miércoles, enero 24, 2018

Pura arbitrariedad o el país herido


  En vísperas de la última natividad el gobierno de Bachelet anunció una serie de medidas contra los presos políticos militares de Punta Peuco, entre ellas negarles los derechos que tienen como presos y degradarlos. ¡Qué espíritu navideño! Mucha hermandad y paz. En esa oportunidad, el presidente de la Republica recibió el Plan Nacional de los Derechos Humanos. Además, durante gran parte del año se anunció que Bachelet quería cerrar el gulag para trasladarlos a cárceles comunes. En seguida, la amenaza del Jefe de Estado era refutada por ministro de Justicia. Dentro del plan siniestro está en quitarles la pensión a los miembros de las Fuerzas Armadas. 
   En esa oportunidad, Bachelet dijo: “Este plan, que tiene una vigencia de cuatro años, no busca hacer la tarea de un gobierno, sino de un Estado, apuntando al diseño e implementación de las políticas orientadas al respeto, protección y promoción de los derechos humanos”. No sé cómo a esta altura le siguen creyendo porque hablan de los derechos humanos se respetan los derechos humanos. Este gobierno ni respeta, ni protege ni promociona los derechos humanos. Ya que según la Izquierda, los militares cometieron crímenes de lesa humanidad, lo que es falso en los hechos, pues no hubo genocidio, en primer lugar. En segundo lugar, la ley que condena esos delitos no es retroactiva. Por tanto, Bachelet se está saliendo de la ley y la Constitución. La Carta Magna chilena de 1980 es clara como agua a este respecto.
   Asimismo, anunció que se creara una comisión permanente para esclarecer la llamadas ‘violaciones a los derechos humanos’ cometidas durante el Gobierno Militar. Digo ‘llamadas’, porque los terroristas del Mir, Frente Lautaro y el FPMR no violaron los derechos humanos. 
   El mismo plan de los derechos se contradice, pues entre sus medidas está que se discrimine por “género, edad, pertenencia cultural, identidad de género o diversidad sexual, o discapacidad”. Podemos sostener que a los militares presos se los discrimina por pertenencia cultural. 
   Todas esas medidas contra los militares presos políticos es pura arbitrariedad del poder. Primero, se le estigmatiza como violadores de los derechos humanos. Y segundo, le atribuyen un delito que no cometieron. Abuso de poder del Estado hacia esas personas. El bloguero Francisco Salinas de la Revista Júpiter decía que los militares debieran querellarse contra el Estado, pues tenía toda la razón. Igualmente, para esa fecha la actual subsecretaria de los Derechos Humanos, Lorena Fríes dijo que “aún hay espacio para cerrar Punta Peuco”. Después de todo, recordó la política que fue un compromiso que contrajo con la pirónoma, Carmen Gloria Quintana, quien lanzaba bombas molotov en tiempos del Gobierno Militar. Desde luego que incendiar a un carabinero no es violar los derechos humanos, ni quemar dos ancianos vivos en su casa.
   En mi última entrada se me olvido decir, que Bachelet durante la visita del Papa Francisco I no dudo en comparar el país que visito el Papa polaco Juan Pablo II, como si el país hubiese estado en la miseria que dejo la Unidad Popular. Ella dijo: “Lo hacía en medio de la ansiedad que sentíamos por dar a conocer la realidad de un país herido, necesitábamos que los ojos del mundo nos acompañaran, que nos ayudaran a superar la falta de libertad. Y esa voz esperanzadora llegó y contribuyó a que nuestro país volviera a reencontrarse años después. Qué bueno poder decirle que hoy Chile es otro”. Bachelet en esa larga declaración dijo pura mentiras. Los chilenos gozábamos de más libertad que ahora, salvo que los partidos políticos estaban en receso, pagábamos menos impuestos, el Estado era mucho más chico, los empresarios no eran estigmatizados, florecía la educación privada y no hubo en ese despilfarro de dinero que nos tienen acostumbrado desde 1990. La libertad está resguardada por el derecho de propiedad en la Constitución del 1980, fuente de las demás libertades. Bachelet no cree en la propiedad privada. El país sigue herido, gracias a la Izquierda, pues ésta dividió el país. Además, hay que ser muy caradura para decir lo que dijo, luego de estar en Cuba hablando de ‘democracia’ y ‘derechos humanos’, olvidándose de los 10.000 fusilados del régimen castrista.   
   Agrego el presidente marxista y atea que el Papa Juan Pablo II: “Y esa voz llegó y contribuyó a que nuestro país volviera a reencontrarse. Qué bueno poder decirle que hoy Chile es otro, por encima de nuestras diferencias, hemos transitado caminos de encuentro y justicia;”. Es una mentira que el país se ha reencontrado. No estamos reconciliados, ni tampoco ha habido justicia hacia los presos políticos militares de Punta Peuco. Se ha practicado la injusticia, la crueldad como nunca visto en la historia de nuestro país. Yo deseo  no reconciliarme con la izquierda, hasta que los PPM del gulag mencionado estén rehabilitados
