lunes, junio 26, 2006

La Cartera o la muerte


La Presidenta Michelle Bachelet dijo cuando se opuso a eliminar el impuesto especifico a los combustibles: “Esta es una discusión seria, no queremos desvestir santos para vestir otros, esa no es una gracia”. Lo que no sabe o si sabe se hace la tonta, se refiere a que “vestir otros” es un una frase sin sentido, pues a los otros ya los desviste con el impuesto a la renta, el IVA y los impuestos específicos que hay para otros bienes, como las bebidas gaseosas y el impuesto a las utilidades. Por tanto, señora Presidenta, tengamos una discusión seria. Déjese de medidas populistas.

El impuesto que pagan los chilenos en la bencina: un 19% corresponde al IVA y el otro 19% al impuesto específico.

Y luego la Presidenta agregó con el discurso tipo de izquierda: “no podemos llegar y tomar cualquier medida por popular que esta pueda ser (...) No creemos que con el pretexto de ayudar a los automovilistas se beneficien a los más ricos”. Y que importa. Los socialistas quieren que el rico baje y no que el pobre suba. El socialismo nivela hacia abajo.

Además, lo que expreso la Presidenta es un sofisma en el cual sólo un grupo humano resulta beneficiado, no la comunidad, como diría el periodista norteamericano Henry Hezlitt en su libro “Economía en una Lección”. En efecto, ese dinero que va esa impuesto o bien se podría gastar en otras cosas, o bien en ahorrar. Lo que aprendí de un profesor de economía es que el ahorro que realizan las personas y empresas es tan importante como el ahorro del gobierno. La ayuda estatal a los más pobres es un verdadero chiste, pues $18.000 pesos sólo le alcanzan para dos semanas si es que viajan una vez al día al trabajo. Saquen las cuentas y verán que no ayuda nada, según sea la región. El Estado recupera lo dado a los pobres, cuando éstos usan el transporte público. Después de todo, tanto automovilistas y peatones que usan el transporte público, le terminan pagando 40% al Estado.

El impuesto específico a los combustibles como escuché en la radio se ha degenerado. Perdió su razón de ser.

Los partidarios del impuesto siempre argumentan, que lo mismo ocurre en Europa o los EE.UU. Bachelet en ese sentido no se diferencia mucho de Luis XVII de Francia, Carlos I de Inglaterra o el Jorge I también de Inglaterra, quienes también cobraban impuestos o tributos. Sin embargo, en los EE.UU los impuestos son más bajos que en Europa.

Cada vez me convenzo del acierto de las posturas libertarias. Ayn Rand me convenció. Ahora estoy leyendo “El Manifiesto Libertario: Hacia una nueva libertad” del pensador norteamericano Murray N. Rothbard. Milton Friedman resulta conservador al lado de él.

Los libertarios consideran que el impuesto es un robo legalizado, pues nadie le pregunta a uno si desea pagar impuesto. Simplemente, el Gobierno amenaza. No se debe olvidar que el impuesto lo sustraen de nuestro sueldo. Es una resta, no una suma. Cito a Rothbard: “Invitamos a cualquiera que verdaderamente crea en la naturaleza “voluntaria” del impuesto a negarse a pagarlo, y entonces verá lo que sucede. Si analizamos la imposición de tributos, encontramos que, de todas las personas e instituciones que constituyen la sociedad, sólo el gobierno consigue sus ingresos por medio de la violencia coercitiva. Todos los demás en la sociedad obtienen sus ingresos sea a través del obsequio voluntario (albergue, sociedad de caridad, club de ajedrez) o mediante la venta de bienes o servicios voluntariamente adquiridos por los consumidores.”

Como todos sabemos, el gran salvavidas que ofreció el Gobierno a la clase media es el Fondo de Estabilización de los Combustibles, que es otro chiste. El Gobierno en período de elecciones (municipales, parlamentarias y presidenciales), o previas éstas baja discrecionalmente el valor del crudo, para después de las elecciones traspasarle el valor real a los electores y/o consumidores. El responsable es el Estado, pues éste tiene el monopolio de la distribución del crudo y fija el precio. ¿Es extraño que los socialistas que atacan el monopolio privado no lancen sus gritos a ENAP?

