miércoles, diciembre 26, 2018

El siempre deformado tema de los derechos humanos




En realidad, desde que los ex Unidad Popular tomaron para así la bandera de los derechos siempre ha estado deformado, aunque ellos no reconocen que en el gobierno marxista de Allende a los chilenos le violaron la mayoría de los derechos humanos tal como lo describe el Acuerdo de la Cámara de Diputados de agosto de 1973. En un blog leí que los derechos humanos en un principio tuvieron buenas intenciones, sin embargo, con el tiempo degenero. Nunca tuvieron buenas intenciones, pues siempre se pusieron al lado de los terroristas o guerrilleros. Los mismos que amenazaron a los jueces de la Corta Suprema previos al 11 de septiembre, luego se quejaban que la justicia les negaba los recursos de protección en el gobierno militar. 
   Además, el sólo hecho de que la izquierda quiera hacer una ley que sanciona a quienes nieguen las violaciones a los derechos humanos, nos está indicando que las supuestas víctimas no son tales. Sabemos que las llamadas ‘víctimas de la dictadura’ son los terroristas o guerrilleros del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR); el brazo armado del Partido Comunista, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y, por último, el Frente Lautaro. 
  Lo que avala lo anterior son las dos instituciones creadas la terrorista Michelle Bachelet en su primer gobierno: el Museo de la Memoria y el Instituto Nacional de los Derechos Humanos. En rigor, la creadora propiamente tal de Museo es la periodista y ex Mir, Marcia Scantlebury. 
   El Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos está creador obviamente para las violaciones a los derechos humanos bajo el Gobierno Militar, en primer lugar. Y en segundo lugar, homenajear a los grupos terroristas mencionado que combatieron dicho gobierno en nombre del derecho rebelión. Por tanto, en Chile nadie puede matar a un terrorista. En ese museo, no se recuerda los que sufrieron desde que la izquierda opto por la violencia y la vía armada a mediados de los sesenta del siglo pasado, valga la redundancia, la violencia marxista en sus diversas formas: atentados a la propiedad, tortura, robo, secuestro, atentados, vejámenes, violación a mujeres y asesinato. También el museo, omite las violaciones a los derechos humanos bajo la Unidad Popular. 
   Y en cuanto al Instituto Nacional de los Derechos Humanos (INDH) es lo mismo. De hecho, en su estatuto tiene como una de sus tareas querellarse contra los agentes del Estado del Gobierno Militar. No se van a querellar contra los terroristas. Hecha la ley, hecha la trampa. Lo más sorprendente es que nuestros grandes pensadores de las universidades o think tank de la derecha no se hayan dado cuenta de ese detalle y aberración. El INDH no se va querellar contra el diputado comunista y asesino confesó, Guillermo Teiller. Aunque la ley de amnistía esté vigente y no se le aplique a los militares, la institución mencionado tampoco se va a querellar con el señor José Benado por el secuestro del periodista Osse y por el asesinato a Roger Vergara; a Carlos Ominani por el accidente ferroviario de Queronque; contra Roberto Nordenflycht por el asesinato del Teniente del Ejército, Roberto Zegers Reed; al asesino del dirigente poblacional de la UDI, Simón Yévenes; a Pascal Allende por el crimen del intendente de Santiago, Brigadier Carol Úrzua. Sólo por nombrar algunos.
    La izquierda con la expresión ‘víctimas de la dictadura’ quiere que las personas menos entendida o ignorantes de la historia reciente por propia voluntad asocien que los militares eran unos desalmados y que mataban civiles. Cuando emplean esa expresión que apela a las emociones, es que desean sientan lástimas por ellos. Lo Hay bastante información en la red, sin embargo, no se toman la molestia de verificar quien dice la verdad. Los civiles fueron los que llamaron a los militares. Más del 70% de los chilenos pidieron la intervención militar. 