   Termino su declaración que el Estado chileno esta ‘en deuda con el pueblo mapuche’, lo que es otra falsedad, pues no existe tal cosa como pueblo mapuche. Lo que se trata es simplemente de dividir, ya que hasta 1990 los mapuches eran chilenos como cualquier otro.
    Ahora bien, mientras estaba el Papa con sus actividades, Bachelet mando una bellaquería por una ley al Congreso para que los Presos Políticos Militares no tengan derecho al indulto por crímenes de lesa humanidad: "la no procedencia del indulto particular respecto de las personas condenadas por crímenes o simples delitos de lesa humanidad, de genocidio o de guerra". Y que el indulto lo resuelva la Justicia. En este segundo gobierno le ha negó el indulto humanitario a cuatro militares que lo solicitaron, los cuales fallecieron. ¡Qué reencuentro nacional! Esa ley es un ilícito por lo expresado más arriba, la ley no es retroactiva.
 Aquí no hubo genocidio. Michelle Bachelet es una violadora de los derechos por excelencia. Propone: "en términos generales, el proyecto de ley propone regular los criterios especiales que deben considerarse para la obtención de permisos de salida, libertad vigilada y rebaja de condena", Y que "que los responsables, además de cumplir con los requisitos generales que cada institución jurídica exige, aporten antecedentes serios y efectivos de los que tengan conocimiento en causas criminales por delitos de la misma naturaleza, y que demuestren su arrepentimiento". ¿Por qué tienen que mostrar arrepentimiento, cuando no se les aplica la igualdad ante ley, se los condena por delitos ficticios como ‘el secuestro permanente’ y por delitos que no son retroactivo?
   El parlamentario independiente pro DC, Pedro Araya, integrante de la comisión de Constitución del Senado dijo el siguiente disparate: "obviamente la discusión se va a centrar en las personas que están cumpliendo penas por delitos de lesa humanidad que están en Punta Peuco". O sea, no conoce la ley.    
  Se despidió con estas palabras al Papa Francisco: “Creo que representando a todos los compatriotas, al margen de las creencias de uno u otro, agradecerle la visita a Chile, y agradecerle el mensaje que ha dado para que continuemos avanzando como país en un clima de unidad, de fraternidad, de solidaridad”. Los actos de Bachelet en víspera de la Navidad del 2017 y lo que hizo durante la visita del Papa Francisco contradicen el “clima de unidad, de fraternidad, de solidaridad”. No deseo ser solidario, fraterno y unitario con las personas de la Izquierda fracasada en todos los ámbitos que apoyan la venganza y odio hacia los Presos Políticos Militares de Punta Peuco.
  Como vemos Bachelet es hipócrita, cínica, malhadada, desgraciada, una persona malvada, perversa y cruel. En vista que rebaso mi paciencia le deseo que le llegue “la Justicia Divina” una vez que termine su mandato. Igualmente, a Lorena Fríes, a la abogada Javier Blanco y al diputado del Partido Comunista y terrorista confesó del FPMR, Guilliermo Teillier. El parlamentario estaba presente, cuando el presidente anunció el Plan de los Derechos Humanos por los próximos cuatros. Él espera que a los militares los degraden. 
   Se le puede aplicar el Acuerdo de la Cámara de Diputados de Agosto de 1973: “1º Que es condición esencial para la existencia de un Estado de Derecho que los Poderes Públicos, con pleno respeto al principio de independencia recíproca que los rige, encuadren su acción y ejerzan sus atribuciones dentro de los marcos que la Constitución y las leyes les señalan, y que todos los habitantes del país puedan disfrutar de las garantías y derechos fundamentales que les asegura la Constitución Política del Estado;” .
  Y el punto número 10 inciso a) del Acuerdo: "a) Ha violado el principio de igualdad ante la ley, mediante discriminaciones sectarias y odiosas en la protección que la autoridad debe prestar a las personas, los derechos y los bienes de todos los habitantes de la República, en el ejercicio de las facultades que dicen relación con la alimentación y subsistencia y en numerosos otros aspectos, siendo de notar que el propio Presidente de la República ha erigido estas discriminaciones en norma fundamental de su Gobierno, al proclamar desde el principio que él no se considera Presidente de todos los chilenos;”. 
    Él que piense que estamos reconciliados es un mentiroso o cobarde o cómplice pasivo y activo de la Izquierda, pues el país aún sigue herido, mientras le violenten los derechos a los presos políticos militares de Punta Peuco.

