martes, mayo 30, 2006

Ley de Paridad

Un bloggero había advertido que, cuando Michelle Bachelet asumió la Presidencia de la República los carabineros estaban alternados por hombre y mujer. Quizás con ello se quería anunciar los nuevos tiempos de la paridad.

Bachelet siguiendo a José Luis Zapatero colocó a 10 hombres y 10 mujeres. Esa es la igualdad de la izquierda, mejor dicho la nueva igualdad. Lo que a muchos les pareció una moda bastante exótica, rídicula y pasajera, los socialistas y el mundo progresistas se le tomaron en serio. En efecto, para ellos es casi una cruzada. Con todo, en la semana pasada la iniciativa se puso en al ámbito público encontrando por cierto a detractores y defensores.

Para los socialistas la paridad había que llevarlas a los partidos y a las empresas públicas y privadas. En el caso de las empresas privadas eso significa que están obligadas a seleccionar mujeres en ciertas áreas. Lo importante sería las necesidades de un grupo ‘marginado’ y no los intereses de la empresa. Después de todo, el empresario sabe a quién necesita. Los socialistas se defienden que la ley no obliga. No me imagino a la empresaria Martha Stewart ni Carly Fiorina en un papel de víctima de la sociedad, como les gusta mostrar a los socialistas a las mujeres. Antes era el proletariado. Carly Fiorina fue presidenta y CEO de Hewlett Packard, la segunda multinacional de informática. Además, estudió filosofía e historia en la universidad.

Los socialistas sugerían, por ejemplo, que para un concurso hubiese dos ternas: una para hombre y otra para mujer.

Los socialistas arguyen que la Ley de Cuotas “es una herramienta transitoria para poder lograr la inclusión de la mujer en la política en circunstancias de que la sociedad estructuralmente la margina y discrimina”.

Cuando los socialistas emplean el término ‘transitoria’, significa permanente como los impuestos. Lo único transitorio que ha conocido la República de Chile, ha sido los artículos transitorios de la Constitución del ’80, que cuando llegó la democracia dejaron de ser.

Me asombra que a estas alturas de a principios del siglo XIX, se esgrima el siguiente argumento por mundo ‘progresista’ por parte de un diputado socialista: “Yo siento que no hay una valoración importante del rol de la mujer en la sociedad y creo que hay determinados sectores que están convencidos que la mujer debe estar circunscrito solo al hogar o solo a lo que tiene que ver con su rol como madre y esposa. Nosotros pensamos por el contrario, que deben generarse condiciones en la sociedad que permitan la plena inclusión de la mujer en igualdad de condiciones y en igualdad de derechos”.

Los socialistas creen de mala fe que las mujeres de ‘derecha’ quieren solamente ser madre y esposa. No creo eso, menos ahora. Así quedaría ese sector como retrógado y arcaico. Ellas quieren ser madre, esposa y ser profesional, como esas series de policías y detectives del canal Warnes Bros.

Afortunadamente, los hombres todavía podemos encontrar mujeres inteligentes que creen que ese tipo de leyes no las favorece. El mismo día la diputada UDI María Angélica Cristi, y varias concejalas del partido manifestaron su "total oposición a la Ley de Cuotas que se enviará al Parlamento". Entre las consejales estaba la bloggera Isabel Pla.

La diputada de oposición argumentó: "impondrá a todos los partidos políticos la obligación de incluir una determinada cantidad de mujeres como candidatas a elecciones populares".
Además, agregó algo importante: "los liderazgos de los hombres y mujeres deben estar centrados en sus ideas, en su compatibilidad y en trabajar juntos y no en tratar de separarlos". Por eso los ingleses elegieron por tres períodos a la Dama de Hierro, que por cierto era femenina. Ella denunció “una igualdad forzada”.

Y recalco los meritos de los individuos, ya sean hombres o mujeres: que "el liderazgo debe centrarse en sus capacidades, en sus esfuerzos, por lo que en un futuro quieren participar, pero en reconocimiento a su trabajo y no a imposiciones".

Cuando escuché esa esa noticia, se me ocurrió una idea descabellada. En vista de que los socialistas quieren igual cantidad de hombres y mujeres en las empresas públicas y privadas, por que no cambiamos el ejecutivo. En vez de elegir una persona para la primera magistratura de la nación, eligamos dos: un hombre y una mujer. Volvamos al sistema político romano de los dos procónsules. De ese modo, la mujer presidente vigilaría al hombre presidente y viceversa.