   Los grandes pensadores que tiene la derecha chilena ni se han dado la molestia cuestionar lo que llaman ‘violaciones a los derechos humanos’. Es un asunto de significado o semántica. Más bien podría desenmascarar o desmenuzar ese concepto. O si quiere emplear una expresión sacada de los filósofos post modernos como Jacques Derrida, desconstrucción. Ni siquiera se ha dado cuenta que todo lo que hace la izquierda es arbitrario. Basto para que la Corte Suprema este año le concediese libertad condicional a algunos militares, para que la izquierda se enojara y pidiera cambiar las condiciones y exigencias de ese beneficio, que por cierto, los terroristas bajo la Concertación se les otorgó. Incluso, el año pasado en el segundo mandado de Michelle Bachelet. 
   Durante la Unidad Popular jamás aparecieron los abogados de los derechos humanos, cuando eran agredidos y a veces con resultado de muerte a los opositores a dicho gobierno. La gran ausente de ese período fue la Iglesia Católica chilena, la cual fue cómplice del gobierno marxista con todos sus atropellos. Y también estuvo ausente, cuando los terroristas durante el Gobierno Militar asesinaban. Volviendo a los abogados de derechos humanos. Ellos trabajaron para el Comité Pro Paz, que luego se convertiría en la Vicaría de la Solidaridad, que era una institución que creó la Iglesia Católica después de la caída de Allende. Sus protegidos fueron primero los terroristas del grupo Mir y luego del FPMR. Durante el Gobierno Militar los abogados de derechos humanos jamás se acercaron a las víctimas de la violencia marxista, ya sea civiles, ya sea militares. 
  Una abogada de los derechos humanos emblemática es, pues, la actual diputada por el Partido Comunista, Carmen Hertz, quien en más de una ocasión ha defendido y reivindicado al grupo terrorista FPMR. Lo bueno affaire entre la diputada de Renovación Nacional, Camila Flores y la diputada comunista, es que sacó a relucir que Hertz durante la Unidad Popular militaba el Mir y promovía la vía armada a viva voz. Es una prueba más de lo siempre he dicho: cuando la guerrilla comenzó a perder en el cono sur de América Latina aparecieron con el tema de los derechos humanos. La izquierda desde que los militares entregaron el poder a los civiles se han dedicado a destruir a las Fuerzas Armadas o desprestigiarlas, como si hubiesen sido los revolucionarios marxistas de la década del sesenta blancas palomas. 
  Si se trata de apelar a la autoridad en materia de derechos humanos, tampoco la tiene la izquierda. Tanto académicos como políticos de la ex derecha le creen a la comunista y terrorista Bachelet que a los militares. Cuando Bachelet creo el Museo de la Memoria y también pasaron a forma parte los inmuebles que sirvieron de centro de detención de los grupos terroristas, que la izquierda llama centro de torturas o exterminio. El ex Mir Mauricio Rojas estuvo también preso y le gusta expresarse como que “fuimos víctimas o mártires”. Buscando una información llegue al sitio web del ex centro detención Londres 38, donde entrevista al mirista José Benado. Lo que dice la página sobre este señor es una verdadera joya y confirma que las ´víctimas de la dictadura’ fueron terroristas: 
    “José Benado, economista, ex militante del MIR. Ingresó al MIR en 1967, en un grupo de la Escuela de Economía de la Universidad de Chile, donde estaba su hermano. Ahí inicia trabajo militante en la Universidad y en las poblaciones. En 1970 fue condenado por Ley de Seguridad Interior del Estado por el caso del secuestro del periodista Darío Osses y relegado a Panguipulli. Indultado por Allende, desarrolló trabajo político del MIR en el GPM5 y en las tareas de infiltración a las FFAA. Tras el golpe de Estado se asiló en Suecia junto a su esposa e hijo y participó de la Operación Retorno regresando a Chile en 1978. Dos años después, fue detenido nuevamente tras el atentado a Roger Vergara y trasladado al Cuartel Borgoño, donde fue torturado”.
