viernes, junio 28, 2013

¿Cómo pudo ocurrir? Respuesta a Mauricio Rojas


Resumiendo lo anterior. El chileno Mauricio Rojas se pregunta en una columna aparecida en LibertadDigital si ‘La Reconciliación no ha comenzado’. Con todo, él repite las frases comunes de la Izquierda: solamente el gobierno militar violo los derechos humanos, la Izquierda, no. ¿Por qué no hemos de recordar los crímenes de la Izquierda? Tampoco resuelve dos problemas: ¿Cómo detener un gobierno totalitario? ¿Cómo acabar con el terrorismo o la guerrilla castrista? En fin, como detener un grupo totalitario, ya sea religioso como político. 

De hecho, compara la actual Yihad islámica con el leninismo y lo remonta Rodespierre. El ex parlamentario sueco liberal escribió un libro titulado ‘Lenin y el Totalitarismo’, ni siquiera se plantea lo que pudo ocurrir, si ellos hubieran triunfado teniendo en cuenta el historial de sangre que dejó el comunismo en el mundo. En la Izquierda del mediados de los 60 todos eran seguidores de Lenin.

Luego sale con la formulación de la filosofa judía alemana Hannah Arendt, sin mencionarla: “hora de sincerarnos sobre el cómo pudo ocurrir”. Cuando lean en los medios digitales como‘El Mostrador’ o ’El Quinto Poder’, la mención a esa filosofa de la política y autora del libro ‘Los Orígenes del Totalitarismo’, reparan que los izquierdista nunca critica que la propia Izquierda haya abrazado el totalitarismo, nunca criticaran al ‘Che’ Guevara ni a los grupos terrorista, ni menos al comandante ‘Pepe’, ni al Partido Socialista, ni al Mir. Agrega: “No para hacer más leves las responsabilidades del régimen militar, sino para entender cómo se legitimó el uso de la violencia y quiénes fueron los que realmente abrieron las puertas a aquellos que luego no trepidarían en usarla sistemáticamente para alcanzar sus propósitos”. ¿A quién se refiere: a los militares o sus compañeros del Mir? De nuevo aparece el Gobierno Militar. 
 ¿Cómo pudo ocurrir?
Declaración de Principios del Mir en 1965: El MIR rechaza la teoría de la "vía pacífica" porque desarma políticamente al proletariado y por resultar inaplicable, ya que la propia burguesía es la que resistirá, incluso con la dictadura totalitaria y la guerra civil, antes de entregar pacíficamente el poder. Reafirmamos el principio marxista-leninista de que el único camino para derrocar al régimen capitalista es la insurrección armada”. 
  Declaración del Partido Socialista en su Congreso Plenario XXII , en su punto 2 afirma: “La violencia revolucionaria es inevitable y legítima…Sólo destruyendo el aparato burocrático y militar del estado burgués”. En el punto 3 afirma: “Las formas pacíficas o legales de lucha (reivindicativas, ideológicas, electorales, etc) no conducen por sí misma al poder. El Partido Socialista las considera como instrumentos limitados de acción, incorporados al proceso político que nos lleva a la lucha armada.” 
  Palabras de su colega del Mir, el comandante ‘Pepe’ , José Gregorio Liendo al serle preguntado por la periodista Nena Ossa si su meta era ‘tomarse todo Chile violentamente’: “Claro que violentamente. Tiene que morir un millón de chilenos para que el pueblo se comprometa con la revolución y ésta se convierta en realidad. Con menos muertos no va resultar”. Esas palabras no fueron dichas por el general Manuel Contreras, a quien la Izquierda y los grupos de derechos humanos demoniza. Más bien, el aquel entonces coronel se enfrento a verdaderos monstruos, asesinos en serie, sociópatas y psicópatas que no sabíamos los chilenos que existían entre nosotros. 
