Ricardo Lagos, el mentiroso

Algunos políticos no les gustan jubilarse. Sin embargo, a algunos les gusta dar entrevistas de cuando en cuando para sentirse el oráculo de Delfos. Además, está el hecho de los propios periodistas estén interesados en su declaraciones. Así ocurre con Lagos, ya sea que lo entrevisten para la conmemoración del triunfo del ‘NO’, ya sea para hablar de cualquiera tema, desde la ecología hasta la candidatura a la Presidencia del socialista oficialista no oficialista, Marcos Enríquez-Ominami.
Una cosa que me llamó de la entrevista en la Revista ‘El Sábado’ del ‘El Mercurio de Santiago’ fue, cuando la periodista Raquel Correa le preguntó :” -¿Cuál es la mejor herencia que dejó al país?”. A lo que él contestó: “La relación con los mandos militares. Se resolvió el tema cívico-militar. Independiente de lo que decía la Constitución, todos los Comandantes en jefe obedecían el mando civil”. Creo que lo que en estos años se ha llamado ‘tema cívico-militar’ es un inventó de la izquierda, para no reconocer que fracasaron. Por ello, han continuado con la infamia a los militares que enfrentaron el terrorismo, que admiró ex Presidente Lagos en tiempos de la Unidad Popular. Por ello, ha inventado que los militares han vivido separados del mundo civil, como si fuesen un compartimento estanco, hasta que llegó la Concertación y los insertó en la sociedad civil.
La izquierda marxista leninista y guevarista que compuso la ex Unidad Popular quiso separar a Fuerzas Armadas, con el propósito explícito de instalar una dictadura comunista. Dicho en otras palabras, las Fuerzas Armadas para los guevaristas leninistas siempre han sido un obstáculo. O se alineaban a los revolucionarios o pasaban a mejor vida, como era el objetivo del Plan Zeta. Desde luego, que los políticos de ese conglomerado y sus intelectuales orgánicos prefieren atribuirle mentiras a sus adversarios que reconocer sus propias fallas. Así, sostienen que el Plan Zeta fue un inventó de la derecha. Sin embargo, en un reciente documental de Televisión Nacional (TVN) mostraron las misma imagines que en tiempos de Pinochet, a saber, las armas que encontraron después del 11 de septiembre: lanzacohetes, granadas, metralletas AKA. Y sin olvidar, las armas encontradas en la casa del Salvador Allende.
La izquierda fue que la se enemistó con las Fuerzas Armadas. Naturalmente, para el ‘progresismo’ actual le trae más dividendo quedar como víctimas o ‘blancas palomas’ pacifistas ante las nuevas generaciones, que mostrarse cómo eran, a saber, un grupo minoritario que uso la violencia, el terrorismo y que pasó a llevar la ley y la Constitución, con el fin de imponer una dictadura comunista.
En un viaje que hice a Santiago y donde pasé al lado de la Escuela Militar vi un gran cartel que decía: “Reconstruir país”. En efecto, una de las nuevas tareas de la Fuerzas Armadas como dicen el cliché en tiempos de paz es, pues, lo que dice ese cartel. Por ejemplo: el contingente chileno en Haití. Una vez más, la propia maquinaria de propaganda de la Concertación se le va en contra, pues a los militares chilenos se les encomendó refundar el país, cosa que lo hizo con éxito.
Bueno, como decía un militar del sitio http://movimiento10deseptiembre.blogspot.com/, a los militares que les costó solamente dieciséis años levantar un país, que venía en picada desde 1938. Y que tuvo su declabe con la Unidad Popular. Más aún, recuerdo haber leído de ese militar, ni siquiera la clase política podía resolver los problemas que el país padecía. Los militares lo resolvieron, gracias a la cual la Concertación ha disfrutado de los frutos.
Siguiendo su entrevista , el ex Presidente Ricardo Lagos dijo sobre la candidatura del Marco Enríquez-Ominami: “ mandó a jubilar a un conjunto de personas que pasaron de la primera división a viejos cracks”. Supongo que esta frase lo incluye a él. Así que deje de viajar al Club de Roma y a una reunión en Toronto.
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