   Usando los parámetros de la izquierda, podemos concluir que el señor Benado es un violador de los derechos humanos, pues formó parte del secuestro del periodista Darío Osses, al cual el Mir torturó y vejo. Este es, además, como los llamó Salvador Allende a los miristas indultados: Jóvenes idealista. No bastándole haber delinquido, pues, estuvo metido en la infiltración de las Fuerzas Armadas. ¿Ustedes creen que las FF.AA., se iban quedar de brazos cruzados? Recuérdese que meses antes del 11 de septiembre, se descubrió el motín de la Armada, cuyos miembros seguían órdenes del grupo Mir. 
   No sé por qué el Comité Funa que mencioné en una anterior no lo funa. La Operación Retorno fue el primer intento del Partido Comunista que fracaso. 
  Después el señor Benado estuvo involucrado en el atentado de Roger Vergara. Cuando buscando información sobre nuestro escudo nacional, también llegue a la página de la casa de Salvador Allende en Tomás Moro. Lo primero que veo, es que al lado izquierdo de la pantalla un botón con la sigla GAP, a los cuales se les considera mártires y víctimas. La guardia pretoriana de Allende eran unos matones.
   El ilegal Informe Rettig de “Verdad y Reconciliación” fue pedido por los grupos terroristas chilenos al traidor demócrata cristiano, Patricio Aylwin en el primer gobierno de la Concertación. Además, de pedir la persecución y encierro de los militares. Recordemos que en el primer gobierno de Piñera, el actual ministro de Justicia, Hernán Larraín: “No sé si fue mi impresión, mas las palabras del político oficialista dejan entrever otra cosa. El primer Gobierno de la Concertación, presidido por el demócrata cristiano, Patricio Aylwin libero a los terroristas porque temía que les causaran problemas”. Y el parlamentario Schilling dijo en su oportunidad: “Alguna experiencia tengo en esto de enfrentar la violencia política de los grupos armados, y quiero decir que si en su oportunidad no se hubiesen tomado medidas como llevar adelante el Informe Rettig, hacer las leyes de reparación y levantar las limitaciones que imponía la ley de Amnistía, todo eso se habría convertido en bandera de lucha de los grupos violentista”. 
    La PDI con el sesgado e inconstitucional Informe Rettig persigue a militares jubilados. 
  ¿Dónde están los liberales defendiendo la igualdad ante ley y los principios del Estado de Derecho como pro reo y la prescripción? ¿Dónde están los liberales denunciando la abierta prevaricación de los jueces? ¿Dónde están los liberales enojados porque a los militares se les imputa la ficción del ‘secuestro permanente’? ¿Dónde están los liberales que dejan a los militares se los condene por un delito que la propia ley establece que no es retroactivo? 
 ¿Cómo pueden aceptar que los jueces de izquierda declaren que la tanta DINA como la CNI fueron asociaciones ilícitas? 
 La izquierda no fueron víctimas, sino, por el contrario, tiene complejo de víctima, que es algo totalmente distinto.  Encontré una buena definición de los que hablo: “Las personas que viven desde el complejo de víctima ven culpables por todas partes y muchas veces intentan hacer que los demás se sientan responsables de sus miserias”. Los revolucionarios marxistas de la Unidad Popular culpan a la CIA y las Fuerzas Armadas de su intento totalitario. Los grupos terroristas del Mir, Frente Lautaro y el FPMR culpan a DINA y la CNI de sus fracasos. 
   Para terminar, al contrario de lo que sostiene Hernán Larraín Matte de Evolución Política no es pinochetismo es que el relativiza la violación a los derechos humanos, sino la izquierda. Pues, a quienes le verdad le violaron los derechos humanos son quienes sufrieron la violencia marxista desde antes del 11 de septiembre de 1973. 
