lunes, abril 24, 2006

Industria Cultural

Con la llegada de dos Presidentes de izquierda, Chile se sumergió en el mundo de la cultura. Por ello se creó un Ministerio de la Cultura. Se habla de la ‘industria cultural’. Sin embargo, ¿Será industria? ¿Merece ese nombre? Toda actividad económica corre el riesgo de quebrar, desde una pequeña empresa hasta una gran empresa de cualquier rubro. Toda industria para sobrevivir necesita ganar dinero para mantenerse y prosperar. ¿Las industrias culturales se regirán con los mismos parámetros que las demás industrias? ¿O bien, esas industrias mantendrán a las ‘industrias culturales’?

En Europa más que en América Latina se mira en menos el cine norteamericano por ser comercial, como si ello implicase cine sin contenido. Los grandes estudios que, por cierto habrán comenzado en chico y de a poco desarrollaron su negocio de la entretención. Los estudios han desarrollado diversos géneros: cine de época o histórica, otras veces son las películas de guerra, los western, de acción, comedias, gótico, musicales y dramas. Cada uno de estos géneros ha tenido sus buenos y malos momentos. Cada vez que los estudios se han embarcado un proyecto, no siempre el público les ha respondido. Lo que significa, por tanto, que perdieron dinero. Lo que vale para el cine también vale para el teatro. El mismo Broadway ha tenido altibajos. Los productores y directores han tenido que reencantar al público. El hecho de que sea un cine comercial no significa de mala calidad. También está el mercado de las películas tipo B o de bajo presupuesto, cuyo mejor exponente es Roger Corman. Y naturalmente, el cine pornográfico.

Las películas comerciales ayudan a financiar películas menos comerciales, que a los actores hollywoodense les gusta participar.
El mejor cine y teatro de Europa es el que desarrollan los ingleses. No los apoya el Estado, como dijo una vez Mario Vargas Llosa.

El éxito y fracaso de una película corren la misma suerte en el Oriente ya sea el cine de Hong-Kong, como uno lo ve en el documental "Espadas Voladoras: Cinema Hong Kong: Sword Fighting” , o en el desconocido cine indio, conocido como Bollywood. Bollywood es el equivalente del Hollywood de la India, cuyo centro de operaciones es Bombay. Bollywood produce 1000 películas al año. El cine indio une acción, emoción, y música e identidad nacional. Los directores y productores de la India sólo hacen dramas, comedias y musicales, que terminan con un final feliz. Con ello tienen ganada la audiencia. ¡Que mejor ejemplo de lo anterior es la película “Lagaan” del 2002!

Espero que nuestros gestores culturales, que es la nueva palabra que se introdujo desde 1990 para referirse a los artistas, actúen como empresarios. Si quieren convertirse en industriales, asuman los riesgos. Y se les va bien, entonces creen riqueza como George Lucas o Spielberg, para que la industria del cine sea rentable y no dependa de los contribuyentes. Lo que no me gustaría ver en la nueva ‘industria cultural’ es la descripción que realiza el filósofo francés Jean-Paul Revel en su libro “La Gran Mascarada” del mundo cultural francés. Según este filósofo, el director que monta una obra con capital privado y que el público lo recibe bien. Y por tanto, gana millones. Ese director es despreciado, porque ha hecho concesiones comerciales al teatro. En cambio, un director que recibe subvenciones del Estado y le va mal con el público, porque su obra es mala. Este director dice que el artista se sacrifica por su arte cuando el público lo rechaza. Termina Revel con esta reflexión:“Los primeros han dado de comer a unos actores, técnicos, decoradores, camareros, cajeros, contables, operarios, durante doce meses, han pagado un alquiler e impuesto, pero sólo son tenderos. Los segundos han desvalijado a los contribuyentes aprovechándose de los favores de un ministro: son alabados por la crítica e invitados a la fiesta en los jardines del Elíseo el 14 de junio”. (pág. 256)

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martes, abril 18, 2006

Parkinson y red de energía positiva



Hago un alto en el camino con mi actividad de bloggero.Me sumo a la red de energía positiva, que sugiere el Dr. Juan Solorzano
porque su hermana Erika Contreras le fue bien en una terapia contra el mal del Parkinson. Esperamos que a la hemana del Dr. Solorzano siga descubriendo nuevos sentidos, como dice ella, para poder desenvolverse mejor y con plena autonomía. Bueno, nadie está libre de enfermedades o accidentes, ni Superman.
¡Y que Erika se mejore!