Me parece absurdo que se imponga a partidos y empresas una cuota, si no se hace lo mismo con la Presidencia.

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miércoles, mayo 24, 2006

La mala fe de los sabios Concertacionistas

Algunos todavía creen las categorías “derecha” o “izquierda”. A otros, por el contrario, les gusta la denominación conservadora y liberal. Y otras muchos más creativos les gusta denominarse liberal de izquierda y cristiano. Algunos individuos serán conservadores en algunos aspectos y en otros liberales. Y por último están los que emplean las palabras “izquierda” y “derecha” en términos maniqueos.

Desde hace un buen tiempo que ciertas personalidades del mundo ‘progresista’ intenta más que develar algo sobre un sector político, se dedican a desprestigiarlo. Así tenemos a personalidades como el profesor y abogado Carlos Peña, quien se autodefine como “liberal progresista” columnista habitual de “El Mercurio de Santiago” del día domingo; Agustín Squella, quien también es abogado, profesor de Filosofía del Derecho y seguidor de Norberto Bobbio; y por último, está el sociólogo José Joaquín Brunner.

Carlos Peña en una de sus columnas mostraba que la Derecha era simplemente oportunista y que no tiene un pensamiento propio. La Derecha se alimentaba, por así decirlo, a regañadientes de Hayek o del filósofo norteamericano Michael Novak, quien intentó fundamentar el capitalismo con la religión católica. Es decir, cuando una persona del espectro de la Derecha dice que le gusta tal o cual filósofo, economista o historiador liberal son puras patrañas, ya que ese individuo no es sincero.

El mismo tono lo encontramos en las columnas del profesor de Filosofía del Derecho, Agustín Squella, para quien la Derecha le preocupa solamente la propiedad y el orden mas no la democracia, la libertad y obviamente la igualdad. Esa es su idea más cliché que repite una y otra vez, ya sea en “El Mercurio de Santiago” o en “El Mercurio de Valparaíso”. Es extraño que sostenga que a la Derecha no le interesa la libertad. La pérdida de la democracia fue por la libertad y las reformas neoliberales que tanto denostaba la izquierda consistió en que a los chilenos eran libres usar sus propiedades como ellos quisieran. Lo opuesto a la política económica que desde la década del 30 del siglo pasado hasta 1973, las propuestas de todos los partidos (izquierda,DC, derecha) era darle más poder al Estado y menos a los chilenos. ¿A cual igualdad habla la izquierda? De hecho, no es la igualdad ante la ley.

José Joaquín Brunner en sus últimas columnas del cuerpo “Artes y Letras” del Mercurio nuevamente ha atacado a los que él denominada “Conservadores”. Leemos: “Al abrazar el neoliberalismo -más mercado, mejor-, el pensamiento conservador sella un pacto donde, como Fausto, entrega el alma a cambio del poder para transformar el mundo. Supera su esterilidad política (condenado nada más que a reaccionar) al precio de recibir una fuerza que destruye aquello que más ama: un orden fundado en las tradiciones y jerarquías, vínculos orgánicos entre las personas, valores heredados, distinciones de rango, austeridad y demás virtudes basadas en la sublimación de los deseos, sentido del honor y el respeto debido a los vínculos de familia, religión y patria”.

Si por conservador se refiere a la actual ‘Derecha’, mete en un saco a los conservadores y liberales. Ambos serán conservadores en unas cosas, liberales en otras. Sin embargo, esa distinción en Chile no es tan clara como en Inglaterra o los Estados Unidos. En efecto, en Inglaterra, por ejemplo, uno puede hallar filósofos que se declaran conservadores y que se diferencian de los liberales. Filósofos conservadores son: Michael Oakeshott y Roger Scruton. El primero debatía con Kart Popper y éste con el profesor socialdemócrata Harold Laski. Obviamente, a un nivel que uno aquí no encuentra más allá de las etiquetas maniqueas.