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miércoles, enero 17, 2018

Que se joda el Papa

domingo, enero 14, 2018

Jamás existió la Izquierda vegetariana


     Se supone que después de la Caída del Muro de Berlín, la Izquierda se reformó aceptando la economía de mercado y la democracia liberal. Si lo vemos con lupa, sobre todo, en América Latina los partidos de Izquierda engañaron a sus opositores y a las personas comunes. 
    El escritor peruano, Álvaro Vargas Llosa en los noventa acuñó la expresión ‘izquierda vegetariana’ versus izquierda cavernaria. Un buen ejemplo de la primera fue la propia ex Concertación formada por la Democracia Cristiana y los partidos de la nefasta Unidad Popular marxista. Vargas Llosa se sentía más afín a la Concertación a que a la derecha. Igualmente, dentro de esa categoría quedaba incluido el ex presidente brasileño, Lula da Silva como ejemplo de moderación. Cuando fue él el que fundo el Foro de Sao Paulo, caja de resonancia de lo que se conoce “el marxismo cultural” : feminismo, globalización, ideología del género, transgénero y ecología, etc. Allí se refugió la Izquierda huérfana de la ex Unión Soviética no para resignarse, sino para emplear otras estrategias para alcanzar el poder y someter como lo vemos en Venezuela. Da Silva era tan moderado que nunca dejó de peregrinar a la isla cárcel de Cuba a conversar con el dictador Fidel Castro tal como lo hizo hace poco Bachelet para darse un gustito y hablar de democracia y derechos humanos. Tan moderado era el líder sindicalista que devolvió dos boxeadores cubanos que pensaban volver a su país, luego de participar en unos juegos deportivos. Lo que confirma lo que acabo de expresar, lo ilustra el periodista de CNN Andrés Oppenheimer en su columna El vergonzoso viaje de Bachelet a Cuba: “Durante décadas, los gobiernos izquierdistas moderados de Chile ha sido un referente para la izquierda democrática latinoamericana”. Antes había dicho que la Izquierda era defensora de los derechos humanos. Esa bandera fue usada para darle impunidad a la guerrilla o terrorismo, pues ellos no violaron los derechos humanos. 
   He sostenido en mi blog que los partidos de la ex Concertación solo por pragmatismo se hicieron cargo del modelo económico que los militares nos dejaron, no porque estar convencidos de las bondades, sino porque les convenía aparecer como moderado. De lo contrario, no hubiéramos llegado a la retroexcavadora al modelo neoliberal. Siempre se sintieron incómodos, mas no para llenarse los bolsillos con sueldos millonarios a costa de dona Juanita y poner a la parentela en el gobierno, lo que significa en palabras de Patricio Navia citando al DC, Patricio Aylwin “darle un rostro humano al neoliberalismo”, mientras denunciaban supuesta desigualdad o inequidad que había en el país. Desde los noventa, creando falsas peticiones a través de las llamadas ‘demandas sociales’. Lo que acabo de describir lo confirma una columna que escribió el cientista político Navia en mayo del 2017 El país que sueña la Izquierda: “Pero ya que la izquierda concuerda solo respecto a su rechazo al modelo económico actual”. Luego agrega: “Ya que llegó al poder como el socio minoritario de una alianza con el centro, las políticas económicas y sociales impulsadas en los primeros 10 años de democracia fueron aquellas favorecidas por el socio mayoritario de la Concertación. Si bien una buena parte de la izquierda se acostumbró al modelo neoliberal impuesto por la dictadura y dotado en los 90 de un componente social de mercado”. El partido mayoritario era la Democracia Cristiana, quien se opuso al modelo económico liberal. Para Navia, la DC no es un partido de Izquierda. Por eso, se conforma con usar la expresión vacía de ‘centro’, como si ese partido no hubiese apoyado las nefastas reformas de Bachelet con sus observaciones.
