El Perfecto idiota europeo
Debido a Hugo Chávez perdió su plebiscito, un intelectual europeo afincado en América Latina escribió una columna titulada “Derrota estratégica en Venezuela; peligro mortal para Bolivia y Cuba” del alemán Heinz Dietrich , la cual fue a su vez comentada por blogueros liberales, conservadores y, naturalmente, de la propia izquierda.
En un principio no la tomé en cuenta. Sin embargo, después de acordé del libro que había ojeado en una librería de libros usados, a saber, ‘El Perfecto Idiota Latinoamericano’ de Álvaro Vargas Llosa. Las páginas que ojeé esa vez se referían Regis Debray . Álvaro Vargas Llosa criticaba a Debray por su apoyo a la guerrilla del terrorista Ernesto ‘Che’ Guevara’ en Bolivia. Además, hay que recordar que después, si es que no me equivoco, estuvo en la cárcel, hasta que la embajada de Francia en ese país lo sacó.
En efecto, Álvaro Vargas Llosa se preguntaba por qué Debray no fue a destrozar Francia en vez de un país del Tercer Mundo. ¿Por qué tienen que experimentar en otros países y no en el suyo? Según mi modesta opinión, la izquierda francesa pese aspavientos maoístas, leninistas, stalinistas y el Mayo de 1968 de aquella época, siempre defendió al fin y la cabo, el statu quo. No iban a destruir el sistema que les daba de comer. A los intelectuales de izquierda francesa como los políticos que los representan son un ‘momios’, para usar una expresión de la política chilena referida a la derecha. Aunque ahora los de la derecha la usan contra los de la izquierda. ¿Por qué no formaron una guerrilla en Francia?
La objeción que realiza Vargas Llosa se le puede aplicar a Heinz Dietrich. ¿A Dietrich le gustaría que el canciller alemán se reeligiera indefinidamente? ¿Qué tuviese a su merced la arbitrariedad de cancelar la transmisión de un canal de televisión? ¿Qué tuviese a su merced a nacionalizar o estatizar la banca privada solamente para satisfacer un capricho, carente de toda racionalidad? ¿Le gustaría que a los alemanes los adoctrinen? ¿Le gustaría que el canciller alemán ya sea de la socialdemocracia o la democracia cristiana actuase como Hugo Chávez? ¿Le gustaría que Alemania hubiesen grupos paramilitares?
A decir verdad, todas esas preguntas que he formulado resultan vanas, pues parece que Dietrich se quedó en la década del sesenta, como si la Unión Soviética estuviese en pie.
Dietrich es un buen ejemplo de la bancarrota de la razón europea. Él como otros intelectuales europeos aún sigue creyendo en el ‘buen revolucionario’, el cual no es otra cosa que el buen salvaje de Rousseau. Por tanto, si el ser humano es bueno, no importa cuanto poder tenga si es jefe de gobierno. Los chequeos y controles propios de la Constitución norteamericana y del autor del ‘Espíritu de las Leyes’ hay que tirarlas por la borda. Mientras más poder acaparé un hombre, mucho mejor, porque así podrá supuestamente superar la pobreza.
A estos tipos así, hay que alejarlos del poder. Después de todo, continúan los pasos de Platón, cuando éste apoyó al tirano Dionisio de Siracusa para llevar a cabo su utopía.
Etiquetas: Heinz Dietrich, Hugo Chávez, Intelectuales progresistas