  Palabras de socialista Clodomiro Almeyda:"La forma fundamental que en un país como Chile pueda asumir la fase superior de la lucha política, cuando el proceso vigente llegue a colocar a la orden del día el problema del poder, es impredecible en términos absolutos. Yo me inclino a creer que es más probable que tome la forma de una guerra civil revolucionaria, a la manera española, con intervención extranjera, pero de curso más rápido y agudo" (Revista Punto Final, 22 de noviembre de 1967). 
 Según Julio Bazán Álvarez, autor de ‘Lo derroto el Pueblo’: ”El senador Pedro Ibañez que en Chile se mantienen no menos de 6.000 cubanos realizando distintas labores de entrenamiento. Dijo, además: “Nosotros el (Partido Nacional) sabemos que hay por lo menos 20.000 hombres en el país pertenecientes a grupos violentista de extrema izquierda” ”. Agrega más adelante: “Conocí al senador Ibañez. No era fascista ni faltaba a la verdad,…”. 
 Los grupos armados son acusados de quebrar el Estado de Derecho, entre otras cosas, según el Acuerdo de la Cámara de Diputados de agosto de 1973, en su punto 12º: “Que en la quiebra del Estado de Derecho tiene especial gravedad la formación y desarrollo, bajo el amparo del Gobierno, de grupos armados que, además de atentar contra la seguridad de las personas y sus derechos y contra la paz interna de la Nación, están destinados a enfrentarse contra las Fuerzas Armadas;”. 
 El ex ministro de Interior de Salvador Allende con profundas simpatías al proyecto totalitario de la UP, el general Prats reconoce después de pronunciamiento que la intervención militar evitó la muerte de un millón de chilenos. Esa la única declaración que la Izquierda no le reconoce, pues según ellos la Guerra Civil es un inventó de la Derecha y la DC. Mauricio Rojas no llega a tener la honestidad del general del Ejército. 
 Luego el señor Bazán cita una parte de la carta a Mariano Rumor de Eduardo Frei Montalva: ”…estas denuncias de la Democracia Cristiana han quedado plenamente confirmadas. Las armas hasta ahora recogidas (y se estima que no son aún el 40 por ciento) permitirían dotar a más de 15 regimientos y eso que una abrumadora proporción aún no ha sido descubierta. Estas armas son todas de procedencia checa o rusa, armas que jamás ha tenido el Ejército chileno. Por lo demás, nadie ignora o descarta en Chile la existencia de estas armas”. 
 Teniendo todo esto en cuenta, no sé cómo esperaba que terminara la revolución marxista leninista. O bien, que respuesta esperaban de las Fuerzas Armadas o del otro bando.
 Las palabras del ‘Che’ Guevara que ‘el socialismo se llega con ríos de sangre’, de Liendo, del Partido Socialista y del Mir deberían estar en un mural de mármol en el Parque la Paz Villa Grimaldi y en la entrada del Museo de la Memoria. 
 Por el artículo se desprende que a Mauricio Rojas, el ex mirista no le importa las muertes que causaron el Mir y el FPMR. En al año 1970 murieron el Cabo de Carabineros Luis Fuente Pineda; el Cabo de Carabineros Armando Cofré López, los dos por el MIR; la propietaria del Fundo La Tregua de Panguipulli, Antonia Maachel, es secuestrada y violada por ocupantes de su predio; Rolando Mutus, militante del Partido Nacional es asesinado por el Mir; en 1971 murieron por causa del grupo terrorista el Cabo de Carabinero Tomás Gutiérrez Urrutia; la humilde propietaria de un terreno en Renca, doña Blanca Vergara se suicida al ser tomada su propiedad; doña Domitila Palma sufre un ataque cardíaco en la toma del Fundo Brasil Sur de Lautaro; el asesinato del Intendente general Carol Urzua y el oficial del Ejército, Roger Vergara; el asesinato del dirigente poblacional de la UDI, Simón Yévenes; luego está la internación de armas del FPMR y su larga lista de atentados y asesinatos, ya sean civiles y militares. Por eso, soy severo con él y con cualquiera de su generación de Izquierda. 