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domingo, abril 16, 2006

Comentario de libro: Ayn Rand










Pocas personas en el mundo literario chileno han oído hablar de la escritora y pensadora Ayn Rand. En el sitio de José Piñera, él la mencionó, porque un emprendedor le recordaba a un personaje de la novela “El Manantial”. En internet hay un sitio donde Xrisí Athina Tefarikis hace una reseña el 16 de febrero del 2004, en términos elogiosos y de la vigencia del pensamiento de Rand.

Ayn Rand nació el 2 de febrero de 1904 en la Rusia Zarista. A ella le tocó presenciar del terror creado por el golpe de estado de los bolcheviques, en el mes de Octubre. Su familia se empobreció.

En 1921, Alissa, que es su nombre original, se matriculó en la Universidad de San Petersburgo para estudiar Filosofía e Historia. La farmacia de los Rosembaum fue confiscada.

Cuando cumplió veintiún años en 1926, pidió permiso para viajar a los Estados Unidos, y así visitar unos parientes. Nunca más volvió a la Rusia Comunista.
Rand les recordó a los norteamericanos, como se dice a menudo, las bases morales del invidualismo en que se fundó los Estados Unidos.

Su nombre original era Alissa Z. Rosenbaum, que luego en los Estados Unidos se lo cambió por Ayn Rand con el fin de proteger a su familia residente en la URRS.

El movimiento libertario norteamericano comienza con ella. Las novelas de Rand no aportan un estilo novedoso en la forma, como James Joyce en “Ulises”, Marcel Proust en “En busca del tiempo perdido”, William Faulker en “Absalón, Absalón” y “El Sonido y la Furia” del mismo autor ,y Mario Vargas Llosa. El lector no tendrá ningún problema en leer.

El mérito de Rand como escritora fue defender el capitalismo y el individualismo en un siglo, en que la moda era el colectivismo ya sea el nazismo o comunismo. Rand defendió los derechos individuales frente al estado, no los derechos humanos, que son dos cosas distintas. Al revés de los intelectuales de izquierda que buscaban el paraíso en cada dictadura comunista, desde Moscú, Pekín, Hanoi, Camboya y La Habana, y no valoraban las sociedades en que vivían.

La novela que retrata ese período en que la familia Rosembaum se empobrece es, pues, “Los que vivimos” (We, the Living , 1936). En esta novela de corte autobiográfico Ayd Rand describe su alter ego, que es la joven Kira Argounova, quien desea estudiar ingeniería para disgusto de sus padres. En esta novela se perfilan las características de sus novelas siguientes: en los personajes como Kira se los representan seguro de sus convicciones filosóficas, la defensa del individualismo ante la tiranía de la mayoría y las primeras luces de su filosofía objetivista. Kira es una mujer fuerte, lo cual no quiere decir dominante. Kafka queda chico con sus novelas que reflejan la burocracia del Imperio Austro-Húngaro. Aquí se siente el poder del estado y la arbitrariedad, donde el individuo es un esclavo del Estado.

Si trata de la sociedad de la igualdad, que tanto le gustó retratar a la izquierda, Ayd Rand lo refuta con el arriendo en tiempos de la NEP: “Doubenko, obrero, cuarto número 12, 3.000.000 de rublos. Rilnikov, funcionario soviético, cuarto número 13, 6.000.000 de rublos.
Argounov, comerciante privado, cuarto número 14, 50.000.000 de rublos
”.