En fin, cuando el estado cobra impuesto, Rothbard dice que es igual a una asalto: “La Cartera o la muerte”.

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lunes, junio 19, 2006

El día el que ministro de Educación rindió su PSU (política)

Por la revuelta de los estudiantes secundarios, la Cámara de Diputados resolvió llamar al ministro de Educación, para que rindiera cuenta de lo sucedido. El ministro fue interpelado por uno de los poderes. En Chile no estamos acostumbrados a que los ministros de Estado y el mismo Presidente se les pida cuenta por sus actos. Si bien fiscalizan, envían solicitudes u oficiosos a los diversos departamentos del Estado, la cuales, como recordó un parlamentario, nunca les responden.

Vi al pasar un poco la defensa del ministro de Educación, en el cual decía algo así: “Yo no voy a sacar a relucir que la Loce (La Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza) es responsabilidad de la Derecha”. Por tanto, la Derecha es la responsable de las reformas a la educación. De ahí en seguida cambié de canal. Pues él sabe que la Loce no es problema que origina la mala calidad de la educación en los establecimientos públicos.

Sin embargo, la interpelación la había querido no comentar, hasta que leí el presidente de la Cámara de Diputados y militante del Partido por la Democracia (PPD), Antonio Leal sugiero en la semana regular la interpelación. No me interesa cuántas horas dura la interpelación a diferencia de Leal. Sólo me interesa que se le pregunte libremente. El diputado sugiere: “, no es sorprender al ministro y que este no pueda responder, sino por el contrario que sus respuestas sean exhaustivas y documentadas y que ellas sirvan a la Cámara de Diputados para fiscalizar y a la opinión pública para conocer más a fondo las políticas del Gobierno". (La negrilla es mía). Además, propone que el ministro disponga un cuestionario, para que pueda responder. El propio ministro reconoció que no estaba preparado para responder las preguntas.

En ese momento, mi disco duro comenzó a procesar rápidamente. Hace mucho tiempo, exactamente hace seis años más o menos, la Concertación formó una comisión para investigar un caso. El presidente de dicha comisión era un beato Demócrata Cristiano, que luego fue procesado por coima. En esa Comisión en que la coalición oficialista era mayoría, ella decidió la forma de interrogar al entonces ministro de Interior, José Miguel Inzulsa, hoy secretario general de la Organización de Estados Americano (OEA). La forma consistía en que diputado le preguntaba al presidente, y éste le repetía la pregunta al ministro. Y luego éste le respondía al presidente y éste al diputado fiscalizador. Uno como ciudadano esperaría que le preguntaran directamente al ministro. Sin embargo no fue así. El diputado fiscalizador era la ex diputada Lily Pérez, quien con un toque ironía se burlaba del presidente de la comisión: “Cumpla su trabajo señor presidente”, “Lo hace muy bien”. Probablemente, el diputado que era gordo se habrá sentido como Sancho Panza en su ínsula. La ínsula del presidente de esa comisión es que alguien le llamara presidente y de ese modo inflarle el ego.

Después me acordé de Chris Patten, el último gobernador de la ciudad estado Hong Kong, quien escribió el libro “Hong Kong: antes y después”. Un libro muy bueno escrito por un político en que abarca las relaciones de Oriente con Occidente, la democracia en países donde no hay tradición democrática y su propia experiencia como político. Aquí viene la parte interesante. Como todo político profesional aspira que el ejecutivo le dé un cargo. Patten obtuvo el suyo cuando apoyo a la Dama de Hierro. Con todo, al día siguiente de saberse los resultados en la Cámara de los Comunes en que los conservadores ganaban, Patten debía rendir cuenta al Parlamento. Entonces, se puso a estudiar la noche anterior, lo que en chileno significa “calentar la materia”. La Cámara lo interrogó y como él mismo dice, hizo el ridículo. Patten no esperaría que la Cámara le entregase un cuestionario. Recuérdese que en Gran Bretaña una vez la semana, el Primer Ministro es interpelado por la Cámara de los Comunes. La misma Dama de Hierro cuando vino a Chile y fue entrevistada, lo confirmó. ¿Se imaginan a la Bachelet en esa situación?

