martes, julio 29, 2008

La cuadratura del círculo

Viendo en la semana pasada, la sección de economía del Canal 13 cable un pequeño reportaje sobre la inflación y el gasto social, concluí que no le entendí a la periodista que intentaba resolver la cuadratura del círculo. Además, que repetía las frases que los políticos y ministros oficialistas repiten una y otra vez, a saber: “Hay que apretarse el cinturón”. Lo que significa que las personas son las que deben reducir su gasto y no el Estado.

El razonamiento de la periodista era que si se reducía el gasto social, vendría el caos en la sociedad. Entonces, para que los más pobres que se benefician del gasto social, el otro segmento de la sociedad deben gastar o ahorrar menos. Después, una característica de la libertad económica, es la capacidad de las personas de disponer su dinero como gusten.

La cuadratura del círculo consistía en reducir el gasto estatal sin reducir el gasto social. Las mismas palabras lo denuncian, pues si fuese inversión, ello significaría que el dinero invertido se recupera. Sin embargo, tal como presentan el oficialismo, no hay retorno.

Finalmente, la periodista concluyó, después de haber entrevistados a expertos: alguien del Instituto Libertad y Desarrollo y al parlamentario Letelier, que todos debían cooperar para bajar la inflación, pero conservando el gasto social. Es como cuando el ministro de Hacienda, Andrés Velasco nos dice que el gobierno hace su trabajo y el Banco Central el suyo. El gobierno gasta y el Central intenta contener la inflación, con lo cual tenemos una política económica esquizofrénica. Si es que no me equivoco, el Banco Central sube la tasa de interés con el propósito de bajar la inflación. Pero el gobierno se empeña en gastar y aumenta la desconfianza empresarial.

Parte de la inflación la provoca el gobierno con su gasto social. El resto de la inflación es provocada por el intervencionismo de los gobierno en el mercado de los alimentos. La mayoría de los gobiernos son proteccionistas en el área agrícola. Así, por ejemplo, por mucho que Chile se ufane de los Tratados de Libre Comercio con Japón, un productor de arroz chileno no puede exportar arroz al país del sol naciente. Adam Smith criticó en la ‘Riqueza de las Naciones’ que los Tratados de Libre Comercio eran, a fin de cuentas, nichos corporativos, contrarios al libre comercio.

Ahora bien, si el gobierno está preocupado por la inflación, ¿por qué no elimina una serie de impuestos como he expresado más de una vez? Así, podría eliminar el impuesto específico a los combustibles, con lo cual abarataría el traslado de personas y bienes. El pasaje les saldría más barato a las personas, por una parte y, por otra parte, las mismas personas dispondría de más plata ya sea para ahorrar y gastar. Sin embargo, el gobierno no entiende esa aritmética elemental. No hay que saber cálculo I. Asimismo, el impuesto a la harina, para que el pan y otro producto derivado de ella salgan más barato.

Tal como repetía la periodista, la inflación y el gasto social es tarea de todos. La cuadratura del círculo.

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miércoles, julio 16, 2008

En defensa de la verdad

Un bloguero preguntó en un comentario por qué a los intelectuales de derecha los medios le dan poco cobertura, por así decirlo. En cambio, a la izquierda se esmeran que se conozca su opinión. Así lo podemos ver, por ejemplo, que en el documental de la terrorista del Mir, Carmen Castillo, “Calle Santa Fe”, el cuerpo Artes y Letras le confirieron una entrevista a la realizadora, mas el periodista no le formuló preguntas incómodas a la señora Castillo. Así en cada programa de cultura que transmiten por la televisión.

Lo mismo lo podemos ver en la publicación del libro de Mario Spataro, “Pinochet, verdades incómodas”. O en el libro de la historiadora “Miguel Krassnoff: Prisionero por servir a Chile” de la historiadora Gisela Silva Encina, que tuvo éxito el año pasado. Precisamente por haberse convertido en un best-seller, la izquierda no lo soportó. De ahí que la madre de la terrorista Carmen Castillo, Mónica Echeverría presentará su libro "Krassnoff, arrastrado por su destino".

Puesto que no puede defenderse Miguel Krassnoff ante esa señora loca y bipolar, ocupo este medio para hacerlo.