Milton Friedman dice en ‘Libertad de elegir’, que la educación de los hijos corresponde a los padres elegir los colegios conforme a sus creencias y no al Estado a diferencia de los socialistas. Entonces de acuerdo a lo que escribió Brunner de su última frase, Friedman sería conservador.
Si fuese cierto la afirmación de que el mercado destruye tradiciones y jerarquías, no tendría sentido que dos imperios, por ejemplo, quisiesen establecer vínculos comerciales. Además, los chinos de Hong-Kong descubrieron que la filosofía de Confucio ha sido un valor importante para su éxito, pues se basa en el respeto en la autoridad y la disciplina. La última novela que leí “El Imperio de los Dragones” el escritor plantea la posibilidad de que el Imperio Chino quería establecer relaciones comerciales con el Imperio Romano a través de la Ruta de la Seda. No creo que los emperadores de ambos imperios hubiesen pensado que el comercio iba socavar su autoridad. De hecho, el mercado necesita de un orden legal para funcionar y las jerarquías siempre están. Ahora los intelectuales como José Joaquín Brunner quieren convertirse en los paladines del mercado, pues da a entender que el mercado destruye todo. El mercado les suena Revolución.

Lo que dice Brunner es fácilmente refutable. Cuando entrevistaron a Hernan Somerville, quien fue el encargado de la Apec durante el gobierno de Ricardo Lagos, aquél dijo algo importante. Dijo que conocio a personas de diversas creencias religiosas ya sea cristianos, musulmanes, judíos, budistas y otras religiones estaban interesados en comerciar con el Occidente. No creo que el mercado socave sus creencias religiosas, tal como ha sucedido hace mil años.

A fin de cuentas solo la Izquierda es consisten. Cuando digo ‘consistente’ quiero decir que no sean autocontradictorias.

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martes, mayo 16, 2006

Bachelet: Interior y exterior

Desde hace unas semanas un grupo de mapuches comenzaron una huelga de hambre, con el firme propósito de que le conmutaran la pena de 10 años y un día por haber incendiado un fundo. Se les aplicó la ley y la justicia hablo.

De pronto unos parlamentarios socialistas para variar solicitaron que se les aplicará una ley de Amnistía, porque según el senador Alejandro Navarro "es cierto que aquí hay daño a la propiedad, pero también es cierto que no hay daño ni riesgo ni atentado criminal contra la vida, contra las personas” (24-04-2006). Se trata del diputado Marcos Enríquez-Ominani y el nombrado senador Navarro. Además para ambos parlamentarios esas personas no son terroristas. De la declaración se desprende que una persona es terrorista si atenta contra la vida humana. Entonces, ¿Por qué los gobiernos de la Concertación han indultado una y otra vez a terroristas de izquierda que atentaron contra la vida de las personas?

Ahora bien, el Gobierno dijo que no iba cuestionar los fallos de la justicia. Así lo reiteró el portavoz del gobierno, Ricardo Lagos Weber. Incluso la Presidenta en Viena declaró: "que puede que a mucha gente aquí le parezca incorrecto, pero la justicia aplicó esa ley". Luego agregó: "Los mapuches hoy día están en huelga de hambre para que sean liberados, pero el Gobierno en Chile no puede cambiar una sentencia judicial. Ése no es el rol del Gobierno, afortunadamente. Porque si el día de mañana hay un gobierno al que no le gusta una sentencia de la justicia y la cambia, entramos en problemas" (14-05-2006).

La Presidenta terminó su declaración: "Uno puede o no estar de acuerdo con la decisión de la justicia. Ése es otro tema, pero lo que no podemos hacer nuevamente en democracia es hacer lo que se hizo en dictadura, de que la justicia hacía lo que la dictadura quería”. ¿Podría haber recordado como la Unidad Popular no respetaba los fallos de la justicia y el gobierno hacía lo que quería y como se quería establecer la justicia revolucionaria con el subsecretario José Antonio Viera-Gallo al estilo del que practicaba el “El Che” en La Cabaña, esto es, primero fusilar y luego interrogar?

Sin embargo, una vez de vuelta la Presidenta al país se difunde la noticia de que el Gobierno accedió a la petición del senador Alejandro Navarro de conmutarle la pena de 10 años y un día por libertad vigilada. Así lo expresó la secretaria general de la presidencia, Paulina Veloso.
La Presidente ante los poderes fácticos y minoritarios de la izquierda no tiene voluntad, pues es simple marioneta. De un día a otro cambió de parecer.

El acto del Gobierno me recuerda cuando el gobierno totalitario y fascista de la Unidad Popular no respetaba los fallos judiciales e indultaba a los terroristas del Mir, por considerarlos ‘jóvenes idealistas’. Lamentablemente el país está volviendo a lo mismo.