En otra parte del libro se ve que Ayn Rand a los 18 años era bastante madura y un adelanto de su obra posterior: “Niegan a los mejores el derecho a llegar a las palancas de mando, y luego no les quedará ninguno de ellos. ¿Qué son vuestras masas, sino barro que merecen que lo pisen, combustible que hay que quemar? ¿Qué es el pueblo sino millones de pequeñas almas desoladas que no tienen pensamientos propios, ni sueños profundos, ni voluntad propia? ¿Y para éstos hay sacrificar a los pocos que conocen la vida…, que son la vida? Odio vuestros ideales, porque no conozco peor justicia que la justicia para todos. Porque los hombres no han nacido iguales, y no sé por qué hay que querer que lo sean.”

Más adelante, Ayn Rand compara la autocracia zarista con el totalitarismo comunista por la experiencia de otro personaje: “Oídme muchachos. He pasado cuatro años en Siberia. Los pasé porque veía a la gente muriéndose de hambre y de miseria bajo una bota, y buscaba su libertad. Sigo viendo gente morir de hambre y de miseria bajo una bota. La única diferencia está en que ahora la bota es roja. Yo no fui a Siberia para unos locos, ebrios de poder y sedientos de sangre, que estrangulan al pueblo como no se le estrangulaba ni en tiempos del zar, y que están menos dispuestos que el mismo zar a oír hablar de la libertad”.

En otra parte realza el individualismo: “Nadie puede decir a los hombres para qué viven. Nadie puede arrogarse este derecho si no quiere encontrar ante sus ojos a un monstruo, un horror que ninguna mirada puede soportar. Porque, ¿veis, camaradas?, en los hombres, en los mejores de nosotros que están por encima de cualquier estado y de cualquier colectividad, hay cosas demasiado preciosas, demasiado sagradas, cosas que ninguna mano extraña debe atreverse a tocar. Miraos a vosotros mismos, sinceramente, sin miedo; miraos y no se lo digáis a nadie, a nadie más que a vosotros mismos: ¿para qué vivís? ¿Acaso no vivís por vosotros mismos, para vosotros mismos, única y exclusivamente para vosotros mismos? ¿Para una verdad más alta que ninguna, que es “vuestra” verdad? Llamadla como queráis: vuestra razón de vivir, vuestro amor, vuestra causa… ¿no es siempre ésta? Dais la vida, morís por vuestro ideal; ¿pero acaso este ideal no es “vuestro”? Todo hombre honrado vive para sí mismo y quienes no viven así no pueden decir que vivan. Contra esto no podéis hacer nada. No le podéis cambiar, porque el hombre nació así: solo, completo, como un fin en sí mismo. No podéis cambiarlo, del mismo modo que no podéis lograr que nazcan hombres con un solo ojo, o con tres piernas y dos corazones. No hay ninguna ley, ningún libro, ninguna G.P.U. que pueda hacer crecer una nariz suplementaria a ningún rostro humano. No hay decisión de Partido que pueda matar en un hombre aquello que es capaz de decir “yo”.

Años más tarde, en 1943 publicó la novela “El Mantantial” (The Fountainhead) en la que relata la historia del arquitecto Howard Roark que defiende el individualismo frente al colectivismo encarnado en los convencionalismo, las corporaciones y gremios, los cuales sacrifican el individuo por la sociedad. La novela tiene 685 páginas. En las novelas de Ayn Rand, los villanos son los que predican la igualdad, el colectivismo de cualquier tipo, ya sea laico o religioso. A Howard Roark lo acompañan una serie de personajes, como Dominique Wynand, Ellsword Monkton Toohey, Meter Keating y Gail Wynand. Cada uno de esta fauna de personajes representa una idea, por así decirlo. Así Dominique Wynand es la versión femenina de Roark.

A Ella le preguntan por la humanidad un personaje. Ella responde: “Nuestra idea de humanidad es una cosa muy peculiar. Todos tenemos una noción algo vaga y brillante y cuando hablamos de ella, pensamos en algo solemne, grande e importante. Pero, en realidad, todo lo que conocemos de la humanidad se reduce a las personas que encontramos en el curso de nuestras vidas. Míralas. ¿Conoces a alguna por quien sentirías algo grande y solemne? Lo único que hay son amas de casa que regatean con los vendedores ambulantes, muchachos traviesos que escriben palabras obscenas en las paredes y debutantes borrachos. O sus equivalentes espirituales. De hecho, se puede sentir algún respeto por la gente que sufre. Tienen una cierta dignidad. Pero ¿los has contemplado alguna vez cuando se divierten? Ahí es cuando se ve la verdad.