Sigo procesando y me viene a la mente las películas norteamericanas en las que ha habido escenas de interpelación, ya sea a políticos o a personas importantes. Las dos versiones. “Hoffa: pulso de poder” (1992) de Danny de Vito, en la cual Hoffa es interpretado por Jack Nicholson y F.I.S.T (1978) de Norman Jewison, cuyo protagonista es Sylvester Stallone. En las dos versiones, el personaje principal no le teme a la Comisión del Congreso. Lo mismo ocurre en la película “Quiz Show” (1994) de Redford, en la cual relata cómo un programa de TV “Veitiuno” de la NBC en 1958, compra a los competidores de un concurso de saber. Allí también uno de los protagonistas, Ralph Fiennes, debe rendir sus cuentas a una comisión. Y así tantas otras.

Hasta en el programa Saturday Night Live de la NBC se han burlado de las interpelaciones, cuando Condolezza Rice u otro político han debido responder ante los parlamentarios. ¿Esperarían Rice que el Congreso le entregase un cuestionario? Rice en una de esa interpelaciones le respondió al parlamentario que no le podía contestar, porque esa respuesta afectaría la seguridad nacional. Ni se arredró.
Nota: PSU significa Prueba de Selección Universitaria. Es el prueba que los estudiantes rinden para poder entrar a la Universidad. Es el equivalente al Bachillerato mas que a la Prueba de Aptitud Académica (PAA).

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lunes, junio 12, 2006

¿Me entenderán?

Las movilizaciones estudiantiles han servido para mostrar el verdadero rostro de los actores de la sociedad. Así descubrimos que la Concertación mostró su rostro totalitario al responsabilizar a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (Loce) de los males de la educación. El Presidente del Consejo Asesor para el mejoramiento de la calidad de la Educación, manifestó que era estatista y, por tanto, era necesaria regular la enseñanza privada. En realidad la educación que está mal es la pública, no la privada. Nótese, además, que ese señor es una Demócrata Cristiano. Durante el siglo XIX en Chile, los católicos lucharon por la libertad de enseñanza. Menos mal que todavía hay católicos que luchan por ella y que no se encuentran en el gobierno.

Si bien la Presidenta Michelle Bachelet en su primer discurso en red nacional se mostró favorable a la libertad de enseñanza, no explicó por qué es importante.

Además, constatamos un desfase de las autoridades entre lo que dicen y lo hechos o cosas. Hay una vieja teoría de la verdad que dice que los enunciados se corresponden con la realidad. Usualmente conocida como la teoría de la verdad como correspondencia. Y que el filósofo Karl Popper la reformuló en el siglo pasado, como “Teoría de la verdad objetiva: la correspondencia con los hechos”, la cual la saco del lógico Tarski. Sentado este precedente veamos cómo anduvo la Presidenta.

La Presidenta afirmó cuando presentó a las 73 personas que integraran el Consejo Asesor para la Educación sobre la Loce: "la cual ha sido el aspecto menos trabajado durante los últimos 16 años". Como diría un comediante dándose ínfulas de profesor: “Falso, falso”. Pues, como escribió ex rector designado por militares de la V Región, la Loce ha sido modificada 10 veces a partir de 1990, esto es, 2000, 2001 (dos oportunidades), 2003, 2004, 2005 y 2006. La última reforma dice la ex autoridad la hizo Lagos en febrero de este año. Para ser exacto, el 21 de febrero se publicó en el Diario Oficial.

Luego la Presidenta afirmó: "Nadie quiere volver a un sistema educacional centralizado”. Los hechos, por el contrario, nos dicen que la Concertación desde que llevo a cabo el Estatuto Docente del ex ministro de Educación, Ricardo Lagos, la educación se ha centralizado. Las palabras de Bachelet también las repitió la niña matea y actual Presidenta de la Democracia Cristiana, Soledad Alvear. No les interesa la verdad.

