jueves, marzo 23, 2017

Un ministro de Hacienda populista

 Es un lugar común sostener que el actual ministro de Hacienda, el demócrata cristiano, Rodrigo Valdés lucha contra la marea populista al interior del gobierno de Michelle Bachelet. Primero por ser DC. Lo mismo decían del ex ministro de Interior, Jorge Burgos. Ambos iban a contener o detener la retroexcavadora e iban encauzar a la Nueva Mayoría a lo que fue la Concertación. Nada más falso. Segundo, por sus credenciales académicas. 
    Es una verdadera lucha de David contra Goliat, donde Rodrigo Valdés hace esfuerzos colosales para no arruinar el país. Lo más gracioso es que lo defienden empresarios y académicos como si fuese serio.
   El año pasado dijo la siguiente afirmación, digno de una cantinflada o del segmento ‘Los grandes pensadores’ del programa SQP, el cual era copia del programa argentino ‘Caiga quien caiga’: “Pensamos que este año nos conviene endeudarnos y protege el chanchito para tiempos complejos”. ¿Ahorramos o gastamos? 
   Luego agrego lo siguiente a propósito de que la oposición le critico que está “hipotecando el futuro de Chile”: “La deuda siempre es una carta para las generaciones futuras, por tanto, tenemos que súper cuidadosos con cuánto nos endeudamos. Este es un presupuesto responsable”. 
    El quiere hacernos creer que el gobierno cree en los privados, cuando no es así, pues el eje del Programa de Bachelet es que el Estado esté metido en la economía. Además, que desean cambiar el concepto de propiedad subordinado a la función social e eliminar el principio de subsidiariedad. 
      Rodrigo Valdés quiere que vengan inversionistas, sin embargo, a la vez defiende la Reforma Tributaria expropiatoria: “Otros países en la región están cortando gastos, básicamente porque sus ingresos están cayendo mucho. Nuestros ingresos están creciendo poco y por eso podemos gastar más, pero no tanto como quisiéremos, pero están creciendo. Y en buena parte eso es porque hicimos la Reforma Tributaria que nos va permitiendo allegar más recursos al estado” .
   He dicho que los políticos de la Nueva Mayoría se ríen de las personas, comenzando por el presidente de la República. Lisa y llanamente se burlan. En el verano me molesto ver que en la portada de la revista Capital apareciese el actual ministro de Hacienda dictando cátedra contra el populismo. La revista le puso el título “Moneda Dura”, como si en realidad lo fuese. En la entrevista misma, leemos en la parte superior de la página: “Tenemos un tema de arrebatos populistas que hay que contener”. Como si él fuese un dique o una represa que está impidiendo el gasto. 
   Según él: “Además, de la clase política, los empresarios, la elite están en “el debe””. No sé qué quiso decir. 
   Él culpa del populismo a algunos parlamentarios, a la ex dirigente de la anacrónica Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la comunista Bárbara Figueroa, quien es estimada por Bachelet y fue partidaria de la última alza de sueldo de los empleados públicos. El gobierno no es populista.
   Asimismo, Valdés confiesa que él tiene la total confianza del presidente de la República, Michelle Bachelet. ¿Se habrá hecho el leso, cuando el presidente elogio al dictador comunista, Fidel Castro por su muerte? 
   Se ufana de que sacaron rápido la ley de capitalización de la empresa estatal Codelco, la cual tiene números rojos y la ley de la productividad. La llamada ‘capitalización’ significa que los privados vía impuesto van a financiar una empresa que no produce, y, por tanto, no genera ganancia. Es absurdo haber sacado la ley de la productividad, pues este año comenzó con un día más de feriado, esto es, el 2 de enero, a pesar de que el año pasado fue calificado por las autoridades como “El Año de la Productividad”. 
   Con todo, el país no creció. 
   Según él y los iluminados de la Nueva Mayoría, la Reforma Tributaria expropiatoria no iba afectar la economía. Según Bachelet, asesorada por el flamante ministro de Hacienda del MIT, el problema de la economía chilena tiene raíces externas, no internas. 
    La revista Capital trata muy bien al Ministro de Hacienda, pues la portada habla por sí sola, ya que el periodista da entender que con calificativo ‘Moneda Dura’, que él lo está haciendo bien. Es falso. No le cuestiona los bonos permanentes ni la propuesta populista de la gratuidad universal en la Educación Superior. 