Howard Roark representa el individuo que se guía por su propio interés, que Rand llama egoísmo. Quizás ello choque al principio, mas luego se comprende.
Howard Roark defiende a los creadores: “Miles de años atrás, un gran hombre descubrió cómo hacer fuego. Probablemente fue quemado en la misma estaca que había enseñado a encender a sus hermanos. Seguramente se le consideró maldito que había pactado con el demonio. Pero, desde entonces, los hombres tuvieron fuego para calentarse, para cocinar, para iluminar sus cuevas. Les dejó un legado inconcebible para ellos y alejó la oscuridad de la Tierra. Siglos más tarde un gran hombre inventó la rueda. Probablemente fue atormentado en el mismo que había enseñado a construir a sus hermanos.
Ese gran hombre, el rebelde, está en el primer capítulo de cada leyenda que la humanidad ha registrado desde sus comienzos. Prometeo fue encadenado a una roca y allí devorado por los buitres. Adán fue condenado al sufrimiento porque comió del fruto del conocimiento".

El interés del creador es conquistar la naturaleza. El interés del parásito es conquistar a los hombres.
El creador vive para su trabajo. No necesita de otros hombres. Su fin esencial está en sí mismo. El parásito vive de otros. Necesita de los demás. Los demás se convierten en su motivo principal
.”
Ellsword Monkton Toohey es el parásito que aboga por el sacrificio del individuo por la sociedad. Es una suerte de opinólogo de izquierda.

En 1952 publicó “La Rebelión de Atlas” (Atlas Shrugged), en la cual se muestra la pugna de dos maneras de pensar: los que se guían por el egoísmo y los que seguían por el altruismo. La novela tiene 1113 páginas. El título original del libro es The Strike (Huelga). Sin embargo, la huelga que muestra Ayn Rand no es una huelga de los trabajadores, sino de los empresarios. En vista de que la sociedad los desprecia, ellos poco a poco empiezan a desaparecer junto con sus empresas. La sociedad que describe Ayn Rand es la sociedad de los planificadores y burócratas que empiezan fijar las cuotas que deben producir las industrias, no respeta la propiedad privada, seguía por la necesidad, la equidad, lo social y la nacionalización de las empresas. O mejor dicho, Ayn Rand muestra una sociedad que hace suyo la frase cliqué de la izquierda en el siglo XX, que repetían como si fuese un rosario: “a cada cual su necesidad”. Los personajes son Dagny Taggart, la vicepresidenta de una línea de ferrocarril transcontinental, Francisco d’Anconia, un empresario dueño de minas de cobre por todo el planeta, Danneskjold un peculiar pirata, Hank Rearden un magnate del acero y creador de una nueva aleación, un inventor que detiene el mundo, además de un filósofo que cree en la razón y un compositor. Estos personajes fundan después una utopía capitalista.
Ayn Rand pone por boca de sus personajes, sin tapujos la actitud capitalista, que algunos les recordará los yuppies de la década de los 80: “La señorita Taggart afirmó: “Deseo ganar muchísimo dinero con la línea “John Galt”. Y ese dinero será exclusivamente mío”.