 Ustedes hablaban de guerra civil, ustedes hablaban de la vía armada. No eran solo hablar como a veces insisten, sino que asesinaban a sangre fría. Allende era el que tenía sexo oral y anal con el dictador Fidel Castro. Usted se puso al lado del imperio soviético. Allende presidió las OLAS y era agente de la KGB. Ustedes querían ríos de sangre. Ustedes querían convertir América Latina en otra Vietnam. El Mir al cual usted perteneció intento infiltrase en la Armada para poner a la marinería contra a los oficiales. Ni Pinochet, ni la derecha querían sangre, ni guerra civil. Nos podría explicar por qué los miristas llevaban varios carnets de identidad falsos, lo que explicaría los desaparecidos o por qué algunos cobardes del Mir se escondieron en los regimientos del Ejército ayudados por sus parientes fachos. ¿Para qué eran las armas que había en la embajada cubana, según cuenta Max Marambio? ¿Para qué las armas en la casa de Allende? 
 Parece que todavía no se enteró de las declaraciones de la comunista Camila Vallejo, en que ‘por el momento no descarta la vía armada’: “Nuestra experiencia puede servir para que nuevas generaciones de chilenos deseosos de luchar por una sociedad mejor no se dejen conducir por un camino que nuevamente pueda llevar a un Chile en guerra consigo mismo”. No se enteró que el 21 de marzo de 1990, el General (r) Gustavo Leigh Guzmán fue acribillado a balazos en su oficina, quien salvó la vida pese a que quedó con serias lesiones. El 10 de mayo siguiente sería asesinado el coronel de Carabineros, Luis Fontaine. Antes de completar un año de gobierno, el 3 de marzo de 1991, fueron asesinados el médico del Ejército, Mayor Carlos Pérez Castro y su esposa, Anita Schlager. Unos días después, el 1 de abril, es asesinado el senador Jaime Guzmán”. Del asesinato de los carabineros rurales en Junin adjudicado al Mir y al FPMR chileno, ni del cruel asesinato del matrimonio Luchsinger Mackay y que a un carabinero le lanzaron ácido. ¿Aún sigue creyendo en el Nunca Más? Por cierto, ‘El Nunca más’ se refiere a los militares, no los terroristas que son glorificados en teleseries nacionales y en películas. Todos estos crimines ocurrieron en democracia. La reconciliación pasa, según Rojas por contar un relato verídico y sin que distorsione la verdad: “para reconciliarse Chile necesita de una memoria histórica sin silencios, que no se adecue a las conveniencias de unos u otros ni se quede a medio camino”. Sin embargo, el artículo que he comentado es lo más sesgado. A estos tipos les encanta hablar de la ‘memoria histórica’ y no de la verdad histórica
 La reconciliación pasa por olvidar, hasta que de nuevo nos destruyamos los unos a los otros. Así pensaría un pesimista constructivo de línea los Padres Fundadores, Hobbes, Tucídides , Sun Tzu, Maquiavelo, Tito Livio y Churchill. 
 Visito Chile en tiempos de Bachelet, y sin embargo, no se ha dado cuenta que la Izquierda es la que no quiere la reconciliación con su slogan ‘Ni perdón ni olvido’. 
 A faltas de argumentos, los izquierdistas chilenos se ponen sentimentales. O nos ‘funan’ o no respetan nuestra libertad de expresión. 
 Además, omite que el Gobierno Militar amnistió a los terroristas en 1978, cosa que se las niegan a los militares. Y los Gobiernos de la Concertación indultaron a los terroristas que cometieron crímenes entre 1978 y 1990, cosa que también se las ha negado a los militares. Para alguien que se dice liberal debiera preocuparse cómo se ha socavado el Estado de Derecho y pasado por alto la igualdad ante la ley. 
  A diferencia del liberal argentino Alberto Benegas Lynch , Mauricio Rojas no reconoce el derecho a la rebelión, lo que causo finalmente, la caída de la Unidad Popular, y así se evito como dice el trasandino, la implantación de otro Gulag.