  A decir verdad, no leo los periódicos ni veo los noticieros. De vez en cuando, veo los titulares. El año pasado me llamo la atención la editorial de El Mercurio de Santiago del 2 de octubre a raíz de presupuesto nacional para este año. Me llamo la atención, que Bachelet hiciese una cadena nacional para informarnos cuánto van a despilfarrar. ¿Era necesario hacer una cadena? Al parecer, siguió el modelo del gobierno de Sebastián Piñera, quien a cada rato hacia cadenas con el único propósito de figurar él. El diario de Cristián Edwards puso el siguiente título a lo que informo el gobierno: “La austeridad se impone”. Nada más falso, cuando lo hicieron el año pasado fue gastar, por ejemplo, en financiar un canal quebrado, las otras empresas estatales con números rojos, falsos exonerados, falsos torturados y en instituciones tan inútiles como el INDH y el Museo de la Memoria, entre otras cosas. Sería larga lista para nombrar el despilfarro gubernamental. El diario dice: “Según ha informado la Presidenta Bachelet, el presupuesto sería compatible con la regla fiscal vigente, que obliga a moderar he llamado “déficit fiscal”, algo que los clasificadores de riesgos y los inversionistas valoran mucho”. Desde que fue ministro de Hacienda en el primer gobierno de Bachelet, Andrés Velasco, no existe la regla fiscal. 
   Tanto el año pasado como a principios de este año, una agencia de riesgo calificó a Chile con la nota –AA, debido al alto endeudamiento del Estado que ha afectado a la economía. No quedo en nada la austeridad fiscal. El ministro de Hacienda quiere que los privados hagan lo suyo y, a la vez, como producto de la Reforma Tributaria, les quita recursos a ellos. 
   Ya el Banco interamericano del Desarrollo (BID) había prestado al país 130 millones de dólares en el 2015 para financiar la agenda de probidad. Sin embargo, de nuevo el gobierno a través de su ministro de Hacienda aprobó un nuevo contrató con el mismo banco por 100 millones de dólares en septiembre del año pasado para ejecutar la Agenda de Probidad y Transparencia en la Política y en los Negocios. Según Rodrigo Valdés, el nuevo préstamo permitirá “darle un ritmo rápido al avance de este conjunto de iniciativas, que necesitamos como país para separar los negocios de la política, dar mayor transparencia a la acción pública, elevar los estándares para la actuación del sector privado y generar confianzas”. Pretenden separar la política de los negocios, cuando se supo hace dos días, que Michelle Bachelet adquirió un terreno de cinco metros cuadrados a 12 kilómetros del proyecto Dominga, en la IV Región, para su hija. La compra lo hizo a través de su nuera. 
   Los únicos que no quieren admitir que este gobierno no es populista, están dentro del país y se encuentra en la mal llamada oposición socialdemócrata de derecha, que aún cree todavía no estamos en la vorágine populista. La ‘Nación’ de Argentina califico el segundo gobierno de Bachelet ‘de populismo tardío’. 
   El gasto público ha llegado al 24% del PIB y según los peores vaticinios va seguir aumentado. 
    Sin embargo, podemos dormir tranquilos, ya que el ministro de Hacienda con un doctorado en el MIT e investigador del think tank de la Democracia Cristiana, Cieplan, está haciendo su trabajo. Èl con su postura Zen contendrá los arrebatos populistas del gobierno, mientras gasta y gasta.

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domingo, marzo 12, 2017

Perdieron la humanidad



 Voy a continuar hablando del Instituto Nacional de los Derechos Humanos (INDH) a raíz del fallecimiento del sargento 1º de Carabineros Gustavo Muñoz Albornoz, quien murió esposado en el Hospital Institucional. 
   Primero hay aclarar dos cosas. Una es el actuar del INDH y otra cosa es el actuar del gobierno. Vamos por lo segundo. Por lo que leí, él fue uno de los presos que a fines del año pasado, más específicamente, en Navidad pidieron perdón. Fue muy comentado ese perdón, ya que como sabemos la Izquierda jamás ha perdido perdón por daño que le ha hecho el país, desde mediados de la década del sesenta del siglo pasado, cuando opto la violencia y la vía armada matando a civiles y militares. La Izquierda para tiene todo un pretexto o una justificación, cosa que nos niegan a nosotros, los que estamos en la otra vereda o trinchera, según la visión que se quiera dar. El uso de la violencia, por ejemplo, estaba justificado por la Guerra Fría con el objetivo de imponer una dictadura comunista en el país y después por la existencia del Gobierno Militar supuestamente para traernos la democracia; los mismos que elogiaron al dictador comunista a Fidel Castro con su sistema político, económico y social, cuando murió el año pasado. La violencia siempre es ilegitima. Ante el uso de la violencia por parte de una persona o grupo, uno tiene derecho a defenderse usando la fuerza. La Izquierda, desde los noventa y en diversas instancias como, por ejemplo, la Mesa de Diálogo, lo único que ha querido es quitarle legitimidad al uso de la fuerza.