Al leer a Ayn Rand uno valoriza toda la cultura, desde el clavo o una tuerca hasta las grúas, maquinarias, rascacielos, aviones, etc. Todo lo que implica algún logro humano. La cultura no la reduce a manifestaciones artísticas, sino que éstas son productos de la industria: "Una vez, un anciano profesor de literatura, amigo de la señora Taggart, los vio sobre un montón de chatarra, en un patio, desmontando un coche viejo. Se detuvo, giró la cabeza y dijo a Francisco: “Un joven de tu posición debería pasar el tiempo en la bibliotecas, absorbiendo la cultura del mundo”. “¿Y qué cree usted que estoy haciendo?”, le contestó Francisco. "

También en Rand te hace ver las consecuencias de la moralidad del altruismo, equidad, etc: “¿No es acaso vil trabajar sólo para obtener una ganancia? Pues bien, yo hice lo contrario: acepté una pérdida. ¿No estamos todos de acuerdo en que el propósito y justificación de una empresa industrial no es la producción, sino el bienestar de sus empleados? Las minas de San Sebastián significaron un tal sentido la empresa más afortunada de toda la historia industrial; no produjeron cobre, pero proporcionaron sustento a millares de hombres que en toda su vida no hubieran podido conseguir jamás el equivalente a uno solo de los jornales pagados por un trabajo que no realizaron. ¿No estamos de acuerdo en que todo industrial es un parásito y un explotador, y en que son sus empleados y obreros los que realizan la tarea y hacen posible su ganancia personal? Pues bien, yo no exploté a nadie…Se la dejé a un especialista en minas que no era muy bueno, pero necesitaba con urgencia ese puesto. Generalmente se dice que al contratar a alguien, es su necesidad la que cuenta y no sus posibles cualidades….He puesto en práctica todos los preceptos morales de nuestra época…esperaba gratitud y una mención de honor. No comprendo por qué se me está recriminando ahora”.

Ayn Rand siempre agracede la nación que la acogió en sus novelas: “Para gloria de la humanidad, existió por vez primera y única vez en la historia un país del dinero y no me es posible dar mayor tributo a los Estados Unidos de América porque eso significa un país donde reina la razón, la justicia, la libertad, la producción y el progreso. Por primera vez, la mente y el dinero de los hombres quedaron libres”. “Si me pide que dé algún nombre a la distinción de la cual los estadounidenses pueden estar más orgullosos, yo elegiría, porque contiene a todas las demás, la de haber sido el pueblo que acuñó la expresión ‘hacer dinero’. Ninguna otra lengua o nación había utilizado semejante fórmula, porque los hombres consideraron a la riqueza como una cantidad estática que sólo podía ser arrebatada, mendigada, heredada, distribuida, saqueada u obtenida como favor. Los estadounidenses fueron los primeros en comprender que la riqueza debía ser creada. La frase ‘hacer dinero’ contiene la esencia de la moralidad humana.”

Ayn Rand murió el 6 de marzo de 1982, perdiéndose la caída del sistema político y económico que tanto daño le hizo a su país.
Me he extendido con el comentario de esta genial pensadora y novelista para tratar de cautivarlos. De hecho, los tres libros que he comentado me han gustado. Puedo decir que fue una buena inversión y que me ha permitido ver la sociedad de un modo distinto.

En el mundo hispanoamericano la editorial Grito Sagrado de Argentina es la que publica sus novelas. En Chile, las vende la librería Antártica. Si el libro no se encuentra en Antártica, ésta puede importarlo de Argentina.

Ayn Rand, La rebelión de Atlas, Buenos Aires, Grito Sagrado, 2004, 1113 páginas
Ayn Rand; El Manantial, Buenos Aires, El Grito Sagrado, 2004, 685 páginas
Ayn Rand, Los que Vivimos, Barcelona, Ediciones G.P, 1974, 509 páginas

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lunes, abril 10, 2006

La Escuela de Salamanca

En América Latina, la Iglesia Católica en materias económicas es de orientación socialista, por tanto, dirigista e intervencionista. Más aún, la Iglesia Católica contrapone el capitalismo al visión cristiana del hombre. De ahí, que cuando estaba la Guerra Fría y la Unión Soviética en pie, intento acercarse al mundo socialista. Ambos querían sacar a la gente de la pobreza. Ahora bien, tanto se acerco que terminó prácticamente repitiendo el discurso marxista a través de la ‘Teología de la Liberación’.

Sin embargo, como señala el escritor cubano Carlos Alberto Montaner la Iglesia Católica ha sido la gran responsable de la pobreza en América Latina, por su desprecio al dinero.