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martes, junio 18, 2013

El oportunismo de Allamand


En vísperas de las primeras primarias que hará la Derecha, se presentan dos candidatos: Pablo Longuiera de la UDI y Andrés Allamand. Dicho sea de paso, según la mitología de la Izquierda basaba en la película Casa de los Espíritus, la vieja de Derecha ya habría realizado una primaria antes de la elección presidencial de 1970. Hecho que fue confirmado por las autoridades del primer Gobierno de la Concertación que asistieron a la avant premier de la película, en Santiago. 

 Curiosamente, a quienes más agrada Allamand son los nuevos intelectuales o académicos de la Izquierda y de la Nueva Derecha nacidos a fines de la Guerra Fría. Por supuesto, me estoy refiriendo a al sociólogo Alberto Mayol y Cristóbal Bellolio, a quienes les encanta el aporte de Allamand a través del concepto Los Poderes Fácticos. Hace 20 años eran los poderes fácticos, hoy son lo que él llama los fundamentalistas. Esa es la manera de desacreditar a sus adversarios dentro de la propia Derecha a falta de argumentos.

 Antes de lleguen las primarias, al ex ministro de Defensa le tenía pendiente otro post. Por una parte, el ex ministro de Defensa siempre ha dicho que fue una figura menor en la caída de la Unidad Popular, y, por otra parte, que él siempre estuvo alejado del Gobierno Militar. Incluso que casi nunca converso con el general Pinochet. ¿Será cierto?

 Mi amigo Maximo sabe que Andrés Allamand ha publicado dos libros. Uno, La Travesía en el Desierto y el otro sobre última elección presidencial. En realidad ha publicado tres. En la proclamación que se le hizo en junio del año pasado, él recordó que comenzó a ser dirigente a los 16 años. Lo no que sabe, es que el joven Allamand después del pronunciamiento militar escribió sus experiencias de estudiante y dirigente secundario en el Liceo Victorino Lastarria contra la Unidad Popular en forma de una novela biográfica, titulada No virar a la Izquierda. En esa novela, el protagonista dice con respecto a los partidarios de Allende: “¡Cómo los odiaba! De haber podido agarrar a uno lo habría pateado hasta no poder mover las piernas y le habría pegado hasta romperme las manos, hasta no poder levantarlas”. Ahora bien, a raíz del quiebre institucional que algunos unos sectores de la Izquierda o de los llamados ‘Movimientos sociales’ propician, el actual candidato Renovación Nacional a la presidencia, dijo: “Cada vez que en Chile dejamos que la intransigencia prevalezca por la capacidad de los acuerdos, y cada vez que no hemos respetado los cauces institucionales, al país le ha ido mal". Sin embargo, cuando era dirigente estudiantil afirmó: “La oposición sigue creyendo que el poder político surge de los votos exclusivamente. Siguen creyendo que el poder político es una resultante de las elecciones, mientras la UP se caga en las elecciones y desarrolla un poder político cada vez más poderoso, expresada en toda (una) cantidad de organizaciones (...) Sin los militares la UP no cae (...) Hay que presionarlos, obligarlos a intervenir. Hacer que se decidan. Si no lo hacen no la contamos. Nos friegan de todos modos”. Luego dice: “(Los militares) actuarán cuando el caos sea total. La toma del liceo es nuestra cooperación al caos”. Si los comunistas desean querellarse contra los que instigaron contra el pronunciamiento militar, podrían procesar al actual pre candidato de la Alianza. Los militares fueron llamados por el Acuerdo de la Cámara, ya que la Unidad Popular se salió de la ley y de la Constitución, no porque fueran presionados.

                                     

 Asimismo, llamó la atención que cuando fue proclamado dijera que admiraba al ex presidente Demócrata Cristiano, Patricio Aylwin y socialista, Ricardo Lagos. Parece que cree que los que ocupan el cargo de la presidencia de la República, poseen más sabiduría que le resto de los conciudadanos. Mencionó a Sergio Onofre Jarpa. Del Demócrata Cristiano afirmó: "fue un gran Presidente que siempre tuvo muy claro que el Primer Mandatario lo es de todos los chilenos". Menos de los militares que combatieron al terrorismo. Cabe señalar que ex mandatario cedió ante las demandas de los terroristas como dijo el diputado Marcelo Schilling. Así se compró la ‘paz’ de la transición. Y por eso, el abogado DC pasó a llevar la Ley de Amnistía de 1978 y los principios del Estado de Derecho en desmedro de los militares. En otras palabras de la injusticia que aflige a los militares presos hasta hoy en día. Además de ser el presidente DC responsable del actual conflicto ‘artificial’ en la Región de la Araucanía que origino la propia Concertación. Y así y todo, el ex ministro de Defensa pedía una solución política al mencionado conflicto, cuando fueron los políticos, quienes crearon un problema donde no había.

 En esa oportunidad defendió a Patricio Aylwin, luego de que éste dijera cosas que a la Izquierda no le gusto sobre Allende: “en estos días, han arreciado los ataques contra don Patricio Aylwin. Yo quiero hoy rendirle un homenaje: Aylwin fue un gran Presidente de Chile. Si bien fue parte del fracaso que significó el derrumbe de la democracia hizo mucho por dejar atrás un país que se había vuelto tierra de enemigos –como lo ha reflejado estos días- ha sido coherente con su visión de la historia que algunos quisieran reescribir”. Nótese como estas palabras se condicen con su novela. Allamand no se siente responsable de la caída de Allende. Culpa al político DC y lo pone al mismo nivel de quienes querían imponer un gobierno totalitario. Cree que estamos reconciliados, si esto último lo entiende como presentar libros de sus adversarios ideológicos, ya sea Max Marambio, ya sea Camilo Escalona . Y por último, recién se da cuenta que la Izquierda está intentando reescribir la historia. 