De la señora Echeverría le había leído el libro “Crónicas Vedadas”, en la que investigaba áreas que la historia que a la historiografía oficial no le interesaba, pasando por la Colonia, el siglo XIX, la matanza de Santa María hasta llegar al Gobierno Militar con Fernando Larios. Mi padre más perspicaz se dio cuenta que era para desprestigiar al Gobierno Militar. Al principio no reparé. ¿Por qué no le dedicó un capítulo a un terrorista del Mir o del Frente?

Mónica Echeverría sostuvo en ‘La Tercera’: "pero después fui descubriendo su vida, y ya no me detuve más, porque era una vida increíble, siniestra, un bipolar que puede tener rasgos de ternura y, al mismo tiempo, una crueldad horrible. Además, estaba todo su pasado, que es muy fuerte". Cabe señalar que la misma prensa de derecha, como es ‘La Tercera’ escribe a igual que la izquierda, cuando repite que Krassnoff era parte de “copula de la DINA”. ¿La prensa teme hacer su trabajo?

En el libro de la historiadora Gisela Silva Encina sobre Krassnoff, se señala que Krassnoff en 1991 -en democracia como le gusta decir a la izquierda-, recibió el galvano “Presidente de la República” a nombre de Patricio Aylwin. Después en una entrevista, Aylwin lo nombró despectivamente. ¿Qué se puede esperar de un DC? Primero los llaman, y luego los abandonan.

Si fuese realmente investigadora como la describe ‘La Tercera’, habría descubierto que en la publicación El Rebelde del grupo terrorista Mir, después del pronunciamiento militar, escribieron: “Hay un oficial de la DINA que es muy peligroso, pues tenemos antecedentes que muchos compañeros nuestros le han entregado información de mucho riesgo, sin mediar presión física o torturas. Ese individuo debe ser considerado como nuestro principal enemigo”. (La negrilla es mía).

Por el contrario, creo que los bipolares son los gobiernistas de la Concertación y los intelectuales de izquierda de la década del 60 y 70 del siglo pasado. La señora Mónica Echeverría fue uno de los tantos intelectuales que apoyaron el terrorismo y las sociedades totalitarias. Por esa razón, no cuestiona el Mir. El mundo de la cultura de izquierda de hace 30 años se caracteriza por su culto a la estupidez. La actriz y profesora de castellano es de la generación de izquierda que perdió y que no se adaptó a la realidad.

Por su parte, el escritor Roberto Brodsky, que a los 15 años tuvo que irse al exilió porque su padre era comunista afirma, también ‘La Tercera’ alega contra ‘la herencia cultural’ del régimen de Pinochet. La breve noticia cultural no precisa qué define por ‘herencia cultural’. Luego declara: "ante la responsabilidad del Estado de establecer la verdad y la justicia, porque fueron agentes del Estado organizados los que sacaron a chilenos de sus casas y nunca más aparecieron". Para los escritores de la izquierda latinoamericana, los terroristas ni los revolucionarios no tienen de dilemas morales. En nombre de la justicia social, todo está permitido. Probablemente, Brodsky estaba hechizado con ‘El Che’, la guerrilla y el discurso delirante de la izquierda. Habla de la verdad, pero las medias verdades que le importa a la izquierda. Más mentiras y mitos que verdades.

Me quedo con las palabras de la historiadora Silva Encina para explicar la conducta de Mónica Echverría, Carmen Castillo y Robert Brodsky, basándose en una escuela deudora del marxismo: “el ser humano debe ‘liberarse’ de la verdad. La verdad es opresora. Nos limita, nos cohibe, nos obliga atenernos a la realidad, limitando nuestro derecho a expresar libremente lo que queremos”.

Prefieren la mentira a la realidad.

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viernes, julio 11, 2008

Comentario de Libro: Gisela Silva Encina





Hace tiempo que tenía descuidada esta sección, y ahora vuelvo retomarla. Por ello, quiero comentar el libro que mencioné en el post anterior, “Miguel Krassnoff: Prisionero por servir a Chile” de la historiadora Gisela Silva Encina, quien es hija del famoso historiador chileno Francisco Encina. Mi razón para comentar este libro es para solidarizar con este militar chileno, que se encuentra injustamente encerrado, ya que no han probado nada y no han aplicado las leyes respectivas. Además de solidarizar con la señora del militar y sus hijos, uno de los cuales es oficial de Ejército. Este es el medio que dispongo para dar a conocer las trasgresiones al Estado de Derecho en Chile.