¿Es raro que la Democracia Cristiana no lo haya hecho suyopensamiento de la 'Escuela de Salamanca'? La Democracia Cristiana es socialista. El partido que se hace cargo de este pensamiento económico sería, pues, la Unión Demócrata Independiente (UDI). El único chileno que le dedicó a lo menos una columna, ha sido Álvaro Bardón. Como dice Bardón: “Es cierto que la escuela salmantina no pudo desarrollar una reflexión homogénea en torno a los temas económicos -no era ése tampoco su objetivo-, pero por preocuparle las conductas de los hombres, se vio obligada a analizarlas y a extraer de ellas ciertas constantes que están en la base del moderno pensamiento económico” .

En el siglo XVI hubo un grupo de monjes dominicos que forjaron las primeras teorías económicas, que más tarde las hallarían Adam Smith y Hayek, por ejemplo. El liberalismo sería, entonces, producto de la escolástica española y no de la ética protestante. Ese grupo humano se le conoció como la ‘Escuela de Salamanca’. ¿Quiénes conformaban este grupo? Francisco de Vitoria, Diego de Covarrubias, Martín de Azpilcueta, Domingo de Soto, Juan de Mariana. En los escritos de estos frailes se hallan las bases de liberalismo político como económico.

Así, Juan de Mariana escribió en 1605 De monetae mutatione (Sobre la alteración del dinero). Mariana se pregunta si el rey es propietario de los bienes de los vasallos y la respuesta es negativa. También Mariana argumenta que el rey no puede imponer impuestos sin el consentimiento de los súbditos. ¿La Razón? Los impuestos constituyen una apropiación forzosa a la riqueza de los vasallos. Asimismo, el rey no puede crear monopolios estatales, ya que estas instituciones se apoyan en las cargas impositivas.

Mariana observó el origen de la inflación: “si baja el dinero del valor legal, suben todas las mercaderías sin remedio, a la misma proporción que abajaron la moneda, y todo se sale a una cuarta”.

Juan de Mariana critica la intervención del gobierno en el comercio: “sólo un insensato intentaría separar estos valores de modo que el precio legal difiera del natural. Estúpido, ¿qué digo?, malvado el gobernante que ordena algo que la gente común valora, digamos, en cinco, se venda por diez. Los hombres seguían en estos asuntos por una estimación común fundada en la consideración de la calidad de las cosas, así como en su abundancia y escasez. Sería vano que un príncipe buscará socavar estos principios del comercio. Más vale dejarlo en paz y no forzarlos, pues hacer lo contrario únicamente iría en detrimento del público”.

Diego Covarrubias aportó la teoría subjetiva del valor: “el valor de una cosa no depende su naturaleza objetiva sino de la estimación subjetiva de los hombres, incluso aunque tal estimación sea alocada”. Agregó: “en las Indias el trigo se valora más que en España porque allí los hombres lo estiman más, y ello a pesar de que la naturaleza del trigo es la misma”.

Otro fraile llamado Luis Saravia de la Calle estableció que los precios determinan los costes y no al revés: “los que miden el justo precio de las cosas según su trabajo, costas y peligros del que trata o hace la mercadería yerran mucho; porque el precio justo nace de la abundancia o falta de mercaderías, de mercaderes y dineros, y no de las costas, trabajos y peligros”. En resumen habla de la oferta y demanda. Y la critica a la plusvalía de Marx.

Juan de Mariana critica que se paguen favores políticos con el erario nacional: “no hay en el mundo reino que tenga tantos premios públicos, encomiendas, pensiones, beneficios y oficios; con distribuirlos bien y con orden, se podría ahorrar de tocar tanto en la hacienda real o en otros arbitrios”.

Estos escolásticos también se adelantaron a la planificación económica y sus falencias. Juan de Mariana dice: “es loco poder y mando…Roma está lejos, el General no conoce a las personas, ni los hechos, a lo menos, con todas las circunstancias que tienen, de que pende el acierto. Forzoso es se caiga en yerros muchos, y graves, y por ello se disguste la gente, y menosprecie gobierno tan ciego…que es gran desatino que el ciego quiera guiar al que ve”. Concluye: "las leyes son muchas en demasía, y como no todas se pueden guardar, ni aun saber, a todas se pierde el respeto".