Se ha insistido al cansancio hablar de la calidad. Por ello, la Presidente aplicando el liderazgo que llamó Lavín “femenino participativo”, convocó al famoso Consejo Asesor, en que moros y cristianos intentaran ponerse de acuerdo. Más de alguna persona habrá pensado que dicho consejo estaría compuesto de pocas personas. Se equivocó. Es una verdadera asamblea constituyente. Ahora bien, lo extraño como escribió una editorial es que grupos minoritarios estén sobre representados, a saber: la izquierda extraparlamentaria. Ese sería el primer reparo.

Un segundo reparo es que la Presidenta al confiar en las comisiones por ellas designadas, genera un conflicto entre los representantes del parlamento y la supuesta participación ciudadana. En otras palabras, entre la democracia representativa y la democracia participativa. El político de oposición Pablo Longueira ya manifestó su molestia. Y Carlos Peña dijo el domingo que, cuando la izquierda no se siente representada recurre al artilugio de la democracia participativa. Con todo, ser dueños de ambas cámaras. Las reglas de juego, como diría el pensador liberal socialista Bobbio, es que a los parlamentarios a través de sus comisiones resuelvan los problemas. Por eso fueron elegidos. Concedámosle, como dicen los norteamericanos el derecho a equivocarse. Y naturalmente el beneficio de la duda.

El tercer reparo que algún blog abordo es, ¿cómo personas que “recién asomándose a la vida, sin haber contribuido nunca a financiar una familia, a administrar un hogar, creen saberlo todo”? Recuérdese los seis estudiantes representados en el Consejo.

El cuarto reparo sería si alguien en serio cree que 73 personas van a descubrir o nos van a revelar, cuál es el parámetro exacto de calidad. Ni siquiera los saben quienes diseñan los software, ¿cómo lo sabrán 73 personas? Creo que la calidad lo saben los propios apoderados cuando buscan un colegio. Y cada cual verá lo que le conviene a sus hijos. Algunos privilegiarán la educación tradicional; otros la importancia de los idiomas, ya sea inglés, francés o alemán. Habría que agregar japonés y mandarín, si es que los apoderados lo estiman conveniente; otros concederá como elemento central de la educación el deporte, para que tenga buena salud toda la vida; otro la enseñaza técnico profesional. La calidad se logra con la libertad y con los aciertos y errores de cada proyecto vital. Con ensayo y error. Los padres no querrán que sus hijos pasen por unos infortunios que ellos pasaron en la educación.

El quinto reparo que pocos han reconocido es que si los estudiantes exigían calidad de educación, ¿por qué cada vez que un profesor evaluaba mal a un estudiante, éste reclamaba a sus padres, y éstos a su vez al profesor? Con lo cual el profesor perdía autoridad. Y si se les exigía un poco más, los alumnos reclamaban. En otras palabras, si les piden leer un libro de 300 páginas, no lo leerán. Unos culpan de esta situación al mercado, en el sentido en que el estudiante es el cliente. Y el cliente, por tanto, siempre tiene la razón. Típica deformación chilena. La propia Concertación ha socavado la autoridad, pues cuando un profesor califica mal a un estudiante, ese acto es sinónimo de “represión”. Un campeón de kick boxing o full conta dijo una vez: “Perder y ganar es parte del aprendizaje”. Desde luego, en los deportes no siempre se gana. Por tanto, las notas buenas o malas forman parte de la experiencia. Los malos resultados dan origen a nuevas experiencias o motivaciones. La actual generación prefiere el camino fácil donde no hay sudor.