La historiadora Gisela Silva Encina publicó anteriormente “Sin derechos humanos” (1999), donde cuenta los crímenes del comunismo. Me gustaría haberlo comprado en esa fecha, pero me creí el cuento del fin de las ideologías. No me había dado cuenta que pese a la ‘renovación’ de la izquierda, ésta seguía siendo matonezca.

Ahora bien, el libro que comento cuenta como la historia de individuo va a la par con la Historia Universal. Miguel Krassnoff es conocido en Chile por ser de la generación de militares que tuvo que lidiar con el terrorismo y el comunismo, como lo mostré en el post anterior. Gisela Silva escribe: “Es casi innecesario señalar que la incompatibilidad entre el alma libre de los cosacos y el comunismo era irreductible. Fue un atamán, un Krassnoff, el primero en sublevarse ante el poder por Lenin en San Petersburgo” (p.13). Eso ya constituye un estigma en el país, pues gracias a este tipo de personas que no ganaron nada, muchos hombres de negocios y políticos, le deben la vida y sus bienes.

En efecto, Miguel Krassnoff es descendiente de cosacos, los cuales son una hermandad más que una raza.

La historiadora cuenta la peculiaridad de los cosacos y luego como la historia de los Krassnoff se entrelaza con la historia del siglo XX. Así sabemos por este libro de la traición de Lienz, donde más de cincuentas mil cosacos con sus familias fueron deportados a la Rusia de Stalin, luego que Winston Churchill y Roosevelt aceptaran el deseo de Stalin en la Conferencia de Yalta (3-02-1945) de mandar a los cosacos exiliados a Rusia. Y también la madre de Krassnoff logró escapar de la deportación, gracias a un diplomático chileno, que les permitió irse a vivir a Chile. Cabe señalar que entre los deportados a la URRS, estaban los generales Piotr y Simón Krassnoff, quienes fueron ahorcados el 15 de enero de 1947 en Lubianka, la cárcel de la N.K.V.D. Miguel Krassnoff es descendiente del atamán Piotr Krassnoff , al cual se la erigido una estatua en Elanskaya, Rusia.

Después, el libro nos relata del período de crecimiento de Krassnoff, donde él se sentía un chileno más, hasta llegar a la Unidad Popular, el Gobierno Militar y su asignación a la DINA.

Así sabemos de los interesantes trabajos que les mandó el general Prats al Teniente Krassnoff. Prats le pide al teniente que le traduzca informes, donde se comentan de las características del fusil AKA-47. En otra traducción en la que le pide a su madre Dhyna Martchenko relata la estadía del general Prats en Rusia. Cuando terminó de traducir, la madre estaba alarmanda. ¿Por qué? “No podía dar crédito al lenguaje empleado por el comandante en jefe del Ejército de Chile, durante su estadía en la URSS. Visitando no solo unidades militares sino también organizaciones sindicales y políticas comunistas, se hacía llamar “camarada” y manifestaba su absoluta conformidad –y la del Ejército a sus órdenes- con el proceso “democrático” vigente en Chile. En una entrevista, por ejemplo, contestando a la pregunta de un periodista sobre la posibilidad de un golpe “reaccionario”, el general Prats lo declaraba imposible: “Los camaradas soldados están junto a los obreros y campesinos…(…) El ejemplo de vuestra actitud en 1917 está en la memoria de todos…(…) Nuestro proceso revolucionario es irreversible”…”, (p.97-98).

Luego el libro cuenta del enfrentamiento con Miguel Enríquez en la calle Santa Fe, donde éste portaba balas “dum dum” , que están prohibidas en los tratados internacionales. Un niño denunció donde estaba el terrorista. De hecho, Krassnoff llevaba un mandado legal de allanamiento. Menciona al médico del Mir acusado de traición por haber dejado a su jefe, me refiero a Humberto Sotomayor, quien actualmente ha sido médico de la Presidencia de Lagos y Bachelet. Ese señor también debería renunciar. Sotomayor es el mirista que Ricardo Lagos se acordó de su audaz asalto a un banco.