 Sobre el ex presidente Ricardo Lagos dijo en esa oportunidad que: "reflejaba muy bien el espíritu republicano que debe tener todo presidente y que siempre defendió con fuerza la dignidad de Chile en el campo internacional". Tal vez le gustaba cuando retaba a los periodistas, o bien, cuando camino solo por la calle Morandé. Ese es el espíritu republicano. Quizás, el rugbista haga el test de cooper trotando alrededor de la estatua de Allende. Y propósito del ex presidente marxista leninista que tuvo Chile, de Allamand no sabemos nada sobre lo que piensa de él. Sabemos lo que piensa uno de sus asesores, el profesor de la Universidad Adolfo Ibañez, Gonzalo Bustamante . Y concluye sobre su juicio sobre los ex presidentes de la Concertación: "Fui opositor de ambos (Aylwin y Lagos), pero trabajé con los dos y de ambos aprendí". El candidato de Renovación Nacional le perdona a Lagos el caso Mop Gate o los sobre sueldos, el tren al sur, el estatuto docente y el Transantiago que hizo desde que fue ministro de Educación pasando por Obras Públicas hasta llegar a la presidencia. 

Igualmente, en esa oportunidad recordó al asesinado senador Jaime Guzmán. Qué más opuestos Guzmán que Allamand. Mientras el primero fue uno de los artífices de la Constitución, el segundo se ha dedicado a desmantelarla. El primero se opuso a los indultos a los terroristas y a la subida de impuestos durante el admirado gobierno de Aylwin, el segundo se codea con terroristas como Marambio, apoyo el indulto y justifico el alza de impuesto para legitimar el capitalismo. Por la red apareció lo siguiente : "No participé nunca del Gobierno Militar. Para el plebiscito de 1988, voté Sí, lo reconozco, pero me encantaría que la gente revisara cuál fue mi trayectoria durante el proceso de transición a la Democracia. Nunca fui pinochetista, fui impulsor en Chile de la democracia de los acuerdos. Me jugué a fondo por el acuerdo nacional para la transición a la Democracia plena. No participé nunca del Gobierno Militar, siempre tuve una posición contraria a las violaciones a los DD.HH. Dos semanas después del plebiscito estaba sentado con Patricio Aylwin, precisamente, para convenir la reforma de la Constitución que facilitaron esta transición".

 El Gobierno Militar tenía un itinerario, así que el Acuerdo Nacional estaba de más. No fue pinochetista, sin embargo, hay una foto en que sale al lado del general Pinochet. ¿Le planteó una estrategia para vencer a los terroristas? Se nota que el candidato de RN repite los clichés de la Izquierda sobre los derechos humanos. Ya que es un hombre de acción, ¿cómo hubiera combatido el terrorismo del Mir, del Frente Lautaro y del FPMR? ¿No considera que el asesinato del dirigente del Partido Nacional por el Mir y de su generación, Rolando Matus  es un crimen contra los derechos humanos? Lo mismo podría decirse del intendente el general Carol Urzua; el oficial del Ejército Roger Vergara; el dirigente poblacional de la UDI, Simón Yévenes, y por último, el propio Jaime Guzmán. ¿Está diciendo que no se puede matar terroristas? Esas son ‘las violaciones a los DD.HH’. La Izquierda puede usar la violencia, y nosotros tenemos que quedarnos con los brazos cruzados. Supone a priori, que por ser un militar asignado al combate del terrorismo es un violador a los derechos humanos. 

El reciente affaire en que se vio envuelto un diputado del partido de Allamand por el crimen de tres terroristas del Mir, en que los diputados comunistas y otros lo acusaron de asesino y violador de los derechos humanos, nos ilustra la hipocresía de la Izquierda. Por eso los persiguen por secretaría, ya que la guerra la perdieron. Los miristas mataban y eso el candidato no considera una violación a los derechos humanos. Como abogado no ha dicho ni pío al respeto a ley de Amnistía, la prevaricación de los jueces, el delito artificial ‘del secuestro permanente’ y la igualdad ante la ley entre militares y terroristas. Y se considera liberal. 