   PD: Les dejo por canal Capitalismo Revolucionario el Réquiem para las víctimas de la violencia marxista hecha por don Felipe Izquierdo, un ex mirista; cosa que ninguna institución como el Congreso, la Iglesia Católica y el Ejecutivo ha realizado.

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sábado, diciembre 15, 2018

Jorge Edwards antes de Jorge Baradit


    A mí me interesa la verdad y no lo que sienta los demás. Además de la justicia. A muchas personas de derecha les molesta que escritor Jorge Baradit tergiverse la historia, poniendo siempre los zurdos como los buenos y los malos las personas de derecha. A ese escritor de ciencia ficción le hubiese gustado que la historia de Chile haya tenido otro rumbo. Ahora bien, cuando lee las declaraciones de personajes públicos tales como actores, escritores, cineastas y documentalistas de la época de la Unidad Popular, se da cuenta que mienten. Encuentro que el novelista Jorge Edwards está a la misma altura que Baradit, cuando habla de Allende, la Unidad Popular y el Gobierno Militar.
   Los dos escritores se llaman Jorge. 
   El novelista ha dicho que él no es converso como Mauricio Rojas y Roberto Ampuero. Sigue siendo de izquierda. Por eso, se inscribió como militante de Evolución Política. 
  Por mediados de los noventa entré a una librería de Viña del Mar y vi el libro El Whisky de los poetas del galardonado Premio Miguel de Cervantes y Premio Nacional de Literatura, Jorge Edwards. Me puso a hojear el libro hasta que encontré el artículo La mediocridad en la política. Primero habla de que los españoles quieren formar parte de la Unión Europea como modelos Inglaterra y Suecia. Después dice: 
  "En mi país, en Chile, durante la experiencia de la Unidad Popular, experiencia mirada con tal universales simpatías por los intelectuales de todas las latitudes, lo que faltaba precisamente era el consenso mínimo que hubiese podido evitar la crisis del sistema. Se quiso realizar una experiencia revolucionara desde una minoría de votos y sin haber buscado un acuerdo con una de las fuerzas más decisivas del país, la democracia cristiana. En esta forma, el Gobierno de Allende que en sus orígenes había presentado un programa socialdemócrata, un proyecto de economía mixta no demasiado diferente al que acaba de esbozarse en los artículos económicos de la nueva Constitución española, terminó arrastrado por fuerzas centrífugas, de manera que los gestos y los símbolos, juntos con invadir las calles y la prensa, empezaron a transformarse rápidamente en realidad conflictivas: tierras y fábricas ocupadas, minas extranjeras nacionalizadas sin pago de compensaciones, etcétera".
  El párrafo mencionado que me chocó, pues decía lo opuesto a lo que sostenía los militares. Algo me molestó desde que lo leí. Por un tiempo le creí el relato de la izquierda, hasta que un ex Mapu, que militaba el PPD en una casa dijo que querían instalar una dictadura comunista. Así supe que todo lo que decía los ex UP era falso. He mostrado en mi blog, que la socialdemocracia chilena de hace más de cincuenta años no tenía ninguna relación con esa corriente política que había en Europa Occidental. Queda claro que la Democracia Cristiana es un partido de izquierda. 
  También me molestaron otras expresiones de él que leí por los medios. Según Edwards, Allende respetó el Estado de Derecho. En mi blog, encuentro las siguientes palabras de él sobre Salvador Allende: "Yo creo que manejó la economía con bastante ingenuidad y poco conocimiento (...), pero intentó hacer algo en un país que era muy conservador y muy reaccionario". Las personas que se opusieron a la Escuela Nacional Unificada, a las Junta de Abastecimiento o JAP, o que aquellos que se quejaron de que sólo podían comprar lo únicamente el Estado permitía, cuando antes tenía libertad para comprar y vender lo que quisieran, eran unos tontos. Se parece a las declaraciones de Bachelet en su segundo mandato. En otro artículo publicado en La Segunda, el novelista había dicho que la clase media de la época no entendía el fabuloso programa marxista de la Unidad Popular.