Asismismo la historiadora nos cuenta que la mujer de Miguel Enríquez, Carmen Castillo después que se fue al exilió, intento contactarse con Miguel Krassnoff en el Gobierno Militar, por agradecerle. Ella en el enfrentamiento, había salido herida. El teniente la llevó al hospital. Y finalmente, la llevó al aeropuerto. Sin embargo, llegada la democracia Carmen Castillo cambió y se dedico a mentir como lo muestra su documental “Calle Santa Fe”.

Ahora bien, cuando Krassnoff estuvo ‘designado a la DINA’, en seguida ganó fama por extraerles información a los terroristas mediante “una conversación normal”. Con lo cual tenía resultados positivos. Gisela cita un texto de la publicación El Rebelde: “Hay un oficial de la DINA que es muy peligroso, pues tenemos antecedentes que muchos compañeros nuestros le han entregado información de mucho riesgo, sin mediar presión física o torturas. Ese individuo debe ser considerado como nuestro principal enemigo”. (La negrilla es mía).

En el libro se cuenta que Krassnoff tuvo que enfrentarse con un compañero de Liceo, que había recibido entrenamiento en Alemania Oriental y Cuba. El terrorista en seguida colaboró y obtuvo permiso para irse a España. En ese país dio una entrevista a la revista Cambio 16, y dijo que había sido torturado. El terrorista sigue el “Manual de Marighella”, el cual sostiene si un terrorista cae prisionero debe decir que fue torturado. De paso, la historiadora le resta crédito al Informe Valech sobre tortura.

A Miguel Krassnoff le asombró…”en contacto personal con terroristas, fue que todos, sin excepción, eran indocumentados o mostraban cédulas de identidades falsas. Y hay que distinguir entre células falsas y falsificadas”. Las segundas la realizan las propias personas. “En cambio, la cédula falsa que usaban los terroristas era un documento entregado –por orden del gobierno- en el Servicio de Identificación”. Saque sus propias conclusiones. Dicen que el Mir no era parte del Gobierno de Allende.

Por último, me referiré a los procesos que violan los principios elementales del Estado de Derecho. Como lo exprese en el último post, a Miguel Krassnoff se lo acusa de tener secuestradas a personas que están vivas y residiendo en el extranjero. En efecto, la justicia en Chile está tan retorcida que se abren causas que están prescritas y sobreseídas. La gente de izquierda ha empleado testigos falsos. Éstas últimas se vuelven a abrir, con lo cual se viola los principios del Derecho. Varios jueces, por ejemplo, llevan una misma causa. Se procesan a los militares sin interrogarlos. ¿Alguien lo puede entender?

Una causa fue sobreseída por la Corte Suprema en 1994. Luego fue abierta y le incluyeron la desaparición de 20 terroristas. Los jueces son parciales, esto es, están a favor de los terroristas.

Así, ante la desaparición del mirista San Martín, dos personas que fueron detenidas junto con el terrorista, sostuvieron que Krassnoff no era quien los había detenido. Con todo, el juez lo condenó a 5 años.

Un terrorista “Manifestó además, con respecto a él mismo, que su verdadera identidad nunca fue conocida por los investigadores y mostró ante la magistrado la célula de identidad falsa que había usado en esa oportunidad. Sin dar mayor importancia a esta confesión, la citada juez comentó en forma liviana con el ex terrorista acerca de su ‘diablura’. “ El terrorista dijo que sabía los nombre de los asesinos de su hermana, y que Krassnoff no estaba involucrado. Luego se limitó a procesar a Miguel Krassnoff.

La defensa de Krassnoff ha probado que, cuando lo han acusado de un desaparecido, éste se encontraba fuera del país. Y aún lo inculpan.

En otros procesos, la familia del terrorista muerto ha presentado el certificado de defunción. Sin embargo, el juez lo condena por ‘secuestro permanente’.

En otras causas, en que la Corte Suprema ha ratificado la condena, el juez nunca interrogó personalmente a Krassnoff. Podría continuar. Así es la injusticia que hay en Chile, donde pocos se pronuncian.
En Chile, el Estado de Derecho no vale nada.