Criticó el oportunismo en la política, con todo, su historial es el de un oportunista, sin principios.

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martes, junio 04, 2013

El liberal que aún guarda rencor y odio de su pasado del Mir



Hace tiempo había leído el libro del ex mirista Mauricio Rojas ‘Diario de un reencuentro’ publicado por la editorial Aguilar de ‘El Mercurio’ en el 2007, que se exilió en Suecia, y que allá se convirtió al liberalismo, siendo ex parlamentario del Partido Liberal Sueco. También es conocido por sus diversas columnas en que demuele con pruebas primero el paraíso sueco socialista que tanto le gustaban a los izquierdistas chilenos, y luego sus críticas al Estado de Bienestar Europeo en general. Como asimismo, su crítica a la ideología marxista leninista en que se baso su tesis doctoral. Autor de los libros ‘La Pasión por la Libertad’ y ‘Las desventuras de la bondad extrema’. Asimismo ligado al think tank chileno Libertad y Desarrollo. Hasta ahí está bien.

                             

 Pues bien, cuando leí el libro mencionado hay una parte en relata que su madre, que era militante del Partido Socialista, cae presa y es llevada al centro de detención Villa Grimaldi, hoy convertido en un parque de la Paz. Según cuenta Rojas: Ella “en abril de 1975 desapareció por unas semanas en la oscuridad de la represión de aquellos tiempos”. Si para la Izquierda oscuridad, para la mayoría de la población civil fue un descanso ese período. Agrega: “Fueron día de espanto para mujer de ideas radicales, pero de un temperamento suave y una bondad que es difícil de olvidar”. La experiencia que tuvo su madre, lo llevan a escribir: “Pero fue lo más cercano para mí, la prueba más directa e innegable de aquellas violaciones a los derechos humanos que ensombrecerán para siempre la memoria del régimen de Augusto Pinochet”. Termina citando las palabras del derechista que le gusta a los terroristas de Mir y del FPMR, Arturo Fontaine Talavera, el ex director del CEP en 1992: “El pecado original de la transformación capitalista”. 

 Ahora bien, ese capítulo sobre su madre me dejó con sospechas. Primero, por qué se habrán de recordar las violaciones a los derechos humanos de Pinochet y no los de Allende. Recuérdese que la Cámara de Diputados acuso a dicho gobierno de flagelación y tortura, además, de violar la mayoría de los derechos humanos. Segundo, la expresión ‘violaciones a los derechos humanos’ se refiere a lo que hicieron los agentes de seguridad que combatían el terrorismo, y no a los terroristas que mataron ya sea civiles y militares, antes, durante el Gobierno Militar y después de éste, como el asesinado senador Jaime Guzmán. ¿Por qué no se han recordar los crímenes de la Izquierda? En fin, me dejó la impresión de que Mauricio Rojas aún conservaba el rencor típico del Izquierdista chileno, pese haber abrazado las ideas de la derecha liberal. Sería más fácil olvidar como ha ocurrido en más de una vez, cuando hemos tenido una confrontación interna. Con todo, no se le ocurre a Rojas. Cada vez que ha habido una guerra interna, desde el nacimiento de la República los políticos han amnistiado a los dos bandos. El ejemplo más paradigmático fue la Guerra Civil de 1891, donde murieron 10.000 personas. Nadie se preguntó cuarenta años después cómo llegamos a eso. 

 Mi sospecha la vine a confirmar recientemente al leer una columna suya en el diario español digital ‘LibertadDigital’, titulada La reconciliación aún no ha comenzado’,donde aparece una foto de Pinochet con lentes oscuros. Primer reparo, ¿Por qué no pusieron la foto de Allende con la metralleta AK 47, que le regaló Fidel? En ese artículo enfatiza las violaciones a los derechos humanos supuestamente cometidas bajo el Gobierno Militar, el por qué llegamos hasta ahí y por qué no nos hemos encontrado. Su propio artículo es sesgado y tendencioso, que lo podría haber escrito Camilo Escalona, los abogados de derechos humanos de Izquierda los dirigentes del Partido Comunista o Gonzalo Bustamante. En el artículo todavía le queda el remanente del odio del Mir. 