A mediados de los 90 del siglo pasado se cambió las leyes para encerrar un general y ahora se quieren cambiar las leyes para liberar a unos terroristas. Tengo entendido que las leyes se promulgan para todos los hombres, no para algunos. En ambos casos, se viola la igualdad ante la ley. Así son los ‘liberales progresistas’, esto es, socialistas a fin de cuentas.

Michelle Bachelet de su viaje a Europa aprendimos que ella poco quiere la democracia y los derechos humanos: "No quisiera que regresemos a la etapa de la guerra fría y que demonicemos a unos y a otros países". Esa expresión la empleó para referirse al eje Cuba-Venezuela y Bolivia. El primer país gobernado por una dictadura totalitaria de izquierda, que ha mandado a miles de cubano al paredón y otros tanto a los gulag. Es comprensible, después de todo, ha sido ritual de los Gobiernos de la Concertación invitar al dictador Fidel Castro a los cambios de mando y a otros eventos. Además, Bachelet prefirió vivir en el exilió en una dictadura comunista, la otrora Alemania Oriental que en una sociedad democrática y liberal como Australia. El segundo país en manos de un loco que se cree emperador de los latinoamericanos y, que además, persigue a la oposición y encierra a periodistas. El tercer país en manos de un sedicioso que intentó derrocar a un gobernante elegido.

Si este es el comienzo, ¿Cómo será el final?

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martes, mayo 09, 2006

Premios y premios

Una institución de España llamada Nuevo Foro Económico otorgó un premio a dos políticos: a Michelle Bachelet y a Joseph Borrell . El Foro le reconoce a Bachelet “carisma de estadista” y por sus esfuerzos "en pro de un nuevo orden mundial, caracterizado por la incansable búsqueda de la paz, la alianza y el entendimiento entre civilizaciones, el desarrollo económico, la promoción del papel de la mujer en la sociedad, la cohesión y el equilibrio social “. Me recuerda una frase del monólogo de Hamlet: “El paciente mérito que recibe el hombre indigno”.

Lo que me llama la atención, es que hayan galardonado a dos socialistas. Además, de atribuirle reconocimientos anticipado, esto es, antes de que termine su mandato de cuatro años. Cuando el Nuevo Foro le reconoce la “búsqueda de la paz, la alianza y el entendimiento entre civilizaciones.”, caí en la cuenta que era un premio de la cultura ‘progresista’. Alianza de Civilizaciones es Zapatero.

Me extraña que un foro económico no haya premiado al Presidente de Lituania Mart Laar, quien siendo un profesor de historia de 32 años aplicó lo que leyó en el libro “La Libertad de Elegir” de Friedman. ¿No será que las ideas liberales no les gustan a la burocracia Europea? Su reconocimiento le llegó desde el otro lado del Atlántico, al recibir el Premio Premio Milton Friedman 2006.
Ahora bien, ¿Cuál es el mérito de Mart Laar?
Cuando fue elegido la primera vez, en Lituania había una inflación 1.000% anual, tenían un desempleo del 30% anual, la economía caía a una tasa del 30% anual y más del 90% de la economía era “propiedad del Estado”. El comercio exterior era solamente a Rusia.

Su diagnóstico del comunismo:Cuanto más tiempo dure el comunismo, tanto peor es el resultado y tanto más feo el fin. Así, podemos prever qué vamos a encontrar en Cuba tras la caída del régimen comunista: una inflación enorme, fracasos en la producción, deterioración de la red social, etc. Ese colapso no es culpa de la democracia o del cambio es una consecuencia de los 40 años bajo un régimen comunista".

Agrega: “A los problemas económicos siguen automáticamente los psicológicos. La gente nunca pudo aprender a pensar ni a participar activamente o tomar decisiones. Por eso, cuando el comunismo haya terminado, la gente tiene que cambiar inmediata y rápidamente. Los intentos de resolver la situación usando las estructuras antiguas resultarían un fracaso. La única solución son las reformas económicas democráticas y radicales".

¿Cuál fue su transformación? La inflanción es hoy día del 2,5%, la economía crece a tasa anuales del 6% y 7% y goza de una alta inversión.