    La ex candidata a la presidencia del Frente Amplio, Beatriz Sánchez también expresó algo parecido en la entrevista: “me fui decepcionando de la Concertación por lo que significaron los gobiernos de la Concertación. Reconozco que hicieron cosas valiosas, la forma en que recuperaron la democracia fue muy valiosa, también hizo un esfuerzo para mantener lo que entendíamos en los 90′ como gobernabilidad y yo valoro tremendamente eso”. Se decepciono, porque la ex Concertación no busco otro modelo. Esa coalición creo el corporativismo “Alianza Pública Privada”. Me llamo la atención que antes de la segunda vuelta, el ex comunista y ex concertación, el filosofo Max Colodro dijera: “Bachelet deja la centroizquierda en ruinas”. El académico no precisa qué significa centroizquierda. Dicho sea de paso, el señor Colodro fue uno de los tantos académicos cobardes que firmaron la Carta Publica de los Derechos Humanos y la Reconciliación, liderada por Hernán Larraín Matte, Cristóbal Bellolio y otros en las que se pedía que los partidos de derecha, UDI y Renovación Nacional eliminaran de su Declaración de Principios el artículo en se elogiaba a los chilenos que se rebelaron contra el gobierno de Allende y las Fuerzas Armadas por liberarnos de una tiranía totalitaria. Desde luego que a los cobardes intelectuales no se les ocurrió solicitar que la Izquierda que sacara la estatua de Allende frente a la Moneda tal como lo expreso el ex candidato de derecha, José Antonio Kast, si llegaba a ganar. Sin embargo, las palabras de Colodro son un contrapunto a la declaración que hizo la vocera del gobierno de Bachelet, la psicóloga Paulina Nárvaez, quien dijo “La centroizquierda es un modelo que le hace bien al país”, entendiendo que la comunista presidenta es de centro izquierda. Y por tanto, el Partido Comunista también lo es. 
   Según Andrés Oppenheimer, Bachelet “cedió a las ideas de la vieja izquierda de su juventud”. Mas bien, jamás cambio de domicilio. El único que ha dicho que Bachelet es comunista ha sido, pues, Fernando Villegas. Si se hubiera presentado en las elecciones presidenciales como comunista, no gana. Prefirió engañar como su delfín, Guillier con sonrisas.
   Los periodistas como Oppenheimer tienen mala memoria o no investigan más atrás. Primero, Bachelet viviendo en la ex RDA viajo a vietnamita comunista, luego de la guerra con los Estados Unidos. Segundo, estando en Cuba durante su primer gobierno, salio corriendo como colegiala cuadno la llamó el dictador Fidel Castro. Tercero, no hay que olvidar las palabras de elogio al sistema social cubano, cuando murió el dictador. Y cuarto, están las fotos de Bachelet con el ex líder del Partido Comunista chileno, Luis Corvalán o con Margot Honecker. 
   Oppenheimer dice que le pregunto a Patricio Navia la razón de viaje. Según él, fue a saldar un sueño de juventud: “Fue allí para cerrar un capítulo de su historia personal, desde los días de su juventud cuando apoyaba la Revolución Cubana”. La sigue apoyando. No puede afirmar que fue “un viaje nostálgico”, pues ya estuvo ahí. Más adelante pone a Ricardo Lagos como ejemplo de moderación, según Patricio Navia. Había leído antes de la segunda vuelta, que ponía a Lagos como contrapunto de Bachelet. Nada más falso.Él apoyo las reformas que Chile no necesitaba. Y un detalle que se les escapaba, es que el presidente socialista quiso “terminar la obra de Allende” y siente orgullo del gobierno marxista chileno que nos llevó a la ruina. Además, el mismo Lagos a igual que Bachelet elogio el sistema cubano, cuando murió Fidel. ¿Esa es la centro izquierda democrática?