   Leo que el sargento 1º de Carabinero pidió tres veces el indulto presidencial al Gobierno, y éste se los negó. Los políticos de la ex derecha les debiera dar vergüenza haber apoyado los diversos indultos que hizo la ex Concertación a los terroristas todo por la paz o por ‘la paz social’, pues si no indultaba a los grupos violentos que estaba en las cárceles, entonces, le costaría a vida al primer presidente de la Concertación. En el país no hay paz. La negación del indulto es un ejemplo y la existencia del Penal de Punta Peuco. Me acordé que mientras escribí el post anterior sobre el Instituto Nacional de los Derechos Humanos, me encontré con unas palabras que hizo la ex directora del INDH, Lorena Fríes, quien, actualmente, ocupa la subsecretaría de los Derechos Humanos. El año pasado ella dijo : “En algún minuto hay que debatir sobre un indulto general en casos de DD.HH.”. Al parecer la subsecretaria no hizo ninguna gestión al respecto del sargento Gustavo Muñoz. Hay que aclarar una cosa. Los así llamados ‘casos de DD.HH’ se refiere únicamente y exclusivamente a los militares, pues como sabemos que los terroristas que en el pasado mataron a civiles y militares no violaron los derechos humanos, ya que no eran agentes del Estado. También una afirmación que es para la risa: “Lo peor que nos puede pasar a los defensores de los DD.HH. es perder la humanidad”. Según mi modesta opinión, hace tiempo que perdieron la humanidad. Actúan como los reptiles. Otra aclaración más. La Izquierda ha usado como un Caballo de Troya los derechos humanos, cuando los pisotea abiertamente. Lo peor es que la gente de nuestro les cree cuento que ellos son expertos o una autoridad en esas materias. No son expertos ni son autoridad. En estos veintiséis años, desde que La Alegría llego han sido incapaces tanto los académicos, ya sea de universidades o think tank y los políticos de cuestionar, de poner en duda. Y algunos de los think tank avalan la tesis del secuestro permanente como el actual director del Instituto Libertad y Desarrollo, Luis Larraín, y otros, como el director de la Fundación para el Progreso, Alex Kaiser repiten el relato de los militares y las víctimas.  
  ¿Acaso necesitamos, por ejemplo, una visita en terreno a Punta Peuco por parte de los payasos que conforman el consejo del Instituto Nacional de los Derechos Humanos, que han ido de turistas dos veces a La Araucanía para investigar ‘las causas’ de la violencia y que ahora se encuentran visitando los centros del Servicio Nacional de Menores a raíz de las muertes de niños acontecida allí?
  La muerte del sargento 1º de Carabineros engrillado nos indica que la nueva subsecretaría de los Derechos Humanos está de más y es innecesaria. El abogado del militar fallecido dijo por televisión que intento comunicarse con el actual director del INDH. Éste simplemente se limito a decir que todos los presos tenían el derecho que le correspondía. Con todo, no presentaron en terreno como lo hicieron con la comunera engrillada. Por tanto, el INDH hay que cerrarlo, pues no está cumpliendo su función y trata igual a todas las personas. 
 Hace tiempo escribí un post titulado ‘Hombres mediocres, soluciones mediocres’ por la solución que ofrecían varios políticos y religiosos a los presos ancianos de ese penal. El salvavidas de plomo que ofrecían ellos, cuando tenga una enfermedad terminal o alguna enfermedad grave, allí saldrían libres. Una solución mediocre, ya que se les niega la igualdad ante ley. El actual ministro de Justicia, Jaime Campos propuso el año pasado, que los enfermos terminales o con enfermedades graves tuviesen un trato humanitario, esto es, que tuviesen arresto domiciliario, incluso los del penal de Punta Peuco, quienes son catalogados como “condenados por violaciones gravísimas a los derechos humanos”. Las organizaciones de los derechos humanos que son de Izquierda se opusieron. 
   Como hizo ver el profesor de Derecho de la Universidad de los Andes, Hernán Corral en su columna “Un mínimo humanidad”: “Resulta desconcertante, por ello, que quienes festejaban el aniversario de la Declaración Universal con frases como "los derechos humanos son de todos", luego se mostraran abiertamente contrarios a la propuesta del ministro de Justicia, aduciendo los más diversos argumentos”. El señor Corral cree que son autoridad los representantes de los organismos de derechos humanos. Tanto el señor Campos como el profesor de la Universidad de los Andes son mediocres. Los Derechos Humanos como lo plantea la Izquierda no son para todos. No hay que ser abogado para saberlo. 
