martes, septiembre 25, 2007

Faltan que otorgen títulos nobiliarios

En Chile se habla mucho de la desigualdad de ingreso, oportunidades y de otras; aunque yo no creo que sea tan así. Con todo, quienes hacen gárgaras de la desigualdad, de ‘sueldo ético’ son los que promueven la desigualdad a través del Estado, aun cuando la propaganda dice que ellos quieren igualar por medio del Estado. La realidad contada por la propia izquierda nos dice lo contrario.

La semana pasada, la revista quincenal "El periodista", en su número 136 publicó el reportaje "Becas universitarias: El Millonario ‘Negocio Valech’ DE UNIACC". En efecto, el reportaje muestra cómo esa universidad privada, que en principio era pro Gobierno Militar, se convirtió una universidad progre. Para ello, por ejemplo, sacaron a la periodista María Eugenia Oyarzún, quien era hasta entonces decana de la facultad de periodismo de esa universidad. Luego refiere que la Universidad creó varios programas como el Programa Universitario de Comunicación y el Programa Especial de titulación. Sin embargo, quiero destacar algunos párrafos del reportaje:"y uno de los motivos del viaje que realizó Daniel Farcas a Suecia en noviembre del año pasado, donde se reunió con las comunidades de exiliados que figuran en la nómina de torturados para ofrecerles los beneficios de la universidad "(La negrilla es mía). Deduzco que los exiliados en Suecia no sabían que estaban en la lista, y por tanto, no pudieron testificar en la Comisión Valech. Es lo es lo primero.

Luego el reportaje dice: "La embajada chilena en Estocolmo convocó a los exiliados y más de 50 escucharon las ofertas de Farcas: "Donde quiera que resida un chileno en el mundo, hoy sabe que cuenta con una Universidad que le ofrece diversas oportunidades de Formación a Distancia: cualquiera sea su edad, los estudios cursados o su experiencia laboral" (El periodista, p.10 y 11). O sea, cualquier chileno puede entrar, aunque no esté torturado.

Después el reportaje agrega al final: "Aunque para quienes se han acogido a la ley, la UNIACC y otras universidades y centros de estudio han solucionado sus estudios o financiar los de su familia, es cuestionable –más aún cuando la ley pretende ampliarsea los hijos o nietos de los beneficiados-." De este párrafo la razón que se aduce, es que las personas que quieren estudiar, son viejas. Por ello, la beca la heredaría el nieto. ¡Especie de Harry Potter!Más aún la UNIACC les regala un notebook, si aceptan la beca. Así se habla de la brecha digital.

¡Qué distinto es la realidad del chileno trabajador y empeñoso! Una compañera de una hermana que estudia bioquímica en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, he escuchado que es estudiosa y que su padre es simplemente barman, que antes había sido marinero. Tanto la hija como el padre se esfuerzan por salir adelante. Lo mismo podría decir de cualquier padre, pues no discrimino, si es rico, de clase media alta o baja, o pobre. Todos por igual se esfuerzan por darle lo mejor a sus hijos. Y nada de regalías y privilegios de la izquierda chilena, que se trajo Mercedes Benz de Alemania, sin pagar impuestos.
Faltan que otorguen títulos nobiliarios los ‘progresistas’.

PD: Recientemente, la justicia aceptó que se investigue la muerte del periodista argentino Leonardo Henrichsen, durante el ‘Tancazo’ (junio de 1973), por constituir una ‘violación a los derechos humanos'. ¿Alguien se acuerda del abogado de derecha que presentó hace siete años parece una querrella por violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la Unidad Popular, y la Corte sostuvo que prescribía? Prescribe solamente para la izquierda. El Estado de Derecho está putrefacto igual que la justicia.