  Cuando gobernó Ricardo Lagos, el escritor afirmó en una entrevista al diario El País de España: “La transición a la democracia no ha terminado y la reconciliación no ha comenzado”. Cuando Rafael Mera tenía su blog comentaba que teníamos la transición más larga de la historia. Y esta transición, agregué yo durante el segundo gobierno de Bachelet, que iba terminar cuando la izquierda tuviese su Constitución chavista. En otra parte de la entrevista, el periodista le pregunta por qué en su última novelas muestra un rechazó a las posiciones extremas. Edwards responde que él escribe desde la compasión y que el país necesita superar la división “típica de la guerra civil de 1891, de la Unidad Popular y de la dictadura”. Se le olvida que el Gobierno Militar dictó una amnistía a pedido de la democracia cristiana y el Partido Socialista venezolano. Además, no se le ocurrió sugerir al presidente socialista Ricardo Lagos como después de guerra civil de 1891 aplicar leyes amnistía a los dos lados. Por eso, el país se reconcilió. Y nadie le sacaba en cara después de veinte, treinta o cuarenta años después las cosas malas de uno u otro lado. 
  A pesar que es abogado no se conoce las leyes, pues avala que el inconstitucional Informe sobre tortura de falsos torturados. Y cuyo criterio es levantar falsos testimonios sin ninguna prueba y sin que el acusado pueda defenderse. Como buen izquierdista, ve la paja en el ojo ajeno y no la viga que tiene: “Prácticamente nadie en el país niega que hubo tortura, a Pinochet lo salvan porque lo declaran demente: ¡es un cambio impresionante debajo de nuestras narices sin que nos demos cuenta!” Después menciona a un señor que estuvo en el centro de detención Tejas Verdes, Hernán Valdés, el cual escribió un libro con el mismo nombre del centro. Edwards lo señala como “campo militar de torturas que dirigió Manuel Contreras)”. Agrega: “Los civiles del régimen no pueden decir que no sabían de la tortura”. La izquierda niega ellos torturaron en el gobierno marxista. Apostaría a que no conoce el documento del Acuerdo de la Cámara de Diputados de agosto de 1973, en acusa al gobierno de la Unidad Popular “de flagelación y tortura”. Tampoco conoce la extensa carta que escribió Eduardo Frei Montalva a Mariano Rumor, ni muchos menos el Acta de Rivera. ¿Sabrá Edwards que Allende le rindió un homenaje a dictador comunista, José Stalin?
   Por sus propias palabras, demuestra que él no quiere reconciliación, pues el periodista le pregunta a propósito de los supuestos torturados que caminan por las calles libremente “¿Es ésta una sociedad enferma?” Él responde: “Hay muchos procesados, condenados y Pinochet está arrinconado, fuera de su cargo de senador”. Además, esto ocurría, mientras Ricardo Lagos indultaba a los últimos terroristas encarcelados de Frente Lautaro, que tuvieron su libertad gracias a las gestiones de monseñor Baeza, quien manifestó que los militares no deberían tener libertad. Los miristas están amnistiados.
   Elogia al traidor general “Cheyre ha ido mucho más allá y ha sido más lúcido que los sectores políticos, que debaten si pedir disculpas”. O sea, los militares derrocaron a Salvador Allende por una simple y antojadiza aventura militar, según la versión de Cheyre.