Estos frailes se adelantaron a su tiempo. Los invito para que los estudien.

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lunes, abril 03, 2006

Kelly y “El Ladrillo”


Cuando se habla de los “Chicago Boys” se dice tantas estupideces, que sería largar enumerar. Se los retrata como si ellos no fuesen demócratas y que hubieran esperado el 11 de septiembre para poner en práctica sus ideas. Nada más alejado de la realidad. En el nuevo gobierno existían dos tendencias: las estatistas y las liberales. Tampoco se trató de convertir a Chile en el laboratorio del “neoliberalismo”, como le gusta decir a la izquierda; pues, en ese caso tenemos a Hong-Kong, Corea del Sur y Japón previamente.

¿Cómo llegaron los “Chicago Boys” al gobierno militar? ¿Quién fue el nexo entre ambos mundos? Bueno, el personaje en cuestión es el capitán de navío (r) Roberto Kelly V.

Por casualidad cayó en mis manos, el libro “Conversando con Roberto Kelly V, Recuerdos de una vida” (Editorial Bibloteca Americana, Primera Edición, noviembre 2005), de la historiadora Patricia Arancibia Clavel de la Universidad Finis Terre. El libro reproduce una entrevista que le hizo la historiadora al marino y que la televisión por cable a través del canal ARTV la transmiten en el programa “Cita con la Historia”.

El libro trae un prólogo de Hermógenes Pérez de Arce en la que describe a Kelly elogiosamente:”Es que Roberto es de esas personas que no abundan: modesto y veraz hasta la exageración, pertenece, por añadidura, a esa mínoría todavía más exigua y selecta de chilenos que, en lugar de decir, ante cualquier problema común, “¡hay que hacer algo!”, simplemente “hacen” ese “algo”. En efecto, esa descripción de Kelly a traviesa todo el libro. Kelly fue un ser humano que cuando le encomendaban una tarea, ya sea en la marina, en la empresa privada y, finalmente en el gobierno, la sacaba adelante.

Kelly es conocido como el mentor de los “Chicago Boys”, aun cuando había una gran brecha generacional. Kelly nació en 1920. La entrevista de Kelly nos proporciona un vistazo al Chile de antes. El tiempo pasado fue no necesariamente mejor.

Así, cuando cuenta que estuvo a cargo del Departamento de Bienestar en la Base Naval Talcahuano, se dedicó entre otras tareas a solucionar el problema de transporte. Kelly cambió el trasporte naval. El compró el chasis a unas empresas de camiones y la carrocería en otra parte. Aquí viene lo interesante: “Sin embargo, como todavía me faltaba conseguir los fierros para fabricar las famosas carrocerías, se me ocurrió hacer un negocio con la CAP. Porque da la casualidad de que Bienestar les proporcionaba a los trabajadores de la empresa un servicio de transporte durante las horas en que no utilizábamos nuestros microbuses. Además, como en esa época no podía importarse productos que se fabricaran en Chile, el único acero disponible en el país era el de Huachipato…Y dada la dificultad para conseguir material –la producción de Huachipato no alcanzaba para cubrir la demanda interna-, aceptaron que les pagara la mano de obra con fierro”. Año 1958.

Ahora bien la pregunta que todos les interesa saber, ¿Cómo surgió el plan económico conocido como “El Ladrillo”? Surgió por 1972, cuando el general Carlos Prats asumió el ministerio del Interior. Kelly le sugerió al almirante Merino que hablase con Prats, mas aquel respondió: “Si nos movemos ahora, nos van a hacer cargo de este caos que no tiene salida y nos van a culpar a nosotros de la situación. Porque la verdad es que no tenemos ningún proyecto alternativo que podriamos utilizar para salvar el país. Además, con la propaganda mundial que existe a favor de este gobierno, no podemos correr el riesgo de aventurarnos solos en un camino desconocido”. Así comenzó el plan. Kelly le planteó al economista Emilio Sanfuentes, quien le dijo que el plan estaría listo en 90 días. Sanfuentes agrupó a una serie de jóvenes entre los que estaban Sergio Undurraga, Juan Villarzú, Álvaro Bardón, Pablo Barahona, Sergio de Castro y Manuel Cruzat.

