Comentario de libro: Laurence Manning

Cuando tenía entre ocho y nueve años, vi en una librería un libro titulado “El hombre que despertó en el futuro”, de Laurence Manning . El autor no lo recordaba, mas se quedó en la memoria la portada del libro. Suponía en aquella edad que el personaje un día cualquiera se acuesta como el resto de los mortales, y de repente despierta en un mundo que desconoce. Bueno no es tan así la historia.
Ahora bien, el libro después de varios años, lo encontré hace poco en una librería de libros usados. Era el mismo libro, que tenía la portaba que me asombró cuando tenía ocho o nueve años. Decidí salir de las dudas, comprándolo.
El libro de Manning fue publicado en 1933. Sin embargo, es bastante vanguardista o visionario. Él pertenece a lo que se llama la ‘Edad de Oro de la Ciencia Ficción’ norteamericana.
Manning vivió entre 1889 y 1972. Fue abogado, mas nunca ejerció su profesión.
La novela trata la historia de Norman Winters, quien decide hibernar en una cámara de plomo. El autor cuenta con la técnica de la época cómo Winters pretende hibernar. En efecto, Winters duerme y despierta cada 5000 años en el futuro. Cada 5000 años la Tierra tiene su respectiva época. Así Winters cuando despierta en los primeros 5000 años, los hombres de esa época le dicen al personaje que él viene de la Era del Despilfarro, siendo esa época del futuro la era del ‘el pueblo de los bosques’. Los hombres viven en grandes ciudades. De hecho, Nueva York está tapada por árboles. Uno recordará la escena de la película ‘El planeta de los simios’, en que Nueva York está bajo tierra. Y en esa época no ocupan petróleo, sino aceite de los árboles. En esa parte, me acordé de la actual discusión entre el biocombustible y el petróleo.
Winters pasa por cinco épocas. Cada época es distinta a la anterior. Tenemos la época en que la Tierra la maneja un computadora llamada Cerebro, en los hombres hacen tareas insignificantes y el resto del tiempo dedican a los placeres.
En otro época, adelantándose a ‘realidad virtual’, los hombres se dedican a soñar o dormir, donde una máquina le reproducen sus sueños. Los cuerpos que están conectados a la máquina son prácticamente inútiles: momias. Los hombres en esa época no les gustan vivir la vida.
Otra época es la llamada los individualistas, donde cada hombre tiene su propia ciudad, no le gusta la compañía y la crianza de los hijos se considera una ocupación infantil. Aquí los seres humanos se crean in vitro.
El narrador es bastante fiel a la ciencia, pues él muestra que, por efecto de cambio climático que hay entre época y época, los seres humanos van cambiando su aspecto. La pigmentación de la piel cambia. Así, si despierta en un clima tropical, los hombres serán morenos o negros; aun cuando sus antepasados hayan sido blancos. Recuérdese que, cuando Manning escribió el libro estaba de moda la eugenesia y la ideología nazi.
Laurence Manning escribió poco. Es como Juan Rulfo o el autor del ‘Guardian del Centeno’.
Lawrence Manning; El hombre que despertó en el futuro; Edaf, 1976, Madrid, 285 páginas
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