Como dice Laar: “Yo había leído solo un libro de economía—Libre para elegir de Milton Friedman. Era tan ignorante en ese entonces que yo pensaba que lo que Friedman escribió sobre los beneficios de la privatización, el impuesto uniforme y la abolición de todos los derechos de aduana era el resultado de las reformas económicas que habían sido implementadas en el Occidente. A mi me parecía que era sentido común como pensé que ya se había practicado en todas partes, yo simplemente lo introduje en Estonia, a pesar de las advertencias por parte de economistas estonianos de que aquello no se podía hacer. Ellos dijeron que era tan imposible como caminar en agua. Nosotros lo hicimos: solo caminamos en agua porque no sabíamos que era imposible”.

Para que funcione la economía de mercado las instituciones se deben respetar: el parlamento, el gobierno, la prensa libre, los tribunales independientes, el gobierno de la ley, derechos propietarios.

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martes, mayo 02, 2006

La incultura de nuestros intelectuales

El poeta y Premio Nacional del Literatura, Raúl Zurita en la revista "El Sábado" de "El Mercurio de Santiago", realiza las declaraciones que les gustaría analizar al economista argentino Carlos Rodríguez Braun en su columna semanal de “Tontería Económica de la Semana” en LibertadDigital.

Así, Raúl Zurita afirma: "Creo que pertenezco a esa minoría que cree que el neoliberalismo, el capitalismo, es un páramo donde se mueren millones de millones de vidas que se consumen por cosas que no valen nada".

Lo que está diciendo el poeta es que si usted tiene dinero y compra algo, usted es tonto. Cuando las personas reciben su primer sueldo o le suben el sueldo, usted que hace es comprar bienes o servicios que usted considera necesarios. Lo que hacen las personas. Un lugar común de los antiliberales es ver en el consumismo una especie de enfermedad. Cuando ese consumo refleja que las personas están bien. Bienes que eran propios de reyes y de personas adineradas, ahora lo pueden adquirir millones de personas.

Johan Norberg , un liberal sueco poco conocido en nuestro medios dice:
"Suecia no se desarrolló con el socialismo y el estado del bienestar. Si hubiéramos redistribuido todas las propiedades e ingresos de Suecia, cada sueco viviría al mismo nivel que un Mozambiqueño. En su lugar, Suecia se liberalizó a mediados del siglo XIX y una población libre, en mercados libres, con un comercio libre, pudo producir riqueza y convertirnos así en un país rico. Nuestra economía se volvió especializada y más eficiente de forma que pudimos alimentarnos a nosotros mismos y permitirnos otros bienes también (ropas, casas, periódicos, educación...). En 1950 después de que fuera construido el sistema del bienestar Sueco, la economía sueca se había cuadruplicado. La mortalidad infantil se había reducido en un 85% y la esperanza de vida se había incrementado en unos milagrosos 25 años".

Norberg afirma: "Hace 130 años en Suecia, lujo era tener suficiente comida para pasar el día, el poder dar una educación a tus hijos era cosa de ricos. El capitalismo hizo posible para la gente común conseguir esto. El lujo se convirtió en poder pagar un coche y un teléfono. Lujo es prácticamente todo aquello que casi podemos alcanzar. El cambio constante y dinámico propio del capitalismo hace cambiar constantemente el concepto de lujo."

Luego Raúl Zurita afirma unas palabras que le hubiera confirmado al filósofo francés Jean Francois Revel recientemente fallecido (1924-2006), la confimación de la supervivencia de la utopía socialista, en "La Gran Máscarada. Zurita dice: "La dictadura neoliberal es tremenda, porque condena a miles de miles de tipos a consumirse en función de sueños tan pobres. Algún día las tarjetas de crédito, los autos, se nos van a deshacer como polvo en las manos, y nos vamos a dar cuenta de que perdimos la vida, habiendo cosas infinitamente más importantes".
Observese Zurita emplea la palabra ‘dictadura’ para referirse a intercambios voluntarios entre personas. Un acuerdo se logra cuando dos partes se benefician de ellos. Para Zurita todo que significa progreso lo rechaza. Cualquiera mejora que uno pueda hacer en su entorno, es malo. Uno es libre de adquirir una tarjeta de crédito o un auto. Aquí nadie obliga a nadie.

Entonces, si no le gusta el mundo liberal ¿le gustará vivir bajo una dictadura comunista, una dictadura nazi, la dictadura teocrática iraní o una dictadura militar pero de izquierda, como la del general Velasco? Zurita no nos dice.

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