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miércoles, septiembre 19, 2007

Miscelánea

La derecha para no quedar como retrógrada tiene que emular a la izquierda, sobre todo, a sus líderes. Basta recordar el homenaje que le hicieron algunos personeros de la derecha chilena a la dirigente comunista, Gladys Marín. Elogiando su ‘consecuencia’, lo que significó apoyar la represión en Cuba al periodismo independiente. Como en todas partes se cuecen habas, esta vez le tocó al PP español. El 11 septiembre recién pasado, Jorge Moraga, portavoz de Asuntos Exteriores del Partido Popular (PP) afirmó en el Congreso Pleno: La historia de la humanidad está plagada de Salvadores Allende que murieron defendiendo la libertad y la democracia”. He hecho de que el PP haya reivindicado la figura de Allende, es un ejemplo de la derecha tonta y cobarde que se amilana ante la izquierda. Es justamente lo que la derecha no debería hacer. Esa es la derecha tonta que denuncia el politólogo venezolano Alberto Mansuet en su ensayo ‘La Derecha Boba’. Dicho sea de paso, el texto de Mansueti lo recomiendo. Me causo rabia que en la blogósfera liberal española no le dedicara algún comentario al desatino del señor Moraga. Igualmente, esperaba alguna crítica del diario virtualLibertaddigital.


Cuando el senador vitalicio y ex general de la República, Augusto Pinochet sugirió suprimir el 11 de septiembre como feriado a favor de la reconciliación, él esperaba que fuese un día normal, esto es, que las calles aledañas al Palacio de La Moneda, no estuviesen cercadas y que la gente laboriosa de este país no le cortaran el camino. Que el 11 de septiembre fuese un día como cualquier otro. La Concertación contrariando el sentir de la mayoría, convierte un día de trabajo en un día feriado. Un día de meditación, como les gusta decir. Tergiversando la historia. La Presidenta dijo: “del Presidente Salvador Allende, quien entregara su vida por la dignidad, por la democracia y por la patria". A lo que se agregaron las palabras de la capellana evangélica, Juana Albornoz: “constructores como Allende son los que se necesitan en nuestro país". ¿La capellana habrá tenido un lapsus linguae, porque quiso decir destructores y no constructores? ¿Por qué tanto afán por reivindicar a un hombre que fracasó? ¿Por qué tanto libro, documental y película sobre Allende? Creo que nunca se ha escrito tanto sobre un miserable individuo, que llega ser enfermizo. Al mismo tiempo, el vocero del Gobierno exigía que el general ® Pinochet hubiese pedido perdón. La izquierda no se arrepiente de nada. Más bien están sumamente orgullosos de su legado. La misma izquierda que alegaba por el feriado de Pinochet, ellos lo convierten en un feriado no legal con tanto homenaje a Allende. Mauricio Rojas, el diputado liberal sueco, nos recuerda que a la izquierda le gusta el papel de ‘víctima’ en el Gran Teatro del Mundo de Calderón de la Barca: "¿Por qué a la izquierda le cuesta tanto reconocer esa responsabilidad de la que Ud. habla?"Porque es más fácil ponerse en el papel de víctima. Claro, ganaron los otros. Hubo una dureza espantosa. Mi madre estuvo en Villa Grimaldi. Pero la verdad es que nosotros éramos extremadamente violentos y nuestro objetivo era la dictadura del proletariado. No teníamos nada que ver con la democracia. La detestábamos y había que destruirla porque era la democracia burguesa. Y bueno, viene el golpe y viene el desbande. Fue un período muy caótico".

El mismo 11 murió un carabinero en la noche. El país se enlutó. Con todo, cuando hace tiempo unos carabineros liquidaron a unos terroristas del Mir, luego de haber asaltado una panadería, a los representantes de la ley no cumplieron su deber, sino que cometieron un ‘crímen de lesa humanidad’ o ‘violaron los derechos humanos’. Esos jóvenes miristas quedaron como ‘víctimas de la dictadura’. Esa fecha se convirtió en el Día del Combatiente, que también para el Gobierno izquierdista es otro día de meditación. Los carabineros son los malos y los terroristas son los buenos. Algunos lo llaman el Día del Delincuente, aunque debía ser el Día del Terrorista.

No sé si después del Tedeum Evangélico, escuché por la televisión al presidente de la Cámara de Diputados, un demócrata cristiano quien dijo que había que respetar el Estado de Derecho. Pues, ¿cómo lo van a respetar, si la propia coalición de Gobierno lo viola? Desde la no aplicación de la Ley de Amnistía a los militares y las leyes vigentes, pasando por el ‘secuestro permanente’, el propio Gobierno azuzando a la CUT en una manifestación ilegal, apoyando al senador socialista, Navarro, a quien por sus funciones no puede estar subvirtiendo la ley. Y podría remontarnos, cuando un ministro de Interior demócrata cristiano, votó con el carnet de conducir y no con el carnet de identidad. En una carta al lector, un señor decía que el Gobierno hacía ‘gargaras’ por el General Iturriaga había violado el Estado del Derecho, pero el Gobierno no tenía problemas en transgredir el Estado de Derecho.

