Sumar y restar

El país va poco a poco decayendo. Para el Bicentenario no estaremos reconciliados ni tampoco habremos llegado al primer mundo. Se habla que se avecina de una crisis económica de proporciones que creo que es producto de las políticas económicas de los gobiernos de la Concertación, ya sea en la energía, ya sea el desempleo permanente, la corrupción y despilfarro también permanente.
Sobre la corrupción no se trata de empatar como le gusta al oficialismo. No se puede comparar unas malas prácticas como en el municipio de Viña del Mar con los trabajos no realizados en Gendarmería por actuales senadores, ministros y embajadores, por ejemplo. O el escándalo en educación, donde el estafista Ricardo Lagos bromeó acerca del Debe y el Haber de la contabilidad, como si fuera chistoso que las cuentas no cuadrarán. Y eso que es economista.
La Concertación quiere los chilenos tengan más dinero en sus bolsillos, con todo, realizan políticas que van en el sentido contrario. ¿Dónde están los liberales de la Concertación? Cuando murió Pinochet, el actual ministro de Hacienda, Andrés Velasco sostuvo que aquél no guardada relación el liberalismo. Entonces, yo me pregunto, ¿Qué tiene que ver Andrés Velasco con el liberalismo, ya que se opone a rebajar el IVA? ¿Cree en el maná del ‘Gasto Social’? Mejor dicho se opone a la rebaja o la eliminación de los impuestos en general. En efecto, para los libertarios y liberales los impuestos son una forma de expropiación, ya que no les preguntan a las personas si desean pagar, a diferencia de las obras de caridad. Dan por sentado que la plata de fulano le pertenece al burócrata o el político que le gusta hablar de la distribución.
Me han asombrado las declaraciones de algunos economistas oponiéndose a la rebaja del IVA. Así, Raphael Bergoeing, investigador del departamento de Economía de la Universidad de Chile y jefe de Banchile, afirmó: "Lo que debe importarle a una persona pobre no es cuánto IVA paga, sino con cuánto se queda en el bolsillo después de recibir sus ingresos, pagar impuestos y recibir ayuda del sector público. Cuando se reclama contra el IVA se dice que los más pobres tienen 18 veces menos ingresos que los más ricos y además se les cobra un impuesto que grava el 19% de todo lo que consumen. Pero ese argumento está equivocado, porque es verdad que los más pobres ganan 18 veces menos, pero cuando se analiza la política tributaria y la política social y se ve cuánto se devuelve a la gente, comparando el 20% más pobre y el 20% más rico, la plata se devuelve más a los pobres en educación y salud, entre otros aspectos. Es decir, gracias al IVA la diferencia entre ambos sectores baja de 18 a 10".
Una cosa es lo que gana la persona y otra cosa es lo que el gobierno le sustrae a través de los impuestos. Si el kilo de pan vale, $300, el gobierno me sustrae $57. Parece que el señor Bergoing nunca se ha atendido en los hospitales públicos, ni tampoco ha educado a sus hijos en los colegios gratis, los cuales son los que obtienen las más bajas calificaciones. La supuesta ayuda del gobierno a los pobres a través de un bono es rídicula, como la que propone la senadora demócrata cristiana, Soledad Alvear. Ella propone un bono de $10.000. Esa cantidad es irrisoria.
Otro economista de la Universidad de Chile explicaba en uno de esos programas de conversación, que los productos estaban caros, porque el transporte usa el petróleo, el cual tiene dos impuestos: el IVA y impuesto específico. Lo que significa el gobierno le sustrae cerca de 40%. Como corolario, los produtos se venden 40% más caros. Esa matemática elemenal no la entienden los ungidos del gobierno. ¿Por qué no eliminan el impuesto a la harina?
Si usted le encarga a una persona, que le compre un Notebook en los Estados Unidos, que le sale la mitad de lo que le venden las grandes tiendas, como Almacenes París y Fallabela, tendrá que pagar un impuesto, todo para reducir la ‘brecha digital’.
En el programa ‘Tolerancia Cero’ de Chilevisión, que pertenece al demócrata cristiano, Sebastián Piñera, me causo risa el comentario del periodista ‘progresista’ Alejandro Guilier, quien razonaba así: primero no había que alterar las reglas para priviligiar un sector, como él cree que se da con el IVA; segundo, hay que intervenir en sector, si éste está en problemas. Subsidios. Creo que ni siquiera reparó que se contradijo. Luego vino la defensa del Matías del Río, otro ‘progresista’ sostenía que el gobierno no estaba despilfarrando los recursos como en el resto de América Latina, a lo que Melnick le recordó el Traslagos, Ferrocarriles del Estado y Educación. Dicho sea de paso, cuando Guilier habla de los avances pareciera que estuviera repitiendo el sitio de José Piñera: “Nunca en Chile hubo tanto oportunidades en educación”, etc. En ese programa, los periodistas ‘progresistas’ son demasiados serviles al poder.
El innombrable para superar la recesión de 1982, que fue tan grande como el crash de 1929, bajó el IVA al 16%. En cambio, la Concertación no se atreve a nada.
Me pregunto desde mi modesta posición, si las femeles ‘progresistas’ de la política y de la cultura serían capaces de seguir el ejemplo de Lady Godiva, quien a principio del siglo XI, recorrió el poblado de Coventry desnuda montada en un caballo, para que su marido Leofric, conde de Chester y de Mercia, dejara esquilmar a sus súbdidos com impuestos abusivos. No le pidas peras al olmo.
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