Y, por último, el sexto reparo es que la movilización mostró que los estudiantes se desenvuelve bien con las tecnologías: e-mail, blog, chat y los teléfonos móvil o celular, por una parte. Los parámetros de calidad que usaban los gobiernos de la Concertación, como tener varios computadores, redes y pawer-point no son buenos, por otra parte. Los más avezados sabrán lenguajes de programación. Sin embargo, no saben usar lo que ha producido aquéllo. Las palabras de Nietzche creo que le faltan a ellos: “Se ha de aprender a ver, se ha de aprender a pensar, se ha aprender a hablar y escribir: la meta de estas tres cosas es una cultura aristocrática”.

Simplemente, entonces habría que volver a la educación estilo Mister Chips. El actor escocés Sean Connery dijo en un reciente homenaje: “Tuve la gran oportunidad cuando tenía cinco años, y me ha tomado más de 70 años para lograrlo. Cuando tenía cinco años aprendí a leer, y no hubiera llegado hasta aquí sin los libros, los dramas y guiones".

Ergo, hay que saber leer, mas los estudiantes no entienden lo que leen. ¿Me entenderán?

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lunes, junio 05, 2006

La semana de los pingüinos

El filósofo John Stuart Mill escribió en su ensayo “Sobre la Libertad”: “Las objeciones que se suelen oponer con razón a que el Estado se encargue de la educación no van contra de que el Estado la imponga, sino en contra de que el Estado se encargue de dirigirla, lo que es totalmente diferente”. Más adelante agrega: “Una educación general dada por el Estado sería un mero artificio para moldear a las gentes conforme a un mismo patrón y hacerlas exactamente iguales; y como molde en que se les forma es el que más satisface al poder dominante”.

En vez de repetir las expresiones de solidaridad que ha habido en los blogosfera por la rebelión de los pingüinos o de los estudiantes secundarios, prefiero analizar otros asuntos. Una cosa es compartir algunas peticiones de los estudiantes y otra cosa es encontrar que todo lo que dicen los estudiantes por el hecho de decirlos ellos es, pues, lo correcto.

Me ha sorprendido el oportunismo de los sabios de la Concertación, cuando culpan del fracaso de la educación estatal al gobierno militar. Así Carlos Peña escribe: “Instalado en la dictadura, en él se entremezcla una concepción eugenésica de la educación con el sistema de vouchers ideado por Friedman”.
Y agrega: “Que durante dieciséis años el progresismo haya comulgado con semejante rueda de carreta -sin siquiera discutir el diseño en lo más mínimo- es sorprendente”. Me recuerda la expresión que uso el analista Patricio Navia para referirse que Ricardo Lagos como “progresista nunca debió haber colocado a parientes en cargos del gobiernos”. ¡Típica beatería progresista!
Al terminar la semana, el sociólogo Manuel Antonio Carretón expresa opiniones parecidas: "Lo que se está criticando fuertemente es algo heredado del régimen militar y que es defendido por la derecha”.
Asimismo, el profesor de Filosofía del Derecho, Aldo Valle en su columna del domingo del “El Mercurio de Valparaíso” expresa cosas parecidas, tildando a la actual educación de discriminatoria y excluyente: “y la educación de la mayoría permanece como excluyente y discriminatoria”. Estos son los seudoliberales que citan a Mill para ciertas cosas y omiten otras, que no les gusta la libertad de enseñanza.

Sin embargo, una semana más tarde el mismo profesor Peña nos hacer ver que la antigua educación pública (1938 – 1973) era tan excluyente, clasista y racista: “Porque cuando la Presidenta iba al Liceo 1 la cobertura en educación media no alcanzaba al cincuenta por ciento de los jóvenes. Y el promedio de escolaridad para la población mayor de 15 años era de apenas 4,3 años. Mientras la niña Verónica Bachelet (que no era pobre y sin embargo recibía educación gratis) asistía a clases, los pobres de verdad no tenían acceso”.

La Ley Orgánica Constitucional de Educación (Loce) lo único que establece es un marco jurídico en el cual desenvolverse. Es como rayar la cancha. En el artículo segundo dice: “La educación es un derecho de todas las personas”. En el tercer artículo dice: “El Estado tiene, asimismo, el deber de resguardar la libertad de enseñanza”.