La Presidente ha dicho que no quiere un país que discrimine. Entonces deje perseguir a los militares, los cuales siendo jubilados deben perder sus bienes para poder defenderse. Deje su resentimiento e indulte. Llega a ser tal crueldad de la izquierda, que el juez Montiglio procesa un suboficial ciego, paralítico y diabético por cincuenta días en una instalación militar, por constituir un ‘peligro para la sociedad’. Esa es la justicia socialista. Se parece a la ‘Guerra de los Cerdos’ del escritor argentino, en el cual perseguían a los viejos. Y a igual que en las purgas de 1936, quien caía en desgracia no encontraba trabajo. Se moría de hambre. Lo mismo les sucede a los militares. Quiere un país que no discrimine, sin embargo, a la vez, aboga por la ‘discriminación positiva’, que a fin de cuentas, son privilegios a determinados grupos a través del Estado, tal como lo hacía los reyes absolutista en los siglos XVII y XVIII.

Se habla mucho de las desigualdades históricas del país. Cada individuo tiene oficios diferentes y cada individuo es único. Por tanto, no todos pueden tener lo mismo. La Presidenta sostuvo que la Concertación quería una igualdad desde la cuna hasta la muerte. Me suena más a eugenesia. Sin embargo, encuentro que la desigualdad máxima es la que hace la Concertación con 1.386 millones de dólares por los Informes Rettig y Valech, que sólo algunos chilenos son los beneficiados. Cada ‘víctima’ se saca la lotería literalmente. Naturalmente, no son beneficiados quienes fueron víctimas de la violencia de izquierda. La Concertación desea reabrir las respectivas comisiones y crear el Instituto de los Derechos Humanos, con el consentimiento de la derecha boba, según señaló el Secretario General de Gobierno, Viera Gallo en ‘La Segunda’, mientras les viola los derechos humanos a otro grupo y se habla del 'sueldo ético'.

Viendo escenas de la película ‘Sin City’, encontré la solución al problema del narcotráfico y de los grupos armados de izquierda que molestan cada 11 de septiembre. La solución es que los pobladores hagan justicia privada como las prostitutas de esa película. Esa es la única forma en que ellos puedan vivir decentemente y en paz. El único problema sería los buitres de los Derechos Humanos los acusarían de ‘crímenes de lesa humanidad’.

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martes, septiembre 11, 2007

Los mitos de Arturo Valenzuela sobre Pinochet

Arturo Valenzuela es un cientista político, que para el pronunciamiento estaba en los Estados Unidos. Escribió un libro sobre la caída de Allende. Fue asesor del Presidente Bill Clinton. Cuando murió Pinochet, escribió un artículo títulado “Los mitos de un tirano”. De vez en cuando le solicitan su opinión en el canal CNN. Con Francisco Ibero acordamos refutarlo.

Valenzuela escribe: “Si bien Chile había caído en una profunda polarización producto del choque de utopías en pugna en el contexto de la guerra fría -y son muchas las responsabilidades por el fracaso de la democracia Chilena-, el golpe militar de septiembre de 1973 no fue justificable por ningún motivo. Si el gobierno electo de Salvador Allende fue juzgado por algunos como inconstitucional, la Constitución chilena contemplaba salidas institucionales, y el propio Allende las estaba buscando cuando un puñado de militares alentados por una oposición antidemocrática se autoadjudicaron los destinos de la nación instaurando uno de los gobiernos más represivos de la era contemporánea.”
El sector que creía en una utopía era la izquierda, la cual se expresaba en los gobiernos totalitarios comunista. Esa era la utopía. La derecha mercantilista y, por tanto, proteccionista, nunca creyó en una utopía, ni siquiera en la utopía del libre mercado. Arturo Valenzuela no ha leído ”El Acuerdo de la Cámara de Diputados de agosto de 1973” , donde el Parlamento llama a los militares “con el fin de encauzar la acción gubernativa por las vías del Derecho y asegurar el orden constitucional de nuestra patria y las bases esenciales de convivencia democrática entre los chilenos;”. Allende nunca buscó una salida constitucional, sino ganar tiempo, como lo expresa en la carta de Fidel Castro:la gran tensión existente y tus deseos de ganar tiempo, mejorar la correlación de fuerzas para [el] caso de que estalle la lucha y, de ser posible, hallar un cauce que permita seguir adelante el proceso revolucionario sin contienda civil, a la vez que salvar tu responsabilidad histórica por lo que pueda ocurrir”. La carta significa, Allende mantén los cordones industriales, las tomas ilegales, la JAP, el GAP, el control de los precios, las milicias de la Brigada terrorista Ramona Parra, el mir y los grupos terroristas extranjeros de la Junta Revolucionaria.
Eduardo Frei dice en el El Acta Rivera: 'Nada puedo hacer yo, ni el Congreso ni ningún civil. Desgraciadamente, este problema sólo se arregla con fusiles'
La última frase del párrafo mencionado es para la risa, teniendo cuenta que los muertos son menos del 1% de la población. Tan represivos que luego hasta la izquierda tenía universidades o institutos privados en la ‘dictadura’. Y podían protestar contra el Gobierno igual como se hacía en los paraísos socialista (Cuba, la ex RDA y la URSS). Además estaba el Flacso, el think thank de la DC y el Centro Bellarmino de los jesuitas de izquierda.