Gisela Silva Encina; Miguel Krassnoff: Prisionero por servir a Chile: Editorial Maye, 2007, 221 páginas

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miércoles, julio 02, 2008

Derrumbando las murallas de Jérico

Me gusta nadar contra la corriente. Me gusta criticar a las vacas sagradas que nadie cuestiona. He criticado varias veces al abogado José Zalaquette Daher confundiéndolo con Pablo Zalaquette. Por tanto, cuando por error he mencionado éste, me refería aquél. En efecto, para cambiar las cosas en el caso de las ideas, hay que combatirlas. Así con los derechos humanos monopolizados por la izquierda. Hay que vaciarlo de sentido y significación tal como ocurrió con las palabras ‘burgués’ y ‘proletario’.

José Zalaquette es amigo del ‘Chascón’ Fernando Villegas, quien más de una vez lo ha invitado en el programa de radio Duna, siempre defendiéndolo, más nunca cuestionándolo. Zalaquette milita el PDD, donde milita el ex terrorista del Mir, José Goñi. En el domingo pasado, Zalaquette fue entrevistado por el periodista Mauricio Carvallo en el cuerpo Reportajes de ‘El Mercurio de Santiago’ , porque el movimiento CREN pide solamente que se aplique las leyes. De inmediato, surgió la sospecha. En efecto, el abogado de derechos humanos, después del 11 de septiembre estuvo en Tres Álamos, después partió a Londres, donde fue jefe del comité ejecutivo de Amnistía Internacional (1978-82). Más tarde fue parte del Informe Rettig. En otras palabras, él fue juez y parte. Además, si cayó en Tres Álamos, uno puede deducir que José Zalaquette fue uno de los duros de la Unidad Popular y no una blanca paloma. Ya sabiendo esa información, se deduce que dicho Informe es sesgado y no tiene ninguna validez. Es lo mismo que si un delincuente asaltara una casa o un local comercial, y luego formara un comité para aclarar lo ocurrido, siendo él parte de ese comité.

Los terroristas del Mir no tienen tapujos en dictar seminarios, tal como efectuada en la Universidad Arcis, por el terrorista del Mir, Guillermo Rodríguez , en mayo pasado.

Zalaquette como todo izquierdista resentido es partidario de aplicar el perdón para ciertos casos , cosa que nunca dijo cuando los terroristas del Mir y del FPMR fueron indultados, aun cuando varios estaban condenados a cadena perpetua. El señor Zalaquette fue partidario del terrorismo durante la Unidad Popular y después del 11. Si él fue parte del Informe Rettig, ¿Por qué no aparece en dicho informe los 147 fusiles AKA, armas antiaéreas y cohetes antiblindaje RPG-7, 9 lanzacohetes y 11 granadas militares y 150 de fabricación casera, 2 cañones sin retroceso, 5 cinco ametralladoras, 80 mil cartuchos y 2 morteros encontrados en la casa del Presidente Allende, en Tomás Moro? ¿Por qué él nunca criticó los grupos paramilitares de izquierda, Ramona Parra, Mir, entre otros? En la entrevista él habla de la verdad. A la izquierda no le interesa la verdad. Entonces ¿Por qué él no responsabiliza a la izquierda que quiso imponer una dictadura comunista a través de una guerra civil? ¿Por qué oculta el período previo? Como dice la historiadora Gisela Silva Encina fueron asesinadas más de 100 personas por el terrorismo durante la Unidad Popular, entre ellos Rolando Matus, el agricultor Gilberto González y los suboficiales Aroca Cuevas, entre otros. Todo era retórica como repiten bestias como Ominani y otros de izquierda. Después del 11, el intendente Carol Urzúa y Simón Yévenes, entre otros. Y pasado el régimen militar, el médico del Ejército Mayor Carlos Pérez Castro y su esposa Anita Schlager. Sin embargo, solamente la izquierda tiene casos emblemáticos. Para Zalaquette, hay víctimas más iguales que otras.