  Bachelet dijo en Cuba : “en pocas semanas más culmino mi gestión. La política internacional de mi gobierno ha estado dirigida a impulsar el entendimiento entre los pueblos, la democracia, los derechos humanos, favorecer la paz, fortalecer las relaciones económicas y trabajar en cooperación en los diferentes ámbitos”. Agrego: “Confiamos en que esa línea que tan buenos resultados ha tenido en, por ejemplo la creciente presencia de Chile en América Central y el Caribe y por cierto en Cuba, seguirá siendo una tónica predominante”. Se desprende de su declaración en la isla caribeña, que ella apoya las dictaduras de Venezuela y Cuba. Además, es una burla que Bachelet hable de democracia y derechos humanos, cuando el Partido Comunista de ese país no llamara a elecciones libres e informadas. Es una burla que hable de los derechos humanos, pues en su país no los practica por los militares presos en Punta Peuco, mientras la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación denunció más de 5000 arrestos por motivos político el 2017. Supongo que el embajador chileno en Cuba no despacho un correo encriptado a la cancillería y que ésta le comunicará a Bachelet. ¡No se vayan a enterar el servicio de inteligencia cubano! Cuando se refiere entendimiento entre los pueblos, significa: “cubanos y venezolanos resígnense al tipo régimen que tienen. Conversen o dialoguen mas no se rebelen”.
   Ni siquiera a Bachelet le ha importado los ríos de sangre que exporto Cuba al resto del mundo y la abierta intervención en América Latina, razón por la cual cayó el gobierno marxista de Allende. Los chilenos no querían vivir en un sistema comunista. Acá posa de víctima de los militares, cuando Michelle Bachelet es una victimaria. 
  Bachelet es idéntico al personaje femenino de la película alemana Goodbye Lenin!. La mandataria todavía cree que está el Muro de Berlín. Ningún periodista jamás le ha preguntado de los Gulags, el Muro de Berlín y de la hambruna que dejo el comunismo. El periodista de CNN se le olvido que el sucesor de Bachelet, el periodista Alejandro Guillier cerró la campaña antes de la segunda vuelta con las palabras del Che Guevara: “Hasta la victoria, siempre”. Si es que mal no recuerdo, el ex ministro de Economía y ex mir, Carlos Ominami dijo en una entrevista que la Izquierda chilena no tiene nada que ver con la socialdemocracia alemana o el laborismo inglés. Eso se pudo comprobar con los demás candidatos de izquierda en la elección presidencial del año pasado. 
   En resumen: jamás existió la izquierda vegetariana o democrática, pues fue una farsa.

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