  El preso político, el Brigadier Miguel Krassnoff, quien se enfrentó al líder y fundador del grupo terrorista Mir, Miguel Enríquez ha dicho en una entrevista, que él no se considera violador de los derechos humanos, ni torturador, ni asesino como los retrata. Si queremos defender la dignidad de los presos de Punta Peuco, hay que quitarle el estigma de ‘violador de los derechos humanos’. Los violadores de los derechos humanos están en el actual Gobierno y en la coalición de la Nueva Mayoría. Y en lo cómplices pasivos de la centro derecha, partiendo por el actual candidato de ese sector, el empresario Sebastián Piñera y su equipo. Es lamentable que el abogado y profesor Corral en la mencionada columna haga un defensa tan pobre. 
   En efecto, las organizaciones de los derechos aducen, según él, que los presos militares están condenados por delitos de lesa humanidad. Por tanto, no es aplicable la prescripción ni la amnistía, que por cierto, está vigente para la Izquierda. Él debió haber puesto que dicha organizaciones están equivocadas, ya que la ley que castiga esos delitos no es retroactiva. En consecuencia, los tribunales de justicia han actuado fuera de la ley. Es deplorable que el abogado no defienda la Ley de Amnistía de 1978, ni menos que ayude a quitarle el estigma de ‘violadores de los derechos humano’. 
   Mientras buscaba información para el post, el profesor Corral entre los años 1985 y 1986 fue, pues, abogado del departamento jurídico de la Subsecretaría de Guerra del Ministerio de Defensa. O sea, trabajo durante el Gobierno Militar. 
   El doble estándar de la Izquierda aparece a cada rato en el tema de los derechos. De hecho, son bipolares. Un familiar se molesto hace tiempo cuando dije que Bachelet era bipolar, pues era un insulto. Al contrario, no es eso. Es la pura verdad. Evidentemente no es sólo ella. En efecto, el año pasado Michelle Bachelet se indignó, cuando supo que la comunera mapuche, Lorenza Cayuhan dio luz engrillada: "Con dolor y vergüenza es que hemos visto que en ocasiones las instituciones chilenas no han estado a la altura, como ocurrió con Cayuhan, que denunció una situación humillante. Hemos pedido que esta denuncia sea investigada en profundidad, para asegurar que nadie asuma situaciones humillantes o vejatorias". 
   Sin embargo, no es humillante ni vejatorio de que los ancianos presos de Punta Peuco vayan engrillados a los hospitales institucionales o que como el sargento Gustavo Muñoz mueran engrillados. En esa oportunidad, Bachelet pidió una investigación y sancionar a los responsables. En el caso del sargento de Carabineros habría que sancionar partiendo desde el Presidente de la República, la subsecretaria de los Derechos Humanos y el ministro de Justicia, pues citando a la propia Bachelet: “En ocasiones las instituciones no han estado a la altura”. Cae de cajón, que es el Gobierno, quien no ha estado a altura. 
   El trato que recibió el sargento de Carabineros es una muestra elocuente que los ex partidarios de la Unidad Popular son malditos. Por eso hace tiempo los denomine la Generación Maldita. Es lo peor que ha producido Chile en su vida independiente. 
    John Adams, Padre de la Fundación de los Estados Unidos escribió en 1816 sobre la Orden de los Jesuitas las siguientes palabras: “Como enjambres de ellos, adoptando todas las formas que sólo el rey de los gitanos puede asumir, vestidos como pintores, publicistas, escritores y profesores, si ha habido sobre la Tierra una sociedad de hombres que merecieron la condena eterna sobre la Tierra y el Infierno, esa es sin duda la Sociedad de Loyola”. De esas palabras me quedo “si ha habido sobre la Tierra una sociedad de hombres que merecieron la condena eterna sobre la Tierra y el Infierno”. Los que merecen una condena eterna, además, de los jesuitas son personas de la ex Concertación y de la actual Nueva Mayoría; a ex mirista y ex comunista que se pasaron a la derecha y luego a Piñera, que pavoneándose se liberal jamás han defendido el mismo trato que recibieron los terroristas; a los partidarios de la ex UP y los ‘humanistas cristianos’ de la Democracia Cristiana que no tiene nada humanistas ni cristianos que su por su falta de humanidad hacia los presos de Punta Peuco. Y casi me olvido de los humanitarios representantes de los derechos de Izquierda que le niegan la sal y el aceite a los ancianos presos de Punta Peuco. Al mismo lugar que los jesuitas. 
   Lo único aceptable, decente, justo y correcto es que los ancianos de Punta Peuco estén libres ahora y que reciban el mismo trato que los terroristas amnistiados e indultados. Cualquier otra solución es una muestra de falta de humanidad.

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