Él habla de peores crímenes. Para él solamente los agentes del Estado violan los Derechos Humanos. Leyendo el libro ‘Miguel Krassnoff: Prisionero por Servir a Chile’, relata varios encuentro con terroristas. Los vecinos de la Población ‘Lía Aguirre’ denunciaron un reducto terrorista el 24 de febrero de 1976: Llaman a evacuar el lugar, de repente “apareció caminando una niñita de 4 a 5 años. De inmediato el teniente Krassnoff ordenó a unos de sus subalternos, el sargento 2º de Carabineros Tulio Pereira, que sacara a la niña del lugar. El suboficial se apresuró a cumplir la orden, tomando en brazos a la criatura y avanzando con ella un poco de lado para protegerla con su cuerpo. Inesperadamente se abrió una puerta lateral de la casa y con una violencia brutal lo arrojó de espaldas y le disparó –a través del cuerpo de la pobre criatura- 4 tiros con una arma corta de 9 mm. Ambos murieron instantáneamente.“ Para Zalaquette, esa violencia del Mir, no constituye un crímen de lesa humanidad. En ese enfrentamiento murieron 8 terroristas del Mir. Se encontraron antenas parabólicas y tenían identidades falsas. Por lo tanto, los terroristas no tenían documentos de identidad. La izquierda creó la figura del detenido desaparecido, pues les gustaba tener identidades falsas.

En el mismo libro mencionado, se adjunta un documento en que a Miguel Krasnoff se le imputa desaparecidos, pero el oficial se encargado de probar que dichos desaparecidos se encuentran en México, como es el ‘desaparecido’ Ricardo Troncoso Muñoz. Con todo, la Corte lo condenó a 10 años por ‘secuestro calificado’. Luego, la lista ‘desaparecido’ comienza a disminuir. O el de Iván Monti, quien fue visto por el señor Raúl Armando Herman en enero de 1977. Se culpa a Krasnoff de haberlo secuestrado. La declaración de don Raúl ante el notario fue presentada ante el juez. El único que no quiere ver es el juez.

La bestialidad del Mir también es relatada por Kransnoff, quien tuvo la oportunidad de conocer la brutalidad del Comandante Pepe del Mir en Neltume. Cuando el Ejército hacía ejercicios en 1993, vio una mujer llorosa y con convulsiones. Los vecinos le contaron a Kransnoff la trágica historia de ella, su marido y de su hija de 13 años: “Desgraciadamente para ellos, un día, poco antes del 11 de septiembre, llegaron hasta allí los guerrilleros. Se instalaron delante de la propiedad y se quedaron varios días, dejando a sus dueños incomunicados. Para comer empezaron a carnear sus animales y a organizar grandes azados. Una noche, varios de ellos, borrachos, intentaron entrar a la casa. El marido intentó impedirlo con una escopeta, que era su única arma. Los terroristas lo asesinaron delante de su familia y en seguida violaron a la pobre mujer y a su hija. Permanecieron en la casa durante varios días, prolongando la agonía y el terror de las víctimas. Cuando se fueron, la niña no resistió lo que había vivido y se suicido”. Si todo era retórica como le gusta decir a mi amigo enfermo del PPD y a los Ominami y Goñi. Enfermo de odio. Desde luego, para José Zalaquette, se violaron los Derechos Humanos después del 11. Por eso, las palabras de esa autoridad carecen de sentido. Él apoyó la maldad.

Lamento informarles que las personas que se alegran del reciente fallo del juez Solís sobre el caso Prats, que dicho juez no respetó la prescripción ni La Amnistía, ya que personeros ligados a la Concertación se han encargado de ratificar, como el senador Eduardo Frei Tagle y los descolgados, Fernando Flores y Andrés Zaldívar. La Ley de Amnistía está vigente. El organismo de seguridad del Régimen Militar no era una ‘asociación ilegal’.Ergo, el fallo es ilegal. ¿Cómo sabía Carlos Altamirano Orrego, viviendo en Berlín Oriental, que al ex general lo iban a matar? ¿la Stasi? Los tres políticos mencionados han sostenido que el delito de ‘crímenes lesa humanidad’ no está en nuestra legislación, como también lo ha manifestado la propia Presidenta y las organizaciones de DD.HH. ¿Cómo puede, entonces, el señor José Zalaquette hablar del delito ‘lesa humanidad’, si no está en la legislación? ¿el secuestro permanente? Una vez más, se ha violentado el Estado de Derecho. Los amigos terroristas de Zalaquette no comenten ese tipo de crimen. La sentencia no tiene ningún valor.

Si no liberan ahora a los militares, el país poco a poco va ir decayendo, pues se está violentando la naturaleza y la justicia. Las murallas pronto caerán como las murallas de Jérico. No tienen alternativas.

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