Me sorprende que los Concertacionista que dicen que lucharon por la libertad desprecien la libertad de enseñanza. La libertad la emplean solamente para repartir condones en las escuelas, sin hacerse cargo del embarazo adolescente que se ha duplicado o triplicado misteriosamente.

En realidad lo que ha fallado no ha sido el mercado, sino el Estado. En las columnas tanto del historiador Gonzalo Vial Correa como las del economista Alvaro Bardón , nos recuerdan que la Loce es letra muerta. Gonzalo Vial Correa decía hace mucho tiempo, gracias al Estatuto Docente del ex ministro y ex Presidente Ricardo Lagos, la “municipalización” de la educación desapareció. En 1993 Bardón decían que Estado Docente era un desastre. Solamente el municipio es una caja de suelos, porque no puede despedir a los profesores debido al Estatuto Docente, que fue volver al ministerio de Educación. Como decía Gonzalo Vial en junio del 2004: “LA INAMOVILIDAD PERPETUA DE LOS DOCENTES MUNICIPALES. Todavía hoy un profesor municipal, alcohólico, se puede caer al suelo, dormido, en la sala de clases, y el Director no tiene atribuciones para despedirlo ni suspenderlo... ¡Debe abrirle un sumario! Ni siquiera procede se le califique, al final del año, en lista de eliminación. Con la evaluación en uso quizás, con suerte, el Director consiga librarse de él en un año o un año y medio”. Todo ello gracias a Lagos.

Gonzalo Vial dice la semana pasada: “No tienen la menor ingerencia en los programas (que son los uniformes para todo el país: los CMO), ni en los sueldos (se fijan centralizadamente por el Ministerio y el Colegio de Profesores), ni en los estímulos (igualmente centralizados), ni en los perfeccionamientos nacionales (la misma cosa) o en el extranjero (idem). No se puede remover ni trasladar—incluso de cargo dentro del establecimiento — a un profesor: lo impide el Estatuto Docente”

Por tanto, cuando los estudiantes dicen que “la educación no es un negocio”, o que “la educación no al mercado”, no tienen idea de lo que están hablando. Si la educación no fuese un negocio más, entonces no se les pagaría a los profesores y auxiliares. Es un negocio más porque tienen entradas y salidas. Si la educación pública estaría a merced del mercado, la Concertación debió haber seguido la política de los voucher o bonos, para que los apoderados elijan si desean colocar a su hijo en un colegio particular o en uno público. De ese modo se combinaría el derecho a la educación con la libertad de enseñanza. No habría una antinomia artificial como las que han creado los políticos de la Concertación.

Recuérdese que el año pasado Alvaro Vargas Llosa en su columna dominical de “La Tercera”, mostró los éxitos que había tenido el sistema de bonos, incluso en la socialista Suecia. El ministro de Educación de Lagos y hoy presidente del Partido por la Democracia (PPD) rechazó la idea de implementar el sistema de bonos, porque según él, era tratar la educación como mercancía.

Además, antes que los Contenidos Mínimos Obligatorios (CMO) de Lagos y Loce de Pinochet, ya los colegios particulares han sido superiores a la educación estatal. Mucho antes de 1973. Cada colegio ofrecía valores religiosos, éticos de acuerdo a las creencias de cada uno. Si eran mejores, ¿por qué eran mejores? ¿Alguien me lo puede responder?

Una cosa que no me gustó del discurso de Bachelet: "Una mejor gestión es indispensable. Mantendremos el principio de la descentralización de la educación". Como mostré más arriba, la Concertación ha centralizado. Y esta otra: "El Estado pasará a ser un verdadero garante de la calidad de la educación subvencionada, pública y privada”. Los apoderados que eligen colocar a sus hijos en tal o cual colegio partículas saben la calidad de la enseñaza que les ofrece. Prefiero una certificación ISO.

En fin, la Concertación en vez de ver los hechos se esconde en la ideología. La teoría les dice que el mercado es malo y que el Estado es bueno; aunque la realidad nos dice lo contrario.

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