   Otra mentira: “De repente nos metimos en la guerra fría con la elección de [Salvador] Allende. Creo que ni Allende se dio cuenta, pero Neruda sí, que en esto se había puesto lúcido desde que los cubanos lo atacaron en 1966”. Igualmente, desconoce que Salvador Allende era agente pagado de la K.G.B. La izquierda entre el bien y el mal, opto por este último libremente. Y eso ocurrió antes de la elección presidencial de 1970. Allende fue promotor de las Organización Latinoamericana de Solidaridad, quien manifestó: "Afirmo que ante una estrategia internacional de intervención debemos oponer otra fuerza. Oponer la violencia revolucionaria a la violencia reaccionaria";la declaración del PS de Chillán en que desecha la democracia liberal y optan por la violencia revolucionaria. E igualmente, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria que perseguía los mismos fines del Partido Socialista: instalar la dictadura del proletariado. ¿Cómo alguien tan culto desconoce ambas declaraciones? Siendo presidente del senado, Allende expresó ante el medio italiano Paese Sera: “Si tenemos éxito, y creo que lo tendremos, Cuba y Chile serán dos ejemplos válidos, aunque sean distintos en su fase inicial. Por lo demás, no existen diferencias, nosotros haremos el socialismo como los cubanos”. Tampoco la conoce. ¡Y de repente nos envolvimos en la Guerra Fría! 
   Para el novelista del Peso de la noche, no existió el terrorismo o guerrilla en Chile. 
   Edwards escribió el año pasado en el diario La Segunda sus recuerdos en La Habana. Cuenta que fue a la casa del poeta Enrique Lihn -quien es tío de Cristián Warken-, el cual le confiesa que hablaba bajo “”Por que esto…., está lleno de soplones”. ““¿En tu casa?” El poeta me respondió que los hombres de seguridad se hacían los invitados y que no había manera de evitarlo: soplones en los interiores de las casas, en las porterías de los edificios, en las presentaciones literarias y en las inauguraciones de pintura. ¡En toda la isla! Y nosotros bebíamos nuestros daiquiris y mirábamos hacia otro lado”. Él escribe: “Yo escribí mi testimonio, alrededor de tres años más tarde, porque llegaba desde Chile, y porque la mitad o más de la mitad del gobierno chileno de entonces, el de Salvador Allende y el de la Unidad Popular, pensaban que la revolución castrista era la panacea, la solución de todas las dificultades, de nuestras limitaciones, de nuestras miserias. Yo me convencí en forma muy rápida, a los pocos días de estar en la isla, de que si la panacea fidelista y guevarista llegaba aplicarse en mi país, sería uno de los primeros exiliados. Cuando lo dije en una conferencia literaria, hace pocos años, hubo chileno que abandonaron la sala, furiosos, y que confieso que sentí lástima por ellos, pero también por todos nosotros”. 
   El poeta Enrique Lihn es conocido por el verso “Nunca salí del horroroso Chile”, el cual es evocado para referirse al Gobierno Militar, no la UP ni mucho menos a la guerra civil larvada a que nos llevó la izquierda. 
  Durante a UP se quiso colocar los Comités de Vigilancia al mejor estilo de la Cuba castrista. 
  Sin embargo, él no tuvo esa misma impresión, cuando el buque escuela de la Armada Esmerada fue a Cuba por el año 68 o 69 como lo describe en su libro Persona Non Grata, en la que se pregunta cómo actuarían los militares chilenos en caso de verse confrontados los hombres armados de Castro. En esa oportunidad, la hermana de Salvador Allende, Isabel estaba entusiasmada con la dictadura cubana. 
  La solución de Jorge Edwards ante un intento totalitario por parte de la izquierda es huir. Lógico y sensato. De hecho, muchos chilenos se fueron a vivir al extranjero, cuando salió Allende, porque no querían el comunismo. La otra alternativa es rebelarse y luchar como lo hicieron primero los civiles y luego lo militares, cosa que él descarta.