Los primeros días de junio de 1973 le llegaron al almirante Merino los primeros capítulos de “El Ladrillo”. A Merino le gustó el plan.
Allende dejó el país en quiebra, esto es, sin ningún peso.

La impresión que le produjó a Kelly “El Ladrillo” fueron las siguientes: “Me informé de que los problemas económicos del país se venían gestando desde hacía muchísimos años por la falta de políticas claras y focalizadas, que había una salida concreta al caos económico que estábamos sufriendo y que era posible tomar algunas medidas explícitas, que por drásticas que parecieran, nos permitirían entrar en la vía de crecimiento y desarrollo.

Después del 11 a Kelly lo dejaron a cargo de Oficina de Planificación (ODEPLAN), hoy conocida como Mideplan. Alli se dio cuenta que ese departamento era muy importante para desarrollar las políticas sociales.

Emilio Sanfuentes le dice a Kelly cuando asume: “Mira, me dijo, en una economía abierta como la que debemos implantar en Chile, ese número es una locura. Redúcelo al máximo, porque tarde o temprano esta oficina desaparecerá.” En Odeplan trabajaban 600 personas.

Kelly nos cuenta cómo era la burocracia: “Existía una cantidad enorme de funcionarios públicos que no se justificaban, pero el estatuto administrativo prácticamente prohibía despedir gente sin realizar un sumario completo, así es que nos encontramos con las manos atadas para ordenar la burocracia estatal. Eso impedía mejorar la eficiencia de la administración pública, puesto que no podíamos seleccionar a los mejores.

Cuenta, además, que “El Ladrillo” le enseñó la importancia de la asignación de los recursos. Kelly fue el pionero en introducir en la administración pública el estudio de la evaluación de proyectos: la factibilidad técnica, económico y social. Ese ramo se impartan en casi todas las carreras ya sea técnicas, ya sea profesionales e incluso de Diseño. Kelly cuenta que un señor le preguntó: “¿Quiere decir que si el día de mañana tenemos que poner una cañería de agua potable, vamos a tener que hacer un estudio?”. Kelly le respondió: “Sí señor, porque a lo mejor no está instalando la cañería donde debiera”.

Kelly cuenta que en esa época 1974 y antes, las empresas del Estado como ENAP y CAP le pedían recursos al Banco Central, por lo que al emitir billetes provocaba inflación. Las empresas estatales no producían ni se preocupaban por su rentabilidad, pues el Banco Central las ayudaría. ¡Qué fácil! Distinta es, pues, la situación de las empresas privadas.

Kelly cuenta que, según el equipo económico, para modernizar el Estado, el Ministerio de Economía debía cerrarse, ya que nadie fijaba los precios ni la demanda. Todavía no se ha hecho.

Un socialista que trabajo con él en ODEPLAN, que luego se autoexilió en Francia, llamó a Kelly un día. Le advirtió que los socialistas estaban dispuestos hacer cualquiera cosa contra la gente de las Fuerzas Armadas.

Kelly dice sabiamente que los derechos humanos “fue la bandera levantada por la URRS y Alemania Oriental, para blanquear lo que ellos habían hecho. Chile dio asilo a un violador de los derechos humanos, a Honecker”.

Un próximo gobierno con ideas liberales debería acabar con el ministerio de Economía y la oficina de Mideplan antes Odeplan, pues no se justifican en un economía de mercado. Menos burocracia.

La entrevista es muy buena y uno aprende bastantes cosas, que por extensión no voy a continuar. Sin embargo, me quedo con las palabras que les decía Kelly a los entonces jóvenes “Chicago Boys”:

Lo importante en la vida es luchar hasta el final por lo que uno cree, sin dejarse derrotar fácilmente.”

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