Valenzuela escribe: “Con su muerte se debiera despejar uno de los mitos que sigue prevaleciendo en Chile -que Pinochet fue un estadista y no un dictador que vulneró la Constitución de su país.” De nuevo la ignorancia de Valenzuela es manifiesta. Guste o no, Pinochet fue un estadista; aunque personas como Patricio Navia y otros le bajan el perfil, afirmando que Pinochet era un hombre mediocre que nunca se interesó por la economía liberaldurante su carrera militar. Precisamente, ahí está el mérito. Como dijo en una entrevista, para solucionar la crisis económica que dejó la UP, no van usar el socialismo.

Valenzuela escribe: “¿Y entonces por qué fue tan sangrienta la represión? El veredicto histórico demuestra que los generales golpistas tenían conciencia de la ilegitimidad de su acción y temían que pudiese surgir una importante oposición dentro de las mismas Fuerzas Armadas. Pinochet y sus colegas se subieron al discurso de la guerra para justificar la ruptura del orden constitucional” Después menciona el caso Prats y el caso del general de aviación Bachelet. Sin embargo, no menciona que Bachelet estaba a cargo de las siniestras GAP junto con los miristas. Además, fue Prat el general que quebró la neutralidad de la Fuerzas Armadas al apoyar la UP. Eso mismo dice ‘El Acuerdo’: “14º Que las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de Carabineros son y deben ser, por su propia naturaleza, garantía para todos los chilenos y no sólo para un sector de la Nación o para una combinación política. Por consiguiente, su presencia en el Gobierno no puede prestarse para que cubran con su aval determinada política partidista y minoritaria, sino que debe encaminarse a restablecer las condiciones de pleno imperio de la Constitución y las leyes y de convivencia democrática indispensable para garantizar a Chile su estabilidad institucional, paz civil, seguridad y desarrollo;”.

Luego escribe Valenzuela: “El segundo mito enaltece al general Pinochet como el gran modernizador de Chile, que gracias a su gestión de "pacificación" pudo entregarle al país instituciones políticas democráticas y una economía renovada y admirada en el mundo entero”. Aunque no le guste a Valenzuela, el país se pacifico, cuando el terrorismo se hubo acabado. Las personas pudieron trabajar en paz. La propia clase política socavó la democracia cuando eliminó el artículo que resguardaba la propiedad privada. A menos que le guste una democracia en que el 80% de la propiedad esté en manos del Estado.

Otra perla: “Pero esas reformas tampoco habrían calado si Chile no hubiese tenido Fuerzas Armadas autónomas y no instrumentalizadas por sectores económicos como es el caso de las dictaduras vecinas, así como instituciones estatales fuertes y tradición de estado de derecho, todos legados de la larga trayectoria democrática del país”. El almirante Merino fue quien le pidió al capitán de navio ®, Kelly, que le diseñara un plan económico en tiempos de la UP, para salir del caos económico que dejó Allende. El plan fue ‘El Ladrillo’.