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jueves, diciembre 06, 2018

Las maricuecas del Mir, del Frente Lautaro y del FPMR


  Tenía dudas en escribir esta entrada. Quizás parecía ofensiva o insultante. Sin embargo, al enterarme de que una organización de izquierda llamada Comité Funa , naturalmente, funó al ex agente de la CNI, Marco Derpich Miranda. El ex militar estaba en un café de Providencia. La misma noticia nos informa que el ex agente estuvo involucrado en un operativo donde murieron terroristas del Mir: “de acuerdo a los datos con los que cuenta la comisión, habría planificado y ejecuta un operativo en que 200 efectivos se coordinaron para “neutralizar y eliminar” al MIR en ciudades del sur del país”. No eran civiles. Esas son las llamadas ‘víctimas de la dictadura’. Y así y todo, tenemos políticos y académicos de la ex derecha que se acomplejan. Lo peor le creen el relato de la izquierda. 
 Los únicos que tiene derecho divino a matar en Chile están en la izquierda, sin importar el contexto. Otra razón para escribir esta entrada fue el hecho de que la izquierda desea cambiar las condiciones a la libertad condicional, porque la Corte Suprema les ha concedido ese beneficio a los presos políticos militares. El año pasado salieron en libertad dos terroristas involucrados en el secuestro del empresario brasileño. Uno era del Mir y el otro del FPMR. El oficialismo o la izquierda no dijo nada. Tampoco armó un escándalo cuando en los gobiernos de la ex Concertación, la Justicia les otorgó ese beneficio a terroristas. Esa es la ley del Embudo en la cual cree la izquierda, no en la igualdad.
   Por cierto, esta columna es digna de ser publica en El País de España, en el Clarín chileno, en El Ciudadano, en la revista Punta Final, en Le Monde diplomatique, The Clinic, en El Mostrador, La Nación, El Mercurio de Santiago, en La Tercera, en La Segunda, Las Últimas Noticias, El Siglo, Punto Final y, por último, que lo que publiquen en esos libros mensuales que contienen diversos artículos del Centro de Estudios Públicos. E igualmente, en las revistas Qué Pasa, Ercilla y Cosas. Desde que surgió The Clinic, jamás se ha burlado de los revolucionarios marxista de la UP, ni mucho menos de los terroristas, pues no vaya ser o bien, que al escritor Patricio Fernández lo secuestren, lo vejen y lo torturen como lo hizo el Mir en la UP con el periodista Darío Osse, o bien que le llegue un disparo. Recuerden que el Colegio de Periodista manejado por los comunistas casi manda a fusilar a la periodista que escribió la nota en que aparecía en la portada de Las Últimas Noticias por sexista: “Camila Vallejo no quiso mover su colita”. Sin embargo, el mismo colegio jamás ha condenado las portadas sexistas del The Clinic. Este último medio acuso a Fernando Villegas por unas miradas lascivas, lo cual no es delito.
   Asimismo nos informan que el ex militar Derpich fue condenado a 20 años como coautor de homicidios calificados. Y pertenecer a una asociación ilícita. La CNI era lícita. No se puede esperar nada de los jueces de izquierda. El militar no cometió delito, pues salvo a mucha gente de los atentados terroristas.
 En otro blog había el leído el comentario de un forista que compró un libro que publicó el preso político militar Álvaro Corvalán, el cual refiere que los grupos terroristas tenían preparado todo un ataque. Por esa, razón los desarticularon. El preso político mencionado también participo en el mismo operativo en que estuvo Marco Derpich. Ahora que lo pienso. Los militares asignados a la CNI ni siquiera debieron ser juzgados y condenados, después de los noventa por los llamados ‘jueces de derechos humanos’. No se puede esperar otra cosa de una sociedad que tiene los valores invertidos. ¿Por qué no funan al terrorista confesó el diputado comunista, Guillermo Teiller? ¿Por qué no funan a la ex presidente y actual Alta Comisionada de los Derechos de Humanos de la ONU, Michelle Bachelet que perteneció al FPMR? ¿Por qué no funan al ex ministro de economía y ex Mir, Carlos Ominami involucrado en el accidente ferroviario de Queronque? ¿Por qué no funan a la actual diputada comunista Hertz y abogada de derechos humanos, que en su juventud se metió al Mir, avalaba la vía armada y, por último, siempre ha reivindicado al grupo terrorista Frente Patriótico Manuel Rodríguez? ¿Por qué no funan al mirista Pascal Allende? ¿Por qué no funan al jefe de Movilh, Rolando Jiménez que también perteneció al FPMR? Lo sé es que habría que funar varios personajes de izquierda. 