 

 En efecto, Mauricio Rojas se pregunta al cumplirse el “40º aniversario del golpe militar que llevó al general Augusto Pinochet al poder”, si nos hemos reconciliado. La formulación de esa afirmación es incorrecta, ya que la mayoría de la sociedad civil a través de la Cámara de Diputados le pidió a las Fuerzas Armadas que intervinieran, no al general Pinochet. Acto seguido lanza una definición reconciliación: “Reconciliar es recuperar la confianza en el otro, o en una parte de nosotros mismos, si se trata de una comunidad o una nación. Pero la confianza no puede restablecerse si no entendemos lo que nos llevó a la desunión y no realizamos un esfuerzo por enmendar lo que cada uno puso de sí para que ello ocurriese”. Con el propósito de que “podremos estar seguros de que no vuelva a repetirse”. No hay que ser Mauricio Rojas para darse cuenta que no estamos reconciliados, ni en paz, solo en tregua, si las dos primeras se basan en supeditarse a las demandas de los grupos terroristas, como ha sido desde 1990. 

 Ahora le sale lo mirista: “reconocer los crímenes y las violaciones de derechos humanos cometidos bajo la dictadura militar, así como hacer justicia y reparar a las víctimas, es la antesala necesaria de la reconciliación”. El típico discurso que daba la Concertación, la cual no tuvo problemas morales en indultar a los terroristas del Mir y del FPMR. Nos podría contar cómo se combate el terrorismo, ya que fue miembro de una organización de ese tipo, en primer lugar. Y en segundo lugar, cómo detener un grupo que desea instalar un gobierno totalitario.

 

 Luego hace una pequeña autocrítica muy suave: “no es seguro que emprendamos ese esfuerzo, ya que nos involucra a todos los que de una u otra manera aportamos algo a esa lamentable marcha de Chile hacia la destrucción de su vieja democracia”. O sea, él pone en el mismo nivel a los abrazaron el totalitarismo y la vía armada contra quienes se opusieron, y que ultima instancia o última ratio, no le quedo más recurso que llamar a las Fuerzas Armadas. Aunque más adelante rectifica un poco: “si uno proviene de esa izquierda radical que apostó por la destrucción de la vieja institucionalidad chilena y la lucha fratricida como medio para crear una sociedad acorde con sus ideales revolucionarios. Nuestra responsabilidad no fue pequeña, y de ella no nos exime el que después hayamos sido víctimas de las tropelías de la dictadura”. Los victimarios se convierten en víctimas. Con todo, Mauricio Rojas se olvida de las tropelías que cometió el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (Mir), y que le costó la vida a civiles y militares. Las llamadas ‘víctimas’ del Gobierno Militar eran los terroristas de su Mir y luego del Frente. O sea, no se puede matar a terroristas. ¿Eso está diciendo? 
 A los militares que están presos se los condena por haberse enfrentado a los terroristas. Ese su delito. No es el homicidio ni el secuestro. Los terroristas cometieron asesinatos y están libres. Hablemos una vez por lo menos en serio de los derechos humanos.
 Posteriormente, aclara que el derrumbe de la democracia ya se avizoraba a mediados de los 60. Ese tema hace tiempo lo abordé y debatí. Sin embargo, hay que aclarar que una cosa es el “proceso de ideologización y división irreconciliable de nuestro pueblo que se inicia durante los años 60” y otra cosa es que la Izquierda a la cual él pertenecía haya optado por la vía armada y la guerra civil para alcanzar el socialismo marxista leninista. La historiadora Patricia Arancibia Clavel escribió un libro titulado ‘Los hechos de la violencia’,  muestra que el respeto cívico comenzó a perderse a principios de los 60 y que la violencia poco a poco fue en aumento hasta llegar a la Unidad Popular. Así, militantes de los partidos que habían en aquel entonces se enfrascaban en riñas callejeras. Una riña entre un militante de la DC con un del PS, o bien del Partido Conservador con un comunista no te va llevar una dictadura comunista y armar una guerrilla. Una cosa es un riña y otra cosa son actos terroristas que el Mir inició a mediados de los 60 y que aparecen en ese libro. Los electores que no eran de Izquierda en 1970, jamás imaginaron la intervención militar tres años después.  Así de ingenuos en creer que un presidente marxista leninista iba a respetar la institucionalidad. Muchos chilenos pensaban así.Tal vez unos pocos avizoraban el peligro comunista a la vuelta de la esquina. Los únicos ideologizados estaban en la Izquierda. Más bien habría que hablar de enajenamiento y no ideologización. 

 Continuará…..

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