Otra perla: “Es también evidente que el reconocido éxito de Chile hoy se debe más bien a la labor de los tres gobiernos democráticos que al asumir muchas de las reformas del gobierno militar les entregaron legitimidad democrática, al tiempo que las profundizaron adoptando políticas sociales destinadas a reducir el legado de la pobreza y hacer de Chile un país capaz de competir en un mundo globalizado”. La izquierda no ha cambiado las bases, las cuales son los precios libres, el respeto a la propiedad privada, los acuerdos, entre otras cosas. La frase contrasta con la reciente declaración de Bachelet: "devolver al país a su matriz histórica de construcción estatal”.

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martes, septiembre 04, 2007

El ‘progresismo’ es el obstáculo

Cada vez que escuchó que los ‘progresistas’ han traído progreso a este país, me revuelve el estómago. Quizás, uno de los problemas que tiene Chile ahora es creer que porque se tiene un superávit en las arcas fiscales, los problemas se van a solucionar rápidamente. Basta con regalar la plata. También otro problema es que a cada rato hablan de derechos más no de las obligaciones hacia los otros que traen aparejada esos derechos, como dice el filósofo inglés Michael Oakeshott en su libro ‘La política de la fe y la política del escepticismo’. Eso lo vemos, en protesta de Agrosuper, donde los trabajadores no respetaron el acuerdo que les había ofrecido la empresa. Ellos querían conservar el bono de alimentación, aumentarlo y el nuevo casino.

Los derechos sin obligaciones aparecen cuando un grupo de izquierda protesta y provoca destrozos que nadie paga. Así, al gobierno le importo poco que en manifestación convocada por la CUT el miércoles 29 de agosto, hubiesen daños por 100 millones de dólares. Como si nada, después de todo el Estado es rico, pero sus ciudadanos son pobres. Además de los daños materiales están las heridas de las personas que representan a ley. Eso tampoco importa. En otro país más civilizado, las personas que les pegaron a los carabineros podrían tener una cadena perpetua. Por su parte, al indolente gobierno le parece normal que una ciudad cierre su comercio temprano por temor a los vándalos, casi como si fuese estado de sitio. Naturalmente, el gobierno ‘progresista’ aplica ciertas leyes que considera represivas para ciertos sectores, como lo hizo Lagos con los gremios de los buses de Santiago. Me refiero a que Lagos aplicó la ley de Seguridad del Interior del Estado. La Presidenta lo dijo cuando asumió: "Cuando la izquierda se toma la calle, la derecha tiembla". El que va a temblar será el gobierno de izquierda, a igual que, cuando fue la ‘revolución de los pingüinos’ y un grupo anarquista se tomó la Universidad Arcis, con lo cual casi la quiebran. Los terroristas del setenta y hoy empresarios de la educación crían cuervos en su propia universidad.

Una vez más se vulnera el Estado de Derecho, como si éste fuese para proteger los intereses de algunos. Repitiré lo que dije en otro blog: el que violó la ley el miércoles pasado fue el senador socialista, Navarro y no el carabinero que le pegó.

Según la escritora Isabel Allende, Chile es un país ‘progresista’. Ella afirma: "Chile es un país progresista en lo político, la prueba es que en 1970 eligió democráticamente al primer Presidente marxista, Salvador Allende, y ha sido gobernado por una coalición de partidos de centro y de izquierda desde 1989 hasta el presente".Más bien lo eligió el Congreso, no el pueblo. Y aún así, le es indiferente el desastre que provocó. Naturalmente, el responsable es Nixon y los empresarios, y no las políticas socialistas. La Concertación como no les gusta decir, administran 'el modelo' de Pinochet con variaciones.

Ahora bien, el colmo de la desfachatez es la siguiente frase el ungido Carlos Peña, rector de la Universidad Diego Portales: "Pero para las mayorías -que son las que importan-, tener en su horizonte de expectativas la educación superior para sus hijos (hoy día tenemos una cobertura cercana al 40%); endeudarse para una vivienda propia (según el último censo, es el caso del 75% de los hogares); acceder al automóvil (un bien cada día más masivo); ir al mall los fines de semana (y experimentar el consumo); fisgonear a la farándula y desconfiar de las élites (y descubrir que las miserias sí que están bien distribuidas), la vida hoy es muchísimo mejor que la de anteayer".

Para concluir, según Carlos Peña, que todo lo anterior es un logro del Partido Socialista. El ‘progresismo’ es el obstáculo.

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