enfrentado al terrorista y fundador del Mir, Miguel Enríquez, sólo que aquí no ha habido error, sino alevosía y predimitación por parte de la Justicia para estar bien con el poder político. Aquí no hubo genocidio como tanto le gusta decir al progresismo. La derecha ‘liberal’ o chamberliana como yo la califico no dice nada respecto a esos abusos de poder.

Los intelectuales orgánicos nunca se cansan de mentir. Así, el cientista político Patricio Navia afirma en su última columna en ‘La Tercera’: “Uno de sus legados menos comentados será haber presidido sobre el fin del fantasma de Pinochet. Bachelet, correctamente, no le otorgó funerales de Jefe de Estado. En derechos humanos, la Mandataria cerró el ciclo. Una mujer que fue víctima de las violaciones a los DD.HH. ocupó el sillón de La Moneda”. Navia miente en dos cosas: la primera, es que Bachelet no le fue una víctima de las violaciones de los derechos humanos. No fue torturada, ni tampoco estuvo en Villa Grimaldi. Ya sabemos que para Patricio Navia como tantos intelectuales progres los terroristas que han indultado la Concertación no le violaron los derechos humanos a las personas que asesinaron, ya sea bajo el Gobierno Militar, ya sea en democracia. Segundo, el circo de los derechos humanos y de Pinochet va continuar con el Instituto de los Derechos Humanos y con el Museo de la Memoria, de la cual la Presidenta asumirá el cargo de directora, apenas termine su mandato.

A otro que le gusta mentir es, pues, el candidato de la Alianza por el Cambio, el demócrata cristiano, Sebastián Piñera. En efecto, en una entrevista concedida al diario ‘La Tercera’ afirmó:” -por la historia del régimen militar y sus atropellos a los derechos humanos- que viniera una corriente a favor de quienes más lucharon por recuperar la democracia, que fue la Concertación.”. Repite los clichés de la izquierda sobre derechos humanos. Después de todo, el joven estudiante de Harvard no sacó a los terroristas de las empresas y fundos tomados por la Unidad Popular, ni los combatió cuando gobernaron los militares. No fue la Concertación quien recuperó la democracia, sino los militares, ya que los opositores al Gobierno Militar abolieron en democracia o en la vieja democracia la propiedad que estaba garantizada en la Constitución de 1925. Si gracias a que está resguardada la propiedad en la Constitución de 1980, Piñera pudo prosperar como empresario.

En política es un buen negocio mentir.

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lunes, diciembre 14, 2009

El Bebé de Rose Mary



Quería hablar de la derecha, pero prefiero hablar del Mesías que iba a romper los esquemas de la izquierda y derecha, de la Unidad Popular y el Gobierno Militar. Así lo vemos en un ex columnista de la Concertación y que luego apoyó a Marco Enríquez Ominami, Max Colodro escribió días antes de la elección presidencial en ‘La Segunda’: “Frente a la inercia de un país dividido por un golpe militar y una larga dictadura, fue capaz de conectarse con una sensibilidad emergente, no contaminada ya por odios o revanchismos. Entendió que las nuevas generaciones podían mirar el pasado como un aprendizaje, como algo que era imperioso no volver a repetir, y que ello era una tarea de todos”. El Mesías, nuestra Obama chileno iba acabar con todos los males. Como de costumbre, el columnista progresista miente acerca de la división del país, pues quién dividió el país entre buenos y malos, fue la izquierda leninista marxista y guevarista de la Unidad Popular. Señor Colodro, ¿Se olvidó de las palabras de Salvador Allende, el Hitler chileno? "Yo no soy el presidente de todos los chilenos, soy el presidente de la Unidad Popular".

Me causa risa los comentarios de los cientistas políticos que votaron por Marco, como , Cristóbal Bellolio que no es cientísta político y , Patricio Navia . Aún creen porque es Marco es sinónimo de cambio.

Lo que llama la atención es su discurso antipluralista el día de la elección: "a mi no me de los mismo que gane la derecha, porque yo soy candidato presidencial. Yo no comparto la mirada de Sebastián Piñera sobre Chile (...) Yo los invito a todos a que nos unamos para derrotar a los conservadores, pero con ideas de presente, no con las ideas de 1940 ni los miedos de 1970". El representa, por el contrario, lo peor de la izquierda. Si gracias a ideas conservadoras como el respeto a la propiedad Chile está mejor que los países latinoamericanos.

Y, qué decir sus palabras, cuando se supo que no había ganado: "Confieso que hubiera querido abrazar a mi padre como abracé a Manuela". Durante la campaña dije que era un resentido social, pues a cada momento sacaba la muerte de su padre terrorista y fundador del Mir. Otros perdieron a sus padres, gracias al terrorismo del Mir. Guardan su dolor silenciosamente. Desde luego, que Marco, el Mesías, nunca mostró ningún gesto por la pérdida de esas vidas. Ningún político de derecha ni menos un periodista le dijo la verdad sobre su padre, que no fue asesinado. Y que su padre no creía en la democracia liberal.

Por último es para risa las siguientes palabras, cuando critica Piñera: "es la continuidad más triste del status quo y representa lo más cruel del mercado". Según nos informó la prensa, el Mesías se fue volando en helicóptero al balneario de Zapallar para votar, pues su familia socialista tiene una casa allí. Dicho sea de paso, Zapallar es un balneario donde la gente que tiene harta plata va veranear.

Marco Enríquez Ominami, nuestro Obama chileno terminó su discurso reproduciendo las palabras de Allende, él quería superar las odiosidades del pasado, ni ser de la Unidad Popular, ni del Gobierno Militar: "Viva el pueblo, viva los trabajadores, Viva Chile". De alguien que sostuvo que indultaría a los militares siempre y cuando tuviesen Alzheimer nada bueno puede salir.

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