   De una cosa estoy seguro, es que en la izquierda chilena no hay hombres. Ni siquiera los académicos de derecha que trabajan en los think tank o en las universidades se han dado cuenta de esta verdad evidente, clara y distinta. Hay puros afeminados y maricuetas, partiendo por los fracasados revolucionarios marxistas de la Unidad Popular, los cuales optaron por la vía armada y quisieron instalar una dictadura comunista. Ellos agredieron al resto del país y se declaran ‘víctimas de la dictadura’.
   Ahora voy a fundamentar por qué los grupos terrorista chilenos son una tropa de maricones. Hasta el ex ministro del siglo XIX, Diego Portales los llamaría así, si estuviese vivo. Él llamaba maricuetas a los Larraín.
    Primero, se declaran víctimas, cuando son victimarios. 
    Segundo, dicen que los perseguían por pensar distinto, lo que es falso.
    Tercero, argumentan que los militares asesinaban civiles, cuando mataba a terroristas. 
    Cuarto, puesto que perdieron los grupos terroristas o guerrilleros, después en democracia, se querellan contra quienes los vencieron. Nada va cambiar los grupos guerrilleros chilenos son tropa de fracasados y perdedores. Ni siquiera la Ley Mordaza va cambiar ese hecho o que la izquierda quiera de borrar de la historia el Gobierno Militar chileno. Siempre serán unos fracasados. 
   Quinto, los grupos terroristas se comparan con los judíos que fueron asesinados por los nazis. De ahí el Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos dedicado a los fracasada guerrilla chilena.        Sexto, como pelean maricones, no aceptan que el otro lado se defienda. Sólo ellos pueden matar. Así cualquier afeminado se cree guerrillero.
   Séptimo, los esperpentos terroristas no tienen honor. Y así y todo, quieren degradar a los presos políticos militares. 
   Octavo, puesto que son así, acusan a los militares de genocidio, lo que es falso. 
   Noveno, los miristas son tan cobardes que prefieren mentir. Por eso, no dice que ese grupo nació optó la vía armada y la violencia, en democracia para instalar una dictadura comunista. En cambio, dicen que nació para combatir el Gobierno Militar. 
  Décimo, relacionado con lo anterior, no basta con las querellas de la Oficina de Derechos Humanos o del Consejo de Defensa del Estado contra los militares, los grupos terroristas tiene el Instituto Nacional de los Derechos Humanos, cuyo uno de sus objetivos es querellarse contra los agentes del Estado que los combatieron durante el Gobierno Militar. El INDH no va presentar una querella contra el Mir o el FPMR. 
  Undécimo, por no respetar la Ley de Amnistía de 1978, que benefició a los miristas.
 Duodécimo, por no respetar la igualdad ante ley a los militares que combatieron en la década de los ochenta a los grupos terroristas FPMR, Mir y Frente Lautaro. 
  Decimotercero, por no considerar sus asesinatos, atentados con bombas y secuestros a personas una violación a los derechos humanos. 
  Décimocuarto, por considerar que sus actos terroristas antes del 11 de septiembre eran puras palabras.
  Decimoquinto, por acusar a los militares los combatieron de ‘terrorismo de Estado’, cuando la izquierda sabe que ellos promovían el terror.
  Decimosexto, por escudarse en los abogados de derechos humanos, que hacían vista gorda de sus crímenes. 
 Decimoséptimo, por escudarse en la Iglesia Católica. 
 Si alguien tiene más razones, las puede agregar.

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